miércoles, 12 de marzo de 2014

MI cincuenta cláusulas 92


Viéndolas marchar, el grupo de amigos tuvo nuevo motivos para reír. Ni Minerva ni Julia, sabían del plan orquestado por Adela, madre de Minerva, para que las novias durmieran separadas la última noche de su soltería. El plan no era otro, que impedírselo a como diera lugar. Hugo espió el beso de la pareja caminando hacia las grandes escaleras del Palacio de la Magdalena, viéndolas encaminarse hacia allí y regresó con el grupo informándolos.

- Podemos terminarnos la copa tranquilamente. En la planta de arriba esta Adela- les dijo provocando nuevas risas, aunque en esta ocasión Marga y Manu se miraron en complicidad.

- Podríamos dejarlas- murmuro Marga a Manu- me dan cosita.

- Jajaja tú lo que quieres es que cuando sea tu día, no hagamos igual.

- Ni te creas- intercedió Fátima- bien que se ocupó en mi noche Min de que Caye y yo no durmiésemos juntos. Ahora le toca sufrir a ella.

Sin ninguna gana de finalizar la noche, los chicos continuaron departiendo en tanto la pareja protagonista subía la escalera y en el último escalón, Minerva no detenía las inmensas ganas de probar su regalo. Julia Arango envuelta en lacito rosa. La antiquísima barandilla sirvió de apoyo para Julia y el ímpetu de Minerva.

- Me encanta mi regalo- dijo Minerva sobre los labios de la magnate. Los ojos de ambas se buscaron iniciando su ronda más caliente y en nada que iniciaron un beso tentador, las manos de la magnate volaron al culo de la fotógrafa haciéndola sonreír sobre su boca. El deseo tan natural como arrasador entre ellas surgió, haciéndolas olvidar de todo en general, y de Adela acercándose con los ojos bien abiertos a ellas, en particular.

A ojos de ésta, ambas se estaban comiendo sin ninguna mesura en la escalera y su plan de que no durmiesen juntas se reforzó al verlas en tan ardiente enredo.

- Minerva- nombró a su hija no queriendo mirar más y el sobresalto que causó en ambas, por pocas hacen caer a la magnate por las escaleras.

- Mama Joder- exclamó Minerva agarrando a Julia al borde del precipicio en forma de escalera.

- Minerva- regaño a su hija al borde de taconear- que hables bien.

Hablar bien o no, era lo de menos. A Julia la pillada de Adela y la casi precipitación le hicieron sonrojarse como no recordaba y sus gestos, movimientos y hasta sus palabras, se volvieron titubeantes.

- Disculpa Adela yo...yo, bueno íbamos a...claro eh..

- Jajaja- estalló en carcajadas Minerva volviendo a besarla con ímpetu. Julia sería siempre el mejor de los caramelos cuando la vulnerabilidad se apoderaba de ella, fuese como fuese.

- Discúlpame Adela- terminó por decir regañando a Min con la mirada y trató de soltarse del abrazo de Minerva, pero ésta continuaba riéndose.

- Risitas, a tu habitación. Debéis descansar algo y mira que horas son- pidió Adela a punto del escándalo. Su hija no se medía en las demostraciones cariñosas hacia Julia y tiro de ella, dispuesta a llevarla de la mano a su habitación. Pero Julia contrarresto agarrando de la cintura a Minerva- Julia- provocando que también a ella, le regañase.

- Mamá- abogó Minerva. Tampoco a ella le hacía ninguna gracia tener que dormir separadas y sabía de sobra que Julia no entendería de tradiciones a guardar- A ver- pidió queriendo ganar tiempo- deja que nos despidamos hasta mañana y

- ¿Hasta mañana?- preguntó Julia sin poder retener un pequeño gallito. La magnate no podía creer que Minerva aceptase el ridículo plan. Llevaban durmiendo juntas desde que regresaran, ni se pensaba dormir justo esa noche separadas.

- Jajaja- volvió a reír Minerva antes de besar a una Julia descompensada.

- Nada, que tiene una noche tonta la niña- provocando la queja airada de Adela y que Julia volviese a tomarla en un intento de impedir la separación.

- Eh- gritó Araceli uniéndose al trío- soltando manos y que corra el aire.

- Mama- la detuvo Julia a manos alzadas. La broma ya estaba bien, habían reído y Minerva se veía encantadoramente feliz. Pero era hora de detener todo intento de separarlas- Daros las felices noches que nos vamos a dormir- se irguió en su pose más segura y Min se apoyo en su hombro. Julia no sabía lo cabezota que podía ser su madre. La que no se inmutó fue Araceli.

- Jajaja, anda Minerva ven conmigo- respondió Araceli agarrando de la mano a Minerva ante la mirada impávida de Adela que iba recorriendolas a todas.

Otra vez tirada por dos, a un lado Araceli, al otro Julia y en medio ella y su madre. La situación daba para volver a reír aunque Julia no lo entendiese.

- Minerva- se quejó Julia pero no había caso. Min la guiño soltándose de ella.

- ¿Los móviles?- pidió Adela a ambas y Julia rodó los ojos desesperándose.

- Ah no, no puedo quedarme incomunicada.

De nada sirvieron las quejas, las "Mamás" se salieron con la suya y un casto beso las despidió, en teoría hasta el día siguiente. Pero la magnate no se dio por vencida y en cuanto el camino estuvo libre, se coló en la planta donde Minerva dormiría. Sin esperar, que Guillermo saliese en esos momentos de una de las salas sin darle tiempo a esconderse.

- Que bueno que te encuentro, Julia. Estamos departiendo aquí- señaló la sala de donde había salido- ven a tomarte un Bourbon.

El Joder impulsivo rebotó en la mente de Julia sin que llegase a brotar de su boca y Guillermo disfruto observando la indignación callada de Julia. A la vanidosa magnate le robaban su juguete preferido y nada podía hacer. Aunque, Guillermo no contaba con su hija tras de él, gesticulando en silencio a la magnate, quien de pronto sonreía sobrada.

- La victoria no se consagra hasta que hundes el mástil de tu bandera en territorio enemigo- le dijo Julia a Guillermo tras entender las señales de Minerva y éste negó con la cabeza.

- Puedes perder las pocas horas de sueño intentándolo, pero la victoria no está a tu alcance- contestó Guillermo palmeando el vientre de la magnate- No siempre se gana, Julia Arango.

Las palabritas de su inminente suegro no hicieron más que provocar sus ganas. Entendido el mensaje visual de Minerva, quien ya regresaba a su habitación pensándola vacía, la magnate se despidió de su suegro con un rallante- Claro, claro- que dejó a Guillermo con las mismas ganas que ella, por impedir que durmiesen juntas.

Así las cosas, la magnate trató de esquivar al grupo de amigos en la planta baja y salió directa al jardín. Bastaba trepar por las enredaderas y alcanzar el balcón de Minerva. Y a la tarea que se puso, sin saber que Minerva entraba en su habitación y al ver a sus amigas cómodamente instaladas en su cama, le dio por reír sin poder parar y así la encontró Julia cuando consiguió alcanzar el balcón y con el la habitación. La cara de la magnate al encontrarla retorciéndose de la risa y las tres amigas en la cama, fue tal poema que a las risas de Minerva se le sumaron las del grupo de amigas, haciendo que Julia se diese la vuelta dispuesta a marcharse.

- Jajaja...cariño no te vayas- tuvo que espabilar Minerva y salir por ella, a esas alturas la magnate también reía. Definitivamente, no había nada que hacer.

- Eh...quedaros donde os veamos- les advirtió Fátima y ya podía estar tranquila, Julia se daba por vencida.

- Jajaja no puedo parar de reír- se abrazo a ella Minerva, con los ojos brillando inmensamente. Era todo tan sumamente perfecto, que las risas no eran más que una forma de expresar lo feliz que se sentía. Julia la recibió entre sus brazos empapándose de ella- Pero escuchame. No me creo que éstas tres se queden de guardia toda la noche estando cerca Caye, Hugo y John. Sólo tenemos que- su explicación fue callada de la mejor forma. Julia la beso haciéndolas girar en un beso cargado de todo y de tanto. Tan profundamente intenso, que Minerva quedó en el balcón parada un buen tiempo, el que Julia necesito para bajar y disponerse a ir a su habitación a dormir las escasas horas que le quedaban a la noche.

Obvio, cuando reaccionó Minerva suspiró más allá de la felicidad al tiempo que Julia cogía en peso a su madre, al hallarla en su habitación.

- Que te coloco cariño, que ha costado pero te coloco por fin.

- Jajaja

Y en poco más, todos a dormir. Las llamadas despertandolos no tardarían en llegar y la mañana se apuraría entre masajes y nuevos intentos por encontrarse antes del enlace.
 
 
 



3 comentarios:

  1. amooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooootanto e tudo
    brigoninha - karla

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  2. .....Hasta las grandes Diosas ....ante el AMOR se convierten en ''niñas grandes'''....'''ESA FUERZA WUE ARRASA...QUE NOS VUELVE LOCOS...QUE NOS ARRASTRA¡¡¡...
    DIVINA....A QUE GUSTA HASTA TIERNA?? JIJIJIJI
    GRACIAS.......ESCRITORA.....POR TANTO¡¡¡¡

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  3. ay ay ayyyyyyyyyyyy MUERO, y no se ni que decirte MUEROOOOO

    gracias ARTISSTAZA

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