Con
verdadero pánico Minerva abrió la puerta que separaba el loft de la
suite con el dormitorio. El corazón parecía galoparle desbocado al
distinguir la voz clara de Julia acompañada por una mujer. A la
mierda la confianza y seguridad, ahí estaba Julia destrozándola sin
miramientos. Pero fue abrir la puerta, y desencajársele la
mandíbula. Julia cargaba con su padre arrastrándolo hasta el sofá
ayudada por una camarera.
-
Joder- murmuró tocándose el pecho. Aun podía sentir su altísimo
ritmo cardíaco y así, no podía contestar a la sorpresa que
mostraba Julia- Madre mía- prosiguió murmurando al no recordar una
sensación tan de terror como la que había sentido abriendo esa
puerta.
-
Minerva- terminó por llamarla Julia al soltar a un Guillermo
"trapito" en el sofá. La noche y las copas, habían
acabado con su suegro y había tenido que subirlo prácticamente a
peso, con la estupenda sorpresa de encontrar a Minerva en la suite. A
su estilo, se limitó a mirarla sonriendo, mientras Guillermo se
agarraba a su elegante vestido.
-
Ufff- resoplo emocionada Minerva tranquilizándose. Tras la puerta no
había más que Julia y su única forma de mirarla- Lo siento- se
disculpó queriendo reaccionar y avanzó hacia ellos. La chica aun
esperaba por si necesitaban más ayuda y Minerva cayó en ella-
Perdona, puedes retirarte, ya nos ocupamos nosotras- le habló a la
camarera en perfecto francés y Julia rodó los ojos encantada con su
pronunciación.
-
Jajaja, joder...después te cuento...ahora, ¿que demonios le ha
pasado a mi padre?
Julia
le contó lo que había pasado a pesar de la evidencia. Tanta vida de
sibarita, tanta copa y charla, habían acabado por tumbar a
Guillermo, quien rato después dormía la mona en el sofá mientras
ellas se prodigaban afectos en el dormitorio. Sentadas y con Minerva
sobre ella, la magnate se dejaba agasajar entre besos y caricias, sin
que Minerva supiera como sacar el tema y motivo, por el que estaba
con ella en Mónaco.
-
Ha sido toda una sorpresa encontrarte aquí- dijo Julia pérdida en
la reconfortante sensación de tenerla pegada a ella. Tan pérdida,
que sus manos buscaban esquivar el pijama de Min.
-
Recuerda que tenemos a mi padre fuera- detuvo sus intenciones Min, no
sin esfuerzo. Con todo, no le había dado tiempo a apreciar la lujosa
suite y sus posibilidades- Uhm- suspiro como la misma Julia,
conscientes de que debían mantenerse formales- Tengo algo que
decirte pero quería algo especial para hacerlo y resulta que jajaja-
rió por la situación - que tengo a mi padre borracho en el sofá.
-
Oh...y además quiere repetir una escapada así- recordó lo dicho
innumerables veces por su suegro y Minerva sobre ella riendo, se le
antojo como el fruto más dulce y ácido a su vez.
-
Pues sabes que- hizo una pausa recibiendo un beso cargado de deseo-
Uhm, cariño de piedra no soy.
-
Solo estoy disfrutandote- se excusó Julia, creyéndolo de veras.
Podía disfrutar de su boca siempre fresca y de su tibia piel- ¿Que
se?- pregunto realmente interesada. Adoraba como Minerva aprovechaba
esos momentos de intimidad entre ambas para hablarle de cualquier
cosa. Era una delicia sentirla sobre si, contarle esto o aquello, sin
que el tiempo importase.
-
Pues que venía pensando que he conseguido hacer un ejercicio de
madurez a pesar de lo jodido que ha sido llegar a realizarlo- pauso
su discurso ante la sonrisa chistosa de Julia por cómo se estaba
enredando y fue ella quien le robo un nuevo beso para después
continuar- Me refiero... estando en la consulta, mi madre curioseaba
la típica revista de sociedad y en ella salia la boda de Buitrier y
bueno, todo lo que Mónaco suele ofrecer a los multimillonarios que
la visitan y- de nuevo tuvo que interrumpirse. Julia la miraba en
completa seriedad y fue entonces que cayó en la cuenta de que había
hablado de la consulta cómo si nada- No te preocupes que no era nada
de salud- la tranquilizó obteniendo de nuevo su sonrisa- Y.. Ya no
se que iba a decirte...ah si, pues que por primera vez me sentí
tranquila. No sentí celos por las mujeres que aquí pudieras
encontrarte o.. Bueno, no estaba celosa y sentirme así, me gustó.
Claro que...cuando te oí llegar a la habitación acompañada, me
quise morir- hablo excitada creyendo hacer esquivado el tema
consulta, y erró.
-
¿La consulta era por tu madre? ¿Adela esta bien?- se interesó
Julia anclada a esa consulta e interiormente, se puso nerviosa
presintiendo un algo que no llegaba a descifrar.
-
Sabía yo no te confirmarías- sonrió Minerva emocionándose. Podía
haber situaciones más idílicas donde hacer partícipe a la magnate
de su visita a esa consulta, pero ninguna mejor que Julia debajo suya
con toda la atención puesta en ella- La consulta era para mi, para
nosotras o más bien, fui a informarme para regalarte lo más bonito
que puedo regalar- confesó soplando en un intento de no llorar
enseguida. Cosa improbable si hasta cerró los ojos esperando oír su
nombre en un suspiro.
-
Minerva- suspiró Julia cómo Minerva anhenalaba. Entregada
totalmente a ella y a lo que ese regalo significaba. Emocionadas
ambas cerraron un intenso abrazo, cargado de emoción y de nuevas
ilusiones- La quiero como tu...la...la quiero igual de risueña que
lo eres tu, con tu misma ingenuidad, con tu desparpajo natural y con
el adorable dulzor que desprendes en cada cosa que haces, quiero que
sea tan Princess cómo tu lo eres, que crea en cuentos y princesas y
que me mire cómo tu lo haces, la quiero Minerva, mi Minerva- declaró
a medio romper cómo jamas la había visto Min y terminó por
romperla a ella.
Ahora
fue Minerva quien suspiro su nombre vencida a esa mujer y la abrazo
contra si, pletórica. Un abrazo sentido entre lágrimas y risas, al
que le continuó una lluvia de besos, que Guillermo mareado por el
alcohol, interrumpió.
-
Me muero, Julia...avisa a mi familia- ebrio y sin ser consciente de
mas, se sentía morir, mientras Minerva reía sobre Julia.
-
Ni se ha dado cuenta que estoy aquí- dijo a la magnate,
disponiéndose a auxiliar a su padre. Rato más tarde, a Minerva
nadie le podía robar la sonrisa. En su espalda su padre Abrazándola
como cuando era pequeña y a su frente Julia, mirando a ambos.
Minutos de sabroso silencio, que rompió Julia, enamorada de esa
imagen.
-
Te mira siempre, Minerva- dijo aludiendo a Guillermo- esta siempre
atento a ti y cuando habla de ti, se le llena la boca de puro
orgullo. Dice que soñaba con verte trabajando con él, pero después,
va luciendo tu trabajo como fotógrafa donde quiera que va y aún,
busca regalos con los que sorprenderte. Lo envidiaba, envidiaba ese
sentimiento, esa otra forma de querer y...me lo vas a dar, Minerva.
De tu mano voy a vivir ese sentimiento tan intenso y bonito. Tendré
una hija a la que mimar aunque roce las tres décadas y seguro querré
abrazarla, como él hace contigo- terminó entre apasionados besos de
Minerva, a la que las palabras se le quedaban en nada ante todo lo
dicho por Julia.
-
Dios...voy a vomitar- las alertó Guillermo antes de hacer lo
anunciado sobre la refinada moqueta de la habitación.
-
Joder Papa- exclamó Minerva bajándose de su más rosa nube Arango y
rápido se incorporó- Yo llamo al servicio de limpieza, llama tu a
Nicolás.
-
¿A Nicolás?- pregunto pérdida Julia, no entendiendo que pintaba el
hermano pequeño de MIn en todo esto.
-
Es universitario, sabe más que nosotras de borracheras.
Estando
en Mónaco, las chicas se guardaron la noticia de sus planes de
maternidad y en el grupo de familia en la aplicación más utilizada
de mensajería instantánea, la borrachera de Guillermo fue el tema
favorito, del día siguiente.
Mensaje
de Adela en " Familia": Dejaros de bromas y tu Guillermo,
ya me darás una explicación cuando regreses.
Mensaje
de Minerva en " Familia": Si no fue tanto, Mamá.
Mensaje
de Nicolás en "Familia": Ja ja Ja
Mensaje
de Guillermo en "Familia": Nicolás cuidado.
Mensaje
de Julia en "Familia": Ay.. el hacerse mayor.
Mensaje
de Guillermo en "Familia": Ya estamos...que a Julia Arango
no le sienta mal una copa con el estómago vacío, ¿no?
Mensaje
de Nicolás en "Familia": Ja ja ja jajajajaja
Mensaje
de Julia en "Familia": Una copa...claro, claro.
Mensajes
de Adela en "Familia": Guillermo llamame ahora mismo.
Simplemente genial. Esa Julia emocional y humana, fantástico.
ResponderEliminarGracias.
A.
aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii GEMO você é demaisssssssssssssssssssss
ResponderEliminarME DEVOLVEU A ALMA KKKKKKKKKK
BRIGONINHA
Vamos por la Minervita,je,je
ResponderEliminarEn el siguiente ¿la tienes en camino o habrá nacido?..
ResponderEliminarGracias por tu tiempo.
.....''' Solo estoy disfrutándote ''''' si eso te lo dicen después de pensar...pensar '' que otra ocuparía su lugar en la cama de la dueña de su LOCURA ''' si escuchas eso....la locura es ya absoluta...¡¡ gusta sensual...gusta tierna...entregada...divina...matadora...gusta de cualquier forma...siii¡¡¡...
ResponderEliminarEscritora es una verdadera obra de arte lo que sacas de estas dos mujeres TÚ...lo es..y ese ''la quiero como tú''' que le dice por el regalo que le hará...por esa maternidad...es de un tierno ya arrebatador...
GRACIAS......por ¡¡¡tanto¡¡¡
ayyyyyyyyyyyyyyyyyyyy esta historia tuya no sacia y me deja ansiosisimaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarartissstaza GRACIASSSSSSSSSS