Por debajo de la mesa 15

No me mido enfadada. No lo hago y es algo que me pasa desde pequeña. Menos mal que mi hermana la pobre perra celosa, de siempre me ha entendido ains. Y nada, que necesitaba fumar y contarle lo que me está pasando que es de chillar y no como querría yo chillar, que es atada a la cama por mi bollo-fitnes.

- Mirame...tú mirame bien- le pido a mi hermana a ver si ella lo entiende, porque lo que es yo, no lo entiendo.

- ¿Que? Estas como siempre- me dice y mira que puede ser insulsa a veces. ¿Donde ha dejado la telepatía de toda gemela?

- A una tía como yo...- me señalo el hermisisimo cuerpazo que gasto, porque esta claro que debo dárselo masticadito- le escribirías cine en la rodilla?- le pregunto y se me nota el cabreo, vaya si se me nota. Si hasta fumo a lo Creta Garbo en alguna de sus películas donde salga enfadada. Porque las grandes, el enfado nos pone calientes, eso es así...una regla básica de toda super Star.

- Jajaja, cariño a ninguna tía le escribo yo nada en la rodilla, menuda tontería- me dice negando con la cabeza en un gestito suyo de morena lista que me enferma.

-  Pues bien que me lo hacías en el colegio- le rebato que va muy de lista y hay que bajarla un poquito, que del binomio la rubia soy yo.

- Pero era a ti, mi hermana...y el caso es...¿quien te ha escrito cine?- lo que yo decía...mi hermana y su no enterarse de nada.

- Irene

- Pero...¿para que?- y dale con la perra gorda, que no hay forma que me entienda

- Pues eso te estoy diciendo...lo normal es que me escribiese poemas...o

- Que te metiese mano

- Eso es...pues no, me escribe de cine ay ay ay....ya lo entiendo ahora si- le digo exaltada y si, saltamos cogidas de las manos

- ¿Que es? ¿Que es?- me pregunta toda cotilla y no la juzgó yo haría igual.

- Me ha querido decir...estas de cine...¿a que si?

Dejamos de saltar o más bien deja ella y me deja aquí toda tirada sin decirme si estoy en lo cierto.

- Envidiosa- le gritó y mirala, ya regresa y con aires de ofendida. Que poca comprensión hacia mi persona.

- ¿De que? A ver...¿de que tengo envidia?- me pregunta desatada en enfado y a mi así, me da miedo y hasta respeto.

- Que no te vayas cuando me encuentro como me encuentro...snif...ya me has desestabilizado...no ves ya con la palabra.

- Jajajaja ay...si es que eres..ven aquí- ahora me achucha y yo que me dejo. Todos atacando a la rubia porque esta buenísima, pues no puede ser, que la rubia tiene su corazoncito, seguro que monisimo.

Ayyy, no hay nada comparable al abrazo de tu hermana gemela. Es de los más consolador, pero de Irene y su tontería de dibujarme no me he olvidado y cuando regresamos al salón a por ella que voy.

Mi enérgico caminar retumba y no hay en el salón quien no se gire a mirar mis elegantes pasos. El cabello me ondea creando hermosas olas de pelo y mi generoso pecho oscila arriba y un poquito abajo. Las masas detienen su estresado ir y venir y jijijij que no, que me miran pero acojonados porque si, la rubia se ha enfadado y a la morena al baño se la ha llevado. Toma pareado.

- Jajaja, ¿donde me llevas Vane?

Las preguntas que me tiene aquí mi Irene caminando arrastrada por mi siguiendo las flechas que indican los aseos. Luego la tonta, la rubia...no ves ya.

Ardiendo porque estoy enfadada la meto en el aseo de las tías y no hay marcha atrás, la estampo contra la pared y me pego a ella. Se acabaron las tonterías, la rubia va a por todas.

Esta rubia como mola, se merece una ola jijiji ays...como soy y ays...dios mío de mi vida...tengo su boquita de pecado a dos milímetros de mi boca. ¿Ah..ah...ahora que hago?