Ganarse
el pan y ser ahijada de la viuda, Doña María Eugenia de Pavillas,
implicaba ayudar en las labores del Cortijo.
Amantes
con devoción del toro, a ninguno de los jóvenes amadrinados por tan
noble mujer, le suponía un esfuerzo, más allá de los consabidos
horarios del campo. Donde el día comienza con el alba y termina en
cuanto el sol se pone.
Dos
noches y la luna estaría llena. Cuanto ansiaba la niña del pico,
que llegase esa noche y convertirse en muletillas, junto con Andrés,
el chico que rápido se había hecho en su compadre de corazón y
correrías. Correr a la Dehesa con muleta y espada, a retar al toro
bravo que pasta esperando su hora.
Dos
noches con sus dos días, y el presente, había empezado bien
temprano, ayudando a separar los becerros de sus madres. A caballo y
pajita de albahaca en boca, la niña miraba el prado donde la
manzanilla crecía libre. Que puñaito más bonito, le llevaría hoy
a su serrana.
-
Cachi en die, no se me pasan las horas, serranita de mi vida.
Así
se quejaba, que las horas sin ella eran muchas y pocas, aquellas
donde podía tenerla.
Que
su serrana es hermana de su madrina, es lo que cree la niña, y ella
mujer no puede tener, demasiados contras para saltárselos a lo
torera.
Impaciente,
ayudó a la tarea y en cuanto Andrés, le dio cobertura, salió
galopando hacia el río.
No
sin antes, bajarse en el prado, abrirse la camisa de tienta, desliar
el pañuelito que con esmero llevaba guardado en su pecho y llenarlo,
con la silvestre manzanilla.
A
prisa volvió al caballo y a prisa llegó al río. Nada más bajarse,
atar el caballo y enfilar para los Álamos, el cuerpo de su serrana
al sol, le hacía agarrarse el pecho.
-
Como pueden las lenguas hablar de tu hermana con locura, si la locura
eres tú, serrana bonita.
Que
equivocada estaba la niña y lo estaba, por la mujer que la esperaba,
tumbada en la roca, dejando que el sol la tueste, como tuesta la
espina de trigo.
Viéndola
ahí tumbada, nadie sospecharía, que esa lozana mujer, lucha mañana
a mañana contra sus propias ganas.
Porque
ha mentido a la niña, y no es hermana de su madrina, es su madrina.
Porque la niña es muy niña y es mucha la vida que le queda, porque
la niña tiene una pasión maldita, un veneno sin antídoto y una
pasión de locos, los toros y porque no quiere, aun sin poner
remedio, volver a vivir tarde a tarde, una agonía que tiene su fin
en un albero, cualquier día de toros y rejoneo.
Pero
las ganas de niña son muchas para hacerlas frente ella sola y es
otro día, que no las puede vencer y acude al río, esperando verla
llegar.
Y
cuando lo hace, cuando escucha los pasos del caballo y sus botas
haciendo crujir la hierba, todo queda en nada y sólo piensa, en
convertirse en su locura. Ser así, dueña de esa locura y que cada
mañana, la traiga a su vida, como el río trae el agua fresca.
Pero
finge sus ganas y no esperarla como la espera, desmayadita de niña.
Como buena embrujadora, de lado se tumba y cubre sólo partes de su
morena piel, para mirar como la niña, en la otra orilla del río, se
desnuda quitándose el traje "tienta" y se mete al río,
para llegar a su vera.
-
¿Que llevas en mi pañuelo?- pregunta María Eugenia, viéndola
avanzar con el pañuelo que alguna mañanita antes le regalase. Y
como se alegra de habérselo regalado, cuando la ve tratarlo como si
fuese oro.
-
La vía que me pidiera Garlochi. La vía que yo te diera, Garlochi.
Me robas mi garlochi, mi garlochi- la niña cantaba, esperando ver en
sus morunos ojos la desesperación por saber que regalo le traía
hoy.
-
Ven y espérame, ven junto a mi Y te daré, mi garlochi. Pan totaito
migaito con café, jajaja- acompañaba el cante la madrina y como y
cuanto, la llenaba de vida esa niña de sueños toreros-Ven aquí y
dime que me traes- terminaba por pedir, agachándose. Que la niña
llegaba a su altura, metidita aún en el río.
-
Aquí guardaito, traigo su aroma de anoche- le contestaba la niña,
cargando su voz de duende. El duende que da, estar atrapada por una
locura morena.
-
Anoche no nos vimos, Candela- susurraba la madrina, acariciándole
los labios, que cerca ya tenía. Ganas no faltaron, y de testigos de
ellas, tiene a sus sábanas arrugadas, de pasión vencida.
-
Que me gusta mi nombre escuchado de su boca- se distraía la niña,
perdiéndose en ella.
-
Porque con pasión te nombro. Sube conmigo- se desesperaba su
madrina, que no quería que un pañuelo la cubriese, prefería el
cuerpo que ágil y fuerte, se acomodaba sobre su descarada desnudez-
y dime que traes ahí.
-
Manzanilla recién cortada, que anoche así olía usted en mis
sueños. No hay un rocío que caiga en las tierras de su hermana, que
no la traiga con el a mi cama.
-
Candela- se derretía la verdadera dueña de esas tierras y no podía
más que nombrarla, mientras la niña proseguía.
-
En dos noches más, me veré con el toro, si a la mañana siguiente
vengo a verla, será porque le di muerte, y entonces, le traeré las
medias que para mi alternativa bordó mi madre, pa que usted me las
guarde hasta el día, que de luces me vista.
Un
puñal de pena, clavó la niña en ese justo instante, en mitad del
corazón, de quien con sentio la besaba, rogando que su suerte
sea siempre, la muerte del toro y que con su muerte, la niña vuelva
al río y con ella, la misma vida le devuelva.
¡¡Que crack eres gemo, tú y tú capacidad de sorprenderne aún.Despuës de tanto leerte deberia estar acostumbrada ya, pero no, cada día te superas.....Genial...
ResponderEliminarAyyy Madrina..que la niña Candela te atrapo con su sensillez y sus detalles
ResponderEliminarcomo ese ramito de manzanilla..aunque tu prefieres que ella te cubra con
su cuerpo de niña..
Y has cometido otro error Madrina..enamorarte de ella y...mentirle..y esa
mentira creo que te costara lagrimas....
Y a la niña ''toa enamoraita'' de una mujer-mujer como Maria Eugenia.. Mujer ''embrujaora'' y experta en seducir con su poderio....tambien tendra
su ''corna'' cuando se entere de ciertas cosas...porque la niña es apasionada y bebe los vientos por la Diosa de la Luna....
Yo solo veo tragedia por todos los sitios...me gustaria equivocarme..
Grande de España tu Gemo mia.....
Divina-Wilson
Por ahora tenemos una relación de deseo, pasión y sexo. Nada de los sentimientos más puros y reales, sólo el carnal. Complicado sera cuando empiezar a venir los verdaderos sentimientos....
ResponderEliminarPero nunca se ha inventado
ningún sepulcro mejor.
Te quise de corazón,
pero jugaste con él
y en el juego se rompió.
Que el amor no disimula
ni sabe disimular,
porque el alma no se esconde
y no lo sabes callar.
El amor, siempre el amor,
que no se puede ocultar.
(Manuel Cornejo)
Gracias
beijos
....... LOCURA¡¡¡¡¡
ResponderEliminarLocura tiene una.....locura comienza a tener la otra...o ya la tenía...Imposible no tenerla por esa Niña que cuenta las horas para verla...Imposible que esa Niña no quiera guardar ''ese aroma'' de esa Madrina....Locura....Locura....Locura....y más locura....serranías que son testigo de ''pasión callada''' de amores que SI las atraparan....
Esta historia tiene arte y duende....hasta....hasta....hasta.....
GRACIAS........Escritora.......
Señoras .....Damas .....los paseos a caballo en tardes de otoño...son una delicia....cuando ustedes quieran....
qué FUERTE lo tuyooooooooooo, ARTISSSTAZAAAAA qué GRANDE graciassssssssss
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