Las
palabras dichas por la hermana de María Eugenia, se clavaron en la
niña. Había estado perdiendo el tiempo entre celos infundados sin
caer en la cuenta, del peligro que para ambas tenía el capataz. Más,
cuando últimamente los problemas con el alcohol de este, eran muy
evidentes. Con el mal presentimiento metido en el cuerpo, fue directa
a la habitación de su serrana. Nada más abrir la puerta, la imagen
de su María Eugenia mirando por la ventana, sacudió toitas sus
entrañas. Como era posible que semejante hembra estuviera por ella,
se preguntaba la niña, prendaita de serrana.
-
Candela....mi niña, Candela- murmuró María Eugenia presintiéndola
y la niña a por ella fue. Pero en el camino había una cama y aún
sin quererlo, los celos regresaron y mirándola callada se quedó.
María Eugenia sintió el frío que produce el abrazo que con pasión
esperas sin que llegue y vio a la niña, mirando la cama- Ay Candela
de mi vida, esa cama sabe de ti más que de nadie- hablo sin
exageración ninguna y fue a por su Candela, a demostrarle
cuanto de ella, sabía esa cama.
Como
podía la niña permanecer impávida si María Eugenia tomaba su
carita con sumo primor, como tratar de enfriar la sangre que le ardía
al mirarse en sus ojos negros, como no agarrarse a su cuerpo y como
no olvidarse de todo, salvo de una cosa; amarla como si sólo tuviese
esa noche para hacerlo.
"Boca
a boca, labio a labio, piel con piel, las palabras que se quedan
entre tu suspiro y el mío, son las que quedan grabadas y nunca
buscan el olvido"
En
su habitación y en su cama, María Eugenia cumplía un sueño y en
la realidad, su sueño mejoraba. Candela la miraba como sólo mira el
embrujado por un querer y esa mirada, a María Eugenia le supo a
gloria.
-
Me tie rendida- le dijo la niña arropándola con sus ganas- embruja
por sus negros ojos- prosiguió sonriendole con todo y encimita suya,
arrancó un gemido a su serrana. Otra vez boca a boca, canto bajito a
su serrana- Tus ojos negros, tus ojos, tienen la culpa de to; si no
los hubiera visto, por los clavitos de Cristo, que no me viera así
yo- consciente de lo mucho que a María Eugenia le gusta el cante. El
premio fue sentirse envuelta, por sus piernas, por sus brazos y por
sus ojos.
-
Quiero que esos dos luceros me alumbren de noche y día, porque si no
yo me muero, ¡vida mía!- continuó cantando María Eugenia contra
la boca de su Candela y tomándola de su corto pelo tiró de el con
vehemencia- Tres sois mis dueños, mi hermana, mi pequeño Paco y mi
Niña Candela, más nadie me hace falta y por más nadie respiro yo-
confesó entre suspiros y otra vez a besarse, y otra vez a rodar y
otra vez a entregarse.
Así
llegaron al alba entre sábanas empapadas del aroma del querer entre
dos mujeres. María Eugenia escuchaba el despertar de su Cortijo y la
respiración tranquila de su Candela dormitando en su pecho. Que
embriagador, es acariciar la gloria y que poquitas ganas dan, de
dejar la cama. Creyéndola dormida, acarició su pequeño cuerpo
mirando el amanecer por su gran ventana y la Niña que no dormía,
acarició su alma.
-
Si la vida me da una estampa que pudiera contemplar nada más
despertar, sin dudar me quedaría con el negro de sus ojos y el
dorado de su piel. Dorado como los campos de trigo, donde con
usted me perdería nada más amanecer.
Y
no hubo una amanecer de las siguientes noches, que una no se
embriagara en gloria y la otra tuviera su estampa soñada. Amaneceres
que se compaginaban con el ascenso de la niña en el mundo del toro y
con la mala sangre que crecía en el capataz. Las coplas de las mozas
culpables fueron. Coplas que hablaban de un querer en el cortijo, que
no entendía de edades, ni riquezas. El de dos locas amantes que
comparten amaneceres entre sábanas revueltas en querer. Dos amantes
que empiezan a no saber mirarse sin esconder su amor, que no saben
cruzarse y no buscar un roce, una palabra, un suspiro, dos amantes
que olvidan los dimes y diretes, provocando el odio de quien no sabe
perder.
Noche
era, cuando Candela aún con la sangre del toro matado en una tarde
de gloria se adentraba en la casona, dispuesta a ofrecer los triunfos
en su alternativa a su madrina. Y noche negra era, cuando el Valle
calló avisando de una tragedia.
Dentro
del Cortijo, no sólo le esperaban las buenas noches de la hermana de
su serrana y del pequeño Paco y no sólo era, su serrana en blancas
sábanas, había otro más esperándola llegar. Con la mirada pérdida
en locura, oculto en la oscuridad, esperándola como esa tarde la
esperaba el toro en mitad la plaza.
No hay animal más ciego y loco,
que el hombre poseído por celos. Y no sabía Candela, lo que esa
noche encontraría en el Cortijo; su tarde más gloriosa, su noche
más negra.
---
Era mu poco en la vía
Tan poco que nada era,
Por no tene no tenía
Ni mare que lo quisiera.
Era un triste afisionao,
Que buscaba la ocasión
De dejar en un cerrao
Frente a un toro el corazón.
Romance de valentía
Escrito con luna blanca
Y gracia de Andalucía
En campos de Salamanca.....
Tan poco que nada era,
Por no tene no tenía
Ni mare que lo quisiera.
Era un triste afisionao,
Que buscaba la ocasión
De dejar en un cerrao
Frente a un toro el corazón.
Romance de valentía
Escrito con luna blanca
Y gracia de Andalucía
En campos de Salamanca.....
Embiste, toro bonito,
ResponderEliminarEmbiste, por caria…
Morir se me importa un pito,
Pues nadie me iba a llora.
En matarme no repare,
Te concedo hasta el perdon…
Y como no tengo mare,
La macarena me ampare
Si me cuelgas de un pitón.
Desde el principio en el aire esta la tragedia..y ''mardita'' sea la estampa de ese capataz que quiere lo que no puede tener...el amor de la Madrina
..porque el amor no se puede imponer..es libre..y elige al que quiere y no hay nadie que lo cambie..es o no es....y la niña y la madrina estan unidas
por un vinculo indisoluble...Amor
Aparte de repetirme Gemo..que buena eres niña...te pediria....
Por tu ''mare'' niña...no me las mates que me da algo.....
Y como siempre digo...acatare lo que sea...aunque me coja un ''cabreo'' de muerte..
Grande de España tu Gemo
Perdon..la de arriba soy yo..Divina-Wilson...alias la despistada..jajaaja
ResponderEliminarEjemmm...Sorry....
..... Y en San Gil ..la Macarena
ResponderEliminarsi que lloraba de pena por ...''''''
Noo ...no gustaría que este Romance de Valentía se completase...cante con desgarro sería ...tragedia de una muerte anunciada quizás como escribirían diría.
No lo merecerían las dos amantes a escondidas....envueltas esperando el alba entre sabanas mojadas de aroma de sus pasiones ocultas..No para quienes miran con ''ese embrujo que da el querer'''....no para esa Niña que suspira por su Serrana ni para esa Serrana que se entrega con LOCURA a ese amor...nooo....No sería nada bueno que esa noche negra...llegara..nooo.
Mejor cambiarla por esa otra que si debería llegar a su fin '''tus ojos negros tus ojos...tienen la culpa de too..Y sin ellos yo muero Vida MÍA..¡¡ mucho mejor¡¡¡ Pero la tragedia no entiende a veces de Amores...no¡¡¡
Escritora.....frases....coplas...todo hay que destacarlo en esta Historia con ¡¡¡ Tanto¡¡¡ Tanto¡¡¡ tronio...No se como lo haces pero cada palabra..cada una de ellas debe tener especial mención..
Absolutamente única y GRANDE sigues siendo tú¡¡¡¡
ADELANTE Y SONRIE¡¡¡
GRACIAS¡¡¡¡.......