Por debajo de la mesa 12

No puedo parar, no puedo parar…jijiji si es que es tan mega kuki, que yo así no puedo contener la risilla tonta que e provocan sus cositas.

- Jajaja, Vane préstame atención- me dice y me río más, que yo lo intento, pero si me explica acariciándome yo me convierto en el Danubio que es un río que pasa por varios países, vamos ya…que la rubia sabe cositas cultas.

- Venga si-le digo sin poder dejar de sonreír- la rayita es un espacio y borrar son círculos repetidos, lo tengo- sonrío como una conejilla tierna, ya habrá lugar de sonreír como una conejilla del play boy y se acerca, se acerca y se acercó.

- Eso es…conociéndolos empezaran con los juegos y los chupitos, así que tendremos mucha noche por delante.

- Y por detrás, de toditas formas me gusta a mí- le confieso peerdita en esa carita de pecado capital que tiene, vamos ya.

- Jajaja, ¿Qué?- me pregunta y no se el que, esta morena me quiere matar. Lo que no puede ser, es que quiera mantener una conversación si se pega a mí no dejando que corra el aire.

Decidido, me ahorro el contestarle, porque tampoco es que sepa que contestarle, mas que un; ¿Qué de que?...y le hago un Imagen Me, lo que viene siendo Rosas Rojas o hacer la cobra. Agarro su chupa dispuesta a convertirme en energía calorífica para ese cuerpo de bollera fitnes que me tiene y jiji me acabo de acordar de su posible pichita.

 

Aghhhh, ¿pero por que tiene que tener pichita? ¿Por qué? Yo quería una barbie, con su melena larga, sus pómulos pronunciados, su cintura estrecha, sus largas piernas y su bollito depilado snif…no con una pichita, y jolines…¿la llevara depilada o tampoco?

- Hey, ¿Qué pasó?- me pregunta abrazándome y yo no me aguanto mas, soy la rubia, la super barbie, la excepción de las rubias tontas, en este abrazo lo descubro, vamos ya.

- Ay pues…- eso es, disimulo abrazándome a su cintura…dios que gustito mas rico…Y a ver como cuelo la pierna entre las dos suyas o tres…Snif…que pueden ser tres- Pero ábrete.

- Jajaja ¿Qué?

Dios…esta manía mía de pensar en alto, cualquier día me busca un disgusto, a ver que contesto yo ahora, y nada, que no se abre de piernas, jolines ya.

- Chiqui- la nombro y mas pegada a ella no puedo estar por dios. Nada, no noto nadita, pero claro como se la pillan así para atrás, lo mismo lleva la pichita cogida con celofán.

- ¿Qué?

- Pero bueno- protesto porque lleva unos minutos que solo se ríe o pregunta que, ¿esto que es? Ya me ha enfadado eah y no me suelto porque no me deja.

- ¿Qué?- otra vez, la madre que la trajo.

- Irene- vamos ya, no ves.

- Jajaja

Dios…ahora que caigo…Si era un hombre, ¿Cómo se llamaba? ¿Ireno? ¿Reno?

- Vane, tu cuando quieras me ayudas con las mesas, ¿eh?

Juraría que es la voz de mi hermana, en modo mandón. Pero ayyy, en brazos de mi morena yo no me entero de naita, por no enterarme, ni me entero si tiene pichita o no.

- Mejor entramos, ¿si? Enfadada tu hermana da miedo.

- ¿Uhm?- ni idea de lo que me dice, madre mía como huele de bien- ¿Cuál es el masculino de Irene? ¿Lo sabes?

Eso es...con disimulo, al más puro estilo la rubia de los Angeles de Charlie, una profesional de la inteligencia y seducción. Pichita si o pichita no, esa es mi misión, este mensaje se destruirá en tres, dos, uno..

- Vane, ¿querrás venir ya?

- Cero...

- Jajaja, eres lo mas

¿Se refiere a mi? ¿Me ha dicho que soy lo mas? No ves ya...yo estaba en mi cuenta atrás y no me he enterado bien...snif...no gano para disgustos y jolines...me vuelven a doler los pies....Dios no...no...no quiero imaginarme haciéndole un trabajito con los pies y su pichita en medio...yo no quería pichitas...snif...no las quería, pasa que si le viene de serie, habrá que tomarla como la típica aplicación de android que te come memoria y batería, pero en verdad...no sirve para naita. Yo la ignoro, y ya esta...¿no?