¿En
que momento el tema orgasmica había derivado en lo que había
derivado? La sargento no atinaba a saber como una simple definición
se le había ido de las manos. Pero la sargento es una tía currada
de la vida, y sargento de la Guardia Civil. Está mas que
acostumbrada a tratar a jóvenes hormonados dándoles cursos y
charlas, sus canijos no podían ser mas difíciles que cien tios
cargados de testosterona. Dispuesta a finiquitar el tema "orgasmo",
cogió una pizarra, un indeleble y los sentó obedientes frente a
ella.
El
más obediente Pedro, que a este no se la da nadie y él ya adivinaba
que el tema orgasmo debía ser algo "perver", dispuesto a
aprender lo que fuese de su madre sobre ese aspecto pidió papel y
boli para coger apuntes y con ellos se sentó.
La
menos conforme con la charla, Patricia. A esta no le hacían falta
las matriculas de honor que Pedro sacaba en el Colegio, para adivinar
que el tema orgasmo algo tenia que ver con el amor, y si era así,
ella pasaba. Cruzándose de brazos se sentó a escuchar
"mariconadillas"
Y
las más perdida, fue Paula. Para ella, el orgasmo llevaba algo de
"mariconcillo" que diría su hermana y algo de "perver"
que diría su hermano. Necesitando respuestas, con los ojillos bien
abiertos se sentó.
-
Bien...ejem- carraspeaba la sargento viéndose en el garaje del
cuartel usado como sala briefing. Y tanto empezó a creérselo que se
sentó en la esquina de la mesa, que eso siempre queda como de mas
saber- Os he reunido aquí compañeros, para hablar del orgasmo-
señaló la pizarra todavía vacía con una vieja antena de radio.
-
Así si, así si atiendo yo- se entusiasmo Patricia con el vello
erizado. Algún día seria compañera de su madre luchando contra el
crimen en la calle, por lo que era la leche, poder sentirse durante
unos momentos, compañera de su madre, la sargento cojilla.
-
Escribe ahí orgasmo, Mami...que lo veamos bien- pidió Pedro que se
estaba entusiasmando por momentos y mientras tanto en el baño...
Su
madre la jueza cansaita de extrañarlos, iba dando por terminado su
baño. Pasa que el agüita, el calorcito, el gustito-nervio en su
entrepierna, le provoco enjabonarse un tanto lento y cuando llego a
su intimidad....
-
Ufff....dios mio de mi vida como estoy, a la cama que los mando en
cuanto cenen- murmuro necesitando de mucha sargento. Recordando que
en teoría estaban medio enfadaillas, prefirió ir preparando el
ambiente. Después del baño siempre hay que hidratarse, pero nadie
dijo que la hidratación fuese onanista y ella, lo iba a demostrar.
Sin
saber, que en esos momentos en su cocina, la sargento dibujaba los
primeros trazos sobre la pizarra y sus tres canijos se levantaban de
sus asientos dejando de prestarle atención...
-
¿Pero?- pregunto abriendo los brazos, se había currado la figura de
una mujer de diez, ¿y ahora la dejaban tirada?- ¿Donde vais?-
volvió a preguntar y los vio negar con la cabeza- ¿Que pasa ahora?-
siguió preguntando, que no entendía ni media y entonces su hijo, le
explico.
-
Relaciones sexuales- ladeo la cabecilla evidenciandolo- Nos han
hablado mucho de esto en el Colegio, el orgasmo es el climax al que
se llega cuando se consuma la copula.
Describir
la cara de la sargento, sus nerviosos tics en secuencia y su boca
desencajándose, daría para cuatro folios, mejor lo resumo; se quedo
flipando y más allá. Claro que, recapitulo y cayo en la cuenta de
lo que si sabían sus canijos, gracias a un colegio católico
manda...eh, manda narices.
-
Jum...esta bien- abrió los brazos afirmando repetidamente con la
cabeza- ¿También os dejaron claro que los GarWi no pueden tener
relaciones sexuales hasta los cuarenta años?
-
Jijijiji- rieron los GarWi, que hasta Patricia se veía teniendo
sexo, sin definir compañero para ello, antes de los cuarenta- Anda
ya- contestaron al unisono y dale que dale, la pasta de corazones,
empezaba a quedar cubierta por gigantescas capas de quesos,
embutidos, tomates y todo aquello perecedero que encontraban en la
nevera.
-
Pues no saldréis de aquí antes de esa edad, eah- se empecinaba la
sargento, que es muy duro tener tres hijos e imaginarlos teniendo
relaciones sexuales con vete tu a saber quien- Que soy la sargento,
jolines- incidió en el asunto que sus canijillos la seguían
sonreían en modo "anda ya" y eso jode que para que. Pasa
que, los canijos como los animalillos, tienden a sobreproteger al
miembro de las "Mamis" mas débil y en estas "Mamis"
sin duda la más débil es la sargento.
-
Mami- le hablo Pedro todo amoroso- yo siempre te preguntare primero y
mis dudas, solo tu las sabrás, eso lo tengo muy claro- termino de
decir todo seguro él y se ganó la sonrisilla enamorada de su Mami.
-
Jejeje, eso es....- se retorcía de gusto la sargento, vamos ya,
pedazo canijo apañado le había salido.
-
Jijiji Mami- la que se retorcía como ella era Paula, quien dejaba de
echarle quesos a la supuesta ensalada, para ir hacia ella y abrazarse
en su cintura- Por mi no temas, solo entregare mi cuerpo al amor mas
absoluto.
Faltaba
una canija por decirle algo, pero esa una había pasado como el resto
de la ensalada, para sentarse a la mesa y limpiar nerviosa su
revolver de juguete.
-
A mi dejarme tranquilita ya....jolines- pedía al sentirse observada,
esforzándose en dejar muy limpia su arma, calmando nervios.
Así
regresaba la calma a la cocina, pero la sargento no se quedaba muy
conforme.
-
¿El tema cuarenta añillos ha quedado claro?- les preguntaba
provocando sus risillas, pero entonces...
-
¿Amor?
La
voz claramente sensual de su mujer desde el baño, le hacia alzar las
cejas y recordar su alerta roja, esta noche lo mismo mojas.
-
Amor, ¿puedes venir?
Las
babillas producidas por la alerta roja eran demasiado evidentes para
el mas zorrillo de los GarWi, Pedro.
-
Mami, te llama Mama- le avisaba sonrojándose. A cualquier canijo le
encanta que sus Mamis hagan las pases cuanto antes y se den besillos.
Cuantos más, mejor. Pero la sargento fruncía el ceño, recordando
su enfado y hacia el baño se marchaba.
Apenas
unos pasos, que el piso de una casa-cuartel no es enorme, y abría la
puerta del baño, tratando de mantenerse enfadada. Pero, su mujer en
corta bata y su larguísima pierna derecha apoyada magistralmente en
la bañera, comenzaron a ponérselo muy difícil.
-
Cariño, ponme crema en la espalda, ¿uhm?
El
sensualisimo uhm y la bata cayendo extremadamente lento por su
espalda, le hicieron ver que lo mismo era imposible mantenerse
enfadada.
-
Jjijiji, ¿se lo darán ahora?- preguntaba Paula a sus hermanos,
espiándolas a hurtadillas.
-
Jum enga, pero una cosilla rápida- contesto la sargento a su mujer.
Una provocando y la otra no queriendo caer, ¿quien ganaría?
-
Mi Mami si se lo va a dar- se encorajinaba Paula a favor de su Mami.
-
Que esta enfadada y debe hacerse respetar, es la sargento- se
posicionaba en contra Patri.
-
Pero Mama es Jueza- se encogía de hombros Pedro ante el conflicto
laboral que se presentaba.
-
Mami esta casada con la justicia...es lo mas- se flipaba Patri.
-
Que sale, que sale- correteaban de vuelta a la cocina que su Mami
salia del baño jurando en hebreo.
Al
inicio del partido, el resultado era; Sargento 1- Jueza 0.
Gracias.
ResponderEliminarMe da a mi que este partidillo va a estar disputado no? jajaja!...esta familia engancha!,...bueno, como todo lo que tu escribes....
ResponderEliminarBesos y gracias
amoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo podia ter pra sempre eles viu gemo sempre de sempre
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