domingo, 4 de mayo de 2014

Un adiós, improvisado (5)


¿Besaba, lamía, chupaba, penetraba Alma o era el sexo ardiendo de Amanda quien se fundía en la boca de la primera? Alma seria incapaz de responder a la pregunta. Imposible hacerlo si hasta su deseo parecía desaparecer para dejarla totalmente entregada a su placer. Hay quien es capaz de llenar una pista de baile por si misma, y como Amanda, las hay capaces de quedarse para ella sola un acto sexual.


¿Le estaba comiendo el coño? ¿O era el coño de Amanda quien se la comía? Misma conclusión, la omisión por respuesta. Oírla gemir bien alto, prácticamente rugiendo, envalentonaba sus movimientos, no podía abrir más la boca ni manejar más rápido su lengua. Su saliva se mezclaba con su intimidad sin saber cual la mojaba más. Esa misma intimidad se colaba por sus fosas nasales enloqueciéndola y sus dedos hundidos en su culo debían doler tanto como a ella misma le estaban doliendo.

¿Estaban en la suite, en el balcón o en el mismo infierno? Sin duda estarían donde mejor sea aceptada la locura. Amanda continuaba cabalgándole la boca. Si, porque su pelvis en ningún momento de detenía, adelante, atrás, a un lado, al otro y a cada tanto, tiraba de su pelo sujeto a el, cómo si fuesen las riendas de su caballo, hundiéndola en ese tirón a su sexo. Ahogándola por segundos, hasta que la volvía a dejar respirar y dios si, volvía a moverse sobre su boca.

Dolía su sexo totalmente mojado en ganas, dolía su lengua en plena lucha y dolía cada gemido lanzado por Amanda. Porque cada uno de sus últimos gemidos, anunciaban el final. Aquel donde Amanda se estremecería en un intenso orgasmo sobre su boca. Sabiéndola cerca se concentró en adivinar, por sus pelvicos movimientos, donde quería su lengua y que quería que hiciera con ella, pero lo hizo sin privarse de verla.

Dolió y como, la fiera imagen de Amanda. La labios formando una perfecta o de placer, pecho henchido, pezones endurecidos a punto de explotar y su corto cabello despeinado en pasión. Saberse la causante de esa imagen, dolía y mucho, bien dentro de Alma.

- Alma...uhm joder ...Alma- cerca del excitante y loco abismo, Amanda recordaba su nombre. Nombrándola como dueña absoluta de esa imagen y ese momento. Como si milagrosamente leyese sus pendientes y supiera darle justo lo que necesitaba. Si estaban en el balcón, a Alma le encantaría poder pedir un megáfono y que todo bicho viviente la escuchara gemir por y para ella. Amanda Sáez gemía su nombre. Su puto nombre gemido aun más fuerte, cuando Amanda se corría en su boca y volvía a tirar de su pelo dejandole la boca pegada a su sexo. Sentir sus contracciones, sus espasmicos movimientos y el fuerte agarre sobre su pelo, fue devastador- Alma...Ahm- continuó gimiendo sin dejarla retirarse. Buscaba sentirlo, se había vaciado pero las terminaciones nerviosas aun recorrían cada milímetro de su sexo. Alma volvió a entenderla y dejo su lengua extendida para ella. No hizo falta el "sigue ahí, follatela" de Alma, porque Amanda, simplemente la tomaba follándosela. Arriba y abajo, paseo su sexo por ella, arriba y abajo, Alma era capaz de hacerla sentir tan zorra, que metida en el papel por completo, su sexo pedía correrse otra vez en el mismo lugar, su boca. El movimiento arriba-abajo se hizo menos preciso y más nervioso. Y la lengua de Alma supo reanimarlo rápido y correr en busca de su abultado clítoris. Bastaba atraparlo entre sus labios, diferenciarlo entre esa divina cortina de piel y redondearlo sin compasión hasta que Amanda, volvía a gemir su nombre, ahogándola contra su sexo al llegar a un nuevo orgasmo. Conseguido y sumergida en su propio éxtasis, a Amanda le dio por reir- Jajaja- explotó en carcajadas sin soltarse de su pelo. Jodidamente extasiada alzó la vista al negro cielo. Viva, jodidamente viva. Poco a poco, con la respiración a mil, subiendo y bajando su pecho por igual, soltó sus riendas, y Alma, dejo caer la cabeza contra la butaca. Ni había un músculo en su boca que no le doliese, pero nada comparado al dolor que le producía el mero pensamiento de no volver a disfrutar de esa imagen. La de Amanda convertida en la diosa absoluta de las zorras, que te roban el alma. Curiosamente, el Alma.

Le fue imposible no venirse abajo pero para entonces, Amanda volvía a clavar sus ojos en ella con su deliciosa boca a medio abrir. La vio sonreír brevemente y se maldició por no saber leerla. ¿Que significaba esa mirada? ¿Que le decía con ella? Tampoco para esto tuvo respuesta. Amanda se movió sobre si deliciosamente hasta terminar tumbada sobre ella. Cómo si fuese  la manti religiosa, no beso su desánimo, se limitó a acariciarle el rostro con la nariz para terminar cerca, muy cerca de su boca.

- Me encanta que huelas a mi- susurró para sí, sin importarle los ojos de Alma buscando algo más- Me haces enloquecer tanto, que acabo queriendo marcarte de mi- prosiguió abandonando su boca para llegar hasta su oreja- Es otra forma- continuó en finos susurros atrapandole la oreja, mientras su mano se colaba por el pantalón de Alma, directa a su mojadisimo y expectante sexo- de hacerte mía- concluyendo deslizando los dedos a su antojo.

- Uhm- se estremeció al sentirlos Alma. Tan hinchado los esperaban, tan mojado, tan vibrante, que Amanda apenas tuvo que empujarlos para estar dentro de ella, sin dejar de devorar su oreja- Ahm..- aumentaron sus gemidos. Los dedos de Alma en nada la precipitarían hacia el orgasmo y busco su boca, para ahogados en ella, su propia causante. Al borde de ese delicioso momento, ambas escucharon los toques en la puerta y el anuncio de la llegada de su pedido para cenar- Joder- protestó moviendo las caderas sobre los dedos de Amanda.

- Sush...que esperen- le pidió Amanda sin dejar de perderse cada gesto de Alma. El naufragio de sus ojos, su pecho alzándose y su agitada respiración. Los toques se hicieron insistentes distrayendo a Amanda- Que se jodan...no abriré hasta que te corras.

- Si...joder, si- corroboró pérdida en el placer que los dedos y boca de Amanda le infringían y en poco más, estalló corriéndose entre sus dedos- Joder- gimió en alto maldiciendo al puto camarero y la puta cena.

- Jajajaja- volvió a reír Amanda antes de morderle la boca- tendrías que abrir tu- le recordó sacando los dedos de su interior.

- Ahm...si- volvió a gemir Alma entre espasmos de placer. Ni puerta, ni seguridad, ni leches. Quería quedarse en esa butaca, con Amanda sobre ella besándola, ¿quien cojones no lo entendía?

- Iré yo- la beso Amanda, rompiendo el idílico contacto entre ambas- tu ve al baño- la guió tomando del suelo su bata. En nada ya la tenia puesta y anudada, pero continuaba mirando a Alma y su comprensible enfado.

- Joder...mierda- grito desesperándose . Así era imposible disfrutar de nada. Cuando no eran ellas mismas era el servicio del hotel y sino, algún problema de seguridad y sino cualquier otra cosa. Amanda empatizó con su más que palpable enfado y se agachó lo justo, para besarle la nariz.

- Aún, nos quedan unas horas- trató de calmarla y le hizo un gesto con la cabeza. Debía levantarse e ir al baño a esconderse.

Correrte entre sus dedos a las prisas e ir al baño a esconderte. Su propia mierda vista en panorámica, no animo a Alma lo más mínimo, aunque si obedeció y termino escondida en el baño, mientras Amanda abría la puerta al servicio.



 

5 comentarios:

  1. jajajaj
    Veo que esta parte te ha gustado ya que es la misma que en el capitulo anterior

    ResponderEliminar
  2. Jjajajaja,,,si...Vete tu a saber que hacia nuestra escritora..ejemm..o le gustaba mucho el trocito y dijo...ala..voy a ponerlo otra vez..jajajaja..
    De todas formas yo me lo cargue otra vez..ainsss..jajajajaja

    Besitos.....Divina-Wilson

    ResponderEliminar
  3. Ya he perdido la cuenta de cuantas veces lo he leido.

    ResponderEliminar
  4. Jajaja menudo gambazo y que cabronas sois jajaja, pero...no puedo arreglarlo. Así de queda, que no?
    Gracias chicas ains...ah q soy yo

    ResponderEliminar
  5. ....CON TROZOS COMO ESTE DONDE LA PASIÓN...LA LOCURA...SE DAN LA MANOS CON LA RABIA CONTENIDA DE ESE ADIOS ANUNCIADO...CON ESTOS¡¡¡ TE PUEDES PERMITIR EL LUJO DE PONERLOS CIEN VECES ...ALLÁ DONDE TE INSPIRES PARA ¡¡¡TANTO¡¡¡ FUEGO...DEBE PARECERSE AL MISMISIMO INFIERNO...MADRE MÍA¡¡¡¡MÁS...JAJAJAJA...BESTIAL¡¡¡ EL TROZO..
    .....Y ÚNICA...TÚ¡¡¡¡
    GRACIAS¡¡¡¡....

    ResponderEliminar