No
es que los chicos pudieran salir hacia la verbena en seguida. Julia
tuvo que volver a asearse y lo propio hizo Min, aunque no cambio su
cómodo atuendo de camisa larga. O más bien, lo hizo ante la mirada
seria de Julia. A esas alturas para ciertas cosas no hacia falta
hablar. Al final Minerva le unió unos cortos y anchos pantalones,
que en cuanto los chicos, incluida Julia, se fueran desaparecían.
Bien
vestidos y más perfumados, se reunieron en el salón donde Marga,
era la absoluta protagonista de la noche. Tres caballeros y una dama,
para ella sola. Su propia noche de cenicienta con carroza incluida y
príncipes y princesa para elegir.
Obvio,
Minerva saco su cámara dispuesta a inmortalizarlo. Experta
profesional, comenzó a organizar la foto.
-
Hugo, tu en su izquierda, arrodillado y pon tu mano derecha en su
gemelo izquierdo- solicito a Hugo y estaban a punto de llegar las
primeras risas. Ante su petición, de Hugo arrodillado, Marga comenzó
a realizar movimientos claramente entusiastas.
-
¿Te dice algo esta postura cariño?- pregunto la propia Marga a su
pareja Hugo y todos rieron, entendiendo la connotación de su
pregunta.
-
Espera a ver si- gesticulo Hugo disimulando buscar un anillo de
compromiso y recibió una colleja de su adorada Marga- Jajaja, aún
soy joven- se excusó haciendo murmurar a Minerva.
-
Yo también lo soy para ser madre y mira- murmuró recibiendo un
empujoncito de Manu, atentamente situada a su lado. Prosiguiendo con
la foto, Minerva coloco a John a la derecha de Marga dándole frente
y fue a buscar a Julia para situarla y se la encontró a las espaldas
de Marga con el rostro demasiado cerca del cuello de su amiga- Tu
Julia pues...tú...¿tú qué haces?- terminó por preguntar, bajando
la cámara y su mínimo ataque de celos provocó nuevas carcajadas y
que Julia abandonase con pena el cuello de Marga para sonreirle de
lado.
-
No soporto el perfume masculino- se excusó Julia elevando los
hombros y Marga le tomó la barbilla simulando un beso- Guapa-
piropeo a la más divertida de las amigas y ésta suspiro
exageradamente, antes de crear misterio y ganarse la atención de
todos.
-
Tengo título- anuncio la misma Marga tras varios segundos en
silencio, completamente entregada a su papel de cenicienta,
agarrando la corbata del tercer caballero, Cayetano. Ahora si, la
composición era perfecta para que Minerva comenzará a disparar
fotografías- Cuatro bodas y un funeral...el de mi madre cuando sepa
que me caso cuatro veces jajaja, graciosa y simpática soy, por
favor....y tu- punteo con su tacón al pobre Hugo- toma nota ya.
Varias
fotografías más, nuevas risas del unido grupo de amigos y tras las
despedidas de las parejas, los protagonistas de la afamada película
se marcharon a la verbena, mientras Fátima y Manu, subían a
cambiarse de ropa, como la misma Minerva.
Pero
ésta fue subir dos escalones, ver a Araceli dirigirse a la
cocina y sufrir un fuerte ataque de ansiedad cereal.
-
Mis cereales- murmuró deshaciendo los dos escalones subidos y
retirándose el pantalón y el sujetador, fue tras su suegra hacia la
cocina. Nada más llegar a ella, se colgó en confianza de los
hombros de ésta- ¿Me preparas un tazón de cereales?
-
Madre mía- protestó encantada con las confianzas de Min- ¿Pero que
tienen esos cereales?
-
Que están riquísimos y aportan energía- contestó risueña Min
besando la mejilla de su suegra. Aunque frunció el ceño, llevaba
todo el día con una sensación extraña, como hinchada. Por eso
soltó a su suegra y se subió la camiseta, dispuesta a examinarse la
barriga y en particular, la zona donde debía inyectarse- Se me esta
poniendo dura e hinchada, mira- la mostró a Araceli y ésta la
acarició mirándola en complicidad.
-
Será a la primera, lo se- le dijo Araceli con la mirada fija en el
vientre de Min. Vientre que acariciaba cómo si en él, ya creciera
su nieto.
-
Uff, yo no quiero ilusionarme de que lo consigamos tan rápido- le
dijo resoplando emocionada. Araceli era más que una suegra y poco a
poco, se convertía en otra madre.
-
Pues yo te veo y lo tengo clarisimo- insistió dejando una última
caricia en el vientre de Min, para apoyarse junto a ella, sonriendo-
Antes de que el desgraciado me tocase siquiera, sabia que aquella
noche me quedaría embarazada- contó con la mirada pérdida,
recordando años ha- Y fue sentirlo irse dentro de mi y..- apretó
los labios, reviviendo ese justo momento- y supe que Julia llegaba,
que ya estaba en mi- se emocionó sin esconderlo. Que su ex marido no
hubiese sido el padre idóneo para Julia, no enturbiaba sus
recuerdos- Ni me lave- hizo una pausa sonriendo a una Minerva igual
de emocionada que ella- lo empuje para que se bajará de mi y le
dije, me acabas de dejar embarazada y no recuerdo que me contesto,
solo recuerdo que me gire abrazándome y que no estaba equivocada,
nueve meses después nació Julia, mi ojazos.
-
Julia- murmuró Minerva recordando las escasas fotos de bebé de su
mujer- Uff- resoplo intentando no llorar, pero Araceli lo hacía y
abrazándola, las dos rieron entre lágrimas- Jajaja, Ay Dios...Julia
en sábanas de Hospital Público.
-
Jajaja...por aquellas no era tan presumida ni snoop. Eso fue cosa de
Victoria y sus tentáculos- hablo entre risas Araceli y a su nuera se
le cortó en seco, en cuanto escucho ese nombre.
-
Ahora si que necesito mis cereales- dejo a su suegra mirándola
divertida y siempre cómplice, mientras comenzaba a prepararse
un buen tazón de leche- No hay recuerdo, en el que no tropiece con
su nombre- le dijo, sabiéndola interesada- Es como un grano en el
culo eterno. Para no haber mantenido una relación convencional, esta
en los momentos más significativos de Julia. Fue quien la descubrió
como bróker, por quien se inició su multinacional, fueron sus
abogados los que le pusieron tu apellido como único, la que la
introdujo en la alta sociedad Neoyorquina, ahora me dices que su lado
más snoop viene de ella y...
-
Y si le preguntas por sus primeras relaciones íntimas saldrá su
nombre, como seguro sabes- prosiguió por ella Araceli entendiéndola-
y si tienes la ocurrencia de preguntarle esta noche por sus primeros
tonteos en este pueblo, la volverás a oír nombrar. Casi veinte años
de relación, da igual como la califiques, son muchos años, cariño.
No se pueden borrar- continuó y estuvo a un tris de perder el hilo.
Minerva azucaraba los cereales en la leche, dándole un toque muy
apetecible.
-
Uhm- murmuró Min probando su conseguido bol de cereales- Si lo se,
si entiendo todo eso, pero joderme, me jode igual- se explicó
intentando no hablar con la boca llena y tuvo que cubrirsela. Araceli
miraba el bol, como un perro admira su cuenco de pienso, haciéndole
gracia- Jaja, anda prueba- le ofreció directamente de su cuchara y
Araceli abrió la boca entre obediente y gustosa- Están de muerte,
pero...porque tienen un pero, solo los venden en Estados Unidos.
-
Están- masticaba sonriente Araceli- están ricos- abría los ojos
entusiasmada y pronto se hacía de una cuchara. Observando a Minerva
y su cómodo atuendo, dejo la cuchara y ante la mirada divertida de
Min, se quitó los pantalones- Que es noche de chicas, que en mi
época nos reuníamos pero era solo para bordar ajuares y contar que
nos habían llevado al río queriendo enseñarnos cochinadas los muy
marranos.
-
Jajaja- se desternillaba Minerva siéndole imposible no besar a su
suegra- Cómo me gustas.
Al
poco, Araceli no se conformaba con robar cucharadas del bol de su
nuera y junto a ella, subida en la encimera y balanceando las piernas
cómo la propia Min, degustaba su propio tazón. Sin que las otras
chicas hubiesen bajado, lo contado por Araceli sumado al hermetismo
que Julia siempre mantenía con su padre, le provocó saber de ese
hombre, aprovechando la intimidad en que se encontraban.
-
¿Del desgraciado no sabemos nada de nada?- pregunto eligiendo la
misma descalificacion empleada antes por Araceli, dando por hecho que
así, ésta continuaría en el mismo tono relajado. Araceli la miró
pensativa para después regresar a sus cereales, nada incómoda.
-
Julia tiene mucho de su padre, disciplinada en exceso, por momentos
autoritaria, posesiva, orgullosa, pero también muy generosa,
protectora y en cierta forma, cariñosa- realizó una pausa
vinculando a ambos, mientras Minerva la miraba con la ceja alzada.
-
Si alguna vez debes vender a Julia, cambia ciertas cositas, por muy
verdades que sean y se que son jajaja- rió continuando de buenísimo
humor, sacando a Araceli de la nostalgia en que de a poco y por la
comparación estaba entrando.
-
Bueno, quiero a mi hija por encima de mi misma, pero no suelo ser la
jorobada que solo ve la joroba en los demás- sonrió palmeando
cariñosa el muslo de Min- A lo que iba, siendo tan parecidos y
siendo su hija Julia Arango, ¿realmente crees que no sabe de ella?
Si no la ha buscado, si no ha iniciado un contacto, es porque como a
la misma Julia le ocurriría en su lugar, se muere de la vergüenza y
anda escondido en la que ahora es su familia, y estoy segura, porque
llegue a conocerlo muy bien, que hasta se pavonea de hija con sus
amistades...pero jamás la buscará cómo tampoco lo hará Julia-
concluyó sin sentirse orgullosa. Minerva había tocado un tema en el
que nunca estaría de acuerdo con su hija. Minerva aprecio su cambio
de humor y siendo noche de chicas como era, prefirió dejar al padre
de Julia y centrarse en recuperar la alegría de su suegra.
-
Y todo.. Sin que saliese el nombre de..- dejo a medias la frase
juntando el hombro con el de su suegra, dispuesta a reír.
-
Victoria Davo jajaja- la completo por ella Araceli y el buen
ambiente, regreso de golpe a la cocina- Y digo yo...¿la melona de mi
hija me manda valentinos y no me manda cereales? Lo que yo te diga..
A mi hija le dieron un golpe al nacer y no me lo dijeron.
De
nuevo las risas y el cariño que ambas se profesaban fue el
protagonista, hasta que Fátima cargando con su bebé llego hasta la
cocina sin arreglar y con dos pañales.
-
¿Ves esto?- pregunto a Minerva señalándose y sin tirar todavía
los pañales. En camiseta, despeinada, con un bebé y dos pañales,
su imagen no se parecía en nada a la de Marga saliendo con los
chicos- Pues que no te engañen, esto es lo que te espera- concluyó
y de nuevo rieron, hasta que apareció la única bien vestida y
dispuesta a todo, Manu. Quien viéndolas en camisetas y braguitas, se
miro para después arrugar los labios.
-
Que demonios- se bajo de sus altos tacones- es noche de chicas
yujuuuu- exclamó bajándose la cremallera del vestido.
Ahora
si, entre todas prepararon unas cuantas chucherías y bebidas, para
acomodarse en el salón, dispuestas a darle a Araceli, su primera
noche de chicas. Al tiempo, que Marga recibía las atenciones de sus
tres caballeros y una dama.
aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii mais uma em gemito, como vc fez com a outra historia que também amo certo
ResponderEliminarbrigoninha
.....ME SIGUE ENCANTANDO ESTA HISTORIA ESCRITORA..
ResponderEliminarGRACIAS.......POR¡¡¡TANTO¡¡¡