La
atracción del poder. Así podría titular su mañana, Julia Arango
con Guillermo de Urrutias. El mismo hombre que había entrado a su
despacho, tiempo atrás, protegiendo a su hija, esa mañana se la
pasó presentándola a sus allegados a pecho hinchado de orgullo.
Julia
imagino bien, la mano de Minerva e incluso de su madre Adela, en el
cambio de Guillermo y su actitud respecto de ella.
Con
el negocio cerrado, acepto tomar una copa de vino en su casa a modo
de disculpas por la última cena compartida. Con Minerva en la
pasarela y esquivando volver a la vorágine de su sociedad, la acepto
y lo hizo a su forma. En el coche conducido por Lola, inicio su bola
interactiva, pidiendo dos lujosos detalles con los que presentarse en
casa de los padres de Minerva.
A
su lado Guillermo, curioseaba a hurtadillas, el sofisticado
compartimento trasero del vehículo. Iba a comentarle la falta de
bebidas alcohólicas en la nevera, cuando su teléfono sonando, le
traía a Minerva.
-
Minerva- contestó la llamada llenándose la boca con el nombre de
Min, mientras Guillermo se erguía en el asiento.
-
Tengo a mis tres amigas eligiendo el vestido de damas de honor, a
nombre de Julia Arango. Dime que es un error- escucho a Minerva
claramente molesta y la sonrisa estúpida se instaló en su cara para
no quitarse en toda la conversación.
-
Es sólo un detalle para con ellas- expuso entrecerrando sus grises
ojos. Un segundo y Minerva protestaría.
-
¿Sólo un detalle? Estos vestidos valen miles de euros, Julia.
-
Una boda vale muchos miles de euros, sólo debes dejar de pensar en
euros y si, en que todo salga como queramos.
-
A ver...que ni siquiera te he perdonado...mucho menos hablado y
tú...tú- titubeaba Minerva, provocándole las ganas de jugar.
-
¿Y yo, señorita Minerva?- con las ganas despiertas, modulo su voz,
cautivando a Minerva.
-
No hagas eso, Julia- pidió Minerva. A Julia le seguían bastando dos
susurros, para que su princesa interior, ronroneara como gatita en
celo.
-
¿El que Minerva?- volvió hacerlo Julia, y el rostro de Minerva
comenzó a sonrojarse. Cuanto ansiaba su princesa interior a la
domina que es Julia.
-
¿La boda?- interrumpió Guillermo herido en su orgullo. Era su hija
la que se casaba, era él quien correría con los gastos del evento-
Perdona Julia, pero la boda de mi hija la pago yo- sentenció a voz
segura, importándole muy poco la interrupción.
-
¿Aún con mi padre?- preguntó Minerva sorprendida. Ni en su mejor
apuesta, hubiese dicho que ambos durasen tanto tiempo juntos.
-
Si...cuando puedas le explicas que tus sueños son cosa mía- por
primera vez, el ceño de Julia se fruncía, esperando que Minerva le
diese la razón.
-
Julia.
-
Que me diga lo que quiera Minerva- alzó la voz Guillermo tratando de
ser escuchado por su hija- No pienso pasar por ahí...es mi hija, es
su boda...es mi gasto.
-
Contad conmigo- improvisó Julia dejando a padre e hija callados sin
entenderla. Mentalmente contó hasta treinta, imaginando a Minerva
mordiéndose las uñas nerviosa y ojeando a Guillermo intranquilo-
Ya...ese es el tiempo que necesito para costear esta boda.
-
¿Esta?- se indigno Minerva.
-
¿No se supone habías cambiado?- por igual, se indigno su padre.
-
Jajaja- río encantada con sus reacciones Julia- Tengo cerca de
cuarenta años, hay actitudes imposibles de cambiar.
-
Pues será a medias, y el vestido de mi hija, es cosa mía.
-
Entiendo que a Adela también le hara especial ilusión el vestido de
Minerva, acepto ese punto.
-
Dije que lo demás a medias, Julia.
-
Soy terca como una mula, necesitaras algo mas para convencerme.
Increíble,
estar hablando como si nada de su propia boda. Minerva escuchándolos
se mordió los labios, totalmente emocionada. Aquel día, en aquella
cena, su princesa interior huyo a esconderse en el fondo del armario
a llorar a Julia y ahora, fuera de ese armario reía a plena
carcajada bailando con el super anillo de Julia guardado en sus
manos.
La
conversación duró poco mas, Minerva recordó a Julia la hora
aproximada de cierre y se volcó de nuevo en su trabajo, mientras
Guillermo y Julia llegaban a la casa de Los Urrutia, donde una
furgoneta de reparto esperaba a Julia Arango.
Guillermo
contemplo asombrado, como Julia firmaba la entrega de un hermoso ramo
de rosas rojas y una botella de vino, que si bien, no sabía su
marca, la forma de la cubitera y el mimo con el que él repartidor y
Julia lo trataban, le daba a entender que ese vino, bien podría
valer miles de euros.
-
Gracias por la rapidez, el vino está a la temperatura perfecta-
despidió Julia al repartidor orgullosa, el diminuto termómetro con
forma de adorno casual, mostraba la exactitud de sus palabras. Ajena
a lo sorprendido que se encontraba Guillermo, lo busco con las manos
ocupadas, y al ver su gesto de extrañeza, ofreció una solución-
Las rosas siempre son una apuesta segura, en esta ocasión te las
cedo, seguro a Adela le encantan.
-
Eres un poco pedante- rodó los ojos Guillermo, en el fondo, quería
agarrar el ramo y regalárselo a su mujer, pero eso sería concederle
el capricho a Julia.
-
Ujum y lo peor es que me gusta serlo- se divirtió Julia ganando a
Guillermo y la suerte jugo de su lado. Adela salió a recibirlos
antes de que Guillermo se decidiera por coger el ramo- Guillermo,
como en las finanzas, si te duermes pierdes. Adela, esta usted
absolutamente hermosa.
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De
Adela De Urrutias
A
Minerva De Urrutias
Asunto:
Julia es un amor
Ha
aparecido en casa con tu padre, te mando foto del ramo de flores
hermosisimo que me ha traído y un burdeos reserva que de solo olerlo
te lleva al éxtasis.
¿Como
pude estar en contra de ella?
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De
Minerva De Urrutias
A
Julia Arango
Asunto:
Deja de repartir amor
Ya
me entere, que tiene usted demasiado buena mano con las mujeres De
Urrutias.
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De
Guillermo De Urrutias
A
Julia Arango
Asunto:
Sdo. un favor
Necesitaría
y si lo tienes a bien, me des el contacto de la empresa donde
compraste los "regalitos".
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Jajaja, ¿sabes Lola? Nunca antes me gusto tanto regresar a Madrid.
massssssssssssssssssssssssssssssssss
ResponderEliminaresto esta, para volverse loca y no querer cura alguna eh???? ARTISSSTAZAAAAAAAA lo tuyo, de otro mundo eh???
ResponderEliminarGRACIAS
.......Esta Julía derrocha tal poderío ya....que es hasta indecente....maliciosamente indecente...
ResponderEliminarEscritora es fascinación lo que tiene esta Historia...
GRACIAS..........
Sigo poniendome al dia...y vuelvo a ''fusilar'' a Celeste..
ResponderEliminarPoderio..poderio y clase tiene esta mujer..y si..maliciosamente indecente
pero es que..hasta la indecencia la lleva con clase Celeste..jaajjaja
Una MUJER..si.... Me '' tìe trastorna'' la Julia esta.....jajajaja
Un gran relato Gemo...me encanta niña...Grande...