Julia
cerró el abrazo sobre Min, atrapándola contra ella. La magnate
sollozo escondida en su cuello, hasta que Min consiguió saltar y
enredar sus piernas en la cintura de Julia.
-
A mi princesa interior, le encanta que nos tomes así- susurro
Minerva buscando el cara a cara con Julia. Sabia de sobra como
superar el momento tan intenso vivido y la magnate ante sus palabras
la miro, alzando una ceja- Si...es tu mayor fan- prosiguió
consiguiendo el sensual ruede de ojos de Julia- y digamos la más...-
dejó la frase a medias, deseando que Julia la completara.
-
¿Caliente?- preguntó jugueteando con las manos en la baja espalda
de Min.
-
Si- contestó disfrutando de la calor que las manos de Julia le
proporcionaban- Ya sabes...le encanta vestirse para ti con ajustados
corpiños- provocó acercando sus labios a los rotos carnosos de
Julia. Estaba claro, su princesa interior, aquella de la que hablaba,
tomaba el control.
-
Muy ajustados-exigió Julia, dejándose llevar por la pasión. Sus
manos cosquillearon encantadas de volver a acariciar la deseada piel
de Minerva, esquivando sus cortos pantalones. La caricia de los
labios de ambas, hizo suspirar a Minerva.
-
Y le pone muy...muy caliente, que la amordaces y hagas con ella, lo
que quieras.
-
Minerva- pronunció Julia atrapando los labios de Minerva, comenzando
un beso que empezó suave y subió de intensidad en cuanto el deseo
se abrió paso entre ellas con ímpetu. Ímpetu que llevó a Julia a
buscar apoyo en la pared. Cuando la espalda de Minerva chocó en esa
pared, abrió los ojos y gimió encendida. Las largas manos de Julia
estaban en su húmedo sexo con sello propio. Julia Arango.
-
Julia...espera...espera...yo quería más hablar y menos follar- dijo
sin dejar de comerse los apetitosos labios de Julia.
-
Estamos hablando- rectifico Julia, abandonando su boca camino de su
cuello. Volvía a tenerla para ella. Su calor, sus besos, su humedad,
imposible así, detener las ganas de poseerla. Valiéndose del apoyo,
estiró el torso de Minerva, buscando su pecho después.
-
Dios...es bestial lo que haces conmigo- confesó cediendo al inmenso
placer de ser poseída por esa mujer.
Reencontrándose
en su mejor terreno, ninguna escucho los toques en la puerta y el
carraspeo de un joven, que al reconocer a Julia, volvía a carraspear
dándose la vuelta para no verlas.
-
Julia...Joder- término por quejarse el joven.
-
¿Hugo?- preguntó sorprendida Julia, sin variar un ápice su
postura.
-
Davo...así me pusieron. ¿Puedo girarme?- preguntó con un toque de
humor mirando la puerta. De pronto los gemidos se modificaron a
protestas de una dulce voz.
-
No- elevó la voz Julia. La americana de Minerva había sido abierta
y su boca estaba ardientemente entre abierta. Una exquisita imagen
que no quería compartir con nadie.
-
Julia la mano- le regaño Minerva. Una de las manos de la magnate,
continuaba apretándole la teta, a pesar de haberla bajado al suelo.
-
Esa voz tan sumamente dulce, no puede ser más que de Minerva De
Urrutias, estaba deseando poder conocerte- piropeo Hugo
divirtiéndose. Los ojos de Julia, seguro lo estaban atravesando.
-
Eh...¿encantada?- preguntó Minerva dudando. Julia le arreglaba el
traje con el ceño fruncido, hasta que escuchó la pregunta y la miro
nuevamente con la ceja alzada- Parece simpático- dijo buscando lo
que obtuvo, Julia atrapó su boca en un ardiente pero breve muerdo.
Tocaba callar a la princesa interior, conocer al tal Hugo y ocuparse
de la malvada Victoria. Aunque esta Julia, atrayente como la del
principio y con un aire más juguetón, se lo pusiera difícil,
guiñándole un ojo al contemplarla presentable- Creí superados los
celos.
-
Yo los pantalones cortos- bromeó Julia mordiéndose los labios
mirando los pantalones protagonistas.
-
Ejem...chicas continuo aquí.
Una
vez ambas espabilaron bajando de su particular nube y hechas las
presentaciones, Hugo fue el protagonista del encuentro. De gestos
cuidados calcados a Julia, preguntó por su Tía y agradeció a las
dos la atención prestada. A ojos de Minerva, Hugo hablaba y trataba
a Julia con verdadero cariño, entre ellos debía haber un vínculo
más allá del parentesco con Victoria.
Tiempo
más tarde, de regreso a la casa de Julia en su coche, Minerva pese
al cansancio, jugaba con la mano de la magnate, mientras ésta
conducía.
-
¿Hugo tiene una relación estrecha con su Tía?- preguntó queriendo
saber y las mandíbulas de Julia tensionándose no le dieron miedo al
recordar el pequeño incidente, cuando aún estaban en la Clínica
con Hugo y una de las enfermeras insistió bastante en que Julia
tuviese lo que necesitase- Se parece muchísimo a ti- envalentonada,
provocó a la magnate. Julia dejó de apretar mandíbulas para
mirarla- Jajaja, recuerda que ahora dices no ser celosa...Juliaaa-
protestó al recibir un muerdo demasiado posesivo de Julia.
-
Uhm- se relamió Julia con gusto y su mirada felina, despertó a la
princesa interior de Minerva- Prácticamente ha crecido conmigo. Sus
padres fallecieron y Victoria asumió su custodia.
-
Ya- contestó en un hilo de voz. Otra vez Victoria- Pobre chico.
-
Estuvo conmigo hasta su mayoría de edad, después estudio en Estados
Unidos. Lleva apenas unos días en Madrid- le explicó Julia
sumamente relajada. La sola presencia de Minerva junto a ella, el
contacto entre sus manos, su olor llenando el coche y a ella misma.
Simplemente Minerva a su lado, tomando su mano- A Victoria no le
gustan los niños... sus ruidos y alborotos, su natural desorden, sus
horarios...fue más fácil y práctico que Hugo estuviese conmigo.
Las
explicaciones dadas en un primer momento congratularon a Minerva.
Julia se abría para ella, pero su princesa interior se había
afilado las uñas y tener conciencia de la relación más que de cama
de Julia con Victoria, propiciaron que se mostrase poco
condescendiente.
-
Ahora me vengo a enterar que prácticamente criasteis a un
hijo...esto es...- se quejó soltando la mano de Julia. De repente
prefería mirar por la ventana que mirar a Julia, a pesar de hacerlo
con temor de que regresara la Julia más cerrada.
-
Es difícil...me es difícil explicar una relación que en verdad no
fue.
-
Si hasta criasteis a un niño, Julia por favor....para el coche-
exigió queriendo zanjar el tema Victoria de una buena vez y se
sorprendió cuando Julia obedeció sin más- Entiendo que- se peino
buscando calma. Los ojos de Julia se mostraban medio avergonzados y
eso a su princesa interior, le provocaba arañar- entiendo que fue tu
primera mujer...que en cierta forma pues...no se...fueseis
compatibles...y ella se aprovechara de ciertas cositas tuyas, ¿pero
un hijo? No se Julia, cuando pensabas hablarme de Hugo?
quero essas duas juntas em todos os sentidos, que nada atrapalhem elas merecem ser feliz e essa vitoria era e é uma egoísta que não merece nada e nem consideração
ResponderEliminarquiero mássssssss porfaaaaaa una excepcion y doble o triple porfaaaaaaaaa
ResponderEliminarME FALTAN PALBRAS, no se como expresar como me siento al leer ésta historia
GRACIASS ARTISSTAAAAAAAAAA
........ Me sigue fascinando cada uno de los ''momentos'' de estas dos ...y esa Julia sigue eclipsando al mismisimo sol...siiii¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarGRACIAS¡¡¡¡¡¡¡¡