Las
preguntas de Minerva en cierta forma no pillaron a Julia de sorpresa.
Podía recordar perfectamente la despedida de su madre antes de
regresar.
-
Esa niña te quiere Julia. Sólo debes hablar con ella,
comunicarte...cualquier detalle por pequeño que sea, si es de las
dos...debe saberlo. Explicarle, hablarle...no tienes nada de lo que
avergonzarte...nada.
Fuera
del coche y apoyada en él, vio como Minerva bajaba los hombros
desanimada. Era hora de hablar.
-
Fuimos una peculiar pareja hasta mi flirteo con mi secretaria, creo
esa parte te la conté. Después Victoria estuvo un tiempo enfadada,
ocurrió el accidente de su hermano y Hugo llegó a su vida. Me busco
y...yo seguía necesitándola para ciertas cosas. No me gustan los
eventos a los que debo acudir, no me gusta ser el centro de atención,
no me gusta que hablen de mi, que me toquen desconocidos, no me gusta
ser simpática por obligación y Victoria me ayudó. Me enseñó a
hablar en público, a mostrarme ante ellos, a ser la Julia Arango que
conociste y...
-
Su bichito- murmuró Minerva cargándose de veneno. A todas luces
Victoria se había aprovechado de una tímida multimillonaria.
-
No sería lo que soy, ni tendría lo que tengo, sin Victoria. Nos
aprovechamos la una de la otra y sino hubieses aparecido en mi vida,
revolviéndola por entero.. seguiríamos haciéndolo a nuestra forma.
Ella sólo está asustada, Minerva.
-
¿Que?- se exalto Minerva. Los celos que causan vivencias ajenas
ganaban la partida- ¿Sabes todo lo que ha intentado hacernos?
Julia...hasta quiso echarme de Vanity.
-
Miedo...sólo tiene miedo- contesto Julia bajando la cabeza. Como
podía pretender ser alguien diferente y empezar dejando de lado a
Victoria. Minerva aprecio sus dudas y encerró a su particular perra
celosa. A fin de cuentas, Julia se estaba abriendo ante ella.
-
¿Qué es Hugo para ti?- pregunto tratando de encajar las piezas y se
apoyó junto a ella en el coche. Apenas un palmo de distancia, apenas
unos segundos, sin que su mano buscara la de Julia.
-
Es un muchacho espectacular. Muy inteligente, tenaz, trabajador y le
apasiona el mundo inmobiliario. Se ocupa de mis inversiones en ese
sector- se explicó cerrando los ojos por la suave caricia de Minerva
en su mano. No era nada difícil hablar de Hugo, mucho menos hacerlo
con Minerva.
-
Muy Arango- bromeó Minerva entrelazando sus dedos- pero yo
preguntaba por tu vínculo afectivo con él, no por sus virtudes.
-
Es más que un sobrino- susurro Julia buscando el abrazo de Minerva.
Dejar sentamientos salir al aire, sigue siendo una de sus asignaturas
pendientes y le provoca cierta vulnerabilidad que Minerva supo
apreciar.
-
¿Al que quieres, estimas o aprecias? Vamos Julia, sólo dime en que
lugar debo ponerlo en nuestra vida- pidió Minerva arrepintiéndose
un tanto de la exigencia en su tono. Julia Arango, la excéntrica
magnate estaba tratando de comunicarse y ella no cesaba de
presionarla. Cansada por las largas horas de trabajo y por todo lo
vivido con Victoria, se abrazó más a Julia y no la dejó contestar-
Lo quieres y es alguien muy importante para ti. ¿Es así?
-
Si- contestó en otro susurro Julia- tenía catorce años cuando lo
conocí.
-
Bien, hemos superado la prueba, señora Arango- rompió el abrazo
Minerva queriendo tenerla se frente- ¿Por que te cuesta tanto hablar
de lo que sientes?
-
Porque llevo toda la vida, fingiendo ser de hierro y...es algo muy
íntimo.
-
Yo no te quiero de hierro y si, te quiero íntima.
-
Lo estoy intentado.
-
No...en verdad los estas haciendo, sólo te falta decirme cuanto me
quieres.
-
Oh...eso será en otro momento señorita Minerva. Estamos
cansadísimas y mañana tiene que seguir...el reloj no se detuvo.
-
Julia- coqueteo infantil Minerva. Tenía su cuerpo, tenía sus ojos,
quería el premio escuchado de su boca.
-
Uhm...tanto como para que mi día mejore, por sólo verte subida en
un ascensor, revisando tu peinado- dijo huyendo de Minerva para
subirse al coche.
-
¿Como?...lo sabía....sabía que esas cámaras eran cosa tuya- abrió
la puerta Minerva, para subirse con ella.
-
Te ves absolutamente encantadora poniendo morritos ante el espejo- le
dijo Julia prosiguiendo su eterno coqueteo.
-
Julia- fingió regaño, una Minerva que dejaba salir a su princesa
interior subida en su mejor nube rosa.
-
Y cuando te enfadas por no encontrar el lápiz labial, estas
absolutamente sexy....y el lápiz siempre está en el bolsillo más
superficial.
-
Basta...no quiero saber que más cosas me habrás visto haciendo.
Julia
no se detuvo, continuó relatándole pequeños gestos cotidianos
observados mediante una pantalla y el buen humor, se instaló en las
dos. Pero ciertamente las dos estaban cansadas y a Minerva le quedaba
aún muchos días por cubrir en la pasarela Madrid Fashion Week. Al
poco de reiniciar la marcha, Minerva se apoyaba en su hombro.
-
Si- le dijo cerrando los ojos totalmente a gusto.
-
¿Si?- preguntó Julia no entendiendo a que se refería.
-
Me preguntaste por correo si hoy dormiría contigo y mi respuesta es
si...quiero dormir contigo.
Apenas
unas horas más tarde, el cuerpo dormido de la magnate, aprisionaba
dulcemente al de Minerva. Exhausta, inmortalizó la perfecta unión
de sus cuerpos, y como hiciese Araceli tiempo atrás, se la mando por
correo.
---
De
Minerva de Urrutias
A
Araceli Arango
Asunto:
Mi gran osa
Imagen
adjunta.
Buenas
noches desde Madrid.
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De
Araceli Arango
A
Minerva De Urrutias
Asunto:
El "mi" es discutible jijiji
La
belleza de la imagen, no admite discusión. Dale un beso enorme de mi
parte.
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De
Minerva de Urrutias
A
Araceli Arango
Asunto:
Puedo compartirlo si es contigo.
¿Para
mi nada?
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De
Araceli Arango
A
Minerva De Urrutias
Asunto:
Buenoooo
Venga
ya a dormir, no ves la niña.
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De
Minerva De Urrutias
A
Araceli Arango
Asunto:
Es un sí.
No
puedo, estoy feliiiiz.
---
-
Uhm...deja a mi madre y duerme- murmuró Julia sobresaltándola. Su
abrazo se cerró aún más sobre ella y dejó el móvil, girándose
bajo el placentero peso de Julia.
-
Si- dijo empapándose a placer del aroma y calor de Julia- ahora si.
amooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
ResponderEliminarbrigoninha