A
la mañana siguiente, y como si fuese un control penitenciario,
Minerva comprobaba que la magnate vestía acorde a su nueva condición
de bróker y que los medios usados eran los mismos.
Tenia
su punto, la magnate en pitillos, blusa y americana, pero sobraba el
rolex y por supuesto, acudir al trabajo con chófer.
Las
protestas de Julia por tener quitarse el lujoso rolex, fueron nada en
comparación con las protestas por no poder conducir su lamborgini
preferido.
-
Jajaja- se divertía de lo lindo Minerva. Julia se comportaba cómo
una niña mimada, castigada con ser privada de sus juguetes- Dame las
llaves- pedía correteando en apenas una camiseta y braguitas. Ella
aun, podía regresar a la cama y era lo que tenia pensado hacer, nada
más Julia se marchase a trabajar. Pero antes debía conseguir las
llaves del exclusivo coche.
-
Cualquiera de mis brókers puede permitirse un Lamborgini- se
excusaba Julia barriendo para casa. Atrapada entre el sofá que
impedía su huida y Minerva, no le quedaba más que alzar la mano que
sujetaban las llaves- Oh...
-
Variar los datos para conseguir el propio beneficio, es un delito
económico. Tus brókers de Madrid no pueden permitirse un Lamborgini
y lo sabes- la acusó entre risas y saltos, no le iba a quedar de
otra, que jugar sucio.
-
No es mi culpa, que el sistema financiero español dependa de las
ayudas europeas y varíe según los bulos de mercado- explicaba de
manera obvia y era Minerva quien abría y cerraba los ojos, ante
tanta vanidad.
-
Me pones muy guerrera cuando hablas así- atajo no necesitando
ninguna clase de economía y si, necesitando distraer a la magnate.
Bastaba alzarse caminito de su boca, para que los increíbles ojos
grises de Julia la enfocarán anhelante.
-
Oh...créame que soy plenamente consciente de ello y huelga
decir...Minerva- protestaba al caer en la trampa del casi beso.
-
Jajaja las pequeñas estamos acostumbradas a jugar sucio, gigantona.
Conseguidas
las llaves, Minerva se aseguró que Julia no cogía cualquier otro
coche que no fuese el suyo. En el garaje de la casa, deseado por
cualquier amante de coches, Minerva la despedía recordándole el
verdadero motivo por el que regresar al mundo de los brókers.
-
Primero- advertía desde la ventanilla de su coche- cuidadito con mi
Audito - solicito sin importarle que Julia rodase los ojos ante
el nombre puesto a su cochesito- Segundo, echame de menos- continuaba
con sus peticiones y ahora Julia exageraba un suspiro enamorado-
Tercero, se simpática con tus compañeros y cuarto, recuerda que
estas teniendo la oportunidad perfecta, para saber realmente como son
sus condiciones de trabajo y el ambiente en el que lo ejercen.
-
A mi también me pones guerrera cuando te expresas así- confesaba
rendida a Minerva, pero deseando escuchar las ruedas del llamado
Audito chirreando.
-
Cariño, no nos engañemos..tú siempre estas guerrera- la besaba
viendo como el portón terminaba de abrirse.
-
Oh si...Nena- confirmaba lo dicho por Minerva entre besos y si,
introducía la primera marcha, dispuesta a salir quemando neumático.
-
Jajaja- reía hasta que su querido coche abandonaba el garaje dejando
las huellas de sus neumáticos en el suelo- Julia joder....que no me
lo conduzcas así- alzó la voz cuanto puedo sufriendo de veras por
su coche, pero entonces descubrió su orquídea diaria, en el hueco
dejado por su Audito- Dios.. Me gana con estas cosas...que digo me
gana..me derrite.
Así,
la magnate partió entre juegos y risas a su primer día como bróker.
Fácil teniendo en cuenta los años que llevaba dedicada al mundo de
las finanzas. Difícil, teniendo en cuenta que llevaba muchos de esos
años como jefa de su propia multinacional, sentada en despachos
impresionantes con la principal tarea de dirigir y coordinar. No de
estar pegada al teléfono más de diez horas, vendiendo y comprando,
entre compañeros que de ese adjetivo poco tenían. La bolsa es
vender humo, intereses ficticios, lanzar bulos, esperar que esos
bulos se conviertan en verdad y entonces ser la única, que apuesta
por el valor más bajo. El que, cuando el bulo se descubre cómo
bulo, puede llegar a revalorizarse en una buena tirada hasta el cien
por cien.
Una
hora llevaba la bolsa de Madrid abierta, y Julia ya se dejaba llevar
por la adrenalina frenética con lo que todos sus supuestos
compañeros trabajaban. No en vano, la bolsa era su vida desde antes
de la mayoría de edad. Tres horas después, extrañaba la comodidad
de su despacho, cuatro horas después poder tomarse un café
tranquila, cinco horas poder almorzar con cubiertos y a la sexta,
paro de contar. La Bolsa estaba por cerrarse, y las famosas campanas
de la excéntrica Jefa, calificativo escuchado de sus compañeros
sobre si misma, no habían sonado.
El
único consuelo que encontró al finalizar agotada, su primer día
como bróker, es que Guillermo, no estaría mucho mejor. Lo que la
magnate no sabia, es que en su segundo día, ambos compartirían cena
a petición de Adela.
-
Guillermo no vayas a dormirte en el sofá- pedía Adela, comprobando
que la mesa donde canaria la familia estuviese lista- Guillermo,
cariño.
-
Dios- se quejó al intentar incorporarse. La cintura le estaba
matando por culpa de la carretilla. Carretilla de obra, que también
tenia machacas sus manos a ampollas, de sus pies prefirió ni
acordarse- ¿No había otro día para que viniesen a cenar?- pregunto
una vez consiguió erguirse, sintiendo cómo sus huesos se peleaban
por crujir.
-
Esta tontería que os traéis tu y Julia, acabará con vosotros y
quien viene a cenar es tu hija...ni que necesitará agenda para
hacerlo.
-
¿Que? ¿Esta muy cansada? ¿Te lo ha dicho Minerva? ¿Se rendirá
pronto?- pregunto deseando que así fuera con todo el alma. Si Julia
estaba la mitad de cansado que él, lo podría considerar como
victoria.
Pero
no la hubo, en cuanto las chicas llegaron a la casa, tanto Guillermo
cómo Julia, disimularon cuanto pudieron, sin tener en cuenta, que
Minerva y Adela, se iban hartando poquito a poco, de la hasta ahora,
inútil apuesta.
Sentados
a la mesa y escuchando como Nicolás les hablaba de su intención de
estudiar fuera de Madrid, ambos de espiaban a hurtadillas. Guillermo
podía querer aparentar normalidad, pero el pobre aspecto de sus
manos dejaba mucho que desear.
-
Por favor- se quejó, al pillar a la magnate mirándole las manos con
su típica sonrisa de sobradita- Soy alérgico al cemento, eso eso
todo.
-
¿Un constructor alérgico al cemento?- pregunto Julia con evidente
sarcasmo, sin esperar que Minerva saltase sobre su padre, claramente
preocupada.
-
Joder Papa, las tienes fatal- amante hija, Minerva corrió a examinar
las manos de su padre, dándole a éste la oportunidad perfecta para
regodearse delante de la magnate.
-
No es nada- decía Guillermo con aire sufrido, ante la asesina mirada
de la magnate, quien veía el teatro de Guillermo para ganarse los
mimos de su hija- Claro que, cambia mucho dedicarse a vender bonos
que estar ahí en la obra- sufrido y disfrutando de los celos de la
magnate, tiro la pullita para que Julia la recogiese al momento.
-
Lo se, Papa- lo beso Minerva, empatizando con el sufrido de su padre.
-
Ya claro, cargar con una carretilla, menudo estrés- protestó Julia
entrando al trapo.
-
Que celosa es, cariño.. Si yo no me quejo, aun sufriendo ahí estoy
aguantando y dándolo todo- continuó Guillermo con su teatro. La
magnate podía querer asesinarlo con la mirada, pero lo cierto era,
que su princesa estaba sentada en sus rodillas cómo siempre.
-
Esto..- interrumpió Nicolás, harto de ser ignorado- Hablábamos de
mi, ¿recordáis?
La
llamada de atención de Nicolás surtió efecto, aunque la magnate
tuvo que continuar aguantando las miraditas de Guillermo, hasta que
se harto de ello.
-
Uhm- se quejó tomándose el cuello- Disculparme, tengo sobrecargadas
las cervicales- se disculpó haciendo alarde de su intachable
educación- Esta mañana tuve que pelear con todo, para ganarme una
cuenta de más de diez cifras- prosiguió sonriendo por dentro.
Guillermo abría los ojos herido y Adela le acariciaba la mano,
comprensiva.
-
Pobre- la compareció Adela, alargando la caricia en la mano de la
magnate, con toda la intención.
-
Por favor...¿lo de las diez cifras era necesario?- salto enseguida
Guillermo, sin saber que le molestaba más, si la caricia de su
mujer, si el beso de Minerva a la magnate o Nicolás, negando con la
cabeza, flipada con los adultos de esa mesa.
-
Que celoso es, cariño- lo imitó Julia ante la diversión de
Minerva, encantada de ser el centro de esos dos cabezotas.
Para
Adela la gracia del pique entre ambos, duro lo que el cansancio en
Guillermo comenzó a pasar factura en su matrimonio. Dispuesta a
terminar con su estúpida apuesta, días más tarde quedo a desayunar
con su hija.
-
Tu eres la consentida de ambos, pues tu eres quien debes detener esta
tontería- pidió a su hija, necesitando recuperar a su marido.
-
Jajaja, ¿no me digas que tu también estas celosa?- pregunto
divertida Minerva, pero la seriedad de su madre, le hizo rectificar-
Perdón
-
Ríete, pero tu padre lleva sin tocarme dos semanas y a Dios gracias
que va derecho del trabajo a casa o estaría pensado que tiene por
ahi alguna zorra.
-
Mama joder...pues eh...esta bien, creo que se como conseguirlo-
propuso a su madre, entendiéndola. Casi, casi, ella llevaba el mismo
tiempo que su madre, sin que Julia, fuese la guerrera que siempre
fue.
El
plan para vencer al dúo de picados cabezotas, fue sobrecargarlos de
eventos en sus tiempos libres. Hoy cena en familia, mañana teatro y
el fin de semana visita a casa de Tía Clara en la sierra. Donde a
Guillermo le esperaron unas cuantas chapuzas por realizarle a su
viuda hermana y a Julia, los dos nietos hiperactivos de la divina
mujer.
Lunes
era, tras ese fin de semana, cuando los dos apagaron sus
despertadores y arrastrándose se intentaron preparar para un nuevo
día de trabajo como empleado.
-
Uhm- de quejó la magnate y ahora de verás. Sus cervicales absorbían
el estrés como esponjas y el fin de semana en la sierra, le había
privado de su fisioterapeuta. Aun sin meterse en la ducha, trataba de
relajarlas con cuidados moviéndose, cuando su móvil sonó
anunciando la llamada de Guillermo- Dime Guillermo- saludó
reteniendo el bostezo natural de recién levantada.
-
Buenos días- contestó por igual Guillermo- Fernando te llamo anoche
pero me dijo no te localizó. Quiere que tomemos juntos el aperitivo.
-
Me quede dormida- fue sincera la magnate, concentrada en no bostezar
como le apetecía.
-
Yo no consigo despertar- continuó con la sinceridad Guillermo. Ambos
estaban tan cansados y dormidos, que ni ganas de picarse tenían.
-
Ya somos dos- consensuó la magnate. Su propia imagen en el espejo,
le hacía sentir más sueño.
-
¿Desayunamos juntos y vemos lo del aperitivo?- propuso Guillermo
dejando caer la maquinilla con la que pensaba afeitarse en el lavabo.
-
Hecho...pero dame una hora- pidió Julia, deseando una hora más de
sueño.
-
Claro...mejor que sea hora y media.
Listo,
los dos dejaron la conversación y los móviles, para regresar
prácticamente inertes a sus camas con sus felicisimas mujeres.
Mensaje
de Minerva a Mama: Fin de la partida...me debes un regalito.
Mensaje
de Adela a hijita: Siiii...¿nos vamos de compras hoy?
Victoriosas
madre e hija esa mañana se fueron de compras, mientras los dos jefes
infiltrados dormían a pierna suelta. Más tarde, cuando despertaron
y fueron conscientes del fin de la apuesta sin vencedor, regresaron a
su habitual pique.
Mensaje
de Guillermo en Grupo "Familia": Por favor Julia...si
fuiste tu quien propuso ir a desayunar y pasar de todo.
Mensaje
de Minerva en Grupo "Familia": Jajaja, Papa...Julia nunca
hablaría así.
Mensaje
de Guillermo en Grupo "Familia":Da igual...lo haría en
fino subido.
Mensaje
de Julia en Grupo "Familia": Guillermo, continuas sin
aprender que yo nunca pierdo.
Mensaje
de Minerva en Grupo "Familia": Juliaaa
Mensaje
de Guillermo en Grupo "Familia":¿Ves cariño? Es una
vanidosa.
Mensaje
de Guillermo en Grupo "Familia": Le dijo la sarten al cazo.
Mensaje
de Nicolas en Grupo "Familia": ¿Por que habláis por aquí
si estamos todos reunidos en el mismo salón?
masssssssssssssssssssssssssssss gemitoooooooooooooooooooooooooooo eu morro
ResponderEliminarbrigoninha
Punto para Minerva.
ResponderEliminarGracias,
A.
jjajaja me encanta esta familia!
ResponderEliminargracias por el trozo!
maca_4ever
....DISFRUTAR ES..LEERTE ESCRITORA..
ResponderEliminarNO ACABA NO...EL MAGNETISMO ENTRE ESTAS DOS MUJERES...NO ACABA...
GRACIAS......POR ¡¡TANTO¡¡¡
Julia...Julia que han hecho contigo ?....Tu...tan dominadora ..tan altiva..
ResponderEliminartan maquiavelica para segun que cosas..tan sumamente sensual y erotica y con tantisima clase y ahora...ahora...juegas a no se que con tu ¡¡suegro¡¡...
y quieres tener un hijo..como cualquier mortal..Ainssss...
Pero no tengo mas remedio que perdonarte porque tu y tu pareja me encantais...ahora sois tiernas y enamoradas y eso tambien me gusta..si
Aunque cuando eras mala me gustabas mas...pero esto es una desviacion mia..como sabe la escritora..las mujeres tirando a malas pero no del todo son mi debilidad... la Esther de Desvios..la Esther de W_SL
la Esther de Intercambios...por cierto...ahora me doy cuenta que la mujer fatal siempre es Esther...no habia caido en eso...jajajaja...
Grande tu Gemo.....Divina-Wilson
Me encanta, las dos....jejeje
ResponderEliminarNunca digas de este agua no bebere, q bien a entrado Julia l trapo jajaja
ResponderEliminarGenial gemo. C
Genial!!!!!!! , disfrutando con esta historia y sus protagonistas....
ResponderEliminarGracias Gemo,