Mi cincuenta cláusulas 78

Capítulo XI

Apoyada en su coche, Manu se revisaba el maquillaje mientras Minerva le ponía al tanto de su trabajo en la pasarela. Había sido algo imprevisto, paso delante de la Clínica Ruber y el sentimiento de cierta culpa arrastado con Julia, le había hecho adentrarse en el parking de la clínica.

- Y nada, tengo veinte minutos para tomar algo y ponerme de nuevo al frente. ¿Tú que tal?- le preguntó Min al otro lado de la línea y Manu aprovechó para ponerla al tanto.

- Estoy en la clínica, ¿dijiste que Julia está en ella? Si es así, me apetece verla, quizás necesite algo o simplemente aprovecho para disculparme con ella- le dijo sus inminentes planes emocionando a Minerva- No te pongas a llorar que te conozco.

- Jajaja, es que en verdad sabes lo importante que es para mi, que de alguna forma ambas encajéis.

- Joder...como esta la clínica nena, acaba de llegar un pivonazo que ni te cuento- continuo Manu guardando su pequeño espejo, sin perder de vista al hombre que cerraba su coche apenas unos metros a su lado- Como me gusta la barba de dos días...es como para ti, Julia en japsuit.

- Jajaja, los jeans van ganando puntos...no te creas.

- Voy a ir entrando, aprovechando que él también. Ay dios que monada, lleva chaleco de punto debajo de la americana.

- Guau...rubio, moreno o castaño?- quiso saber Minerva en plena conexión con su amiga.

- Moreno y matame camión, tiene un culo de morirse. Pero naah, no quiero más dramas en mi vida...¿como fue tu noche de reencuentro Anastasia?

- Jajaja, fue increíble, saltamos de golpe al tercer libro. Puro amor la señora Grey.

- Oh...pobre cuarto rojo, abandonadito él.

- Ni por asomo...seguro regresará su momento.

- Sush...lo tengo al ladito. Como huele madre mía. Te dejo que estamos frente al ascensor.

- ¿Estamos?- preguntó Minerva guaseándose de Manu, pero para entonces Manu había colgado la llamada y Minerva aprovecho para llamar a Julia-Cariño- dijo al contestar Julia, mordiéndose los labios. Era cosquilleante utilizar apelativos cariñosos con ella.

- Hola, Victoria aún duerme y estaba aprovechando el tiempo, perfeccionando a Elisa.

- Uhm...supongo que no puedes estar quietecita.

- Delante de ti, jamás.

- Eh...no vale decirme esas cosas ni usar esa voz, cuando voy a pasar muchas horas sin verte...A ver, Manu esta subiendo, quiere verte.

- ¿A mi?- preguntó inquietándose Julia. Manu es la mejor amiga de Minerva y ahora se iban a ver sin la presencia de ésta.

- Si- contestó mordiéndose el labio. La Julia vulnerable era un bombón demasiado apetecible- Sólo pasa a saludarte.

- A mi- murmuró Julia incorporándose.

- A ti, si...Saludarte, es cortesía de amiga. Saber si necesitas algo, acompañarte un tiempo, lo natural entre amigas, Julia- le explicó Minerva enternecida. La poderosa Julia Arango, carecía del afecto real y natural de cualquier amistad.

Y en tanto ellas se despedían, Manu subía en el ascensor acompañada del tipo guapo, de chaleco de punto, que no es otro, que John, el terapeuta de Julia.

Ambos mantuvieron silencio durante el breve trayecto. Aunque ambos espiaban a su acompañante por igual.

Hasta que Manu regañándose tarareo su canción de los últimos tiempos.

- No quiero más dramas en mi vida...sólo comedias entretenidas- su propio tarareo le hizo mover la cabeza sonriendo.

- Así que no me vengas con historias de celos, llantos y tragedias, no- prosiguió la canción John divertido- Hace un día genial- dijo queriendo entablar conversación con tan sonriente chica, aunque mantuvo la mirada en las puertas del ascensor. Tal cual, estaba Manu.

- ¿Insinúas que mis graznidos lo estropearan?- preguntó Manu en fingida molestia. Las puertas mostraban el reflejo de ambos. Ella con el bolso entre sus dos manos y el por igual, con su maletín.

- No lo definiría como graznidos, más bien fueron alaridos- contestó John sintiendo cierto gusanillo.

- ¿Perdona? ¿Donde dejaste la galantería?

- Esta aquí mismo- contestó inclinándose gentil. Las puertas del ascensor se abrieron y el le cedió el paso, exagerando su galantería.

- Creo a fe ciega en la igualdad, mejor sal tu primero- se negó Manu encantada con la lucha dialéctica.

- Uhm Uhm, las damas que preguntan por mi galantería, primero- contrarresto John señalando la salida.

- Touche- aceptó el empate Manu.

Y lo hizo al tiempo, que Marga espejito de bolsillo en mano, revisaba su maquillaje mientras llamaba a Minerva.

- Min cariño, que pasaba por la Clinica y me he dicho, ¿saludo a Julia? Y aquí estoy...madre de dios...que pivonazo acaba de llegar.

- Jajaja ¿que ocurre en ese parking?

- Nenaaaaa, en un mega cochazo que llega. Ayyy y todo afeitaito que eso a mi me vuelve loca, es como para ti Julia diciendo tu nombre completo.

- Está claro que con vosotras no tengo secretos.

- Voy para dentro que se va. Madre mía que rastro de pasión va dejando con su aroma.

Poco más duró la breve conversación, Minerva colgó la llamada aún riendo por las ocurrencias de Marga y cuando lo hizo, la emoción la embargo. Ahí estaban sus amigas demostrándole como y cuanto la apoyaban, compartiendo su sueño con Julia. Emocionada como estaba y pensando en Julia recibiéndolas, recibió una llamada que la hizo explotar en llanto. Era Fatima, completando el cuarteto de amigas.

- Min cielo, me está diciendo Cayetano de ir a la Clínica a medio día e invitar a Julia a comer. Seguro conseguimos distraerla...Dios me acaba de mandar Caye una foto en el gym que me vuelve loca, como a ti Julia en cierto cuarto rojo.

- Jajaja, os quiero..es imposible no hacerlo.

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Ajena a las llamadas telefónicas entre el grupo de amigas y consciente sólo de la visita de Manuela, Julia paseaba de un lado a otro de la sala de espera, nerviosa. Haciendo valer el trabajo realizado con John e incluso con su madre, debería recibirla natural. ¿Pero como es ser natural si llevas años actuando? Sus dudas no hicieron más que inquietarla y desear que Manu llegase ya. Pero Manu caminaba a paso lento por el pasillo, acompañada por John.

Ambos siguiendo el mismo camino, sin saber que compartían destino.

La simpatía de John, puede que su galantería o simplemente lo atractivo que le resultaba, Manu aprovechó el pasillo, para interactuar más con el.

- Dramas...- dijo ganando la atención de John como pretendía- y si, por preferir y después de algún que otro fiasco, me decanto por la comedia pero eso no quiere decir que los dramas dejen de existir. Vengo a visitar a la pareja de una amiga. Pareja a la que juzgue demasiado alegremente y que ahora, me está demostrando cuanto me equivoque. Esta aquí, cuidando a una víbora que se aprovechó por años de ella, que ha tratado de mal meter una y otra vez, pero aquí está, cuidando de ella, acompañándola. No se si yo reaccionaria igual. Es el drama más cercano que tengo ahora mismo.

- Guau- exclamó John encajando las piezas. La extrovertida y hermosa mujer, se dirigía a la misma habitación que el, sin duda- Yo me estoy divorciando y tengo una paciente tozuda como una burra. Que a pesar de saber que esa mujer no hizo más que aprovecharse de ella y sus déficits sociales, se empeña en cuidar de ella, arriesgando su relación- expuso John estando ambos detenidos en el pasillo. Manuela entendió que ambos hablaban de Julia, a pesar de no nombrarla.

- Minerva en cierta forma lo entiende. Julia será muchas cosas, pero es tremendamente generosa- debatió a favor de Julia, entendiéndola.

- Victoria no lo haría, tenlo por seguro- se alteró John irremediablemente.

- Pero Julia si- contrarresto Manu, encantada por el debate generado entre ambos-Obligarla a no actuar según sus principios, me parece estar manipulándola por igual- concluyó y sonrió ampliamente esperando la réplica de John.

Mientras desde la puerta de la lujosa habitación, Julia los miraba con el ceño fruncido, desconociendo el lazo entre ambos.

- Julia- dijo Manu al percatarse de su presencia. Con verdadero cariño camino hasta ella y tomó su mano- Pasaba por aquí y quise saber si necesitabas algo, ¿todo bien?

- Pues- dudo Julia. No necesitaba nada, pero el cariño mostrado por Manuela, la emocionaba aunque no lo demostrase- estoy bien.

- ¿Victoria?- preguntó yendo al grano Manuela y no evitó acariciar la mejilla de la magnate.

- No quiere verme- contestó sincera mirando a John, quien callado esperaba junto a Manuela- John- le ofreció la mano a modo de saludo y una vez estrechada, dio un paso para permitirles la entrada- Tened cuidado, deben revisar la moqueta- advirtió haciendo sonreír a Manu al recordar la trilogía del señor Grey.

- Lo tendré- avisó Manu mirando de reojo a John- no quiero tropezarme y que alguien deba recogerme evitando la caída- se carcajeo ante la extrañeza de Julia y la sonrisa de John.

- A la señorita no le gusta la galantería, ¿o era que si?

El buen ambiente entre Manu Y John, relajo a la magnate. Quien les explicó que Victoria al despertar no había querido su presencia. Al poco los médicos de la Clínica pidieron paso y John entro a ver a Victoria con ellos.

Al quedarse a solas, Manu observo a la magnate, claramente dolida y decidió ayudarla.

- Las veces que he visto a Victoria, no han sido encuentros para nada amistosos. Pero no hay que haberla tratado mucho o conocerla, para saber que es una mujer sumamente coqueta. No querrá que la veas demacrada- le expuso buscando cercanía entre sus cuerpos. Las manos de la magnate descansaban en sus bolsillos, sus hombros estaban caídos, derrotada. Por eso Manu insistió buscando quitarle hierro-Me equivoque en machista- le dijo colgándose de uno de los brazos de Julia- pero si tienes un punto machito- termino por decir y Julia le entrecerró los ojos participando de la broma. Pero una sonrisa, nada cambiaba.

- Me da vergüenza- confesó Julia en un hilo de voz- fui un títere en sus manos y Minerva lo sabe. Puedo tener todo lo que quiero, pero me faltaron ovarios para enfrentarme a lo desconocido y ahora, ni siquiera se como ayudar a Victoria.

Manu se pego a ella, prácticamente abrazándose a su brazo. Entendía a Julia pero sabía por la propia Minerva, lo poco que ésta podía avergonzarse de Julia.

- Minerva no puede avergonzarte de ti y creo que nadie podría hacerlo. Eras una cría tímida e introvertida que ganaba dinero a espuertas y Victoria era la adulta. En cuanto al modo de ayudarla ahora, entre todos encontraremos una solución y sino despides a John, el loquero siempre carga con las culpas- dijo Manu captando como la magnate la escuchaba al punto de desmoronarse. Algo que para ella, no era fácil.

- ¿De que conoces a John?- le preguntó Julia buscando algo a lo que sujetarse para no ponerse a llorar como quinceañera por una muestra de amistad.

- Del ascensor jajaja, ¿te lo puedes creer?

- Oh...me encapriche de Minerva viéndola jugar a Voley- Playa, ella perdía todos los puntos, así que...te creo.

- Jajaja, el deporte no es lo suyo...Oye, ¿pero que me has querido decir?

- Que me abraces, por favor- pidió Julia no aguantando ni un segundo la emoción y no necesito ni de ese breve espacio de tiempo, para que Manu lo hiciera.

Un abrazo cariñoso que sorprendió a Hugo entrando en la habitación. Pocas veces había visto a Julia abrazando a alguien con tan aparente necesidad. Hecho que lo alertó.

- ¿Julia?- preguntó temiendo que algo hubiese ocurrido con su Tía.

- Esta todo bien- corrió a contestar Julia- Ten cuidado- lo alertó viéndolo entrando- la moqueta está levan- se interrumpió. Marga llegaba tras Hugo y no veía el roto de la moqueta, tropezando con ella- tada.

El vuelo hacia el suelo directo de Marga, lo frenaron los brazos de Hugo recogiéndola.

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De Julia Arango

A Minerva De Urrutias

Asunto: Amigos

Al final no sólo apareció Manu, déjame decirte que a mi me gusta más Manuela, también vino John, Marga, Hugo y Fátima con su marido ¿Cayetano? Me invitaron a almorzar, pero...ardo en deseos por verte, Minerva.

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De Minerva De Urrutias

A Julia Arango

Asunto: Amigos: son lo mejor.

Es Cayetano y apostaba todo a nada a que tu preferirías su nombre completo.

Tengo media hora para almorzar, coge cualquiera de tus veloces juguetitos y ven por mi.

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