Buena
pregunta era la que acababa de hacerle Alma tirada en el suelo- ¿Te
estorbo?- en otro momento le hubiese contestado directa en su
habitual tira y afloja-Bastante- pero ahora, viéndola ahí debajo
suya, sonriendo y cogiéndole ambos tobillos, reprimió el instinto
natural de huir de esa ternura que la acariciaba por dentro, y se
permitió disfrutarla.
-
Levanta de ahí- le pidió sin dejar de mirarse, mientras sus labios
demostraban sus nervios. Sonrisas mezcladas entre pellizcos y
mojarselos, lo que fuese para despertarlos de una sonrisa que no
estaba acostumbrada a mostrar. Alma no soltó sus tobillos y parecía
seguir esperando una contestación por su parte. En camisón como
estaba y sin ropa interior que cubriese su intimidad, jugó con las
piernas, intentando distraerla y así, no tener que responder. Apenas
un leve movimiento, y Alma dejaba de mirarla a los ojos para mirar su
sexo. Y ahí estaba, sus ojos sobre su sexo, eran una ráfaga de
deseo.
-
Me encanta- la sobresalto Alma, dejando libre uno de sus tobillos,
para subir con esa misma mano hasta su sexo. Por puro impulso, quiso
cerrar las piernas, pero la cabeza de Alma entre ellas no la dejo y
así, la suave caricia sobre su sexo comenzó haciéndola morderse
los labios. Increíble sentir, como sus ganas con Alma nunca hallaban
satisfacción absoluta- Es muy bonito- prosiguió Alma entre sus
piernas. Su dedo delineaba la natural división de sus labios y su
voz mostraba una admiración que la emocionaba. Tocada cómo en el
juego de hundir la flota, temió hundirse perdiendo el juego.
-
¿Bonito? ¿Me estas diciendo que mi sexo es bonito?- le preguntó
cerrando los ojos. Verla ahí debajo, sentir su caricia, no hacia más
que excitarla y volverla a su vez, vulnerable.
-
Ujum..lo es- contestó incoporandose y puso todo su cuidado en no
desequilibrar a Amanda para llegar con la boca a su sexo, besándolo
como le nacía de bien dentro. Como la niña que esta a punto de ser
privada de su gominola preferida.
-
Alma- la nombró Amanda necesitando agarrarse a lo que fuese y fue,
la camisa de ésta. Los labios y lengua de Alma acariciaban su sexo
bañándolo en ganas. Había querido una distracción y lo había
conseguido. Lo que no esperaba era sentir como Alma besaba su sexo
cómo si fuese la última vez. Degustandolo cómo el más exquisito
de los manjares. Lento y por cada resquicio o pliegue. La camisa
podía mantenerla en pie con Alma entre sus piernas, pero nada ni
nadie, podía amarrar el temblor que se apoderaba de ella sintiendo
esa despedida. Alma pareció advertir su estado y abriendo por
completo la boca atrapó su sexo, prácticamente mordiéndolo. El
gemido inmediato por la ansiosa caricia se quedo atrapado en su
garganta, Alma se giraba bajo ella y sentándose de frente, tomaba su
culo haciendo impactar su pelvis contra su boca- De locos, Alma esto
de locos- le dijo subiéndose el camisón. No le bastaba sentirla de
vuelta a su mojado sexo, quería verla, necesitaba verla enterrada en
él. Apretarla contra ella, como la misma Alma hacia tomándola por
el culo. Otra vez esa necesidad brutal de hundirla en si, no presa
del deseo sexual sino más allá, más profundo, más visceral- Ahm
si- gimió fuerte queriendo escucharse y ahora se agarró al pelo de
Alma. Temblando y gimiendo, guió las caricias de esta sobre su sexo,
pero Alma no estaba mucho mejor que ella y las caricias se
endurecieron. Olvido la delicada piel que besaba y lamía para
morderla y Amanda tiro de su pelo aceptando el castigo. Nada dulce,
nada tierno, fiero y duro. Así prosiguieron hasta que un doloroso
orgasmo la recorrió de pies a cabeza. Inexplicablemente aguantó de
pie mientras Alma vario las caricias, más suaves, menos ardientes y
de a poco, dejo de besarlo para mirarla desde ahí abajo. Sintiéndola
salir, dejo su lucha por recuperar el aire perdido y acarició su
rostro hasta llegar a sus labios, mojados de si misma.
Calladas
y con la respiración a mil, sus miradas volvían a mantenerse
buscando ver más allá en la otra hasta que Alma tiro de sus manos,
haciéndola sentar sobre sus piernas. Sentada, fue ella quien rápido
se abrazo al cuello de Alma suspirando. No era la única que
necesitaba de ese abrazo. Alma por igual, estaba agotada de la
batalla consigo misma, sumada a la que mantenía con quien abrazaba
contra si.
-
Ahí fuera- rompió el silencio de ambas Alma, sin poder dejar de
acariciarla en una tregua no pactada- estaba recordando lo mal que a
veces, me lo has hecho pasar.
-
Es lo que se espera de una zorra- la continuó Amanda, besándole el
cuello. Con Alma cualquier postura, de pie, en una mesa, en una
hamaca o en el mismo suelo, era cómoda y placentera.
-
He dejado el servicio contigo, ¿no dejo así de estorbarte?- la
comodidad era compartida y la tregua aceptada. Para Alma, pérdida la
esperanza, llegaba la hora de saber porqué la perdía.
-
No es eso y lo sabes- contestó y prefirió hacerlo mirándola de
frente. Su propio sabor en la boca de Alma, le supo a nostalgia.
-
Que no..ehm- dudo Alma en cómo seguir indagando- que no tenga donde
caerme muerta, ¿es el estorbo?
-
Me ofende con que solo puedas pensar algo así de mí- contestó
ofendida y sorprendió a Alma quien esperaba que intentase levantarse
rehuyéndola cómo otras veces.
Pero
no, Amanda incluso la besaba y tomaba sus dos manos balanceándose
levemente. Sentirla así, disfrutar de los primeros minutos de
tranquilidad, le hizo sonreír y dejar de insistir. Prefirió mirarla
entre besos y esa fue su mejor pregunta en su improvisado
interrogatorio.
-
Es sólo amor, las dos lo sabemos- comenzó a contestarle Amanda,
apoyando un codo en su hombro. Su afirmación rebotó en el corazón
de Alma y la dejó sin reacción. Esperaba cualquier cosa como
problema o estorbo para que ambas no pudieran estar juntas, menos que
fuese el propio amor el culpable de que no lo estuviesen. Amanda
aprecio su perplejidad y prosiguió- Me he pasado quince años
trabajando como una mula para estar donde estoy y es solo el
principio de mi camino. Tu te iras mañana o después de tu descanso
a proteger a vete tu a saber quien..Sush, dejame seguir- pidió
sellando el intento de protesta de Alma con un nuevo beso- Somos muy
diferentes en muchas cosas, pero la más importante es que yo no soy
la mujer que tu necesitas. No soy la fiel esposa que te esperará por
días hasta que puedas venir a pasar un par de días en casa. Mi vida
no es esperar a alguien para sentirme plena, tampoco necesito una
compañera y es que ni si quiera la quiero. Soy lo suficientemente
adulta, para decidir que no quiero vivir del amor, que no quiero
sentirme una perra celosa incapaz de concentrarse en nada, solo
porque tu te has ido un par dos días, ni tener la tentación
constante de llamarte a cada rato o querer tenerte en mis largas
noches y se que me podrías decir, todo puede acoplarse, podemos ver
la forma, pero es que se, que no es lo que quiero. Porque no puedes
jurarme que siempre vas a estar a mi lado, porque por igual no puedes
prometerme que siempre tendrás cuidado y nada te pasará. Lo siento,
pero definitivamente, no eres tu quien me estorbas, sino que es,
justo lo que siento por ti- disparo a ráfagas contra una Alma que
recibía los impactos cómo podía, mientras ella se sentía flotar.
Por fin, soltaba su amarre y podía volar libre alejándose del
temido amor.
-
Me..me...joder- se regaño así misma Alma ante su titubeo- ¿Me
estas diciendo que no podemos seguir porque me quieres?- pregunto sin
salir de la incredulidad. Amanda le confesaba su amor en el mismo
discurso, con el que la estaba dejando- Es de locos- bajo los hombros
incapaz de definir como se sentía
-
Jajaja, muy cuerdas nunca estuvimos- la abrazó con todo Amanda
haciéndolas balancearse- Aceptame un consejo, no vuelvas a fijarte
en una zorra como yo- aconsejo cómo advertía apoyando la frente en
la de Alma. Que deliciosa le sabía la paz conseguida aunque fuese
acompañada de un amargo sabor a despedida.
-
Imposible no hacerlo, si de primeras me desobedece y provoca, como
hiciste tú- dijo Alma, contagiándose de esa paz, antes de besarla
de nuevo.
-
No fui tan zorra o por lo menos, no recuerdo haberlo sido tanto.
Interesante conversación. Amor = Problemas. Cuánta razón. Pero... no vale la pena pasarlos?.
ResponderEliminarGracias.
A.
Genial.
ResponderEliminarQ sinceridad la d amanda.. gracias gemito.. cuando puedas mas..
ResponderEliminarKem.
Hay veces que queriendose dos personas son inconpatibles...aunque yo creo que hay barreras que pueden salvarse si se quiere...
ResponderEliminarPersonalmente yo de Amanda iria a por Alma pero claro...esto es un relatoy Amanda tiene un camino a seguir...se queden o no juntas me encantan las dos..su caracter..su debilidad..su necesidad...en fin..todo...
Como siempre dejas el liston muy alto Gemo...pero eso ya no me extraña niña...
Divina-Wilson
Lo bueno de tener insomnio producto de tener que tomarme un avión en unas horitas( que cagazo madre que tengo)es que me leí la historia de un tirón.
ResponderEliminarDéjame decirte que esta buenisima y que hay relaciones que son de corta duración así que espero que Alma disfrute el momento,je,je
Un placer leerte
Pd.Cada vez me gusta mas las mala de tus historia,je,je
me fascinaaaaaaaaaa
ResponderEliminarartisstazaaaaaaaaa GRACIASS