El
vello continuaba erizándosele a la sargento sin hallar la causa. Sin
peleas ni juegos, sus canijos le habían ayudado a recoger la mesa y
la cocina. Y para más ennervamiento, ahora se sentaban ni más
buenos a hacer los deberes.
A
escondidas de sus ojos, Pedro continuaba vigilando el dedo de su
hermana, mientras Patricia flipaba en colores a su estilo y la pobre
María se sentaba con ellos a hacer los deberes.
Junto
a ellos la pedazo sargento ennerviada sin causa aparente.
Desperezándose a lo salvaje, ganó las risas de sus tres hijos y
ahijada.
-
Jem jem jem...nos creéis que vaya a estudiar pero ahí que voy-
decía cogiendo el maletín necesario y de él comenzaba a sacar los
accesorios- Lápiz- lo enseñaba como si fuese algo ajeno a ellos.
-
Jijiji Irala mi Mami- decía Patricia prefiriendo las guasas de su
madre que el libro de matemáticas de cuarto curso y sus fracciones
equivalentes.
-
¿Que más?- preguntaba Pedro contagiado por el buen ambiente.
-
Jem jem jem...una goma y hasta un sacapuntas Jolines- se entusiasmaba
la sargento y se lo mostraba en especial a Paula, que la miraba sin
su normal sonrisa adornando su rostro- ¿No te gusta?
-
Zi- ceceaba aguantando el dolor. El pulso en su dedo roto palpitaba a
ritmo caballo- Tú ziempre me guztaz, Mami.
-
Jijiji ¿imitas a Chicli?- preguntó Patri despistada como su Mami.
-
Canija- exclamó Esther preocupándose por el color del rostro de su
hija.
-
No la agobiéis- intercedía Pedro sufriendo a morir por su hermana- No
puedo más...hermana- se levantaba que el es parte de los trillizos y
un trillizo sufre como su hermana trilliza o más.
-
Hermano- puchereaba Paula dejándose abrazar y Patricia comenzaba a
llorar sin saber muy bien porque.
-
Tita...algo está pasando- advertía María y la sargento aporreaba
la mesa.
-
Cagó en la gasolina que echas creyendo que es gasoil...snif...¿que os
pasa?- preguntaba contagiándose por la emoción de sus canijos y una
lagrimilla amenazaba con precipitarse cuando la puerta del piso se
abría y una voz, los hacía llorar a los cuatro a moco tendido.
-
Amores...Mama está en casa
-
Mama- gimoteaban los trillizos ante el alucinamiento máximo de
María.
-
Cariño- y lo hacía la sargento levantada apretando el culete.
La
pobre María no conseguía bajar sus cejas alzadas a más no poder.
Los cuatro lloraban llamando a su Tía Maca y ésta nada más entrar
y ver el panorama, dejaba caer su maletín y bolso, jurando en
arameo. Esos cuatro personajillos sólo la recibían así, cuando
algo muy gordo habían hecho.
-
Esther- primer taconazo al suelo- Esther- segundo y el tercero y
cuarto y quinto y mejor dejar de contar. Fue cuando Paula se levantó
de la silla llorando desconsolada mientras enseñaba su hinchadísimo
dedo, que la jueza paso de taconear para correr a por su dulce niña
de sueños trapecistas.
-
Canija- exclamó la sargento cagándose en todo aquello en lo que te
puedas cagar cuando ves el dedo de tu hija como ella lo veía.
-
¿Canija?- la fulmino la jueza y no cayó al suelo derretida de puro
milagro- ¿En que pensabas que no la has llevado a Urgencias?
-
Yo...yo...es que...que es que...es que...
El
atrancon enorme de la sargento duro el tiempo en que Paula lloraba
abrazada por su madre, quien intentaba revisarle el dedo a pesar de
sus quejas, el tiempo en que los otros dos hermanos se miraban
acojonaitos a hurtadillas, el tiempo en que María sacudía la mano en
modo, mi madrina la ha liado parda pero tampoco es novedad y el
tiempo que tardó la jueza en recoger su bolso del suelo, sacar su
agenda, cortar una hoja y plantarla con muchísimo genio en la mesa.
-
Me voy a Urgencias con ella, más te vale que cuando volvamos hayas
hecho todo lo que pone en esta hoja.
-
Que es que...- detuvo el arranque la sargento que por su bien, le
tocaba coger en brazos a Paula, ir al balcón y darse cuenta que con
ella en brazos no podía saltarlo- Que es que...Jolines- se explicó
pasando todo lo rápido que pudo delante la jueza.
-
Lo siento, Mami- se disculpó Paula abrazada a su cuello camino del
coche.
-
No pasa naah, ahora te lo curan y ya está- le dijo la sargento
intentando animarla.
-
Lo digo por Mamá- insistió Paula, su madre tenía la cara de toga
dispuesta a dictar sentencia sin necesidad de fase de instrucción.
-
Mae mía- trago saliva la sargento mirando de reojo a su mujer- en
peores plazas hemos toreado.
-
Jijiji como cuando nos caímos de la Pilarica en febrero y estuvimos
malitos.
-
Sactamente.
-
Jiji o cuando pillamos pulgas robando castañas.
-
Sactamente....pero mejor deja de recordar anecdotillas.
-
Anecdotillas- murmuraba la jueza con muy mala leche llegando al
coche.
Ahora
tocaba dejar a su hija en el asiento, comérsela a besos y mimos,
abrocharle el cinturón, volver a comersela a besos, cerrar la puerta,
dibujarle un corazón en la ventana con sonrisa conejilla soy más
buena que nada aunque tenga mis despistes e irse a por la Jueza.
-
Jem...jem...jem estos canijos nuestros- busco el chistecillo pero
nanai. La jueza con el motor encendido metía primera sin ni siquiera
mirarla- Jolines...que seguro tiene una explicación- se quejó y con
razón. No hay nada peor que la omisión de tu chati- Cari
-
Ni cari, ni caro- contrarresto la jueza dejando notar que es madre y
esa frase la manejan como nadie- Luego te llamo- sentenció iniciando
la marcha y la pobre sargento echo a correr.
-
¿Y mi besillo?
No
lo hubo, con toda la maldad del mundo, su señoría paso de su
pregunta y siguió la marcha. Desanimada y pateando cualquier cosa a
su paso, la sargento regreso a su casa, donde los canijos al verla
llegar, sacudieron la mano con más fuerza que María.
-
Mami- susurro Patri viéndola sentarse en la silla realizando
movimientos extraños compulsivamente nerviosos, sello propio de la
sargentillo.
-
Sin mí besillo, se ha ido sin besillo- protestaba y ahora si que se
preocupaban sus canijos- Cuanta maldad en un cuerpo tan bonito...¿Como
es así? ¿Que he hecho yo para que no me de mi besillo?....Lo
sabe...snif...lo sabe...sabe que eso es pa,mi lo peor y va y me lo
hace...cagó en el nuevo edulcorante del Mercadona y lo malo que
está- continuó en modo protesta y probesilla ella, hasta que las
orejas se le pusieron en alerta, Patricia hablaba con su señoría
por teléfono.
-
Mamá, ¿como no le das el besillo?...¿Que?...no...no Mamá hoy no tengo
clase de refuerzo...Mamá...pero que..es que...que es que...Fooh
cuando vuelvas te explicamos todito todo, eso es
verdad...seeh...si...digo si no seeh...claro que si...Mama...¿Mamá? ¿Y
mi besillo? Fooh- acabo la llamada o más bien la corto su señoría
y Patricia lanzó el móvil al sofá, para cruzarse de brazos
indignada- No me ha dado mi besillo...¿Como es así?
-
Yo ni lo intento- les dijo Pedro encogiéndose de hombros resignado-
Mejor hagamos todo lo que pone aquí- continuó mostrándoles la nota
y no lloraron más, porque no les daba tiempo.
-
Tan malos no sois- hablo María y los tres se miraron entre si, hasta
que acabaron estallando en risas y diciendo a la vez:
-
No ni na jijiji
Por fin un poco de cordura...ya llego la ''jefa''...que los tiene a todos en fila y ''acojonaditos''...jajajaja...y es que Macarena es mucha Macarena..hasta a mi me causa respeto..no le haria la contra en nada..ejemm..jajajaja
ResponderEliminarQue familia mas encantadora...''tronaos'' pero son de un dulce...me encantan Gemo....
Y tu Cari-ño...no te quejes que Gemo te ha citado una vez..jooooooo..jajaaj
Grande tu escritora....Divina-Wilson..
Si me quejo no debio aparecer la barbi taconazos!!!
EliminarY citado?? cuando jajaja
Cari
Esta familia me vuelve casi loca.. Pobre chiquilla... Ella llorando por su dedo quebrado y los otros por un beso. Y Maca debe de estar mas locos qeu ellos para aguntar tanto jajajja
ResponderEliminarGracias gemo y grande tu como bien lo dice mi querida Verde.
Cari.
jajajajajajajajaja... Me encanta esta familia...tiene un no se qué..la Sargento es de un dulzón que enloquece..la Jueza es guapa la condená, me enloquece sus taconazos....
ResponderEliminarVeremos como será el regreso ..que le depara a la sargento..
Gemo guapaaaaaaaaa
ayyyyyyyyyyy que grannnndessss ése trio calabera y secundados por mami esther....me vuelven loca de la peineta
ResponderEliminarMÁSSSSS ARTISSTAZAAAAAAAA
GRACIAS