miércoles, 15 de enero de 2014

Mi cincuenta cláusulas 71


Capítulo 10

Cansada pero con ganas de perderse en el mundo Arango, Minerva introducía en el maletero de su coche el equipo utilizado y de reojo, observaba los pies de Julia cruzados jugueteando. Algo tramaba la magnate y las ganas de averiguarlo, propiciaron que cerrase el maletero a las prisas.


- Listo, ¿me sigues o te sigo?- le preguntó provocando que Julia levantase la vista del suelo y sus intensos grises ojos se clavasen en ella. Difícil, muy difícil, sujetar a su princesa interior, quien a voces le pedía "cómetela". Julia le mantuvo la mirada sonriendo de lado. Minerva impaciente, era demasiado apetitosa.

- Voy contigo- terminó por contestarle y fue imposible privar a sus dedos del delicioso tacto, que le supone acariciar el pómulo marcado de Minerva.

- ¿Y...y Lola?- se regaño por el titubeo de su voz Minerva. "Más hablar, menos follar" Y empezó a dudar en su capacidad para ganar a su princesa interior. Esa que jugaba con la cremallera de la chupa de Julia, y parpadeaba sumisa, esperando los deseos de su doma.

- Le di la noche libre- contestó Julia pegándose a Minerva. Las ganas de tomarla, fueron frenadas guardando las manos en los bolsillos de sus jeans.

- Bi...bien...pues no se...¿vamos?- señaló su coche Minerva, justo cuando la nariz de Julia acariciaba su mejilla. Ni que decir, su princesa interior no esperaba a Julia y ella sola, comenzaba a desnudarse deseosa de sentir la calor de Julia cubriéndola por completo. En su lucha particular, a Minerva le sustrajeron las llaves del coche y Julia dejó un beso en su mejilla, a modo de fianza, provocando la risa coqueta de la princesa interior de Min, encantada con los juegos de su doma y se regañaba Minerva en plena lucha con la primera.

- Es hora de probar tu cochecito- se burló Julia avanzando hacia la puerta del conductor.

- A ver....Julia con cuidado que este coche es como mi niño- corrió Min a subirse al asiente de acompañante de su propio coche. Su estúpida princesa interior le estaba ocasionando dejarse ganar por Julia una y otra vez, desconociendo que no sería la última ocasión. Subida en su coche, se carcajeo viendo los intentos de Julia por acoplar sus largas piernas en el estrecho habitáculo- Espera gigantona- se inclinó buscando la palanca para mover el asiento hacia atrás y Julia aspiró sin disimulo el aroma de su cabello.

- Cambiaste de perfume, pero tu pelo sigue oliendo igual de delicioso...Uhm...me encanta.

- Joder- murmuró Minerva protestando. Su princesa interior se había arrancado los dos botones de su americana mostrándole el sujetador a Julia desatada. Su empeño y el de la misma Julia, propiciaron que el asiento corriese de golpe hacia el tope.

- Buena frenada- bromeó Julia por el impacto y se  dispuso a arrancar el coche. Minerva encerró con todas sus fuerzas a la princesa interior dentro de un armario con siete llaves. Con ella libre, Julia siempre ganaría.

- Atiéndeme un momento- con su princesa controlada, tomó la barbilla de Julia haciendo que la mirase- Esta noche quiero hablar largo y tendido contigo. Y empezaré por este cochecito, como tú lo llamas. Cochecito que no está acostumbrado a tu forma de conducir...Juliaaaa- demasiado tarde realizaba la advertencia, sin soltarse Julia había metido primera y el coche salía racheando por la fuerte pisada en el acelerador- Eres...dios

- Jajaja, no está mal el cochecito, pero tengo otro pensado para ti.

Poco tiempo necesitaron para llegar a casa de Julia en Madrid. En un pacto no hablado, ambas buscaron conversación banal, intentando no entrar en profundidades. Aún así, las manos de ambas se buscaron y Minerva contempló callada la unión de ambas y el brillante anillo destacando entre ellas.

- Según tus cláusulas puedo imaginar que elegiste el anillo por precio y por llamativo- apostó acariciándolo y cedió a los deseos de su princesa aporreando la puerta del armario. Apoyarse en el hombro de Julia.

- Se equivoca señorita Minerva. Lo elegí porque es el mas espectacular. Simple y práctico...Llegamos- advirtió Julia deteniendo el coche en su espectacular garaje.

Al poco ambas bajaron del coche y Minerva comenzó a extrañarse conforme caminaron hacia el ascensor. Ninguna de las chicas Arango apareció y Julia no ordenó nada al ordenador central de la casa. Se limitó a llevarla hasta el ascensor, tomándola de la cintura.

- Pa,l carajo- murmuró de nuevo en protesta Minerva. El reflejo de ambas en las puertas del ascensor, sumado a lo caliente que resultaba la mano de Julia en su cintura, provocaron que su princesa interior escapase de su encierro. Dentro del ascensor, se dio por vencida en la lucha y ella misma, busco apoyarse en el torso de Julia, haciendo que ésta la abrazase por detrás sonriendo.

- No siempre vas a ganar- advirtió buscando diversión y el brillo en los ojos de Julia se lo garantizó- Esta noche te digo, que cenamos y hablamos.

- Súmele dormir y son mis únicas intenciones trayéndola hasta aquí.

- Jajaja, su mano colándose por mis cortos pantalones, me hacen desconfiar de sus palabras.

- Perdón, disculpe a mis constantes y atrevidos deseos por usted, Minerva.

Difícil, puede que hasta imposible, comenzaba a ser para Minerva, no girarse y saltar sobre Julia. Y eso, que la noche no había hecho más que empezar y eso, que cuando se abrieron las puertas del ascensor en la planta más personal de Julia, Minerva se quedó congelada. Ante ellas, la insoportable y omnipresente Victoria Davo, en lencería que poco dejaba a la imaginación.

- Amor mío, ¿traes a tú juguetito para compartirlo?
 
 
 
 

4 comentarios:

  1. gente odeio victoria davo, gemo espero que vc acabe com ela,eja é bom saber julia que tem que por a victoria no seu lugar que é bem longe de sua vida e de minerva, que julia le poe pra fora a ponta pe e que proiba sua entrada nas suas casas, o julia reage agora ou sempre tera problemas com minerva por causa de victoria e julia e minerva merecem ser feliz e julia merece ser feliz por que victoria machucou muito julia ta nahora de julia vingar toda maldade e se possivel lele tenha q aparecer pra contralar victoria, eu conto com julia agora

    ResponderEliminar
  2. aghhhhh pero comolo dejas asiiiiiiiiiiii????? lo q se siente con éstas 2 es para volverse loca y no quiero cura alguna!!!!!!!!!!! quiero masssss artisstazaaaaaa
    BENDITO TU CEREBRO LO AMO

    ResponderEliminar
  3. Q me he reido. A minerva y a julia la calentura se le ha venido de golpe a 0 grados eso es malisimo jajaja. Pobresitas tu lo solucionas verdad? Venga porfa....

    ResponderEliminar