lunes, 31 de marzo de 2014

Mi cincuenta cláusulas 99


La mañana que el avión las llevaría a Nueva Zelanda, la magnate contrariada, miraba las prendas dejadas por Min en la cama para que se pusiera. Unos treking, un niki y botas por igual de treking. Sin entender porque Minerva quería se vistiese así, regresó al baño del que había salido hacia apenas unos instantes. El culo de Min de espaldas en la ducha la recibió y no pudo evitar sonreír, era una lástima que el avión ya estuviese esperándolas. No había tiempo por tanto de volver a la ducha junto a Min, pero nadie le impedía apoyarse en el lavabo y contemplar su cuerpo, mientras se interesaba por las prendas elegidas por la dueña del apetitoso cuerpo.


- Muy bonita la equipación de treking que hay sobre la cama- habló sin pretender sorprenderla y al momento, los cachetes de Minerva se movían al ritmo de sus risas.

- Jajaja, si. Bonito y práctico- la secundo Minerva girándose lo justo para ver a la magnate. Los ojos de ésta, fijos en su culo la hicieron cubrirse el pecho con los brazos. Esa mirada era para perder aviones, pero justo éste no quería perderlo por nada del mundo.

- Oh...muy práctico en Madrid. Seguro.

Difícil engañar a Julia. Minerva aguantó como pudo el interrogatorio de la magnate y no fue breve, duró intermitente hasta que su personal de avión, les avisó de que tomaban tierra en unos minutos. A esas alturas, la magnate sabía de sobra que no habían volado a España e imaginaba, que era alguna sorpresa de Minerva. Dormida apoyada en su hombro, a la magnate le bastó comprobar el cuadro de navegación en la pantalla de su butaca, para saber donde aterrizarían.

- Minerva- susurró tratando de despertarla, y le pudieron las ganas de jugar con ella- Llegamos a casa, estamos en Madrid- mintió y Minerva tardó un segundo en dejar su acomodado apoyo.

- ¿Que? ¿Madrid?- preguntó corriendo a mirar por la ventanilla. No era posible que se hubiesen equivocado. Tenían que ir a Nueva Zelanda no a Madrid y no le hizo falta mirar mucho, el cristal reflejaba la cara sonriente de la magnate- Oh por favor, no me acostumbro a Julia la chistosa- fingió molestia y de poco le sirvió, la magnate tomó sus caderas haciéndola sentar en sus piernas.

- Fue simpático- le dijo buscando el beso que se le negaba.

- Sabes donde estamos, no es simpático...se trataba de una sorpresa- puesta a no poder escapar de sus brazos, se acomodó sobre ella.

- Oh...-la magnate entendió su desilusión y corrió a reconfortarla- es sorprendente verme vestida como una montañera, es sorprendente dejarme guiar y es sorprendente como me gusta verte planear cosas a escondidas para mi. Si sumas los sorprendentes, el resultado debe ser una gran sorpresa.

- Palabrería nunca te ha faltado- salió de su acomode Minerva y la sonrisita sobrada de Julia provocó que le diera un suave muerdo.

- Y aún no se, que hacemos en Nueva Zelanda- continuó queriendo otro premio. Castigo que recibió, al tiempo que la piloto solicitaba se abrochasen los cinturones de seguridad.

Ahora llegaba el momento de ponerse nerviosa para Minerva. La sorpresa era para Julia, la aventura que llegaría con ella, para las dos. Ninguna de ellas era amante del deporte, más allá del saludable, mucho menos lo eran del deportes de riesgo, tampoco ninguna de ellas había viajado conociendo lugares en otros países en coche y esa parte de la luna de miel, incluía mucho de ambas cosas. Inquieta y esperando que les abrieran las puertas del avión para bajar, agarró la mano de la magnate como si fuesen a iniciar una bajada trepidante y la magnate, la miro interrogante, para después besar su frente.

- Hay quien dice que cuando los besos dejan de ser con lengua es que se ha terminado el amor- habló nerviosa. De repente su estupendo plan de luna de miel le daba cierto reparo. Estarían solas recorriendo la costa en una clásica furgoneta hippie.

- ¿Tenía que haberte besado la frente con lengua?- bromeó Julia y Min se abrazó a ella cuando las puertas fueron abiertas.

- Dios...lo mismo es una locura, es Nueva Zelanda, no la costa del Mediterráneo, y tu ni siquiera sabes donde vamos, donde dormiremos o

- Hey...- la detuvo Julia haciendo que la mirase- ¿Quisiste regalarme estar aquí?- le preguntó posando su gris mirada en la de Minerva, bañándola en calma.

- Si...quería compartir una aventura contigo. Quería que tuviésemos algo distinto.

- Bien...vivamósla, sin más- tiro de Minerva ilusionada, para bajar las escalerillas del avión, a cada escalón, más exaltada. Una aventura con ella, a solas. Para Julia fue el mejor de los regalos, al que había que sumar, la coqueta Volkswagen esperándolas a pie de avión- Conduciré yo- se lanzó a por la furgoneta y Minerva quedó parada en el último escalón del avión mirándola correr y subirse. La sonrisa con la que la magnate le devolvía la mirada bajando la ventanilla, debía fotografiarla y olvidándose de los reparos, sacó su cámara dispuesta a inmortalizarla- ¿Digo whisky?

- Jajaja, no...tirame un beso y dí, bienvenidas a Nueva Zelanda.

Inmortalizada Julia y su enorme sonrisa, faltaba ella subida junto a Julia. Una foto más de las muchas que estaba segura tomaría en ese viaje.

Mucho más relajada, dejó que Julia observará minuciosa el interior de la furgoneta, mientras ella se aseguraba que planos, gps y su especial "truco" estuviesen listos. Inmersa en esas lides y con los planos entre sus piernas, no sintió sobre si la mirada puramente entregada de la magnate sobre ella, hasta que fue a insertar un pen drive en el navegador de la furgoneta y las miradas de ambas tropezaron. Julia carraspeo retirando la vista y Min sonrió por la pillada.

- Señora Arango, puede disimular cuanto quiera, pero se que está rendida a mi- le dijo insertando el pen en la centralita.

- Tendré que continuar besándola con lengua- rodó los ojos Julia chistosa.

- Jajaja si, de hecho estas tardando en hacerlo- casi, ni tiempo le dio a Minerva de pedirlo, la magnate ya tomaba sus labios, al tiempo que la centralita reconocía el programa alojado en el pen.

- Buenas noches, bienvenidas a Nueva Zelanda, la temperatura en el interior del vehículo es de...-la voz del ordenador de casa, les daba la bienvenida y Julia abrió los ojos realmente sorprendida.

- Jajaja- río contra sus labios Minerva, reteniendo su cara con las manos- Quiero aventura, pero sin pasarse...no tengo idea de leer mapas.

A sólo doscientos kilómetros de su primer destino, ambas emprendieron camino con la misma ilusión. Disfrutar de la aventura que suponía descubrir la tierra de la gran nube blanca.

- Me siento Dora Explotadora- fue lo dicho por Julia cuando Minerva la coronó con una cool gorrilla de montañera. Daba igual como Julia vistiese, cualquier prenda en su cuerpo tomaba tintes propios de elegancia- Oh...mejor Willy Fog, me encantaban los viajes de Willy.

- Jajaja, muy propio de ti... Uhm- pauso a conciencia Minerva, queriendo ganar toda su atención- estarías muy sexy con chistera y bastón.

- Mañana los compro- corrió a decir la magnate. Como toda pareja en su luna de miel, cualquier chispa desataba el deseo y ellas no eran una excepción. Julia apenas había tenido tiempo de ver la parte trasera de la furgoneta, pero si lo más necesario. Necesitando un contacto más próximo que sus manos entrelazadas, disminuyó la marcha- Llevamos cama a bordo- elevó ambas cejas provocando más carcajadas de Minerva- Habrá que probar la suspensión, señorita Romy.

- Jaja, ¿quien es Romy?- preguntó totalmente perdida Minerva, aunque encantada con la Julia más relajada que había conocido.

- Romy es- detuvo su explicación Julia, sujetando el volante. Un golpe le hacía tomarlo redirigiendolo y pasado el momento, ambas se miraron interrogantes.

- ¿Que pasó? ¿Pisamos algo?- preguntó Minerva tratando de mirar por el espejo retrovisor, pero la noche y la escasez de tráfico nada dejaba ver. Cuando regresó la vista a Julia está miraba el cuadro de la centralita de la furgoneta.

- Fallo en la rueda posterior izquierda, aminore velocidad, conecte las luces de emergencia y sitúese en el arcén- la voz de Elisa volvía a hacerlas mirarse.

- Hemos pinchado- tradujo Julia y a Minerva estuvo a punto de desencajarsele la mandíbula. Era tarde, aún quedaban kilómetros para llegar al complejo y era de noche, muy de noche.

- Pero...pe...¿y ahora que hacemos?- desconcertada y sin tener la menor idea de como cambiar una rueda, continuó mirando a Julia esperando que ésta en verdad tuviera chistera y que por ella, surgiera una gran idea.

- Cambiarla- contestó Julia deteniendo la furgoneta.

- ¿Sabes hacerlo?- preguntó sin poder creérselo. Julia necesitaba a sus chicas "fotocopias" casi para todo y si bien, con Araceli había cultivado el campo y arrastrado árboles, distinto era saber de mecánica.

- Ni idea...- se encogió de hombros Julia echando el freno de mano. Nuevamente ambas se miraron; cambiar una rueda de una furgoneta en una carretera de Nueva Zelanda, completamente solas, era para reír como terminaron haciendo- Jajaja, yo pongo la fuerza, tu pones la maña.

Como un equipo de una escudería de la fórmula uno, igual se prepararon pero no tuvieron la misma precisión. Ellas necesitaron más que un minuto para cambiar la rueda y cuando lograron cambiarla, las dos estaban sentadas en el suelo, manchadas de grasa pero con una sonrisa feliz en la cara.

- Hacemos buen equipo- dijo Julia rugiendo de hambre y necesitando una ducha. De los daños en su manicura ni quiso saber.

- Somos mejor equipo en la cama- rebatió Minerva sufriendo el cansancio de su primera aventura. Cansada y con hambre, se apoyó en el hombro de la magnate. Prácticamente, podría dormirse así.

- Hilando contigo, ¿sabes que llevamos cama?
 
 
 

3 comentarios:

  1. Haz un plano de su recorrido!!! es el viaje de mis sueños aunque no sea en luna de miel

    ResponderEliminar
  2. PERFEITOOOOOOOOOOOOO E TRANQUILO DE LER OBRIGADA GEMITO

    ResponderEliminar
  3. ......SUEÑOS QUE SE CUMPLEN....DISTINTAS FORMAS DE VIVIR.....DISTINTAS EN MUCHAS COSAS Y TAN IGUALES EN UNA...EN LA IMPORTANTE...EN LA QUE CUANTA...EN ESA QUE YA VIVIEN INTENSAMENTE...EN LA LOCURA POR ESE AMOR....
    Y ESA LUNA DE MIEL QUE LAS HACE PASAR DEL LUJO MÁS ABSOLUTO A LA SENCILLEZ SIN NI SIQUIERA PARPADEAR..PARA QUE??...SI LO IMPORTANTE LO LLEVAN DE VIAJE ¡¡¡TANTO¡¡¡ EN UN AVION COMO EN ESE COCHE....''EL REGALO''' QUE TIENEN CUANDO APOSTARON Y GANARON.
    ESCRITORA SUBLIME¡¡¡
    GRACIAS..........

    ResponderEliminar