domingo, 8 de junio de 2014

Un adiós, improvisado 19


Tan jodidamente bueno, que Alma no podía creérselo. No había sido fácil acostar esa noche a su hija. Entusiasmada con la presencia de Amanda, costo lo suyo llevarla a la habitación para dormir.

De regreso al salón, la imagen de Amanda de espaldas a ella mirando la chimenea copa en mano, era tan jodidamente sexy y familiar a la vez, que Alma se detuvo, no dando un paso más. Como si estuviese en el mejor de sus sueños y cualquier cosa, bien un porculero mosquito, bien una leve brisa o bien un puto despertador, pudieran sacarla del sueño, dejándolo en la simpleza mágica, de todo sueño. Un paso, un ruido o su sola presencia, eran suficientes para arrebatarle la imagen con la que se deleitaba.

No era Amanda en un salón a medio reformar, no era Amanda frente a una chimenea, era Amanda en su salón, frente a su chimenea, con su desgastada camiseta de la policía y por tanto era Amanda, en casa.

Tan jodidamente bueno, que hubiese dado todo en ese momento por convertirse en Sam Wheat y caminar cómo fantasma hasta el cuerpo de su particular Molly Jensen. Pegarse a su espalda sin el más mínimo ruido, sin alteración ninguna y hundir la nariz en su despejada nuca. Lo que fuese, por disfrutar del tacto caliente de su piel, del aroma de su nuca y llegar a su oreja, donde poder susurrarle todo lo callado, mientras ella contempla el fuego.

Siendo noche de verano, algún porculero mosquito había e incluso brisa, el despertador del intenso sueño, fue Amanda girándose hacia ella.

- Puto amor- pensó Alma, recibiendo la cálida mirada de Amanda. Puto amor que le hacia sentirse en desventaja. La desventaja que da, sentirte el corazón en la boca, que los nervios te atenacen y que por segundos, tu salud mental dependa de la reacción de la otra persona.

Amanda no hacia nada, solo mantenía su mirada posada en ella, y Alma no consiguió ser Sam en Ghost, ni siquiera ser Alma protagonizando su propia película, y en la chimenea el fuego no se consumía. Nada, ninguna hizo nada mas que mirarse.

Pero, por primera vez estaban solas, con mosquitos y brisa, pero solas y cara a cara. Sin niña con la que distraerse, ni excusa donde esconderse. Puede que la brisa hiciese abrazarse a Amanda, la brisa o que Alma no fuese Sam y se le teletransportase hacia ella. Que llegase a su cuerpo impactando de lleno en ella, sentir su adorado calor, su fuerza y posesión abrazándola y cerrar los ojos, cuando sus añorados besos, volviesen a ser suyos.

La tensión que provocaba sus silenciosas miradas, fue brevemente rota por Amanda. Su "solo amor", la amenazaba por entero y tiro de copa de vino, para intentar abstraerse de la mirada sobre si de Alma. Basto su gesto de tomar un corto trago y peinarse el flequillo, para que Alma reaccionase.

Era tan jodidamente bueno tenerla ahí, que no iba a desaprovecharlo por tontos nervios. Se lo había dicho y no mentía- Puedo decirte adiós mas veces- y podía hacerlo, asegurándose de un hasta mañana como muletilla de ese adiós. No fue el fantasma de Sam el que carraspeo reavivando su seca garganta, fue Alma, protagonizando su película en busca de un buen final.

- No...no nos dejara mucho tiempo, Naiara esta muy excitada con tu presencia aquí- habló con la valentía suficiente de no perder el contacto visual. Aunque Amanda no se lo puso fácil. A sus palabras contesto con una leve sonrisa y en un movimiento nervioso, se masajeo la nuca.

Era tan jodidamente bueno estar ahí, en el salón de Alma, frente a su chimenea, con su hija excitada por su visita, con un porculero mosquito que acababa de picarle en el tobillo derecho, y con solo su jodida camiseta, que a pesar de ser extremadamente cómoda, no la aislaba de la brisa. Un despertador, Amanda necesitaba un despertador que la sacase de la sensación mas aterradora de amor sentida hasta ahora. Que la despertase, recordandole todo aquello que odia de eso que llaman amor. La niña que ahora era un encanto, mañana seria un incordio y un verdadero dolor de cabeza. Deberes, desobediencia, tener que ir al parque, al zoo, ver dibujos animados y oh Dios, los niños tienen la manía de crecer y llegar a la adolescencia. Eso la niña, gracias a Alma, se acabaría su libertad de horarios, su no dar explicaciones y un largo etcétera, del que destacaría, su equilibrio mental. Ese que sufriría un gran estrés cada vez que Alma tuviera servicio, o llegase tarde, o estuviese en peligro o simplemente, al no verla sonreír- Agh Dios- se desespero por dentro. Estaba claro que el despertador no iba a sonar y Alma no hacia lo que con los ojos tanto le pedía- Ven, por favor- pidió aun sin hablar, verdaderamente necesitada. El mejor beso de Alma, callaría sus miedos y lo mejor, daría paso a la pasión entre ambas. Pasión que siempre fue, el mas elocuente lenguaje entre ambas.

El propio breve masaje sobre su nuca, no ayudo en nada y sus ojos, volvieron a tropezar con los de Alma. Tan jodidamente bueno, que se dejo llevar sin mas.

- Se ha convertido en un clásico- le dijo dejando la copa en el resorte de la chimenea- pero me molesta muchísimo, que siempre...deba pedirte, que me beses- las pausas realizadas en su petición, fueron pasos dados por Alma. Ni siquiera la escuchaba, fue verla abrir sus carnosos labios y avanzar hacia ella, como todo su cuerpo le pedía a voces.

- No jodas...no vayas a sonar ahora- pensó Alma a solo centímetros de Amanda. Pobre Sam, pero joder que bueno era estar viva, no ser un fantasma y sentirla. Que su cálido aliento acariciase sus labios, y que sus ojos acariciaran por igual su rostro, como su mano también lo hacia, tomando su nuca. Esa era Amanda, la que toma sin pedir, aun habiéndolo pedido. Porque pedía ser besada, pero ella inventaba el beso.

¿Había brisa? Claro que la había, noche de verano, ventanas abiertas, montaña, un lago y la brisa que se colaba erizando el vello de ambas. Verdad, pero para Alma no era nada, comparado con volver a sentir las manos de Amanda tomando su nuca, acercándola hasta ella. Sus delicados y suaves dedos adentrándose en su cabello, su aliento incitándola, su boca abriéndose, y sus dedos viajando hasta sus labios. Una breve caricia en ellos, apenas perceptible y sus ojos anclados a la caricia que daba. Brisa si, aire ninguno y sin aire, le faltaba el oxigeno. Que Amanda no retirase la vista de sus labios, que se mojara los propios y que entonces, cerrase los ojos, la ahogo en su propio deseo. Cuando Amanda tiro de su nuca, haciendo que sus bocas se unieran, Alma ya estaba asfixiada y asfixiada, murmuro su nombre.

- Amanda- su nombre como una nueva caricia de su boca. Adicta a sus besos, Amanda no caía en la cuenta, de que un beso es beso, cuando son dos los que lo dan.

Adoraba los besos de Alma y los había extrañado hasta dolerle. Pero era ella quien lamia suave sus labios, era su lengua la que se adentraba en su boca, incitando a su homónima y en consecuencia, era ella quien besaba hasta que Alma, atrapo con fuerza sus labios y con la misma fuerza la elevo del suelo, haciéndola enredar las piernas en su cintura.

- Uhm- gimió sobre su boca sin importarle el equilibrio de ambas. Ahora si se besaban ambas y así, le importaba poco caer de sus brazos. Anclada entre la primera pared donde tropezaron y el cuerpo de Alma, abrió los ojos y tiro de la melena de Alma, dándose el placer de contemplar sus abiertos labios. De pronto y de una manera brutalmente visceral, los quiso rojos, los quiso dañados y los quiso marcados. Marcados por ella y suyos. Que mostrasen así, su posesión absoluta y decidida a obtenerlo, se lanzo a por ellos sin tregua.

- La...la niña- murmuro como pudo Alma, presa de la ansiedad abismal de Amanda. Conociendo a su hija y conociendo lo mucho que le había entusiasmado Amanda, no apostaría nada a que la su hija no las interrumpiera, por mucho que desease que durmiera hasta el medio día. Amanda no quiso escuchar ni quiso que volviese a separarse de su boca. Ni las manos por igual ansiosas de Alma aprisionándole el culo, la distraían de un beso añorado.

Y los niños, niños son y suelen tener el sentido de la oportunidad un tanto dislocado. Naiara estaba entusiasmada y excitada, tenían visita y la visita era de lo mas "guay" que ella podía desear. Por eso no se aguanto los nervios al ver lo que tardaban en irse a dormir, y arrastrando a su pobre peluche Troncho, regreso al salón y ni se paro ante la imagen que presenciaba.

- Troncho es un consentido y no me deja dormir. Quiere contarte un cuento, Amanda. ¿Vienes a la cama con nosotros? Seguro que el cuento te gusta, me los invento yo y a veces Mami me ayuda.

Se terminaba así el beso y en otras, Amanda hubiese suspirado molesta, en esta ocasión se limito a esconderse en el cuello de Alma, donde murmuro:

- Hay estupendísimos Colegios internos.... te lo dejo como dato a tener en cuenta, cielo- murmuro entre risas y de buen agrado, recibió un pequeño mordisco de Alma- Supongo que esto es un adiós.

- No...es un vamos a dormir.
 
 
 
 
 

3 comentarios:

  1. En su conversacion preferida y plena viene la niña.... Y zaz,,, las hizo callar y ese deseo que expresa miles de detalles en su peculiar relacion tendra que esperar mientras crece, crece de manera diferente a la que tenian al principio de sus conversaciones.
    Lo que ee un hecho es que la cria le esta dando la pausa para conocerse en otros terrenos y explorar otro tipo de conversaciones menos carnales pero mas sentimentales.

    Alguna vez te he dicho que no me gustan los niños??? Pues esta tampoco me gusta pero al menos me hace reir con su Troncho malo y sus oportunas apariciones,

    TKY gemo

    Cari.

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  2. Se puede escribir mejor una escena erotica de alto voltaje con la eleganciacon que la has escrito tu ?....NO..

    Emocionante leer los sentimientos que iban sintiendo las dos..y por una vez coincido con Cari...// que esta muy receptiva ultimamente//..porque esta mas suave que un guante..jajaja...

    En cuanto a la niña...deberia estar ya en un colegio interna..pero ya...
    jaajjajaja.....

    Un lujo de historia y dos mujeres que..ufff... Me gusta muchisimo niña...

    Divina-Wilson

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  3. .....ESE BESO¡¡¡ ESE QUE ARRASTRA EL DESEO MÁS ENCENDIDO...LAS GANAS MÁS SOÑADAS...LA PASIÓN POR LO QUE QUIERES Y LO QUIERES YA¡¡¡ ESE BESO QUE ROBA...QUE HACE BORRAR TODO LO QUE NO SEA POSEER LOS LABIOS QUE QUIERES EN TU BOCA¡¡¡¡ ESE BESO¡¡¡ QUE SE DESEA DAR¡¡¡¡¡

    GRACIAS............POR ¡¡¡TANTO¡¡¡¡¡¡¡¡

    ESCRITORA.....ESA FORMA TUYA DE SACAR CADA SENSACIÓN ..SENTIMIENTO...ES...ES...ÚNICA...COMO TÚ¡¡¡

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