Por debajo de la mesa 7

Si, y no es que me moleste, ¿eh? Primero porque yo he venido a ayudar a mi hermana, que la quiero yo madre, y segundo, porque que una medio metro, con alambres en los dientes, granitos puberteros y toita la gracia del mundo, se ponga a meterme mano porque soy la rubia y creerá que soy tonta, no es ningún fetiche mío y no me pone naita.

Y no, no la despache cortante, primero porque no soy ese tipo de rubia, super creída. ¿Qué soy rubia? Si, ¿Qué estoy buenísima? Si, ¿Qué por eso voy yo de diva? No...si es que son principios básicos de toda barbie super Star, por favor.

¿Qué estaba haciendo yo a parte de servirle los calamares en su tinta a un matrimonio seco donde los haya? Enumerar...seeh, pasa que ahora no me acuerdo el que, ni el porqué.

Seguro tendría que ver con mi morena, la barbie que pecaito tienes.

- Huy...no imaginaba las raciones fuesen tan pequeñas- interrumpe mis pensamientos la mujer que forma matrimonio sosaina con su maridito el bigotes no hablo, vaya a ser que me cobren. Y me muerdo la lengua fuerte y más fuerte, que mira que les avisé, eran raciones individuales. Que se lo insistí varias veces.

- Les precaví de ello- toma ya, la rubia hablando en culto.

- No te entenderíamos

Cago en su pu...porque estoy en modo culto, sino verías la versión barbie cani que soy capaz de ser.

- Puedo traerles de nuevo la carta- les digo intentando alinear mis chacras y no liarla, que es el restaurante de mi hermana.

- Mujer, tardaríamos en cenar, ay...no quiero molestar pero es que..- deja la frase ahí cayendo para que yo la recoja. Esta clarito, que la vieja amargada quiere los chupitos hoy gratis. ¿Qué hago? ¿Planto cara o...o...o ...la alambres metiéndome mano otra vez?

- No...no...que...si no me entendieron- dios mi barbie...me intento explicar pero tengo la mano de mi morena, la barbie pequemos de una vez, en mi cintura y yo así...no puedo

- La casa les invitará a un chupito, por el malentendido- les dice mi morena y no puedo procesar más que el escalofriito rico de su mano en mi cintura.

- Ay...son muy amables, gracias.

Pedazo zorra, mi morena les ha dado lo que venían buscando y me empuja suave...oh si nena..dámelo suave jejeje, que pronto se me olvidan todas las afrentas. Un momento.

- ¿Tú de que vas?- vamos ya con la morena. Quien le ha dado vela en este entierro.

- Lo ibas acabar haciendo tu, te ahorre bajar la cabeza- me explica y lo hace también que me derrito como la mantequilla.

Y todo, porque caminamos por mitad del pasillo, su mano reposa allá donde acaba mi espalda, para comenzar mi cuidado culito respingon y es tal, nuestra química, es tanto nuestro magnetismo, que no se, como no dejan de comer como desmayados para mirarnos. Pero jajaja me hacen el mismo caso que ella, o sea, ninguno...no ves ya.

- ¿Los aseos?- me pregunta, dejando la natural unión entre nuestros cuerpos y estoy por llorar, ¿eh?

- Al fondo a la derecha- le contesto desanimadilla y hasta paso de su mirada fija en mi, para buscar a mi hermana- Hermana- la nombro a lo nena chica snif.

- ¿Que te pasa cariño mío?- me abraza mi hermana gemela que la quiero yo, haciendo malabarismos con la bandeja de copas- Mi chiquitilla, ¿que te han hecho?- babeo, babeo mucho con sus mimos a mi persona.

- Ayy- suspiro en modo barbie mega tierna- ¿Te puedo escribir algo en la palma de la mano y me dices que es?

- Jejeje, pero nena que estamos trabajando- se me intenta escaquear y le pongo los morritos que ya le ponía en el vientre para ganármela. Bueno, eso dijo el ginecólogo- Ay mi rubia guapa, venga...escríbemelo.

Y lo hago más feliz que cuando de pequeña le daba los deberes para que los acabará por mi. Pero cuidado, no por ser la gemela rubia y tonta, sino por perezosa. Que no es lo mismo, ni es igual.

- Jajaja, ¿que broma es esta?- se descojona en mi cara, como cuando le contaba que la profesora de Latín del Instituto, estaba loca por mis huesos. ¿Qué está pasando aquí?

- Va...dime que te he escrito..- verás que me enfado.

- Hola...me has escrito Hola.

- Venga ya...te lo vuelvo a escribir- lo vuelvo a hacer, que no puede ser un simple hola.

- Hola, Vane es Hola, no hay más.

Cagó en la morena y su simplicidad. ¿Para que me escribe hola? Se va a enterar cuando vuelva del aseo.

Entreteniéndome sirviendo mesas la espero y cuando regresa, con todo el genio del mundo, reunido en mi increíble cuerpo, voy hacia ella, le cojo la mano y me da igual que alucine y mucho y toma ya...ahora vas y lo descifras...vamos ya, con hacer sufrir a la rubia que soy yo.

Tic...tac...somos dos en un reloj...tic tac...sólo sonríe...tic tac...¿lo habrá entendido?

- Jajaja- otra que se ríe en mi cara y dios....me comía a besos su sonrisa. Porque no sólo sonríe con los labios, me encanta el brillo de sus ojos que también sonríen. Me estoy enamorando...ay ay ay...que me está pudiendo la condenada- Mejor un hasta luego- me dice y vuelvo a derretirme toda, porque tiene un guiño de correrse de gustito.

Jejeje, que me gusta a mi, el jueguecito que ha inventado.

Ays...habrá que seguir sirviendo, que la noche no hizo más que empezar. Ay dios...que vuelve la alambres. ¿Qué vínculo tendrán?