Marcada/Los GarWi y su 1ª Comunión 16

Fue llamar la Mami sargento y el buen humor innato en los GarWi regresó de golpe. Ahora si, comenzaron a disfrutar de su día, amparados en la esperanza de que Mami llegaría tarde o temprano.

Pedro se vistio con una traje de corte italiano, todo un galán el día de su comunión. Paula fue la princesa de los tres, su vestido bien podría ser utilizado en una boda pomposa y Patricia, Patricia se vistió con el glorioso uniforme de gala de la guardia civil. Flipada como ella es y recordando a su Mami, dejó ponerse las medallas por su abuelo, mientras bajito cantaba el himno. La jueza mirándola no sabía si reír o llorar y Rosario, la abuela más snoop de la niña, abría los ojos como faroles al ver a su nieta ponerse el tricornio al ritmo de:

- Por ti, cultivan la tierra, la patria goza de calma- emocionada en lo más profundo la niña se veía delante el rey jurando bandera- por tu conducta en la guerra, brilla airoso tu pendón.

- Instituto, gloria a ti- se le unía su abuelo Pepe y a los dos se le aguaban los ojillos- por tu honor quiero vivir, Viva España, Viva el Rey

- Viva el orden y la ley,  Viva honra....da, la guardia civil.

Los aplausos le hicieron abrazarse ambos ante su Viva genérico y el estupor de doña Rosario.

- Macarena- dado que no estaba Esther para regañarla bien le valía su propia hija. Pero ésta babeaba ante la imagen de abuelo y nieta, pensando en la que faltaba para completar el trío de guardias civiles y Doña Rosario entonces, prefirió ir a por Pedro con toda la intención de esconderle la coleta. Obvio, Pedro se negó y los GarWi se ofendieron por los intentos de su abuela Wilson por "normalizarlos". Fue Paula, las más dulce, la que saltó pidiendo respeto.

- Somos los GarWi Yaya, creemos en la libertad, basada en el respeto hacia los demás, así estamos educados.

- Hermana- aplaudió Patricia totalmente emocionada- Que te quiero, mare mía- exclamó mordiéndose los labios, que ella es así como demuestra cuanto quiere.

La pobre Rosario se dio por vencida, dejando paso al fotógrafo oficial. Tocaban las fotos en familia, antes de salir para hacer el camino a pie hasta la Iglesia, como esta mandado.

Los GarWi hacían la Comunión, y el Patio del Cuartel se vistió de Gala para verlos salir. Los tres escoltados por la guapísima de su Mama, ataviada con un recto vestido, de tirantes cruzados, corto y chaqueta por aquello de no lucir escotazo en la Iglesia. Los petardos, acompañaron el paso de todos y cada vez, que una sirena de policía se escuchaba, los cuatro detenían sus pasos, esperando que fuese la Sargento.

Pero la Sargento no llegaba, imposible hacerlo si minutos antes, alzaba la mano de cara a sus guardias e indicaba con sus dedos la cuenta atrás. Tres, dos uno y al grito de Guardia Civil alto, entraban en tres viviendas a la vez.

No fue hasta que los GarWi tomaban asiento en la Iglesia, ante el babeo de familiares y amigos, que la Sargento por fin, pudo subirse con el Teniente en su coche y sirena puesta, voló hacia la Iglesia.

Pobre pueblo que vio volar el coche por sus calles amparado en los prioritarios policiales, pobre Teniente Vilches que tuvo que desajustarse el nudo de la corbata acojonaito vivo y pobre arbolillo de la plaza donde acabó frenando la Sargento.

- Cagó en los árboles que no te dicen quieta que estoy aquí sembrado- se quejó en su idioma único y estelar, bajándose a toda leche del siniestrado coche.

- Esther, joder ya- maldijo el Teniente, otro coche al que pegarle el para choques con velcro, que la cosa en España está muy mal y pobre Arzobispo que vio sus palabras interrumpidas por una pequeña mujer que entraba a la Iglesia al grito de- Canijos- tropezaba con el falso de la puerta santa y comía mármol con su sonrisilla más feliz.

- Mamiiiii- exclamaron los GarWi olvidando protocolos. Los tres se incorporaron de sus asientos en el altar.

- Jem jem jem....llegue canijos, llegue- les contesto su Mami aún tirada sobre la sagrada tumba de algún curilla.

¿Que que hacia la jueza? La jueza reía sin poder contenerse. Esa era su mujer, la que entraba en una iglesia cayéndose de boca, sin importarle arzobispos, ni ceremonias.

- Mae mía- desde el suelo la sargentillo divisaba a su mujer y babeaba la pobre tumba- Estas guapísima de barbie comunión. Para reyes te pido.

- Canija- otro que no retenía sus emociones fue Pepe, quien al ver la entrada triunfal de su hija salía al pasillo en su busca.

- Papá- contestaba la sargentillo dejando de comer mármol y entonces caía en la cuenta que estaba en la Iglesia y corriendo a por su padre se santiguaba como si así, exculpara su falta de protocolo.

Y estos dos, padre e hija, pueden crecer e ir haciéndose mayores, pero su saludo siempre sera el mismo. La Sargento salto sobre su padre y este la recibió apretando riñones.

- Canija

- Papa

Se babearon ambos ante el estupor del Arzobispo y la emoción de los GarWi.

- Snif...Mami

Moqueando los GarWi pasaron de las manos que intentaban detenerlos y haciendo llorar a su Mama la jueza, de pura emoción, se lanzaron a por su Mami y abuelo.

- Cuando ustedes quieran continuamos con la ceremonia.