No
le mintió a Inés, Marina, cuando fue ella quien tuvo que decir que
haría en su día libre. Descanso apenas cuatro horas, fue a la
Facultad, se puso al día en cuanto a apuntes recogidos por sus
compañeros, comió algo ligero en la misma facultad, se entrevistó
con su decano y para cuando quiso llegar a casa, era media tarde.
Para
esas horas, su cuerpo acusaba la noche de guardia. Al entrar en su
salón, se fijó en el sofá y sonriendo recordó los cómodos planes
de la piloto. No estaría mal probarlo, se dijo retirándose los
zapatos y se tumbó mirando al techo. Así, recordó lo que Inés le
había dicho.
-
Psss...no es tan fácil, tener la capacidad de tumbarte en el sofá y
disfrutar. ¿Sabe todo ese rollo que hablan del karma? Pues ni karma
ni Carmen, que se llama mi madre. Para poder quedarte en el sofá con
los ojos cerrados totalmente tranquila y disfrutarlo sin más, tienes
que tener la conciencia más que limpia. ¿Usted limpia su
conciencia?
Recordándola
volvió a reír cómo lo hizo cuando escuchó a Inés. La piloto
tenia una curiosa forma de describir. Limpiar la conciencia.
-
Pero ojo, no nos vale con sólo limpiar la conciencia, nuestra alma
debe estar en paz. ¿Sabe la postura con la que se entierra a un
cadáver? Mano derecha sobre mano izquierda y ambas posadas sobre el
vientre. Simboliza la paz que vamos a alcanzar tras el óbito. Pruebe
esa postura sobre el sofá, si sonríe, es que su alma está en
paz.
Imposible
no sonreír, si estaba realizando la postura recordando como ella lo
contaba. Su voz, modulada hacia el misterio, con toques gamberros.
Hablaba con tanto desparpajo, que en ningún momento temió que Inés
se estuviese quedando con ella. Realizada la postura sonrió al borde
de la risa. No podía decir que estuviese en paz, pero si le resultó
divertido, a pesar de durar en el sofá cinco minutos. Aun le quedaba
acercarse al supermercado para hacer la compra de la semana.
El
sofá no fue lo único que le hizo acordarse de Inés. Su manía de
cambiarse de ropa, tantas veces como cosas fuera hacer, le hizo
pensar en ella. No le obsesionaba la moda, y su estilo podría
catalogarlo como camaleonico. Bastaba recordar su día. Fue a la
Universidad con un pantalón de tiro alto, combinado con blusa y
chaqueta. Un estilo muy formal, digno de una Doctora con ambiciosas
aspiraciones. Había acudido a su guardia nocturna, en jeans
ajustados y camiseta de ancho cuello que dejaba ver sus hombros. Un
estilo "progre", que la hacia parecer una jefa cercana y
pesaba ir de compras, pese al frío invierno, con pantalones de lino
y jersey de punto. Cómoda y relajada, como pretendía fuese su
tarde-noche. Fue en ese punto, donde reapareció Inés. Su envidia
por el delicioso chocolate caliente, no sólo le dio antojo de un
buen tazón sino que a su vez, recordó como el grupo sin estar
coordinados, llevaban "picoteo" que compartían a mitad de
turno.
Podría
hacer para la siguiente guardia un bizcocho de naranja. Fácil de
hacer y de excelentes resultados. Comprando los ingredientes, topo
con el chocolate y trato de recordar si la pequeña cocina del
centro, tenia vitrocerámica. Al final, se llevó el chocolate,
pensando que aun quedaba mucho invierno por delante, y seguro que en
alguna guardia más, apetecería.
Nada
más regresar a casa, cargando con las bolsas de compras, le hubiese
gustado decirle a Inés- Ahí tienes el motivo de que mi alma no
tenga paz- En la puerta de su piso y con el pie apoyado en ella,
Manu. Oficialmente, un colega cirujano del Hospital Virgen de la
Caridad y extraoficialmente, la inquietud de su alma.
-
Deja que te ayude- le hablo Manu, no tardando en acercarse a ella y
tomar las bolsas que cargaba.
-
Eso quisiera yo, que me ayudaras- pensó Marina girando su rostro
antes de que Manu, consiguiera besarla. Manu no se molestó por su
gesto y se conformo con su mejilla, donde se regodeo, arañándole
con barba de días.
-
Estas guapísima- prosiguió acariciándole la mejilla, ahora con su
nariz y Marina no pudo evitar cerrar los ojos, como tampoco seguir
con su rostro esa caricia acompasándola- Le dije que tengo turno de
doce horas...me encargo yo de la cena, ¿si?
-
No...vete, joder- quiso contestarle pero se limitó a maldecirle por
su falta de determinación. Después, simplemente se dejó guiar
hasta entrar en su propia casa.
Otra
vez, de nuevo le ganaba la partida, las ganas de arañar horas con
él, de nuevo rebajada a compartir ratitos de una vida y de nuevo,
una canción que su amiga le cantaba a pleno pulmón, conduciendo
hacia el centro comercial al que se dirigían.
-
Tropecé de nuevo y con la misma piedra. En cuestión de amores nunca
he de ganar, porque es sabido que el que amor entrega, de cualquier
manera tiene que llorar. Ayyy Julio y sus letras que ni escritas para
ti- se burló Laura y Marina rió, riéndose de sí misma.
-
No sólo Julio- prosiguió la burla de su amiga. Era mejor reírse,
que recordarse otra vez en sus manos- La Jurado también me da lo
mío, pero en viceversa. Ya sabes- se preparo para cantar y aunque
quería seguir riendo, lo cierto es que le costó- Él me dijo que
era libre, como el mismo aire, que era libre, como las palomas, que
era libre ...y yo lo creí. Ahora es tarde, señora, ahora es tarde,
Señora....ahora nadie puede apartarlo de mí. Ja..- se quejó
sarcástica dejando la mirada pérdida. Era mucho mejor que fijarla
en su realidad.
-
Bueno- intervino Laura, reconociendo su pequeño bajón- Si es Jurado
cantando para ti, me quedo sin dudar con... Ese hombre que tú ves
ahí, que aparenta ser divino, tan afable y efusivo, sólo sabe hacer
sufrir...- en ese punto, Marina se unía sufriendo la canción. Así
los gallitos de ambas, les provocaron volver a reír- Es un gran
necio, un estúpido engreído, egoísta y caprichoso, un payaso
vanidoso, inconsciente y presumido, falso enano rencoroso que no
tiene corazón.
-
Metro ochenta y nueve de hombre, no puede ser catalogado de enano-
volvió a bromear Marina, sin necesidad de fingir nada. No en vano,
estaba con Laura, a quien nada debía ocultar y con quien jamas,
debía disimular. Laura enseguida la miró alzando una ceja. Para
Laura venía sobrando alabarlo después de todo, pero que narices,
Marina estaba intentando superarlo y hasta conseguía reírse. Mejor
era seguir bromeando.
-
Y sus dieciocho centímetros, no nos podemos olvidar de su mejor
cualidad- rodó los ojos maravillándose y conseguido, Marina se
descojonaba aún más.
-
Jajaja, guarra.. No se en que momento te conté eso.
Escollo
pasado. Nada mejor que una tarde con Laura, para olvidarse de su
talón de aquiles preferido. Sin más episodios relevantes, para
Marina llego una nueva guardia como jefa de servicio de emergencias.
Conduciendo
hasta el Centro, pensó en el informe que estaba realizando sobre ese
servicio. Nada más lo inicio, le pareció negativo, que los turnos
no rotaran de personal. Que fuesen los mismos componentes los que
prestaban servicio el noventa por ciento de los turnos, provocaba el
exceso de confianza, a su parecer. Ahora, que había vivido la
experiencia, no le parecía tanto así. El personal se acostumbraba a
la forma de trabajar de sus compañeros y según había podido
observar, lograban complementarse entre todos. Que el jefe de
servicio, si rotase de turno, le seguía gustando. Permitía que el
compacto grupo no se relajará ante un mismo Jefe y la peligrosa
confianza, no se daba con asiduidad.
En
esta ocasión, repetía con el mismo grupo, lo cual siendo sus
primeros servicios le aliviaba en cierta forma. Pero era el mismo
grupo sanitario, lo eran el de policías y para su decepción,
cambiaba el piloto del helicóptero. Bajo distinto mando, le turno de
helicóptero era distinto al resto por sus variadas funciones.
Supo
que Inés y sus ocurrencias no la acompañarían en esa guardia, nada
más hacer el relevo con su compañero y revisar el nombre del
personal que entraba con ella a cubrir un nuevo servicio.
A
pesar de su ausencia, Marina no pudo quejarse, Manolo y compañía
eran un verdadero amor en cuanto a amabilidad y simpatía. Así, el
servicio se le paso rapidísimo y estaba recogiendo sus cosas en
espera de que llegase el relevo, cuando la voz de Inés, se escuchó
por la frecuencia general, provocando sus primeras sonrisas.
-
Venga para casa... Pero antes confesar, me habéis echado muchísimo
de menos, no disimuléis.
Imposible
para Marina no reír con ella. Sin saber muy bien que seria,
comenzaba a ser costumbre, que Inés abriese la boca y ella comenzara
a reír. Pronto Manolo y Celia, contestaron a Inés y al poco, los
escuchaba despedirse hasta el próximo turno, donde si coincidirían
con Inés.
Con
cierta desilusión, por la falta de alusión de Inés a su persona,
terminó de recoger, pero entonces, la lucecita de línea interna
parpadeo, anunciando la voz de Inés.
-
Jefa...Jejeje, ¿hubo que tirar de protocolos? ¿Me necesito? ¿Me
echo tanto de menos como lo hizo el resto? Antes de dejarla
contestarme, una cosita más...¿pensó en mi cuando se tomó una
buena taza de chocolate rico rico?
Gemo a mi ya viene sobrando Manu. Me encanta como marcha esto. Besos.
ResponderEliminarGemo a mi ya viene sobrando Manu. Me encanta como marcha esto. Besos.
ResponderEliminarGemooooooooo no es por ser impaciente pero digo yo que tendrán que conocerse en persona no?? Jejejejejejeje
ResponderEliminarMUERO, me subo por la pardessssssss
ResponderEliminarQUIERO MASSSSSSSSSSSS
artissstazaaaaaaaaa
GRACIASSSSSSSSSSSSSSS
Marina va cayendo poco a poco en la envolvente voz de Ines sin darse cuenta que poco a poco necesita mas y mas oirla...Y quien no?...
ResponderEliminarInes es alegre..descarada y '' marisabidilla'' pero casi siempre lo clava..
Un mujer que poco a poco va a volver al reves la vida de Marina..
Como siempre..te sigo escritora....Divina-Wilson
.....DULCE COMO ESE CHOCOLATE QUE ADORA TOMAR...CON LA MISMA INTENSIDAD QUE TIENE ESE ''SABOR'''...EN NADA...NAITA TENEMOS A MARINA CAMBIANDO LAS LETRAS DEL DESAMOR DE LA JURADO...POR OTRAS...OTRAS.....QUE...QUE...QUE EL '''ECHARLA DE MENOS''' SE CONVIERTA EN SU MAYOR ANSIA'''' YA MISMO Y EN ESE SOFA DONDE SEGURO DESCANSARA...DONDE ''' SE ALIMENTARA DEL RECUERDO DE SUS OCURRENCIAS Y SEGUNDO TRAS SEGUNDO SU CARA SOLO SERA EL LIENZO DONDE SE PINTARAN LAS MEJORES SONRISAS...ESAS QUE SON PINCELADAS DE COLORES CUANDO ESAS SONRISAS INUNDAN UNA VIDA....ESO ESTOY SEGURA QUE PASARA CON MARINA...NO CREO PUEDA RESISTIRSE A TAN ENCANTADORA PILOTO Y BAJITO O QUIZÁS ALTO Y CLARO...CASI COMO SI CANTARA SAETAS...SE LA ESCUCHARA CON ESA ...TAMBIEN DE LA JURADO....'''ERES COMO UN HURACAN QUE ATRAVIESA MI VIDA...COMO ESE TREN....DEL QUE VES SOLO SUS VENTANILLAS....ERES CARICIA Y....'''''' O ALGUNA OTRAS QUE PUEDA SURGIR....ASÍ HASTA QUE UN DÍA YA...JIJIJI...SIGA CON LA MISMA INTERPRETE...Y LE DIGA..'''ESTA SED QUE TENGO..NO LA SACIARE NI......CADA DÍA TODO SERÁ TAN BONITO...CADA NOCHE UN SUEÑO...'''' JIJIJI ESCRITORA¡¡¡¡¡ LO TUYO YA NO TIENE NOMBRE¡¡¡¡¡ COMO ME GUSTA ESTA HISTORIA TAMBIEN...Y ES QUE MARCAS ESE COMPAS PARA HACER EL MEJOR DE LOS BAILES EN CADA UNA DE ELLAS.....
ResponderEliminar...ESO SI...A ''' ESE NECIO..ENGREIDO Y EGOISTA''' QUE POQUITO TIEMPO LE DAMOS...NO???....
GRACIAS........POR ¡¡TANTO¡¡¡¡