Que
no tenia yo el día para esto, pero lo estaba teniendo. No había
días para paella familiar, que tuvieron que escoger ese. Ese donde
yo llegue rotita por dentro por una niña morena y un maldito numero,
el tres.
Sin
haber dormido nada, con dolorosos kilómetros en mi espalda y con el
pleno conocimiento de que a Lucia, no la vería mas, tuve que
aguantar el tipo en la comida familiar de turno, el tipo y a los ojos
inquisidores de mi santa madre.
¡Que
no paro de mirarme oiga! Que le dio igual las veces que le dije, que
estaba bien, que no se preocupara, que nada, a cada rato que podía,
nueva pregunta.
-
Me estas engañando, Valeria. Que te he parido. ¿Dónde has estado y
que te ha pasado?
Agradecí
como nunca, que los vagos de mis primos esta vez no quisieran copa y
cigarro y si bañarse en el pequeño estanque. Una tregua para el
interrogatorio de mi madre, pero no para mí, ni mis adentros.
Fría
como el témpano de hielo estaba el agua y a mi me fue inevitable no
compararla, con el agua que probé con Lucia. El agua y su móvil, su
móvil y la foto, la foto de ella abrazada y las manos que la
tomaban, que ahora si vi nítidas en mi mente. Eran de hombre si,
pero joder. No lo vi antes, arrugadas, eran manos arrugadas, no
podían ser las del payaso del Hostal.
Nerviosa,
esquive la conversación de mis primos y sus bromas. Me fui a una
esquina y pese al cansancio, me propuse repasar aquello mi día junto
a ella. Si había pasado por alto esas manos, quizás, solo quizás,
había pasado mas detalles. Que si, enterada pa,aburrir, espabilada,
nada.
Retome
a mi paseo en moto y a mi necesidad de café, ahí Lucia hablaba por
el móvil y lo hacia enfadada. Ahora si, podía reconocer sus gestos,
movía todo el tiempo una mano y llego a taconear en el suelo.
Pasaron sus primas, bromeamos, entramos al restaurante y stop.
La
militar cotilleo algo con su otra prima, joder. Exclame el joder y
mis primos detuvieron sus juegos para mirarme.
-
Naa, que me he quemado- dije y ni siquiera estaba fumando, pero ellos
retomaron sus juegos sin echarme cuentas. Cara de juego no debería
yo tener, menos de echarme cuentas.
Fue
cuando su otra prima se quejo de Lucia y el móvil, y joder si. La
militar murmuro- que pesado, no se da por enterado- Eso es, dijo eso.
¿Pero quien era el pesado? ¿El subnormal de la perilla?
Ay
dios, no debería insultarlo, que de nada lo conozco, pero me salía
del alma. La había tomado por la cintura, la misma cintura que yo me
“jarte” a besar.
No
hay dos sin tres, algún detalle más debió de pasárseme e
intentando hallarlo estaba, cuando mi madre llego hasta mí y se
sentó, metiendo las piernas en el agua. No había escapatoria para
mí, para saber eso, no necesitaba ser muy espabilada.
-
Empieza a contarme, que te he dado más tiempo de lo normal.
Y
mira, esta vez hable o no se, si lo escupí. A fin de cuentas era mi
madre y si seguía callada, acabaría reventando por el lado menos
pensado. Lo hice, resumí aquí y allí, y me regodee en la última
parte, donde como siempre calle y en el cabron del tres.
Mi
madre me escucho callada, peinándome con sus dedos. Por ellos, fui
sabiendo sus reacciones ante cada cosa que yo le contaba, o bien me
tiraba un poco de el, o dejaba de peinarme para acariciarme o los
dejaba quietos, como en pausa o esperando.
-
Ahora me he acordado de que en aquella foto, en verdad le abrazaba un
hombre mayor, que no podía ser el pijeras del Hostal y su prima dijo
de alguien, que era un pesado que no se daba por enterado. No se
bien, que pensar, porque conociéndome, puede que me adelantase y
ahora, ahora ¿Qué cojones hago?
-
Volver- así me contesto mi madre, y mare como la mire- Por supuesto,
será cuando hayas descansado algo, no antes.
-
No pienso volver, no voy a joderme mas, viéndola con ese- cuanta
maldad había en el “ese” empleado por mi, era la mejor forma de
resumir todos los insultos que para él tenia.
-
Será peor, si no la vuelves a ver. No cometas el mismo error, no
calles haciéndote mas daño. Y aunque sea una locura, porque apenas
os conocéis, vas y por una vez en tu vida Valeria, hablas a la
primera y lo que te salga. Le dices aquello que quieras decirle y
aguantas lo que ella conteste. Y ni pizca de gracia me hace que vayas
a por esa mujer, que parece con demasiado genio, bien podría haber
esperado que reaccionases, pero claro, ¿Quién tiene mi paciencia?
-
Jejeje, joder Mami
-
Habla bien y hacemos esto, te vas a dormir y ya mañana…Valeria no,
Valeria ahora no, por tu madre que soy yo.
Si,
lo siento por ella, pero fue ella misma la que me dio alas y me quito
el cansancio. No podía esperar a mañana, ¿Qué se yo donde estaría
Lucia mañana? En ese momento si sabia donde estaba, en el Hostal de
su Tía Trini y pa,lla que volvía acelerando, un poco mas.
........Pues aceleraaa Motera¡¡¡....ya decía yo que esta vez...si correría....acelera y pregunta...y mira y ve...y di...aquello que quieras y no te quedes con las ganas...
ResponderEliminarEscritora haces hasta que hablemos con los protagonistas de tus Historias....y eso..de quien escribe dice mucho...lo dice todo...
GRACIAS............
VAMOSSSSSSSS qué ganas de este encuentro VAMOSSSSSSSSSSS
ResponderEliminarAMO TU CABEZA artissstazaaaaaaaaa