jueves, 6 de marzo de 2014

Marcada/Los GarWi y su 1ª Comunión 14


Como cada mañana, Maca palpo la cama al no sentir peso ninguno sobre su cuerpo. Se había dormido tardísimo pensando en cada detalle necesario para la Comunión de sus hijos, a celebrar esa misma mañana. Palpando a ojos cerrados no halló el cuerpo de su mujer pero si halló un cuerpecito mas pequeño al que se acurruco. Ningún pelo distraído acarició su rostro, por deducción debía ser Pedro.

- Amor- lo nombró hundiéndose en su cuello al tiempo que se preguntaba dónde estaría la sargento.

- Uhm- se estiró el pequeñajo a lo salvajillo- Que nerviosillo estoy Mama- dijo abrazándose a ella y ésta río contra su suave piel.

- Es normal- le dijo inquietándose. Esther tenía servicio la tarde anterior y eran las ocho de la mañana y no había regresado a casa.

- ¿Y Mami donde está? ¿Haciendo chocolate?

Donde estaba su Mami, buena pregunta la de Pedro. No supo contestarla y no queriendo ponerlo más nervioso lo dejó en la cama y salió con cuidado de su habitación. En el salón dormían los padres de Esther y no quería despertarlos. Costumbre en la Casa- Cuartel, la jueza se dirigió al balcón. Si en él, la bandera de España estaba izada en la barandilla significaría que su mujer estaba bien pero el trabajo no le permitía llegar a casa. No hizo falta llegar hasta el balcón, en el salón la bandera estaba encima de la mesa, como sus dos hijas encima de su abuelo

- Buenos días. Ya veo que todos madrugamos- les dijo sonriendo por la estampa y temió, temió como a una vara verde, que según las costumbres de su suegro, se levantará de la cama en sólo calzoncillos cojoneros.

- Jem jem jem- río como buen García su suegro mirándola de arriba abajo en plena inspección ocular- Que buenos despertares se buscó mi canija- la piropeo provocando la sonrisilla de sus nietas.

- Jijiji

- Más lista que el hambre la hice- prosiguió piropeando ante los ánimos de sus nietas- Mi que cosa más bonita estás hecha, jamia.

- Jijiji más abuelo, más- pedía Paula encantada al tiempo que Pedro salía al salón y antes de lanzarse a por su abuelo, veía la bandera dejada en la mesa. Oh, oh. Al canijo no le gusto nada verla ahí por lo que significaba y como niño que es, comenzó a inquietarse.

- ¿Y Mami?- preguntó a mitad de un puchero. Era el día de su Comunión y su Mami no aparecía por el balcón.

- Pedro- suspiró Maca el nombre de su canijo. De los tres era el más disconforme con la arriesgada profesión de su madre.

- Pedro no- aguantando las ganas de llorar al pobre niño se le quedaba el nudillo en mitad de la garganta- Llama a Mami, llamala y dile que venga.

- Hey canijo- intervino el abuelo y oh Dios..hizo el intento de levantarse a dios gracias, Paula encima suyo, lo contuvo- Sabes que está trabajando, en cuanto pueda vendrá- trató de consolarlo y mare de dios bendito sufriendo en la cruz a medio clavar. La carita de Pedro era para ir a por la sargento y traerla volando.

- Hacemos la comunión- se empecino el niño- Tiene que venir.

- Cariño lo va hacer, ¿si?- reaccionó su madre y eso, que sintió un pellizquito nervioso. Raro, muy raro era que a esas horas Esther no hubiese llamado o mandado algún mensaje. No queriendo ponerse igual de nerviosa que Pedro lo abrazo sonriendo y el niño algo se tranquilizó. Es el toquecito de magia que contiene la sonrisa de una Mama, te calma.

Salvado el bache, el abuelo informó que la abuela estaba comprando el desayuno y todos se fueron a la cocina a esperar unos ricos churritos. Tanto Maca como su suegro, se esforzaron en que los tres niños disfrutarán desde ya, de su primera comunión y lo mismo hizo Encarna al llegar con el desayuno. Pero el tiempo pasaba y seguían sin tener noticias de la sargento. No aguantándose más, Maca aprovechó la cobertura de sus suegros para escaparse a casa de Cruz. La mujer del Teniente seguro estaba al tanto de lo que estuviese ocurriendo. Fue abrirle la puerta Cruz y Maca bajo los hombros desanimándose.

- Lo siento, Maca. Pero sabes que Esther hará lo posible para llegar a tiempo- le dijo Cruz al ver como la jueza la había entendido con sólo una mirada.

- Joder- taconeo el suelo Maca. Podía entretener a sus hijos durante el desayuno pero no, mucho más- ¿Por que siempre le tiene que pasar a ella?- preguntó enrabiotándose.

- Perdona- se ofendió Cruz- ¿te recuerdo con quien estoy casada?- rebatió la médico forense, en el típico pique de vecinas de casa-cuartel.

- Lo siento...Joder- no salía de la rabia y es normal. Si tienes trillizos tienes una comunión triple, no tres comuniones. Si la sargento se perdía ésta no habría otra- ¿Sabes que ha pasado?- preguntó y Cruz se lo resumiria.

Ninguna podía saber que el día anterior, aún de servicio la sargento junto con Chicli, recorrían las calles del pueblo apurando el servicio. Después de estas toda la tarde trabajando, la sargento conducía tranquila mientras Chicli se comía el tercer donut. No es un coche patrulla, si uno de los policías no come donuts.

- Nos queda media hora, Chicli. ¿Le damos una vuelta a las putis?- propuso dirigiéndose a la zona donde se ponían las prostitutas. Generalmente abandonadas a su suerte, no venía mal una ronda policial. Las putis siempre cuentan con información en primera mano, que se agradece con cierta seguridad. Chicli concentrado en no mancharse con el café y donuts sólo murmuro un sí entre dientes y para allá se marcharon. Calles muy tranquilas a esas horas apenas tráfico y un conocido delincuente, que l identificar el coche camuflado de la sargento, le faltaron patillas para correr buscando huir de la sargento- Cagó en la tostada que pides de aceite y después le echas mermelada y sabe asquerosa- maldijo a su estilo iniciando la persecución.

- Joputa...mire como corre- se despidió Chicli de su donut. Tocaba ponerse recto y sujetarse. Pero nada, en dos maniobras la sargento acorralaba al "huido" entre el coche y una pared.

- ¿Que te tengo dicho Cani?- preguntó al "huido" bajandose del coche en modo poli dura total.

- Sargento- trago saliva Cani arrinconándose sólo contra la pared- ¿Que...que me detenga si la veo?

- Jum...¿y que has hecho?- prosiguió con las preguntas y la cara de acojone total del muchacho más los ojos morados de unos buenos puñetazos que llevaba el chaval, le hicieron cargarse en toda su estampa. La noche se complicaba. Y es que ya lo dijo el Duque de Ahumada (1) de cañitas con el General Millán Astray (2), el guardia civil sabe a que hora empieza su turno, no cuando lo terminará.

- Sargento...sargento me he metido en un lío...en un lío muy gordo- confesó el chaval pidiendo auxilio con su mirada.

- No me jodas, Cani. No me jodas, mis canijos hacen mañana la comunión.

Y Chicli silbo. La cara del muchacho, los mundos por donde ese muchacho andaba, los cagó en de la sargento, la comunión, el chaval negando con la cabeza. La suma estaba clara. El típico marrón de última hora, que te jode la noche libre y puede que hasta el día siguiente.

Y al día siguiente, la jueza desanimada ante la información obtenida por Cruz, se sentaba en completo silencio a intentar tomarse un café con leche.

Espabilado como pocos, Pedro estuvo pendiente de ella y al final, acabo explotando.

- No viene, ¿verdad? Hacemos la comunión y ella no viene- acusó dolido. Más con la profesión de su Mami que con su Mami. Patricia miró a uno y a otro, y Paula sólo se escurrió en su silla, temiendo que su hermano tuviese razón.

- Es su trabajo- intervino Patricia no aguantando la carita de pena de su Mama y no, no ayudó.

- Esa es la guardia civil que tu tanto quieres, la que me quita a mi Mami el día de mi Comunión. Como nos la quito en noche buena. Pues quedatela para ti- llorando habló entre pucheros y se marchó corriendo a su habitación. Paula se escurrió aún más en la silla, y Patricia alzó las cejas intentando hilar.

- ¿Que Mami no viene?- la mas lentilla se agarró el corazoncillo. Su hermano llorando, su madre con la carita desencajada y su Mami que decían, no la iba a ver tomar la comunión, era para llorar como si no hubiese un mañana- Hermano- grito rompiendo a llorar- Hermano no llores- corrió llorando ella a consolar a su hermano. Que ellos son los GarWi y no se pueden querer más.

La jueza ni se inmuto, tan solo aparto el café con leche, mientras sus suegros no sabían a quien mirar, y si, los GarWi son tres y trillizos, Paula como sus hermanos, también sufría.

- Voy a estar fea de mocos en mi comunión y sin Mami, hermanos..snif...hermanos.

Como no, abandono la cocina a los llantos en busca de sus hermanos y la jueza ante la mirada de sus suegros, no pudo mas que decir:

- Ya está, la anulamos y que la hagan otro día.
 
 
 
 
 
 
 
 



5 comentarios:

  1. ¿Y nos dejaras así de tristes y llorones hasta la semana que viene? Pues me voy con los GarWi a llorar, que somos una piña.

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  2. ¡¡¡En esas "cañitas"creo que hay algo raro!!!

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  3. Gemo y la sargento donde está que llege atienpo y bien

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  4. ¡¡ Me los como a los tres mellizossssssss¡¡..Son lo mas de la familia...jajaja
    Y esa sargento por ahi trabajando y la jueza echa trizas con el marron que tiene encima...Macarena...a ti deberian condecorarte por tener una mujer asi...Encantadora y de ley..pero una chapuzas para otras cosas..jajajaja..
    Es que lo voy leyendo y me parto de risa Gemo mia..jajajaja

    Me encanta esta familia.....Divina-Wilson

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  5. .....ESCRITORA...TÚ HAZLO COMO QUIERAS PERO A ESOS NIÑOS..A ESOS CANIJILLOS SONRIENTES NO LOS DEJAS TÚ SIN SU COMUNION..NO¡¡¡..Y LA SARGENTO QUE ESTE EN LA MAYOR DE SUS MISIONES¡¡¡ PERO A TIEMPO QUE LLEGUE..EHH??...
    JEJJEJE ES INCREIBLE COMO CONSIGUES ESTAS PETICIONES DE TUS LECTORAS..JEJEJE..
    GRACIAS......

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