De
estar deseando que apareciera su relevo para irse a casa a descansar,
Marina paso a desear que tardarse un poco. Las risas con Inés, bien
valían salir unos minutos más tarde. No le negó, la taza de
chocolate, ni pensar en ella por esa taza, ni mucho menos, que en un
concurso de chocolates, ella le ganaría sin duda. Pasadas las
primeras risas, fue a Marina a quien le pico la curiosidad.
-
Ha quedado claro que hemos echado de menos a la piloto
radio-locutora, pero ... ¿Que hace ella cuando no coincide con
Manolo y compañía?- le preguntó mordiéndose los labios. Quizás
era atrevido o quizás estaba cogiéndole demasiada confianza, pero
conversar con ella, tenia un toque adictivo.
-
Pues.. Vera, me toca con el Doctor Adolfo. Es un vicioso del ajedrez
online, y ha conseguido engancharme. Así que, serán unas cuantas
clases de ajedrez seguro...y es una pena, porque pensaba leer- le
contestó Inés, sintiendo la mirada incrédula de su copiloto sobre
si. Divertida, trato de alejarse del copiloto, mientras este le hacía
claras burlas. Se estaba quedando con la Doc por toda la cara. No en
el ajedrez, pero puede que en su lectura si y no se equivocaba mucho
su compañero.
-
Se puede compaginar, ¿no cree?- le preguntó Marina sin intención
de susurrar cómo lo hizo. Su voz templada llego nítida a Inés, que
abrió los ojos mirando a su compañero, quien la indujo a espabilar
y contestar.
-
Eh...si- por primera vez titubeo ante Marina. Las burlas de su
compañero dejaron de hacerle gracia, y aunque quiso, no pudo
alejarse de él para continuar hablando con ella en intimidad - Me
gusta la literatura clásica y y...y...- mentía, mentía como una
bellaca, pero no podía detenerse- Y grandes filósofos o psicólogos
como Kafka. Esta noche pensaba releerme La Metamorfosis- dijo la
primera que recordó y a su compañero le faltó tirarse al suelo
totalmente descojonado. A poco que la doctora fuese por como se le
intuía por su forma de hablar, se interesaría por la obra de Kafka,
como así sucedió.
-
Kafka para una guardia es un tanto- contestó Marina extrañada-
denso, diría que denso. Siempre se ha dicho que el enorme insecto en
el que se transforma su protagonista Gregor, creo recordar que se
llama, es una cucaracha. La primera vez que lo leí, pensé que era
una araña...uhm, seria por mi fobia a ese insecto- prosiguió
sumergiéndose en el relato, sin olvidar su extrañeza. Mientras
tanto el copiloto de Inés fue a buscar su míni pelota de basket. No
podría faltar mucho para que la Doc pillase a Inés. La pausa
realizada por Marina, su extrañeza y que Inés no dijera nada, le
hicieron olvidar el relato y recordar lo poco que conocía a Inés, y
de lo poco, recordó su demostrado humor y desparpajo- Jajaja- rió
haciéndolo de ella misma. Definitivamente Inés, se estaba quedando
con ella- Vale...a Kafka lo leíste en el Instituto, y
claramente...te has quedado conmigo, ¿me equivoco?- concluyó sin un
pizca de acritud hacia Inés. Al final, era lo que más le estaba
gustando de ésta, sus ocurrencias.
-
Jajaja- rió por no llorar Inés. Había tratado de acordarse de algo
más que un tipo creyendo ser un bicho encerrado en una habitación,
pero le fue imposible- A ver, Jefa...ehm.. Como le diría yo que...-
hizo una pausa y tuvo que demostrar reflejos. Su compañero le
lanzaba el balón dando su partida con la Doc por pérdida- Que si
jajajaja, si en verdad le digo los libros que leo, me diría que no
sabe mi color de cabello, cosa que yo de usted si se, y que soy tela
de infantil.
-
Pruebe- fue la rápida contestación de Marina. Contestación que
hizo a piloto y copiloto abrir los ojos sorprendidos. Marina estaba
resultando de lo más sensual en sus contestaciones. Bueno, eso era
para Inés, para su compañero, la sorpresa era que le siguiese el
rollo a una fresca sin remedio.
-
Las crónicas de la Dragonlance, y no queda ahí la cosa, no- por
igual contestó Inés todo lo rápido que pudo. Marina acababa turno
y debía arañar segundos al reloj- Siendo lesbiana como soy, llevo
enamorada de uno de los protagonistas de toda la vida, Caramon
Majere, el hermano del mago Raistlin- terminó suspirando. Había
hablado todo rápido como si aún fuese la adolescente que sentada en
su cuarto devoraba los libros de fantasía. Marina esta vez no rió,
pero si sonrió. El suspiro de Inés, fue de lo más tierno- Diga
algo, no ves- exigió Inés avergonzada y ni su compañero se atrevió
a bromear, se dedicó a probar su nueva canasta portátil.
-
¿Es la saga ésta del mundo Kryn o algo parecido?.
-
Siiiii- contestó entusiasmada Inés. Seria la leche que Marina los
hubiese leído y poder así comentarlos con ella.
-
Pues...eh- se pellizco el labio Marina dudando. No lo la había leído
pero cierta personita era una fanática de esas Crónicas- Conozco a
quien si y le encantan. Le he regalo más de uno y dejame decirte, es
toda una odisea saber la secuencia. ¿Te digo a quien?
Algo
en el tono usado por Marina, puso en alerta a Inés. Había algo de
chiste, una pizca de misterio y algo de guasa. Al diablo con lo que
pensara Marina de lo infantil que podía llegar a ser, como a quien
fuese que Marina regalase libros, le encantaban.
-
Ay Madre...si, dígame quien- le pidió agradeciendo que su compañero
peloteara sin prestarle atención. Acababa de sonrojarse como una
pobre tontaina. Marina se tomó unos segundos para decírselo. Estaba
siendo divertido jugar con Inés.
-
A mi sobrina de doce años, pero no por ello, pensare que estas en
plena resolución hormonal pre-adolescente- terminó por decir
y estalló en carcajadas que Inés no escucho.
-
Psss...seguro se está riendo, que esta resultando ser muy listilla,
y seguro ya domina apretar y desapretar el botón.
Y
tan cierto que era. Marina reía hasta el punto de llorar. Como no
echarla de menos en todo un turno si en sólo minutos, le había
hecho reír en un día en que necesitaba eso mismo, reír y reír.
Retocando su rimen, levemente corrido por sus risas, cayó en la
insistencia de su sobrina en encontrar uno de los libros que
componían la saga. Si Inés era una fanática cómo su misma
sobrina, quizás supiera donde encontrarlo. Al preguntarle por el
libro, sin saberlo, estaba a punto, de crear entre ellas un nuevo
medio de comunicación.
-
Los tengo todos para e-book- le contestó Inés, como no encantada
con satisfacer las necesidades de una fanática más- Deme un mail y
le envío los que necesite. De Dragonlance y de literatura lesbica
tengo lo que quiera- prosiguió entusiasmada y se dio cuenta de lo
dicho, por la cara de su compañero y sus coñas.
-
El balón es pasado por Inés, la doctora recibe y...- bromeó el
copiloto balón en mano, ante los intentos de Inés de callarlo o
cuanto menos, quitarle el balón.
-
Uhm- fue la leve contestación de Marina, ante la que sus dos oyentes
quedaron quietos- Genial por mi sobrina, en cuanto a la literatura
lesbica... No soy de novela romántica, te advierto- concluyó
pellizcándose el labio, deseando conocer la nueva contestación de
Inés.
-
Huy...todo es empezar, ¿no cree?- se envalentono Inés, recibiendo
un empujón triunfal del copiloto. Con dos ovarios y un ole. Su
compañera había recibido el balón por parte de la doctora cerca de
la canasta y ella encestaba consiguiendo los dos puntos,
magistralmente.
-
Bien es cierto, que siempre me han gustado más los principios, que
los finales- contestó Marina, sin creerse entrar al trapo de esa
manera y se anotó, tener cuidado con Inés, podía ser demasiado
liante.
-
Huy, huy, huy...se nota, se siente...no soy la única temeraria
aventurera. Ole ahí, ahora deme un mail, tengo a un copiloto canoso
al que ganar al basket y usted debe descansar, las noches de invierno
son ideales para sofá, mantita y chocolate calentito.
Jajaja me gusta la frescura y un poco cara dura de Inés, y a Marina, me da que también. Gracias Gemo, esta de lo más entretenida esta historia.
ResponderEliminarEl jueguecito de estas dos cada vez me gusta mas..alerta a ver quien de las dos gana..aunque creo que vendran momentos no tan buenos y que quiza el juego se vuelva peligroso...me gustan las dos pero creo que Marina a sabido
ResponderEliminarllevar a Ines a su terreno...veremos....
Divina-Wilson
.....Gol¡¡¡¡ o canasta...que más da...si el partido ha comenzado...y madre MÍA como¡¡¡...Esta Piloto que reparte risas...que las da...y que quiere conseguir...y vamos que lo consigue...que esa Dra...esa Jefa cuente las horas del reloj para poder recibirlas....para poder sumergirse en ese mundo de colores que le brinda ¡¡¡...Lista una demasiado listilla la otra...pero me da a mi...que con ganas de más...Un juego que como dice Divina puede ser peligroso....pero seguro que están acostumbradas al peligro y además ....¿ quien no piensa alguna vez ...en precipitarse al vacío?
ResponderEliminarMe gusta esta Historia Escritora¡¡¡¡ mucho¡¡¡¡¡...
Adictiva puede resultar....¡¡seguro¡¡¡¡¡¡
GRACIAS......por ¡¡¡tanto¡¡¡¡¡
Genial Carapancillo !!!!
ResponderEliminarPerdona???????. El nombre de ''un río'' ?
ResponderEliminarhttp://es.m.wikipedia.org/wiki/Dragonlance. Pincha ahí si te refieres a los libros de los que habla Inés. Son una auténtica pasada.
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