viernes, 18 de abril de 2014

Mi cincuenta cláusulas 106


Entre risas de ambas y un necesitado abrazo, Araceli no dejo a Julia y la acompañó hasta su habitación, mientras Minerva continuaba en el salón con sus padres. Suerte de contar con Elisa, por ella Minerva respiró tranquila al verlas ir risueñas hasta la que era la habitación de ambas.


En la confianza que da, ser madre e hija, Julia se desnudo dispuesta a ducharse y Araceli le ayudo, sin ser necesario, a cambiarse los terapéuticos guantes, para poder darse esa ducha. Preparada, Araceli se coló en el baño junto a ella, extrañando a su hija.

- Puedo hacerlo sola- informo a su madre dentro del baño. Su madre parecía dispuesta a bañarla como cuando era pequeña.

- Ya me imaginaba melona- le contesto Araceli con los ojos bien abiertos. El grifo de la ducha estaba abierto y el agua caía sin que Julia lo hubiese activado. Julia se sonrió viendo la extrañeza de su madre.

- Ha sido Elisa- le dijo tranquilizándola y Araceli apretó los labios gesticulando con las manos. La tal Elisa era lo más y parecía servir lo mismo para un roto que para un descosido. Julia la dejo alucinando con su ordenador y se introdujo en la ducha.

Calmada como hacia días no se sentía, le gusto que su madre se sentara acompañándola en esa ducha. Podía aprovechar y seguir soltando lastre. Pero no sabía bien como hacerlo. Dudando o quizás eligiendo como decirlo, su madre, como madre es, se le adelantó.

- Vamos, dispara ojazos míos. ¿Qué más ocurre?- disparó a su estilo, sin medias tintas y encantada con todos los productos cosméticos que tanto su hija como Minerva, acumulaban en ese baño. Examinando uno a uno e incluso probándolos, no se sorprendió al ver a su hija abrir la mampara mirándola- Que te he parido- negó con la cabeza. Para ella era tan evidente el conocerla como nadie, que con una mano le gesticulo ordenándola seguir con la ducha.

- Sus amigos andan cuchicheando- terminó por decir Julia, retomando su ducha. Para los chicos pasado el gran susto y plenamente conscientes de que las manos de Julia estaban a salvo, el que tuviera que andar como gato con guantes, les era chistoso y divertido. De unos días para acá, los chistes sobre como las chicas podrían mantener relaciones sexuales, era Trending Topic en sus conversaciones.

- Es…nuestros amigos- la corrigió Araceli, desnudándose. Le había echado el ojo a varias hidratantes, mejor ducharse y probar alguna- ¿Qué cuchichean?- con total confianza abrió la mampara dispuesta a ducharse, y Julia se hizo a un lado dejándole paso.

- Bueno…- dudo viéndola introducirse bajo el agua- Hablan de nosotras-continuó sin aclarar mucho y Araceli, la miro esperando mas detalles- De nuestras relaciones intimas- prosiguió y la sonrisa de su madre ensanchándose hasta el borde de la carcajada, la ofendió- Madre

- Jajaja, es que…jajaja- se carcajeo a gusto Araceli sin poder evitarlo. La cara de su hija era para reír, pero seguro no superaba los chistes y guasa, del simpático grupo de jóvenes- Yo también lo he pensado, es normal…no pongas cara lechuga manía y dame en la espalda- se giró hacia su hija, esperando que esta frotase su espalda.

- ¿Qué les importaba a ellos?- le preguntó dándose a la tarea de frotarle la espalda a su madre. Y si, compartir esa ducha con ella, era igual de gratificante que un abrazo dado entre ambas.

- A ver, cariño. Sois dos mujeres, y una no puede usar debidamente sus dedos, da para bromas entre amigos y hasta para cuestionarse como os estáis apañando. No creo que sea un secreto, lo ehm...Digamos cochinas que sois- se giro interrumpiendo la queja que seguro iba a salir de su hija- Hasta yo lo he hecho- volvió a girarse. Su hija frotaba la espalda como nadie y era un placer, que ninguna conversación debía detener- Me cuestiono cosas, es normal y humano. Como normal y humano es, que yo sola me las haya respondido.

- Hay mil  formas- concentrada en el que ya era un masaje en toda regla a la espalda de su madre, hablo relajada- Reducirnos a dedos, sería reducir una relación heterosexual a solo un pene penetrando una vagina.

- Cariño, no te embales que sigo siendo tu madre…- advirtió cerrando los ojos de puro placer- Pero continúa, continua con eso de no solo es pene- pérdida en el placer, tampoco es que ella midiese que estaba hablando con su hija de penes.

- Mama- se quejo ipso facto Julia. Ni por asomo iba hablar con su madre de penes, mas con la espinita clavada que llevaba respecto al astillero. Mientras, el masaje continuaba sin que ninguna pareciera tener prisa.

Claro que, Minerva si la tenia y usaba a Elisa a través de su móvil, para saber de ellas. Ver sus dos cabezas compartiendo ducha, fue un latigazo de ternura. Que poca gente de su alrededor, podía conocer esa parte de Julia. Haber llegado a ella, disfrutarla, la emocionaba haciéndola suspirar.

- ¿Qué te pasa?- le pregunto su padre al sentirla suspirar.

- Nada- le contesto sonriendo. Tenía la suerte de tener a Julia y haber llegado a conocerla plenamente, pero también de tener unos padres como los que tenía. Dispuestos a detener su vida social, para estar ahí con ella, viendo un programa de televisión. Emocionada como se encontraba, tomo la barbilla de su padre- Guapo- piropeándolo.

- Jejeje- disfruto Guillermo del piropo de su hija y de sus besos- Tu sabes- se ajusto la camisa siempre ególatra- Es lo que se comenta por ahí.

- Jajaja, pues que a los oídos de Mama no llegue- abrazada a él, echo un último vistazo a las imágenes del móvil, para después guardarlo.

Mientras en la ducha, Julia continuaba explicándole a su madre, el motivo de su disgusto. Disgusto que iba pasando.

- En mi presencia también hacen alguna que otra broma. Intentare tomarlo con humor en adelante,  pero sobre todo es por Watsapp.

- Perfecto acento ingles, señora- escucharon a Elisa y Araceli se giro asustada hacia Julia, quien rodó los ojos complacida por Elisa.

- Muchas gracias, Elisa- agradeció a su ordenador, plenamente orgullosa de los cambios realizados por ella misma, en él.

- No hay de que, señora- contesto Elisa, sin dejar salir de su asombro a Araceli.

- Pero…- titubeo Araceli, alucinando con el ordenador y con su hija- Esto me parece muy vanidoso, Julia.

- Pues a mi me encanta jajaja.

Ahora si, en poco más, los cinco compartían espacio. Minerva se colgó de inmediato del cuello de Julia, a pesar de las miradas mitad divertidas, mitad reprobatorias de su padre. En tanto, Adela y Araceli, se marchaban a la cocina decidiendo que cenar.

Colgada a su cuello, disfrutando de su aroma recién duchada e hidratada, para Minerva dejaba de tener sentido el programa que continuaba emitiéndose. No así para Guillermo, quien aprovechando que Julia estaba con ellos, comenzó a querer molestarla y bajarle la sonrisita que los mismos de su hija, le producían.

- Mira esto, Julia- decidido a ello, llamo la atención de la magnate. Ganando interrumpir el beso que ambas se daban-  Es un jefe que se hace pasar por empleado. Tú no durarías ni un día  como empleada.

- Papa- protestó Minerva, pero para entones Julia prestaba atención al programa. No necesito ver mucho, para entender la dinámica del mismo y en el tono de Guillermo, había apercibido el inicio de un nuevo pique entre ambos.

- Fui broker antes que mujer- hablo sin dejar de mirar la televisión- Es pan comido, para mi- contesto a Guillermo orgullosa, la sonrisa de Minerva y su suave caricia en la espalda, corroboraron a su ego.

- Palabras, palabras, palabras- insistió Guillermo, queriendo picarla hasta el final. Sino estaba equivocado, dos palabras más y Julia, la vanidosa, entraría al trapo- Las cosas hay que demostrarlas. ¿No me decías que no estabas a gusto con tu imagen en la empresa? Pues esta es una buena solución.

- Cuando quieras- fue directa Julia a caer en el pique de su suegro. El mismo que sonreía contento. Para según que cosas, Julia era muy facilita. Orgulloso por su hazaña, no contó con su hija, quien entre los dos, los miraba pensando en lo poco ecuánime que era la situación planteada.

- ¿Por qué no…uhm…Por que no lo hacéis los dos?- intervino Minerva, consiguiendo la atención de los dos y que Guillermo cediera su sobrada sonrisa a Julia.

- Estábamos hablando de Julia- trato de salvarse Guillermo, pero la mirada divertida de Julia sobre él, le hicieron envalentonarse- Esta bien, cuando queráis. Ganara el que más días aguante como empleado.

- Jajaja- rió Julia, encantada de verlo super picado- Vas a desarrollar labores de la construcción, ¿no prefrieres poner un limite de días?

Cuanto más lo pico, y a pesar de Minerva y sus intentos de que ambos llegasen a un acuerdo menos crudo, Guillermo acepto a las bravas, en cuanto Julia pudiera volver a trabajar, ambos lo harían como empleados de sus propias empresas.

Ellos en infantiles y orgullosos acuerdos, y en la cocina Araceli haciendo buenas migas con Elisa, ante la diversión de Adela.

- Podríamos encargar algo sencillo y no molestarnos en cocinar- sugirió Adela. Conociendo a Araceli de ella esperaba una cena de auténticos campeones, que mañana le haría pasar mas de dos horas en el gimnasio.

- Pero si un picar, lo hacemos tu yo, aquí en nada. Lo que no se, es que prepararle a mi Julia, ella es mas de cenar fuerte- apañada como pocas, Araceli abría y cerraba armarios, pensando en que preparar.

- La señora Arango dispone de dos cajas de winkies y suficiente leche- hablaba Elisa, haciendo que ambas mujeres mirasen para arriba, como era su costumbre- Aquí señoras- les indico su presencia en la pantalla digital de la cocina.

- Jajaja- rió Adela, no creyéndose estar interactuando con la maquina que era Elisa.

- Ay...- se volcaba en la pantalla Araceli, queriendo ver la imagen de Elisa- No se te ve- se quejo, apoyando los codos en la encimera, esperando que Elisa la premiara con su imagen.

- Carezco de imagen, querida Araceli- informo Elisa en tono tristón.

- Ay dios…como me estas gustando, que educada y que de todo- se derritió Araceli con el ordenador.

- Dudo que esperase menos, soy una creación de la señora Arango- prosiguió Elisa, ganándose a Araceli de por vida.

- Ahora cuando la vea, le digo a mi hija que te haga una, vamos ya por favor, no puedes ir por ahí sin imagen.

La increíble conversación entre Araceli y Elisa, le supuso unas buenas risas a Adela. Comentarlo después en la cena que compartieron los cinco, supuso más risas. Y así en un ambiente familiar cargado de buen humor, llego la hora de irse a dormir. Araceli se quedo en casa de las chicas, mientras el matrimonio De Urrutias se marchó a la propia.

Ya en la cama, Minerva aprovechaba para continuar observando a Julia, sin duda, por tal y como ahora se mostraba, Araceli había hecho el mejor de los trabajos con ella.

- Tus padres podían haberse quedado, ya era muy tarde- dijo Julia, sin ser consciente del examen al que estaba siendo sometida por parte de Minerva. Acostumbrada a los guantes se desvistió y vistió con una camiseta y pantalones, dispuesta a tumbarse tras otro largo día atada a unos guantes.

- Tienen otro hijo, va siendo hora que se acuerden de él- protesto Minerva. También ella estaba cansada del obligado encierro y de las continuas y larguisimas visitas.

- Nicolás estará encantado, haciendo y deshaciendo a su aire- no lo dudaba Julia. El joven Nicolás, estaría desfrutando de la falta del control habitual al que Adela lo sometía. Con el pijama puesto, se introdujo en la cama, directa a su almohada preferida, el pecho de Minerva- Uhm- gimió de gusto. Por fin entre sus brazos y por fin solas.

- Si- la entendió Minerva- Se hace largo a veces- murmuro encerrándola entre sus brazos. Tocaba sentirse y suspirar a dúo. Pero Minerva continuaba teniendo una espinita clavada. Se moría por saber que había hablado Julia con su madre, para que su humor mejorase como lo había hecho. En silencio, la noto acomodarse sobre ella sin demostrar mucho sueño. Podía aprovechar que estaba mimosa e indagar un poco- Tardasteis con tu madre mucho, ¿no?

- Un poco- contesto Julia sin encontrar la postura adecuada. En muchos momentos a lo largo del día odiaba los guantes, justo en estos, en los que podía disfrutar de Min en soledad, que la privasen del tacto de su piel sentido por sus manos, le hacían odiarlos a morir- Me dio por llorar- cabreada con los guantes, ni se dio cuenta de lo que había dicho.

- ¿Mucho?- preguntó queriendo que Julia continuase molesta con lo que fuese y así hablase sin medirse.

- Que no tienes la culpa de que te quiera tanto, eso me dijo- prosiguió hablando, tratando de recordar los consejos médicos, nada de retirárselos por muy incómodos que fuesen. Pero joder, estaba tocando el culo desnudo de Minerva, sin sentirlo, debería ser causa de excepción.

- Jaja- reprimió cuanto pudo la risa Minerva. La vocecita de Julia, tanto dicho en tan poca frase, que el estremecimiento que sufrió fue nada comparado al golpe directo de amor que sufrió su corazón.

- ¿Quién la tiene sino?- continuó a lo suyo Julia, si los guantes no la dejaban disfrutar de su culo, a ver quien le privaba de que con la boca lo hiciese de su pecho.

- Pues no se…¿pero como es eso de que me quieres tanto?- se mordió los labios al sentir como las caricias de Julia se detenía, demasiado directa para Julia pero Oh, Julia dejo su pecho para subir y que sus miradas se enredasen. Tímida como muy escasas veces podía verla, Minerva estuvo a punto de correrse sin necesidad de más.

- Sabes que si- se hundió en ella Julia, buscando un escondite urgente en el cuerpo que la sostenía.

- No, no lo se- intento sacudírsela de encima y correrse intensamente cuando Julia cara a cara, le dijese cuanto.

- Pues ahora si- rebatió Julia mordiéndole el cuello. La mejor forma de terminar con sus problemas actuales, la timidez y la abstinencia de piel Minerva.

- Jajaja, bruta.
 
 
 
 



4 comentarios:

  1. massssssssssssssssssssssssssssssssssss por favor gemito
    brigoninha

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  2. Y cuando trabaje de empleada ¿lo va a pasar tan mal como el jefe del programa?......¡que arte tienes!

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  3. ....DESBLOQUEO FUERA..TERNURA HASTA POR PARTE DE ESA ELISA..TAN TAN TAN...ESO¡¡ SI TAN ESPECIAL...HECHOS QUE DESTILAN MAGIA POR CADA UNA DE LAS PAREDES DE ESA CASA..ARMONIA..Y..Y...BUSCANDO MANERAS DE PODER POSEERLA SIN TOCAR SU PIEL..SIN QUE SUS MANOS MANEJEN ESA ENTREGA...Y FORMAS..MUHCAS FORMAS DE CONSEGUIRLO...PARA PODER LLENARLA Y QUE ENTRE ESOS DEDOS QUE NO PODRAN TOCARLA PODER 'VACIARSE''...MANERAS DE HACERLA SUYA..Y EN CADA GEMIDO...HACERLA SENTIR...QUE HAY MIL MANERAS PARA QUE SUS CUERPOS SE PUEDAN FUNDIR¡¡ ARDER¡¡ SIN QUE NADA ¡¡ NADA LO PUEDA IMPEDIR¡¡..

    GRACIAS.......POR ¡¡TANTO¡¡¡

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  4. massssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss

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