Llevaba
varios días repitiendo exactamente los mismos pasos en su despacho.
Para Izascu comenzaba a ser normal, ver a Julia llegar, prender su
ordenador y pegarse los siguientes minutos, atenta a una sonora
alarma que "algo" para ella desconocido, notificaba a la
magnate. Como cada mañana, al verla llegar y saludar, la acompañaba
al despacho, le sirvió su primer café expreso y le recordó la
agenda para ese día y como los anteriores días, la magnate
saboreaba su café escuchándola a la par, que revisaba la hora y el
ordenador cada tanto.
Lo
mismo de cada día, salvo la video-llamada de Guillermo De Urrutias.
Julia admitió la llamada girándose hacia la gran pantalla e Izascu,
abandonó el despacho dejándola con su suegro. Al salir, se encontró
con la secretaria presencial ocupando su puesto y su mirada más
curiosa.
-
¿Has podido saber que diablos mira?- le preguntó sin disimular su
curiosidad por lo que parecía el nuevo juguete de la magnate.
-
No- contestó Izascu dudando- pero creo que tiene que ver con su
mujer, llamo Guillermo y Julia sonrió...ya sabes, sobrada.
No
andaba Izascu muy equivocaba. Julia dio los buenos días a Guillermo,
sonriendo orgullosa por su gran idea. Las últimas actualizaciones en
Elisa, cedidas a Ambrosio, mantenían a los dos, ansiosos por cantar
victoria.
-
Voy a desinstalarla de Ambrosio, me tiene de los nervios y ésta
mañana Adela se ha enojado bastante conmigo- le dijo Guillermo al
otro lado de la pantalla, prácticamente sin saludarla, provocando
sus primeras risas del día.
-
Jajaja, te dije que no puedes estar comentando los resultados de su
análisis, cada mañana- le dijo con total obviedad.
-
Tiene el colesterol a casi doscientos, normal que me preocupe por la
salud de mi mujer...digo yo- se defendió Guillermo, ciertamente
obsesionado por la aplicación con la salud de los suyos- Nicolás en
cambio esta perfecto, casi como yo.
-
¿Lo has instalado en todos los baños?- se sorprendió Julia.
Guillermo era demasiado parecido a ella en cuanto a juguetitos, pero
sin duda con este, Guillermo se estaba excediendo.
-
Cuido de mi familia, obvio- contestó convencido de ello. La
aplicación permitía realizar desde el propio wc, una analítica de
orina completa- Y por eso te llamaba, quiero que Elisa me remita los
vuestros.
-
Guillermo- pidió calma Julia. Su suegro estaba a un paso de
obsesionarse- Te lo cedí a modo de prueba, para que comprobases lo
bien que funciona, no para que a diario controles la analítica de
toda tu familia. Puede, que sea incluso ilícito, estas vulnerando su
intimidad y quieres vulnerar la nuestra.
-
Mira quien fue hablar, tu lo haces cada mañana con mi hija- se
empecino y como Julia consulto su reloj de pulsera.
-
¿Porque que estamos intentado ser madres?- rebatió completamente
convencida de ello. Vuelta a mirar su reloj, a Minerva se le estaban
pegando las sabanas y así, su ansiedad por conocer el resultado de
la analítica aumentaban.
-
Y por eso, ¿te adjudicas el derecho de ver la analítica de su pis?
¿Y cuándo se piensa despertar mi hija? Dios...- resoplo y
ambos se echaron a reír. Ahí estaban suegro y nuera, pendiente de
un escondido análisis.
-
Anoche tuvo cena con sus compañeros de Vanity, llego tarde- le
comentó Julia a un tris, de activar las cámaras de casa y comprobar
mediante ellas si Minerva continuaba durmiendo.
-
Uh..uh...recuerda, no se puede vulnerar su intimidad.
No
era que Guillermo y sus bromas la detuvieran. Era la propia Minerva y
su prohibición absoluta de no espiarla, salvo que fuese precisamente
necesario o algún sexual juego entre ellas, lo hiciera necesario.
Ambos
trataron de mantener entretenidos mutuamente hablando de esto o
aquello e Izascu, terminó por volver a entrar al despacho. La
primera visita a Julia llegaría en momentos, y ésta no había
repasado cómo le gustaba la cuenta del cliente.
Cuando
entro al despacho tras dos toques y el "adelante" de Julia,
se los encontró conversando distendidos hasta que por los altavoces
del ordenador se escuchó:
-
Ejecutando análisis. Hora, diez y veinticinco, señora Minerva De
Urrutias.
La
pobre Izascu al escuchar la información dada por el ordenador,
aguanto como pudo el mostrar la sorpresa por lo escuchado, mientras
Julia giraba su butaca claramente nerviosa y Guillermo, guardaba
silencio despeinándose para volver a peinarse. Con ambos tan
ensimismados con el ordenador, ella quedo sin saber muy bien que
hacer.
-
Saltar analítica general- pidió Julia incoporándose de su butaca.
Según las cuentas médicas, hoy debía ser el día definitivo-
Directamente realizar test de embarazo.
Ahora
si que Izascu no supo donde esconder su sorpresa ante lo que estaba
ocurriendo en ese despacho y la agenda que llevaba en sus manos cayó
al suelo. Su disculpa no fue atendida, tanto Julia cómo Guillermo
estaban en pie, esperando que el ordenador les diera la mejor de las
noticias.
-
Izascu- la nombró Julia sin despegar la vista de la pantalla- Si
Elisa me dice que Minerva esta embarazada, quiero que anules todas
mis citas de hoy hasta dentro de cinco días y reserves la villa 333
del Hotel One & Only en las Bahamas- concluyó mirando a su
secretaria y ésta sonriente y emocionada, afirmó con la cabeza-
Elisa..dime algo.
Ajena
a toda la emoción contenida que inundaba el despacho de Julia,
Minerva se duchaba tranquila. Había llegado a casa a media noche y
no tenia previsto nada de trabajo para ese día. Sin ocupación
alguna, antes de ducharse escribió en el grupo de sus amigas: Estoy
libre...¿desayunamos en el Club?. Cuando salió de la ducha, pudo
comprobar que sus tres amigas no tenían mayores ocupaciones que
ella, por lo que rápido, quedaron en verse y desayunar.
Maquillándose estaba, cuando le apeteció saludar a Julia, dándole
los buenos días.
-
Elisa, necesito que llames a Julia- pidió a su ordenador, terminando
de maquillarse. En poco, los tonos de llamada se escuchaban. Uno,
dos, tres y Julia descolgaba- Buenos días, mi trabajadora del año.
¿Dormiste bien?- se adelantó cantarina y de excelente humor, al
saludo de Julia. Saludo que no llegaba, alertándola- ¿Julia?
-
Si...ehm...disculpa, estaba...estaba, bueno...pues, en fin...buenos
días, Minerva- contestó cómo pudo Julia. El titubeo en su voz,
claramente nerviosa extrañó a Minerva, nada acostumbrada a que
Julia hablase en esos modos.
-
Cariño...¿estas bien?- trató de asegurarse ante su titubeante
respuesta.
-
Absolutamente- contestó decidida. Imposible le era, estar mejor,
pero era obvio, que no podía mostrarle lo absolutamente feliz que se
encontraba- ¿Has vuelto a la cama?- le preguntó queriendo que fuese
Minerva la que más hablase, pero cayó en el error de mostrar saber
demasiado.
-
Eh.. Pues no, me acabo de despertar, ducha y ahora...- hizo una pausa
revisando los pilotos de las cámaras por si Julia, había vuelto a
los jueguecitos de espías, pero los pilotos estaban apagados-
Jajaja, por un momento creí que me estabas viendo. Te decía,
salgo en cinco minutos, he quedado con las chicas y ya llego tarde
como siempre- abrevio revisando la hora- Para el aperitivo me paso a
verte, un beso cariño.
-
¿Hasta el aperitivo? -nuevamente Julia se dejaba llevar por la
necesidad acuciante de estar con ella, después de conocer la mejor
noticia de su vida.
-
Si...- contestó extrañada pero con paciencia Minerva, recogiendo lo
necesario para salir de casa- Me dijiste ayer que tenias la mañana
completa. Estas muy rara, esta mañana, que lo sepas.
-
Jajaja- ahora se le escapo una risita que extrañó aún más a
Minerva- Estoy bien y si no temiera que alguien pueda fastidiarme,
diría que increíblemente genial. Diré a Izascu que te recojan.
-
A ver.. -le pidió calma Minerva empezando a alucinar- Estas hablando
precipitadamente, has sabido que hace poco desperté, ¿y ahora
pretendes que me lleven y me traigan? Sino fuera porque las chicas se
enojan si tardo, iría ahora mismo a verte. Pero ay, desperté con
muchísima hambre.
-
Hay multivitamicos en la nevera- volvió a decirle atropelladamente
sin poder contener su boca- me asegure de ello, tomate uno en el
camino.
-
Definitivamente a ti te pasa algo, más tarde lo averiguo. Otro beso
y corto, voy a coger el ascensor. Hasta luego, cariño.
Por
suerte para Julia, Minerva colgó a tiempo de no escucharla pedirla
bajar por las escaleras. Quien si la escucho fue Guillermo, que
seguía pegado a la pantalla.
-
Definitivamente - imitó a su hija divertido. El también estaba
insultantemente feliz, y así, las ganas de meterse con la magnate
aumentaban- No sabes disimular, ha estado a nada de pillarte. Madre
mía, cuando mi hija se entere de esto jajaja, prepárate.. Cabreada
tiene genio.
-
Tu también lo sabes- se defendió Julia acusándolo por igual.
Aunque si lo pensaba, a Minerva le darían igual los cómplices
utilizados.
Para
la magnate tocaba esperar ansiosa la llegada del aperitivo. Nada más
Minerva llegase, le insistiria en la necesidad de realizarse un test
de embarazo y no esperar así, a las pruebas marcadas por la clínica.
Desconociendo, que las mosqueteras ya tenían para con Minerva, sus
propios planes.
La
primera en insistirle fue Fátima, con quien se encontró nada más
aparcar el coche. Reciente madre, mostraba su total confianza en los
nuevos test de embarazos, mucho más precisos y rápidos. Minerva
aludió querer esperar a la cita con la clínica dos días más
tarde. Como era obvio, prefería hacerlo allí y con Julia.
Prácticamente los mismos motivos le dio a Manu, al llegar a la mesa
que había reservado, distinto fue cuando llego Marga y su habitual
descaro.
-
Soy la última lo se- disculpándose llego hasta ellas, gesticulando
en exceso- Pase por una farmacia y no me pude resistir- hizo una
pausa para buscar en su bolso y sacar de el una pequeña cajita.
Blandiéndola le faltó saltar de pura emoción- Lo hicimos con
Fátima y ayyyy- terminó por saltar eufórica- Y lo haremos contigo.
El
entusiasmo de Marga, contagio a Manu y Fátima, amigas a las buenas y
a las malas, y como le dijo la propia Fátima:
-
Si es por Julia, haces como yo hice..finges no saberlo y...yo también
compre un predictor.
Una
magnate de las finanzas cómo Julia Arango, llega a adquirir todo su
poder a base de esfuerzo, trabajo, oportunidad y un toquecito de
suerte. Y contando con ese toquecito de suerte, Julia no tuvo que
esperar hasta el mediodía para ver llegar a su despacho a Minerva,
felizmente embarazada.
Yo quiero una Elisa en mi vida. Tenemos embarazo.
ResponderEliminarGracias.
A.
Que bueno jajjajaja, me encanta Julia !!!!
ResponderEliminarMil gracias escritora !
ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh que delicia te amoooooooooooooooooooooooooooooooooooooo gemo e nao quro que se acabe esse fic kkkkkk
ResponderEliminarbrigoninha
ay ay ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy que me muero que mueroooooooooo
ResponderEliminarGRACIAS POR TANTOOOOO
artistaaaaaaazaaaaaaaaaaaa
JULIA...ATATE LOS ''MACHOS'' CUANDO MINERVA LLEGUE A CASA
ResponderEliminarESTARA COMO UNA FIERA AL SABER QUE LA HAS CONTROLADO..
YO DE TI DESPLEGARIA TODO TU GLAMOUR PARA PARAR EL GOLPE...JJAJAJA...
Divina-Wilson
.....GRACIAS ESCRITORA.....te leo siempre que tengo un tiempo....siempre que puedo llegar y buscar un ratito para poder sonreír y perderme en tus Historias....Y a veces no puedo decirte gracias como mereces....por eso aprovecho que ahora si puedo y lo hago con cada una de las letras que nos regalas....
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