jueves, 17 de abril de 2014

Probabilidades 4)-F


A la mañana siguiente la siempre inoportuna alarma de su móvil, despertó a Naya a ritmo de Pharrel y su buenisimo por buen rollo, Happy. Despertándose la dejó sonar y boca abajo, sonrió contra el colchón. Las agujetas que sintió en sus muslos cuando quiso mover las piernas al son de la canción, la hicieron sonreír aun más y buscar, el cuerpo causante de las pinchantes agujetas. Pero no había más cuerpo que el propio en su cama y su sonrisa se congeló, mientras agudizaba el oído esperando escuchar cualquier ruido que le aventuraba que Siria seguía en su casa. Pero no escucho más que la canción repitiéndose una y otra vez.

- Genial- murmuró mordiendo la sabana ofuscada. Si no tuviese lo vivido con su loca acosadora del Metro tan presente, podría consolarse pensando que sólo había sido un sueño subido de tono, muy subido de tono.

Primera vez que se dejaba llevar más allá de prejuicios y falsos convencionalismos y despertaba sola. Jodidamente sola.

Con más pereza de lo normal un día laboral, se intentó levantar de la cama, pero en ella aún estaba el olor de la desconocida Sira. Era curioso comprobar cómo tras una sola noche compartida con ella, podía distinguir entre el aroma de su cabello y el de su cuerpo, ardientemente transpirado.

- Joder- exclamó al comprobar que el conjunto que formaba su aroma, despertaba su deseo, en teoría más que calmado esa misma noche- De puta madre, pillada por una tía de la que ni se su nombre. Por suerte tenía una cita ineludible con su trabajo y hoy, cosas de la vida, no se quejaba de un trabajo mal remunerado que absorbía todo su día. Hoy le venía bien, tener que ir a trabajar y tener así, poquísimo tiempo para pensar en lo vivido esa noche.

Pero tan fácil de olvidar no era, en la ducha su cuerpo reaccionaba ante cada caricia propia excitándose y se encontró varias marcas por su piel, testigos descaradas de lo vivido.

Frente al espejo después de la ducha, se contempló sin dejar de pensar en Sira y en cómo su sonrisa parecía perenne en su rostro.

- Basta ya...se acabó- se prometió queriendo vestirse pronto, tomar un rápido café y salir de casa- Oh Dios- después, tocaría volver a la misma línea de metro en sentido contrario- Nadie te advierte del post-fantasía. Oh si, conocer a un tía en el metro y montártelo con ella...cabrones, ya podían advertir que la tía después desaparece y tú quedas con cara de gilipollas total sintiéndote usada. Bueno...tampoco es que yo me estuviera quietecita jajaja ay Dios....stop, se acabo ella, su sonrisa, su forma de besar, su...joder, que sabía yo que para esto no sirvo, ahora estaré dale que te dale...- murmuró para sí terminando de vestirse y se dirigió a la cocina no necesitando precisamente cafeína que despertarse aun más sus nervios, pero tampoco era capaz de quedarse sin su cargadito café mañanero. Nada más entrar en la cocina, un avioncito de papel imantado a la nevera acaparó toda su atención y corrió hasta él, sabiendo que debía de ser cosa de Sira- Ay Dios...Ay Dios...¿que es?- entusiasmada cogió con sumo cuidado el avión, como si con sus manos nerviosas pudiera romperla y se mordió los labios tratando de contenerse. Al abrirlo, la carcajada fue deliciosamente natural y viva- Jajaja, eres única joder- desecho el avioncito, en el folio admiraba el cuerpecito de una mujer depositando su cabeza en las manos de otra- Yo si que la voy a perder contigo- siguió hablando en voz alta, entre emocionada y totalmente risueña.

El impacto del dibujo y lo que significaba, mejoró su humor por completo. Así, ahora si disfruto de su café sin dejar de mirar el dibujo y se marchó de casa camino del trabajo con una sonrisa imborrable adornando su rostro.

De pronto, el bullicio en el Metro tenía su encanto, y su a veces, detestable olor no era tanto. Por igual le ocurrió en el trabajo, su mesa cargada de informes no era para tanto e incluso era entretenido y el dibujo la presidía como si fuese el mejor de los cuadros. Todo genial y de distinto color, pero llegó el almuerzo y con él, la charla con su compañera y confidente. La misma que le bajó el alma a los pies. En el dibujo no había nombre, ni teléfono, ni una probable cita. Ni una triste letra que le diera esperanza alguna de volverla a ver. Nuevamente desanimada, su mesa volvió a ser una mesa de torturas donde desquiciarse y de vuelta al Metro ya en la noche, este olía igual de mal que siempre y su bullicio era enloquecedor.

Asqueada, se maldijo por no haber tenido el coraje de romper el folio con el dibujo en múltiples cachitos y haberlos esparcido por el mismo vagón de cada noche.

Así, optó por lo mejor. Leer escuchando música y abstrayéndose de todo.

Pero una cosa es querer y otra poder. Sólo hacía veinticuatro horas ese mismo trayecto en Metro se había convertido en una increíble aventura en manos de una loca soñadora. No pudo evitar fijarse en la parada donde fue asaltada por Sira e inconsciente la busco por el vagón sin hallarla. Tampoco subió en la siguiente parada, ni en la otra y si lo hizo, cuando ya no la esperaba.

Intentando coger el hilo de su libro, no la vio subir y tampoco pudo ver entonces la enorme sonrisa de Sira, al verla sentada como la anterior noche.

No fue consciente de su presencia en el vagón, hasta que un avioncito de papel se estrelló contra su libro. Totalmente sorprendida agarró el avioncito y busco a la única dueña posible del mismo. Apenas unos metros a la derecha estaba, con su perenne y arrebatadora sonrisa. Habían sido demasiadas emociones como para recibirla contenta o saltar sobre ella. El cabreo ganó a lo enternecedor que le resultaba el juego de los avioncitos y ni siquiera abrió el avión, directamente lo arrugo entre sus manos mirándola fijamente y no lo tiró al suelo de puro milagro.

Sira abrió los ojos al verla arrugarlo y corrió a tomar asiento junto a ella. Nada más hacerlo, sufrió el ataque de cabreo de Naya.

- ¿Que probabilidad hay de que no te hable en la vida? Ya te respondo yo...todas- atacó cruzando a la defensiva de piernas y Sira continuó gesticulando con sus ojos. Tenía genio la rubia y ese detalle en su carácter aún le gustaba más.

- ¿No lo vas a abrir?- preguntó con temor de una mala contestación por parte de Naya.

- Que no te hablo- le contestó girando la cara. Sira necesitaría de alguna ocurrencia antes de que llegase su parada.

- Ah...¿entonces como sabré si tuviste un buen día?- pregunto buscándole la mano y la tomo sin miedo entrelazando sus dedos. El gesto fue tan tierno y natural, que el firme cabreo de Naya se fue resquebrajando.

- No estuvo mal- contestó faltando a su palabra. No podía ser de otra manera si Sira, dibujaba caricias en su mano.

- El mío fue distinto- se aprovechó de la ausencia de rechazo por parte de Naya- Supongo que es normal, fue mi primer día sin cabeza- prosiguió intimidándose. Naya no había abierto su avioncito y tuvo que ser ella quien se lo quitase de las manos y quien lo abriera- Y mi voluntad- le mostró el dibujo sonrojándose. Ahora el muñequito dejaba un corazón en los pies de la rubia. Un dibujo demasiado infantil y cursi, para una rubia de tanto carácter. Temiendo un rechazo cerró los ojos achicándose, Naya estaría mirándolo.

- Joder- exclamó la rubia totalmente impresionada por tan cursi postal- Me encanta- confesó besando la mano entrelazada a la suya y Sira abrió los ojos todo lo que podía.

- ¿Si?- preguntó sin aun poder creérselo y Naya colocándole tras la oreja un mechón de pelo sonrió bien cerca de ella.

- Si- contestó en un susurro. Era bestial sentir cómo la había echado de menos, sin apenas conocerla.

- Bueno pues...- titubeo excitadamente nerviosa- ¿Que probabilidad hay de que hoy me invites a un Hot Dog?

- Jajaja, todas...pero antes comprobaremos si somos millonarias- sacó de su abrigo el cupón quizás premiado comprado por Sira la noche anterior.

- Te he echado de menos- confesó ahora Sira, estremeciendo por completo a Naya- más que a mi cabeza y voluntad- se encogió de hombros y si, consiguió el desenfado de Naya antes de llegar a la parada donde ambas bajarían.

- Yo también a ti.

Fin....
 
 
 
 







5 comentarios:

  1. que par, mas cañeroooooooooo
    graciasssssssss qué intensidad...
    artisstazaaaaaaaaaaa

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  2. ais me ha gustado esta mini historia!!!!

    gracias!

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  3. ¿Qué probabilidad hay de que me pase algo así en el metro? genial y gracias

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  4. Me encanto Gemo y estas dos..ufff....Gracias escritora..eres un Crack niña..

    Divina-Wilson

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  5. ....PUEDE SURGIR EN CUALQUIER PARTE..NOS PUDE LLEGAR DE CUALQUIER MANERA...PUEDE EMPEZAR CON UN JUEGO...SEDUCCIÓN ...JUEGO DE NUEVO...
    COMO SEA...EL AMOR AL FINAL PUEDE ATRAPARNOS DE MIL FORMAS..NI SABER SIQUIERA QUE LO HEMOS SENTIDO..PENSAR SOLO QUE FUE UNA NOCHE LOCA..UNA NOCHE DE PASIÓN..QUERER SEGUIR COMO SI NADA HUBIESE PASADO...PODEMOS INTENTARLO TODO...
    PERO........CUANDO NOS VEMOS DICIENDO ''TE ECHE DE MENOS'' Y NOS VEMOS MIRANDO ESOS OJOS QUE NOS DICEN ''YO TAMBIÉN'' ENTONCES..ENTONCES...SABREMOS QUE ESE AMOR..PORQUE YA LO ES...NOS ATRAPO...INEVITABLEMENTE...DELICIOSAMENTE...
    ME ENCANTO ESTE MINI-RELATO ESCRITORA...¡¡ TANTO¡¡ QUE SUPO A POCO...
    GRACIAS..........

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