lunes, 2 de junio de 2014

Mi cincuenta cláusulas 121


No es que los chicos pudieran salir hacia la verbena en seguida. Julia tuvo que volver a asearse y lo propio hizo Min, aunque no cambio su cómodo atuendo de camisa larga. O más bien, lo hizo ante la mirada seria de Julia. A esas alturas para ciertas cosas no hacia falta hablar. Al final Minerva le unió unos cortos y anchos pantalones, que en cuanto los chicos, incluida Julia, se fueran desaparecían.

Bien vestidos y más perfumados, se reunieron en el salón donde Marga, era la absoluta protagonista de la noche. Tres caballeros y una dama, para ella sola. Su propia noche de cenicienta con carroza incluida y príncipes y princesa para elegir.

Obvio, Minerva saco su cámara dispuesta a inmortalizarlo. Experta profesional, comenzó a organizar la foto.

- Hugo, tu en su izquierda, arrodillado y pon tu mano derecha en su gemelo izquierdo- solicito a Hugo y estaban a punto de llegar las primeras risas. Ante su petición, de Hugo arrodillado, Marga comenzó a realizar movimientos claramente entusiastas.

- ¿Te dice algo esta postura cariño?- pregunto la propia Marga a su pareja Hugo y todos rieron, entendiendo la connotación de su pregunta.

- Espera a ver si- gesticulo Hugo disimulando buscar un anillo de compromiso y recibió una colleja de su adorada Marga- Jajaja, aún soy joven- se excusó haciendo murmurar a Minerva.

- Yo también lo soy para ser madre y mira- murmuró recibiendo un empujoncito de Manu, atentamente situada a su lado. Prosiguiendo con la foto, Minerva coloco a John a la derecha de Marga dándole frente y fue a buscar a Julia para situarla y se la encontró a las espaldas de Marga con el rostro demasiado cerca del cuello de su amiga- Tu Julia pues...tú...¿tú qué haces?- terminó por preguntar, bajando la cámara y su mínimo ataque de celos provocó nuevas carcajadas y que Julia abandonase con pena el cuello de Marga para sonreirle de lado.

- No soporto el perfume masculino- se excusó Julia elevando los hombros y Marga le tomó la barbilla simulando un beso- Guapa- piropeo a la más divertida de las amigas y ésta suspiro exageradamente, antes de crear misterio y ganarse la atención de todos.

- Tengo título- anuncio la misma Marga tras varios segundos en silencio,  completamente entregada a su papel de cenicienta, agarrando la corbata del tercer caballero, Cayetano. Ahora si, la composición era perfecta para que Minerva comenzará a disparar fotografías- Cuatro bodas y un funeral...el de mi madre cuando sepa que me caso cuatro veces jajaja, graciosa y simpática soy, por favor....y tu- punteo con su tacón al pobre Hugo- toma nota ya.

Varias fotografías más, nuevas risas del unido grupo de amigos y tras las despedidas de las parejas, los protagonistas de la afamada película se marcharon a la verbena, mientras Fátima y Manu, subían a cambiarse de ropa, como la misma Minerva.

Pero ésta fue subir dos escalones, ver a  Araceli dirigirse a la cocina y sufrir un fuerte ataque de ansiedad cereal.

- Mis cereales- murmuró deshaciendo los dos escalones subidos y retirándose el pantalón y el sujetador, fue tras su suegra hacia la cocina. Nada más llegar a ella, se colgó en confianza de los hombros de ésta- ¿Me preparas un tazón de cereales?

- Madre mía- protestó encantada con las confianzas de Min- ¿Pero que tienen esos cereales?

- Que están riquísimos y aportan energía- contestó risueña Min besando la mejilla de su suegra. Aunque frunció el ceño, llevaba todo el día con una sensación extraña, como hinchada. Por eso soltó a su suegra y se subió la camiseta, dispuesta a examinarse la barriga y en particular, la zona donde debía inyectarse- Se me esta poniendo dura e hinchada, mira- la mostró a Araceli y ésta la acarició mirándola en complicidad.

- Será a la primera, lo se- le dijo Araceli con la mirada fija en el vientre de Min. Vientre que acariciaba cómo si en él, ya creciera su nieto.

- Uff, yo no quiero ilusionarme de que lo consigamos tan rápido- le dijo resoplando emocionada. Araceli era más que una suegra y poco a poco, se convertía en otra madre.

- Pues yo te veo y lo tengo clarisimo- insistió dejando una última caricia en el vientre de Min, para apoyarse junto a ella, sonriendo- Antes de que el desgraciado me tocase siquiera, sabia que aquella noche me quedaría embarazada- contó con la mirada pérdida, recordando años ha- Y fue sentirlo irse dentro de mi y..- apretó los labios, reviviendo ese justo momento- y supe que Julia llegaba, que ya estaba en mi- se emocionó sin esconderlo. Que su ex marido no hubiese sido el padre idóneo para Julia, no enturbiaba sus recuerdos- Ni me lave- hizo una pausa sonriendo a una Minerva igual de emocionada que ella- lo empuje para que se bajará de mi y le dije, me acabas de dejar embarazada y no recuerdo que me contesto, solo recuerdo que me gire abrazándome y que no estaba equivocada, nueve meses después nació Julia, mi ojazos.

- Julia- murmuró Minerva recordando las escasas fotos de bebé de su mujer- Uff- resoplo intentando no llorar, pero Araceli lo hacía y abrazándola, las dos rieron entre lágrimas- Jajaja, Ay Dios...Julia en sábanas de Hospital Público.

- Jajaja...por aquellas no era tan presumida ni snoop. Eso fue cosa de Victoria y sus tentáculos- hablo entre risas Araceli y a su nuera se le cortó en seco, en cuanto escucho ese nombre.

- Ahora si que necesito mis cereales- dejo a su suegra mirándola divertida y siempre cómplice, mientras comenzaba a  prepararse un buen tazón de leche- No hay recuerdo, en el que no tropiece con su nombre- le dijo, sabiéndola interesada- Es como un grano en el culo eterno. Para no haber mantenido una relación convencional, esta en los momentos más significativos de Julia. Fue quien la descubrió como bróker, por quien se inició su multinacional, fueron sus abogados los que le pusieron tu apellido como único, la que la introdujo en la alta sociedad Neoyorquina, ahora me dices que su lado más snoop viene de ella y...

- Y si le preguntas por sus primeras relaciones íntimas saldrá su nombre, como seguro sabes- prosiguió por ella Araceli entendiéndola- y si tienes la ocurrencia de preguntarle esta noche por sus primeros tonteos en este pueblo, la volverás a oír nombrar. Casi veinte años de relación, da igual como la califiques, son muchos años, cariño. No se pueden borrar- continuó y estuvo a un tris de perder el hilo. Minerva azucaraba los cereales en la leche, dándole un toque muy apetecible.

- Uhm- murmuró Min probando su conseguido bol de cereales- Si lo se, si entiendo todo eso, pero joderme, me jode igual- se explicó intentando no hablar con la boca llena y tuvo que cubrirsela. Araceli miraba el bol, como un perro admira su cuenco de pienso, haciéndole gracia- Jaja, anda prueba- le ofreció directamente de su cuchara y Araceli abrió la boca entre obediente y gustosa- Están de muerte, pero...porque tienen un pero, solo los venden en Estados Unidos.

- Están- masticaba sonriente Araceli- están ricos- abría los ojos entusiasmada y pronto se hacía de una cuchara. Observando a Minerva y su cómodo atuendo, dejo la cuchara y ante la mirada divertida de Min, se quitó los pantalones- Que es noche de chicas, que en mi época nos reuníamos pero era solo para bordar ajuares y contar que nos habían llevado al río queriendo enseñarnos cochinadas los muy marranos.

- Jajaja- se desternillaba Minerva siéndole imposible no besar a su suegra- Cómo me gustas.

Al poco, Araceli no se conformaba con robar cucharadas del bol de su nuera y junto a ella, subida en la encimera y balanceando las piernas cómo la propia Min, degustaba su propio tazón. Sin que las otras chicas hubiesen bajado, lo contado por Araceli sumado al hermetismo que Julia siempre mantenía con su padre, le provocó saber de ese hombre, aprovechando la intimidad en que se encontraban.

- ¿Del desgraciado no sabemos nada de nada?- pregunto eligiendo la misma descalificacion empleada antes por Araceli, dando por hecho que así, ésta continuaría en el mismo tono relajado. Araceli la miró pensativa para después regresar a sus cereales, nada incómoda.

- Julia tiene mucho de su padre, disciplinada en exceso, por momentos autoritaria, posesiva, orgullosa, pero también muy generosa, protectora y en cierta forma, cariñosa- realizó una pausa vinculando a ambos, mientras Minerva la miraba con la ceja alzada.

- Si alguna vez debes vender a Julia, cambia ciertas cositas, por muy verdades que sean y se que son jajaja- rió continuando de buenísimo humor, sacando a Araceli de la nostalgia en que de a poco y por la comparación estaba entrando.

- Bueno, quiero a mi hija por encima de mi misma, pero no suelo ser la jorobada que solo ve la joroba en los demás- sonrió palmeando cariñosa el muslo de Min- A lo que iba, siendo tan parecidos y siendo su hija Julia Arango, ¿realmente crees que no sabe de ella? Si no la ha buscado, si no ha iniciado un contacto, es porque como a la misma Julia le ocurriría en su lugar, se muere de la vergüenza y anda escondido en la que ahora es su familia, y estoy segura, porque llegue a conocerlo muy bien, que hasta se pavonea de hija con sus amistades...pero jamás la buscará cómo tampoco lo hará Julia- concluyó sin sentirse orgullosa. Minerva había tocado un tema en el que nunca estaría de acuerdo con su hija. Minerva aprecio su cambio de humor y siendo noche de chicas como era, prefirió dejar al padre de Julia y centrarse en recuperar la alegría de su suegra.

- Y todo.. Sin que saliese el nombre de..- dejo a medias la frase juntando el hombro con el de su suegra, dispuesta a reír.

- Victoria Davo jajaja- la completo por ella Araceli y el buen ambiente, regreso de golpe a la cocina- Y digo yo...¿la melona de mi hija me manda valentinos y no me manda cereales? Lo que yo te diga.. A mi hija le dieron un golpe al nacer y no me lo dijeron.

De nuevo las risas y el cariño que ambas se profesaban fue el protagonista, hasta que Fátima cargando con su bebé llego hasta la cocina sin arreglar y con dos pañales.

- ¿Ves esto?- pregunto a Minerva señalándose y sin tirar todavía los pañales. En camiseta, despeinada, con un bebé y dos pañales, su imagen no se parecía en nada a la de Marga saliendo con los chicos- Pues que no te engañen, esto es lo que te espera- concluyó y de nuevo rieron, hasta que apareció la única bien vestida y dispuesta a todo, Manu. Quien viéndolas en camisetas y braguitas, se miro para después arrugar los labios.

- Que demonios- se bajo de sus altos tacones- es noche de chicas yujuuuu- exclamó bajándose la cremallera del vestido.

Ahora si, entre todas prepararon unas cuantas chucherías y bebidas, para acomodarse en el salón, dispuestas a darle a Araceli, su primera noche de chicas. Al tiempo, que Marga recibía las atenciones de sus tres caballeros y una dama.
 
 
 
 

2 comentarios:

  1. aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii mais uma em gemito, como vc fez com a outra historia que também amo certo
    brigoninha

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  2. .....ME SIGUE ENCANTANDO ESTA HISTORIA ESCRITORA..
    GRACIAS.......POR¡¡¡TANTO¡¡¡

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