lunes, 3 de marzo de 2014

Mi cincuenta cláusulas 89


De regreso a Madrid, por mucho que Julia intentó convencer al nuevo trío formado por Hugo, Araceli y Minerva, de que ella no necesitaba perder el tiempo buscando un vestido para su enlace, no lo consiguió. A Hugo, la pasión desbordante por Marga lo tenía subido a una nube rosa que espolvoreaba pétalos; a Araceli y su enamoramiento de Minerva, todo le parecía poco incluido encargar el vestido por mail al mismísimo Valentino; y Minerva, Minerva se lo dejo bien clarito una mañana de visita en su despacho.


- Entiendo como de apretada tienes siempre tu agenda. Pero igual que te la saltas para venir a buscarme a cualquier hora del día, lo haces para esto. Porque cariño, espero que nos casemos  solo una vez en la vida- le había dicho a bocajarro nada más entrar al lujoso despacho de Julia y fue tan a bocajarro, que a Julia no le dio tiempo a desconectar su gran pantalla interactiva y brokers de todo el mundo, escucharon sus quejas. La cara de sonrojo de Minerva cuando Julia le señaló la docena de cabezas disimulando como podían, superó el rojo chillón y a Minerva no le quedo de otra que huir al aseo privado de la magnate. Pero no había ido al despacho de Julia a esconderse y en apenas unos minutos, volvió a salir con cierto temor.

- Si vas a regañarme de nuevo, dejame que active la web. De seguro quieren ver como me pones firme- le dijo Julia al verla sacar solo medio cuerpo del aseo. A pesar de la seriedad en su voz, Minerva supo que Julia bromeaba y lo cierto, es que imaginarse las murmuraciones de esos brokers sobre ellas, le dieron un punto excitante a su visita.

- Seguro pagarían por ver a Julia Arango mordiendo arena por una ingenua y dulce niñita de papa- le dijo saliendo mas segura del baño. Bastaba dejarse llevar por la mirada gris de Julia, cómodamente apoyada en su escritorio y como no, de su princesa interior. La que en esa gris mirada, adivinaba el mismo punto juguetón.

- Oh...cantidades insultantes de dolares- prosiguió Julia perdiendo la mirada por el lento y atrayente caminar de Minerva hacia ella- estoy segura de ello. Un broker no es mas que un mercenario de la pasta.

- Y tu pasta tienes mucha- continuo el juego Minerva, guiada por su princesa interior. Esa que entendió el hilo de pasión que cruzo la mirada de Julia- Din don...no suenan las campanas- prosiguió señalando el numerador vanidoso de Julia, aquel que indicaba la suma de dolares por minuto. A un metro de ella, dejo de necesitar a su princesa interior, los ojos de Julia ya gritaban deseo.

- Siempre se puede tener mas- respondió Julia mojándose los labios. Bastaba alargar su brazo para tomarla, besarla, tumbarla en el escritorio y follársela hasta que sonasen las campanas de sus inversiones. Pero así, no gozaría del placer que le suponía desearla. El placer de contemplar a solo centímetros, como la dulzura natural de Minerva se transformaba en deliciosos segundos, convirtiéndose en su amada Lolita. Como su sonrojo se transformaba con ella de niña a mujer, en definitiva el ferviente placer de verla caminando hacia ella, como la niña que deja paso a la pasional mujer. Sin moverse un ápice espero su llegada excitándose y los vanidosos "din, don" anunciándole nuevas sumas de dinero en sus arcas, no hicieron mas que aumentar su deseo. Deseo que no pasaba desapercibido para Minerva, quien colándose entre sus largas piernas, miraba el numerador, sin necesidad de entenderlo.

- Din, don- imito el sonido mordiéndose los labios y los dedos de Julia volaron a acariciarlos- Te excita todo esto- susurro mojando con la punta de la lengua los prodigiosos dedos de Julia. Y la tensión circuló de una a otra como una ráfaga de viento. Pero ninguna cedió al impulso de abalanzarse sobre la otra.

- Me excitas tu- contesto Julia en apenas un hilo de voz- Muerdetelos- pidió sin dejar de acariciar los deseados labios de Minerva y entrecerró los ojos recreándose en el gesto que al momento Min le regalaba- Me fascina- continuo perdida en el deseo que un toque de su pierna, Minerva callo encerrada entre sus dos piernas.

- No- sonrió Minerva mordiendo la yema de su dedo indice. Aventuraba las intenciones de la magnate. Nublarla en deseo hasta terminar encima del escritorio y a pesar, de lo altamente apetecible que era el plan, prefirió modificarlo. Julia podría haberse follado a muchas mientras sus campanas sonaban satisfaciendo su lado mas vanidoso, pero sería ella, la niñita de papa, la que se follaría a Julia, bajo el prepotente sonido. Por eso a pesar del encierro y de la mirada sobrada de Julia, fue ella quien mordió la boca de la magnate. Iniciando la mejor defensa posible, el ataque- ¿Sabes que voy hacer?- pregunto iniciando un sugestivo juego sin soltarla. Atrás los números variando, delante y entre sus labios, el labio roto de Julia. El que mojaba y mordía con extrema lentitud.

- No- respondió Julia atrapándola por el culo. En ese justo instante, haría o se dejaría hacer por Minerva, cualquier cosa.

- Follarte- susurro ésta acercando sus bocas- mientras suenan tus campanas, din don- termino por decir y no hubo mas cuidados ni mas recrearse. Los labios de ambas impactaron al momento y sus lenguas antepusieron el placer de retarse para después dejarse vencer. Imposible contar cuantas veces sonaron las campanas, mientras Minerva le rompía la camisa buscando atrapar su pecho y apretarlo hasta doler. Como quiso, se follo a la magnate entre campanas y números vanidosos y como quiso termino abrazándose a ella, totalmente sudorosas- Jajaja, si...te pone muchísimo ganar dinero.

- Mucho...mucho dinero jajaja

Disfrutaron del excitante encuentro y al sexual le prosiguió uno mas larguito y mimoso, a fin de cuentas, Minerva había acudido a ese despacho, buscando algo, que aun no había conseguido.

- Esta tarde iras con tu madre, elegiréis un vestido o un traje y- hizo una pausa Minerva en ese punto- ¿Será vestido o traje?- le pregunto realmente curiosa.

- Oh...debe ser un secreto.

- Vamos cariño, eso puedes decírmelo.

Y no, Minerva no consiguió saber que sería y si, esa tarde Julia Arango salia de compras acompañada por su madre y escoltada por Hugo Davo.
 
 
 
 

9 comentarios:

  1. Eres la puta ama, punto y pelota.

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  2. MAS GEMITOOOOOOOOOOO OU MORRO KKKKKKKKKKK MARAVILHOSO COMO SEMPRE OBRIGADA AUTORA MARAVILHOSA

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    1. Karla, mis gracias hacia ti son infinitas, eres el empujoncito que ayuda. Un beso (sonado). Ah, soy Gemo

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  3. A HONRA É MINHA GEMITO, POR DEDICAR ATENÇÃO BJ SONADO,VOADO E DOIDO KKKKKK

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  4. El frío que tenia hace un momento y el sofoco que me acaba de entrar. Eres única gemo.

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  5. .....LO ERES SII...¡¡¡ ÚNICA¡¡¡...Y NO NECESITAS ''NADA'' PARA DEMOSTRARLO...YA ES SOBRADO¡¡..
    FUEGO¡¡¡ ESTA HISTORIA ARDE CONSTANTEMENTE...
    GRACIAS...........

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  6. Puesta otra vez al dia casi ni tengo que añadir nada solo subrayar todo lo que se a dicho....Grande tu..maravillosa..unica...andas sobrada...
    sobrada de calidad y de talento añado yo....

    Tu mente es fuera de serie niña...gracias por compartir tu talento con nosotras...

    Y por ultimo dire del trocito...aparte de que me encanta..
    ¡¡¡ Que '' calò '' que me entro niñaaaa ¡¡¡...

    Divina-Wilson...

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  7. POR FAVORRRRRRRRRRRRRRR, si no te digo nada, te haces a una idea de lo grannnndioso e indescriptible que es ésta historia, porque me dejas MUDA

    gracias ARTISSSTAZAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

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