El
temblor de la Inspectora, llenado del placer alcanzado, era
contemplado con devoción, por Esther. Tan suyo como lo habían sido
las ganas despertadas y tan deliciosamente saboreado.
Aún
dentro de ella y encima de su cuerpo, la dejaba caer como lo hacían
los vampiros con los cuerpos bebidos dulcemente. Era una mezcla
extraña que la alimentaba por dentro. La satisfacción de conseguir
su clímax y contemplar los efectos recreándose en ellos. Suaves
palpitaciones que encierran los dedos prisioneros de su cuerpo, el
cabello apasionadamente despeinado, las gotas de sudor adornando la
ruborizada piel, sus brazos extendidos abiertos en cruz, denotando la
placentera derrota y sus ojos anclados a los suyos, con la boca a
medio abrir, necesitando aire.
Silencio
de ambas, para apaciguar la respiración y la presidenta, que se
eleva para quedar sentada sobre su cuerpo.
Es
entonces, cuando los ojos sustituyen a la boca del par de amantes- Te
extrañé, tanto- murmuran los de Esther, coronada reina a lomos de
un cuerpo de mujer. Reina que acaba de tomar posesión de lo que
siente suyo y reina que sobre ella, se mueve insinuándose, pidiendo
ser por igual conquistada.- Me vuelves, loca- gritan los ojos de
Maca, incorporándose. Los segundos sin acariciar el cuerpo que la
monta, se convierten en horas. Y ese cuerpo y esos verdes ojos,
merecen ser acariciados por horas que se conviertan en segundos.
El
amor y sus conquistas, que tras una puerta cerrada al mundo, se
regenera para jugar con el tiempo, aunque siempre corra, no
consintiendo a las amantes.
-
Di un deseo- dijo Esther, deslizando las manos por su suave espalda.
-
Que el reloj se detenga, en este momento- contesta Maca sin necesidad
de pensarlo, mientras se llena de su aroma. El calor de ambos cuerpos
abrazados y el de la leña ardiendo, mantiene sus cuerpos enrojecidos
y sudorosos.
-
Uhm, sin duda ese sería un gran deseo- concluyó Esther, buscando su
vientre. Sentada en ella y atrapándola con sus largas piernas, se
sentía poderosa y dueña absoluta de su deseo. Volvían las ganas y
con ellas el deseo- Yo tengo otro- susurraba adentrándose en su
sensual baile. Con las caderas abiertas, agarrada a su cuello, esas
ganas buscaban el vientre perfecto donde bailarlas- Uhm?
-
Joder- exclamaba la Inspectora sintiendo la excitación de Esther
masturbándose en su vientre. Imposible no agarrarle fuerte el culo,
pegándola a ella- ¿Que deseo?- pregunta dispuesta a llenarse de
pasión ante su respuesta. Respuesta que recibirá en la oreja, hacia
donde la boca de Esther se dirige, erizandola ante cada pequeño
muerdo dado.
-
Dentro, quiero sentirte muy dentro- pide su deseo Esther sin querer
detener el baile con la cadera sobre su vientre- Llena de ti. ¿Uhm?-
petición que vuelve loca de deseo a la Inspectora, deseo por el
cuerpo que tan rico se mueve sobre ella. Buscar su boca, ardiendo en
ganas de comérsela, mientras complace el deseo pedido a media voz-
Lento, dámelo lento.
-
Joder- muerde cualquier trocito de piel Macarena. Muchos han sido los
días, sin poder estar así. Olvidándose de todo, para todo dárselo.
Gimiendo de placer desliza las manos por su cuerpo y otro gemido es
lanzado sin obstáculos, al ver como sus ojos piden el mismo deseo-
Ahm...me matas- se sincera, consciente de cómo el deseo le muerde el
sexo, hambriento y sin calma. La dueña de los ojos verdes y su
infinita locura por ella, la mojan tanto como si hiciera días que no
la tiene, cuando en realidad se acaba de dar a ella.
Pero
la Presidenta pidió desde lo más profundo de si. Recreándose en
las ganas de sentirla de nuevo dentro de ella y con su natural
sensualidad, es ella la que agarra la mano sin rumbo de la
inspectora, para colarla entre ambas, a un mojado destino.
-
Abierta, como me gusta abrirme para ti- expone sus ganas sin reservas
y los ojos en blanco de Maca, acariciando su abierto y mojado sexo,
son otro punto de placer conseguido.
-
Esther- imposible para Maca no nombrarla, cuando los dedos se mojan
de ella y entran invitados por el circular baile de su cadera. Pena
de vientre que queda huérfano de su intimidad y alegría de sus
dedos, que ya mojados en ella, se mueven dentro. Tan dentro y tan
fuerte, que las uñas de Esther se clavan en su espalda, haciéndola
temer.
-
No, así...si cariño, así de fuerte...hazlo...hazme sentir
tuya....Uhm...sí...más fuerte...más
Continúan
las salvajes peticiones de Esther, bailando sobre sus dedos. Duele el
brazo y duele su sexo rabiando de necesidad. Pero es su deseo y así
se corra sobre la manta que las aísla del suelo, seguirá dándoselo
con el tremendo placer, de verla y sentirla, como ella misma dice;
suya.
Deseos
concedidos entre amantes, para terminar estallando entre sus dedos y
repetir conquistas, hasta que la madrugada las sorprende tumbadas
frente al fuego, aún despiertas.
Ambas
de lado, con Esther abrazando el cuerpo deliciosamente cansado de la
Inspectora.
-
Con noches así, imposible que después no nos muerdan las ganas, de
venir a escondernos- dice Esther, apreciando el bonito chispeo de la
leña.
-
Escondidas solas tu y yo, tú cuerpo, el mío...las horas de un
reloj- canturrea como siempre la Inspectora, cubierta por el calor
que da el amor- Es un buen sitio, donde escondernos cuando seamos
mayores y por una vez en tu vida, descanses.
-
Jajaja, ¿sonó a reproche?
-
Naah...me gustas inquieta, viva, imprevisible, luchadora, me gustas
siendo Esther García, dama de hierro y mujer de sábanas de seda.
-
Uhm...y lencería de encaje. No escatimes Inspectora, que nos
conocemos.
-
Jajaja, ¿estarán en casa tan a gustito como yo ahora mismo?
-
Espero que si, pero por diferentes motivos. Te recuerdo que tenemos
dos adolescentes.
-
Que hemos dejado en manos de una pelirroja. Mejor dejemos de
pensarlo.
-
Jajaja, con Erika no te metas.
-
Hay que joderse. Será verdad, que todas le tenéis un punto.
Verdad
o no, a esas horas Erika revisa que ninguno de los adolescentes
invitados por los hijos de Esther quede rezagado haciendo manitas por
la casa y una vez controlado, sube las escaleras bostezando
exageradamente.
-
Poco bestia es. Eri ven a darme las buenas noches- le pide Sara desde
su habitación, provocando que Eri deje de bostezar para alzar ambas
cejas, mirándose en un espejo, en el que se sonríe así misma.
-
Jejeje, que soy lo más. Hasta la más arisca, está en mi mano-
aunque, a quien en verdad más desea tener entre sus manos, se asoma
desde una de las puertas, con carita de cansancio y en sólo camisa-
Chati- haciendo que la nombre emocionada. Tantos días sin ella y
cuando por fin vuelven a verse, lo hacen como niñeras.
-
Te eche mucho de menos, Eri.
Joder!!! Me ha gustado muchísimo es una de las escenas de sexo, mejor escribas, que he leído. Enhorabuena tienes un don muy grande, un 10.
ResponderEliminarUn saludo.
gracias....gemo
ResponderEliminarbeijos
...... SIEMPRE...siempre que se te lee...a mi..y estoy segura no soy la única..se me queda esa sensación que da al gustarte algo...al saber que encontraras placer en ello...al terminar piensas que estuvo tan..tan...tan...bien que es difícil de superar en el siguiente que leas...pero tú...tú lo haces fácil...porque lo superas....te superas una y otra vez...lo haces...y digo lo mismo que ya te han dicho con anterioridad...es la más bella escena de entrega...de pasión...de locura...que jamas haya leído..esas mezclas tan tuyas ya....esa forma de hacer que se viva de tal forma ese encuentro...esa exquisitez al convertir una noche de sexo ...donde la lujuria ...el erotismo...se dan la mano ...donde la sangre se calienta....deseando no salir jamas de ese escondite...con deseos de amarse sin que nunca se quiera acabar...donde las ganas de que el tiempo se detenga....se unen con las ganas de quemarse en ese fuego que nunca consiguen apagar....donde las bocas de ambas no hablan ...besan ...y si lo hacen los ojos en ''ese lenguaje callado'' que solo entienden los amantes...diciendo aquello que nadie sabrá...porque sale de las mismísimas entrañas de quien siente...de quien ama...y donde cada roce de la piel amada no hace si no aumentar todo lo que son...todo lo que quieren ser...todo lo que se junta en una sola palabra y que una lo dice y la otra lo siente...TUYA...esa es la mejor expresión para esa culminación de entrega...la mejor que define lo que son una para la otra...la mejor forma de sellar esa posesión ...que tienen y que desean...
ResponderEliminarImposible...sería absolutamente imposible dejar de sacar cada una de las palabras dichas en este trozo para decidir destacas solo algunas...no se puede....porque todas llevan algo...porque todas son únicas...porque cada frase encierra el mayor y mejor de los mensajes que se dicen....Imposible también decir que gusto más...porque es todo...
Lo repito....eres única ....lo eres y copio lo que mi querida Dama de Glamour te dice ....Grande Tú....como grande es esta Historia....sii¡¡¡¡¡
...........GRACIAS..........por TANTO...
Pedazo de secuencia Gemo...
ResponderEliminarSensual...ardiente..electrizante..lenta..y muy..muy erotica...y destilando tu gran clase en cada palabra..cada letra..cada sentimiento...
De esas que se leen casi sin respirar niña...me encanto Gemo...
Si ahora escribes asi niña....no quiero pensar como lo haras en un futuro..
Grande..grande tu Gemo...si señora.....
Divina-Wilson
PD..Aparte suscribo todo lo que dice La Dama del Lago...de principio a fin...Si...Unica...
Le hago la ola a Erika. Parece un poco loca pero mírala, ahí to sensata.
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