Desvíos "Escondidas" 10

La idea de la piscina en el caldeado sótano, fue una excelente idea para los continuos picores del pequeño Pedro. Además, le permitía a Erika, seguir en directo la reunión de los amiguetes de Sara y Fernando.

Sentada con el en sus piernas dentro de la piscina, se comunicaban entre los dos, como sólo ellos sabían. Pedro se entretenía mordiendo los mofletes de la pelirroja, intentando hacerle daño. Pero Erika es oficial de policía y torera, aunque esto último se quedase sólo en un sueño.

- Me babeas nada más- chinchaba al pequeño disfrutando de sus besos-bocados y lo hacía aún más, comprobando como el niño al estar distraído apenas prestaba atención al picor- Más fuerte carapancillo.

- Jejeje, no soy arapancillo, Títa.

- Que si

- Que no

- Que caiga un chaparrón, que moje tus cristales y los míos no.

- Jejeje cantas mal.

Y si a Erika le dices que canta mal, cantará mucho más rato, es lo que hizo, provocando que los chicos detuviesen la película para mirarla flipando.

- Dejarla en paz, que es capaz de hacernos un calvo- dijo Fernando al ver a la pelirroja fruncir el ceño.

- ¿Será pelirrojo?

- Ja ja ja, ¿a que se acaba la fiesta?

Obvio, todos contestaron a Erika no, para volver a centrarse en la película.

Y quien hacia verdaderos esfuerzos por centrarse era Raquel. Sentada en uno de los escalones de la escaleras que daban al sótano, con Jessica un escalón más abajo, intentaba centrarse en la conversación mantenida con ésta, pero la imagen de Erika babeándose mutuamente con Pedro, le entretenía y algo más, que ella mismo dijo a voz alta.

- Me duelen los ovarios, cuando la veo así con Pedro.

- Jajaja- río de buena gana Jessica. No había conocido nunca antes una pareja tan expresiva como lo era este par- ¿Y para cuando un Pedro propio?.

- Puf- contestaba Raquel, con la mirada perdida en Erika- quedan más de dos años de legislatura, unele preparar la siguiente campaña electoral, la propia campaña y después, afrontar la victoria o el fracaso.

- El otro día escuché, que Esther estaba pensando presentarse a las próximas elecciones o no.

- Si hablaban de Esther Garcia Paredes, van bastante equivocados, si abandona Madrid será para aspirar a más, menos nunca-le explicó con determinación, pero entonces dejo de mirar a Eri y Pedro, para mirar a la pediatra y juraría, que Jessica estaba sintiendo el mismo dolor de ovarios, sólo que ella no tenía ninguna campaña electoral por la que esperar- Mejor hablamos de tus hijos, que a los míos les queda de momento, un tiempo que estar en el banquillo.

- Bueno- bajo la cabeza Jessica- no está siendo un tema fácil en casa.

- ¿Que tema no está siendo fácil?

La voz de Natalia a sus espaldas sobresalto a ambas. Alguno de los chicos le habría abierto la puerta y cuando las dos se giraron a mirarla, no hallaron en ella muy buena cara.

- No me avisaste que venías- se incorporó Jessica, sobreponiéndose de la sorpresa.

- Era obvio, si no te lo has llevado a casa- replicaba Natalia, sin mirarla. Le era más apremiante, comprobar que Pedro estaba bien. Sólo verlo con Erika, consiguió que su rostro y ella misma, se relajara- Perdonad, no tengo un buen día.

- Ni que lo digas- murmuró para sí Raquel, levantándose como Jessica.

- Esta es su casa, durante quince días- dijo Jessica sorprendiendo a ambas. Raquel elevó las cejas sin saber muy bien donde mirar y Natalia trago saliva encajando el golpe- Y además, ¿quien soy para llevarme un hijo de otra mujer?- terminó de apuntillar esquivando el cuerpo rígido de Natalia, para salir de esas escaleras.

Raquel continuaba sin saber donde mirar, pero el suspiro arrepentido dado por Natalia, le hizo reaccionar.

- Saca a esos dos de la piscina, yo me tomaré un vino con Jessica- dijo acariciándole el brazo y Natalia dejó escapar otro gran suspiro.

- Sí, son capaces de convertirse en pasas.

Raquel sonrió apretándole el brazo. No debía ser fácil para ella, estar en esa casa, no lo sería para nadie. Pero el lado mamá, vence a cualquiera. Como es el caso de Natalia, que termina por bajar las escaleras, saludar a la panda de amiguetes, sin querer fijarse en fotos, ni nada de lo personal, que ese especial sótano habilitado tuviese.

Erika la vio llegar y dio por concluido el extraño baño.

- Pedro, mira quien viene, la mamá más guapa del mundo mundial- animó Erika a Pedro y premio, Natalia sonrió mirando a ambos.

- La mia, Seeh- proseguía Pedro lo dicho por su Tita y ya alzaba los bracitos, queriendo a Mamá.

- Dejámela un poquillo- lo retenía la pelirroja, pero poco podía hacer para evitar, lo inevitable.

- Naah, es mía.

- Jajaja, ¿quien me besa primero?- les pregunto Natalia olvidándose de todo. Era muy bonito, contemplar la unión tan especial que existía entre su hijo y la niña los rizos.

La contestación fue un yo a dúo, como lo fueron los besos cariñosos de ambos. Tras recibirlos, sonriente cogió a Pedro en brazos, cubriéndolo con una toalla.

- ¿Y a mi quien me coge?- cualquier ocasión es buena para ser aprovechada por la pelirroja. Los cariños de mujer, son delicatessen de la vida y ella lo sabe y como lo sabe, los busca allá donde estén.

Pero Natalia está secando a su hijo y aunque esta presta hacer lo propio con la pelirroja, es una de las amigas de Fer quien se ofrece.

- Jejeje, cuidado niña que por menos se me han enamorado y tú eres mu chica.

- E r i k a

La voz de Raquel desde la planta de arriba detiene películas, charlas, secamientos y hasta ganas de probar delicatessen.

- Ha sido ella, cari. Te lo digo de verdad.

- Jajaja, en cortito te tienen- le susurra Natalia y antes de que Erika pueda defenderse prosigue- sush, a ti hay que llevarte así, ni intentes protestar y llévame a la habitación de mi niño.

Si no fuera por el nuevo besazo que Natalia dejo en la mejilla de Erika, quizás hubiese protestado o puede que no. En ningún momento pese a las bromas, Erika olvido en que casa estaba Natalia y que significaría para ella. Agradeció acompañándola a la habitación de Pedro, que ni Maca ni Esther, fueran de fotos personales expuestas por toda la casa y además, se esforzó y mucho, en no dar tregua a Natalia, para que el camino hasta la habitación, la mujer estuviera entretenida.

- Y esta es la habitación de super Pedrito, culito volador- anunció abriendo la puerta de la habitación, y se detuvo cediendo el paso a Natalia y Pedro.

- Jejeje, no soy eso- protestaba entre risas Pedro, apapuchado por su madre. Pero era ver, hacia donde se dirigía Erika, y abría los ojos emocionado. Por fin su madre, vería la obra de arte de la pared.

- Los extraordinarios dibujos de la pared izquierda, es cosa nuestra- así presentaba Erika una pared pintada en mala imitación de Picasso y Natalia quedó gratamente sorprendida. No por el dibujo y si, por la libertad que ese dibujo demostraba, tenía Pedro en esa casa.

- Seeh...artistas somos, ¿a que si Mama?

- Jajaja, ay dios mío si. Un par de artistas estáis hechos.

Mientras tanto, en la cocina Raquel y Jessica, tomaban una copa de vino y lo hacían, con Raquel completamente segura, de que Erika hablaría con Natalia sobre Jessica y sus ganas de ampliar la familia.

- ¿Estas convencida que Erika podrá ayudarme?- preguntó sin mucha fe Jessica.

- Eh ..pues...yo...en fin...yo creo que- tartamudeo fingiendo desconfiar de su chica, Raquel.

- Jajaja ya, que ni tu te lo crees.

- Jaja, si que creo en ello y además te hice reír. Besi de mi chica para mi, en cuanto bajen.

Pero, para que bajarán aún quedaría un ratito. Porque si Natalia, le pone crema a su hijo,por ley éste, le pone a Erika, formando una tierna cadena de cariños.

- Somos lo máximo, Tita.

- Jejeje, Seeh...pequeño puerco espín.