jueves, 27 de febrero de 2014

Marcada/Los GarWi y su 1ª Comunión 12



No se podía aguantar, no era posible. Ella Patricia García Wilson, la GarWi que llevaba marcado en la sangre el honroso destino de continuar la estirpe de los García Guardias Civiles, ella que sólo seguía los pasos del excelentísimo creador de la Guardia Civil, el Duque de Ahumada, ella que quería llevar tan glorioso uniforme el día de su comunión, se veía en esos momentos sentada en el taburete de los GarWi del baño siendo peinada por su señora madre jueza de instrucción, mirando un book de vestiditos de princesita que le hacían llorar de pena.



- A ver cariño, si sólo quiero que te lo pienses por última vez. Mira que bonitos son- insistía Macarena en que la niña mirase los vestidos con ilusión. A dos días de la comunión apuraba el tiempo queriendo que su hija no llamase más la atención, de lo que la llamaría cuando de seguro se olvidaría de las palabras que tendría que decir en el santo altar.

- Ayyy- suspiraba con amarga pena la cría. Menuda mariconada de vestidos tenía que mirar. Blancos y pomposos, a cuál de ellos más de princesita. Ella nacida para luchar contra el crimen, vestida de princesa, ver para creer- Snif...¿donde llevan la pistola?- preguntó porque como GarWi que es, sería capaz de vestirse así sólo porque su madre la mirase orgullosa. Pero los pucherillos que estaba haciendo con pena, penita pena, ablandaron a su Mama.

- Ya está, quieres ir de uniforme así irás- le dijo besandole su rubia cabellera y se recreó viéndola peinada, algo que sólo ocurría en instantes convertidos en meras anécdotas.

- Snif...Mama, ¿que te quiero yo?- aún apenada agarraba la manita de su Mama y esta se la comía a besos sin compasión ninguna- Así lo quiso un día treinta y uno de marzo de mil ochocientos cuarenta y cuatro, su majestad la reina Isabel II cuando creo el honorífico cuerpo de la guardia civil. ¡Viva!- así, sin asfixiarse ni nada.

- Ya te podrías saberte igual la tarea del Colegio- renegaba la madre, que para eso es madre. Pasa que la niña le regalaba su sonrisa más canija y naita podía hacer Macarena más que besarla y pedir al siguiente.

Porque en esta familia, las cadenas humanas funcionan para todo. Re-conteta salió del baño Patricia enfundaita en su pijama "guay" bañaita y recién peinada. Y el peinado le duró, lo que tardó en recorrer los escasos metros entre el baño y la cocina, donde los tres merluzos saltaban a ritmo del Barrio sonando a tope. La mezcla perfecta de flamenquito bueno con rock and roll, la música preferida de su madre la sargento. Esa penilla mujer que intenta amarrarse a la juventud haciendo como que guitarrea.

Fue ver a su hija y a la desgastada de la sargento le dolieron las entrañas. No hay olor más rico que el de tu canija recién bañaita y a por ella que se lanzó directa a subirla a la mesa y a escudriñarla como si fuese un monillo.

- ¿Orejillas?- le preguntaba inspeccionando el asunto.

- Limpias jijiji- se partía la canija que la sargento buscaba sus orejillas y sus cosquillas.

- ¿Dientecillos?- volvía a preguntar pero a esas alturas caía sin remedio en la tentación de morder las carnecillas de su canija. Esa que entre risas se retorcía en la mesa, sintiendo como su culillo era mordisqueado.

- Limpios jijiji Mami...- suplicaba compasión pero entonces y antes de que Pedro se marchase al baño, saltaba otra canción que a los cuatro les alzaba las orejillas.

- Mami- saltaba Paula sobre ella- Es nuestra canción- avisaba y casi no hacía falta, los primeros acordes sonando y los cuatro se preparaban para cantar y que las siete plagas arrasaran con la tierra.

- Soy tu príncipe azul traigo zapatos de todas las tallas por si te pruebo y te quedara alguno chico, te pongo uno más grande y fijo q no falla. De puntillas nos iremos a algún garito de nunca jamás, y le diremos a Campanilla que al vino vino y al Peter y al Peter Pan- desfasaban en la cocina y en casa de sus vecinos Los Vilches no se extrañaban y lo único que alteraban era que recogieran la ropa tendida porque de ésta fijó que llovía pero a lo grande- Y te amaré toda la noche, entre sabanas impolutas, seré Pluto de tu cuerpo, pero no un hijo de pluta. Y nos haremos un amuleto, contra el odio y su ira, le diremos a Gepeto que fabrique una mentira Para distraer al tiempo, para sofocar mis roces, para que haga algún ungüento y por si acaso dan las 12- prosiguieron vociferando cargándose la canción y lo hicieron tanto, que Maca salió del baño dispuesta a pedirles un poco de por favor y/o tiempo para construir una nueva Arca de Noé, pero ay el amor que bonito es, llegó a la cocina en el momento cúspide de la canción, allá donde la letra estaba escrita casi, casi para ella- No tuvo el mar ninguna sirena tan guapa y tan dulce como mi flaca. Amor, espérame en el puerto que soy tu marinero sin espinacas. Amor, me han dicho que tu cariño nace del duermevela que suelen tener los niños. Amor, vuelve conmigo vida mía, y pediremos a la noche que batalle con los días...- los cuatro desgallitándose mirándola con la cabecita ladeada y la baba de ella que cuentan, provocó el crecimiento del Río más seco que hasta en ese momento  había en España.

- Jajajaja, baja eso pero ya- pidió a la sargento apagar la música o al menos bajarla, que el escándalo era desproporcionado por las horas que eran y que oye, ser siempre el centro de los cotilleos del Cuartel no te tiene porque gustar. Pasa que si a la sargento le prohíbes algo ella sigue y hasta te hace partícipe, más si sus tres canijos espadachines, disfrutan como locos viéndola coger a su mama y cantarle eso de:

- Nunca presumo de ser gato, yo siempre quise ser ratóoooooooon- pedazo gallo soltaba y oh, olvido que estaba en pleno partido mimos si, mimos no, con la jueza a la que abrazaba y procedía a comer la boca ante los vítores de sus hijos.

- Jem jem jem...- reía sobrada contra su boca, que ésta mujer es de olvidar afrentas rápido. Tan rápido como lo que tarda en besar los labios de su afrentadora. Si esta palabra existe, ya me lo direís, yo debo seguir, porque al beso la jueza correspondía con una sonrisa un tanto, que carajo un tanto calentorrilla.

- Como que me vas perdonando, ¿Uhm?- ronroneo Maca y la risilla de sus tres canijos, le recordó que aún quedaban dos por bañar- Te tengo sargento.


El resultado a la hora del baño de Pedro era; Sargento 2- Jueza 3.
 
 
 
 

1 comentario:

  1. alaaaaaaaaaaaaaaaaaa ME COMO A TODA LA FAMILIA
    sin palabras POR TANTO
    GRACIAS ARTISSTAZAAAAAAAAAAAAAA

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