martes, 3 de diciembre de 2013

Desvíos "Escondidas" 15


- ¿Me esperabas?- pregunto Esther, manteniéndole la mirada.

- ¿Deseabas que lo hiciera?

La respuesta en pregunta de Erika acercándose a la cama, hizo sonreír a ambas. Su natural coqueteo, tenía cierta mezcla que las conectaba más allá de su también natural amistad.

Pero los ojos de Erika suelen ser cristalinos, o por lo menos lo son para la Presidenta. Por eso, cuando Erika se tumba con ellos, no puede evitar decirle:

- Me vas a dejar sin Raquel.

- Mm...- sonreía Erika, tomando una pausa para hilar sus pensamiento- Hay una parte de mi, que se siente egoísta por querer hacerlo y otra que me grita esa necesidad. Cuando vuelvo a casa después de días concentrada por mi trabajo, quiero que ella este en casa esperándome. No se vivir como vosotras y esa parte egoísta, me dice que no sólo es que no sepa, es que en verdad no quiero. Raquel se excusa en fechas, pero se por cómo ha sido tu vida, que en política no hay fechas y que siempre hay algo por hacer- Erika hizo una pausa tomando aire exageradamente y los ojos verdes de Esther se achicaron ante la inminente sonrisa- Descanso y bien, señora Presidenta. Se ve relajada y muy bonita.

- Ujum- contestó en apenas un sonido Esther, para después incorporarse lo justo, buscando el beso de Erika- Dame un beso.

- Si me baja los impuestos le doy dos.

- Jajaja

Risas y armonía entre dos amigas, mientras en la cocina, Macarena se pone al día con Natalia.

A Maca le había sorprendido encontrarla en su casa, pero que además estuviese tan sonriente estando Pedro con varicela, la tenía en alerta a pesar del constante buen humor de Natalia.

- ¿Mañana que tienes?- le preguntó Natalia consultando su reloj. Era domingo, suponía querrían estar en familia, y en verdad a ella misma le apetecía estar así mismo pero en su casa.

- Noche.

- Bien, entonces me das un toque, paso a ver a Pedro y tomamos un café, ¿a solas?

- Eh- el ofrecimiento de Natalia, cogió a Maca fuera de juego, meses que no compartían uno y los extrañaba y mucho- Por supuesto.

- ¿Por supuesto? ¿Y esa formalidad?- sonriente preguntó Natalia bajándose del taburete dispuesta a marcharse.

- Pues...eh...digamos que me tienes descolocada.

- Jajaja, he sido una mala perra, pero desperté de la tonta pesadilla.

- Hay que joderse.

- No jajaja, hay que aprender a bailar bajo la lluvia, no esperar a la que la tormenta pase.

- Bob Marley, me la se.

Entre nuevas risas y con la paz conseguida entre ellas, Maca le acompañó fuera de la casa, donde Raquel y Jessica, tomaban el sol café en mano, esperándolas.

- No se como lo hacemos, pero siempre estamos en parejitas- dijo Raquel provocando nuevas risas. Entre gracietas, hablar del tiempo y de niños, las cuatro se despidieron. Quedando nuevamente en parejitas. Cuando el coche se marchó, Maca abrazo por los hombros a Raquel, pensando en el cambio de Natalia.

- La petarda ha tenido algo que ver, ¿no?

- Jajaja, si hablas de mi petarda, la respuesta es si.

Ahora si, el domingo en familia comenzaba. Eri dejó a la presidenta durmiendo con Pedro, mientras el resto organizaba la comida y una vez preparada a falta de prender la barbacoa, disfrutaban de un domingo tostado por el sol.

Eri, Maca y Fer, hacían tiempo disfrutando de una pachanga de basket, mientras Raquel y Sara se limitaban a tomar sol escuchando música.

Ninguna tuvo que despertar a la Presidenta avisandola de la comida. Fue la bocina del coche de Paula y Patricia, avisando de su llegada la que le hizo despertar, ante la mejor imagen. Pedro sonriendole.

- Las Titas- dijo el pequeño, buscando acomodo en su pecho. La presidenta lo recibió sonriendo enternecida. Su pequeño cuerpo era sumamente acogedor- Toy malito, Eter.

- Ujum, estas un poco caliente cariño.

- Tú también- la imitó Pedro tocándole la frente.

- Pues- se toco como el le hacía la frente. Su temperatura le extrañó, pero deshecho la idea de un inconveniente contagio.

- ¿Ujum? ¿Éter Ujum?

- Jajaja, ven aquí gordo- encantada por el dulce coqueteo del pequeño, terminó por subirlo a su cuerpo.

Minutos más tarde, ambos dejaron la cama y otra mano, tocaba la frente de la Presidenta. La de la inspectora, abrazándola por la espalda.

- ¿Tenias muchos compromisos mañana?- le preguntó Maca, dando por hecho, que la Presidenta mañana amanecería con unas, poco estéticas, marcas en su piel.

- Uff- suspiro Esther, apoyándose en ella- tengo el día completo.

- Uhm...la varicela es contagiosa.

- No- se giró con los ojos abiertos hacia Maca- Maca no puede ser.

- Jajaja, bueno. Sino quieres ir por ahí contagiando, deberás quedarte en casita. Madre mía, la Presidenta faltando un día a su trabajo. Te dedicarán un programa especial- se burló bailando el cuerpo de quien la miraba, fingiendo molestia.

- Bien pensado, sería una prórroga de muestro tiempo escondidas- la tentó Esther, usando su voz más sensual, pero la cara de la inspectora ante lo insinuado, le hicieron reír- Pero, estaré febril, con picores, molesta y el teléfono sonara y sonará.

- Naah, no puede ser varicela.

- Jajaja, claro que no.

Pero si, la Inspectora no se equivocó y la Presidenta a la mañana siguiente, despertó como ella misma había descrito.







2 comentarios:

  1. amooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo este fic e vc gemo com todo respeito kkkkkk mais por favor
    @BRIGONINHA

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  2. .....Que la Presidenta enfermara?....bueno así quizás descanse y sobre todo sea cuidada por quien desea...Escritora ese talento tuyo no tiene limite...
    Y esa forma de hacernos pensar....menos mal que ese coqueteo que nos dejo pensando fue solo eso....coqueto...Como te gusta jugar con tus personajes...jejejejejje...

    Me repito al decir que esta Historia me fascina...pero es así...y lo es...¡¡tanto¡¡¡..

    GRACIAS...............

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