Sentada
en el asiento derecho de una furgoneta, la joven, de apenas veintidós
años, releía la carta escrita instantes antes.
Querida
madre,
Emprendo
este viaje con la ilusión de regresar a su casa, convertida en
novillero. Pero cuidao, novillero de las buenas, con picador. Si la
Virgen de las Angustias, me protege y me ampara.
Perdóneme
la letra, pero es que le escribo desde la furgoneta. Ay madre que
tengo furgoneta de maestro torero. Que aun no me lo creo madre y si,
le doy las gracias a mi Virgencita de las Angustias, y que me
acompañe siempre.
Me
ha explicado mi Apoderado, que en el Cortijo esta todo preparado para
mi llegada. Ay madre que hasta Cortijo voy a tener. No le voy a
contar madre el día que tenga una finca, me la lleve a usted conmigo
y por supuesto a mi Virgen de las Angustias, y que siempre me guarde.
El
Cortijo es de la Viuda del gran maestro Pavillas, grande entre los
toreros Madre, yo creo me traerá suerte y si no, que mi Virgen de
las Angustias, me la reparta bien, con cachito para mi.
Y
usted no se preocupe por nada madre, dinerillo que yo gane, dinerillo
que a usted le mandare y ramo que le comprare a mi Virgen de las
Angustias y que le gusten siempre.
Ya
le iré contando mí día a día en ese Cortijo, Madre. Ahora me
despido de usted, deseando verla pronto y que mi Virgen de las
Angustias me la cuide y guarde.
Su
hija Candela; “la niña del pico”
Terminada
la lectura y dado el visto bueno, el apoderado de la joven, quien la
miraba orgulloso, observa asombrado, como la joven saca su móvil y
fotografía la carta.
-
Pero niña, ¿Qué haces?
-
Jem jem jem, mandarle la carta a mi señora madre, maestro. No esta
usted puesto al día con las tecnologías, la gente moderna nos
escribimos por aquí.
¿Contestarle
o pasar? El apoderado dispone del Iphone4 y esta esperando la llegada
del 5, no le va hablar la niña de modernidades. Pero es tan joven e
ingenua, que por esta vez lo deja pasar. Si quiere perder el tiempo
escribiendo en papel, para después mandar la carta por Watssap, pues
que lo haga, si eso la mantiene concentrada en lo que tiene que
estar, los toros.
-
Guapa eres niña, jem jem jem
¿Había
dicho concentrada? El piropo lanzado a la mujer que en el otro
carril, con coche descapotable, se repasa los labios aprovechando el
semáforo en rojo, hacen que el apoderado suba las orejas en modo
atención, para después abrir los ojos. La guapa mujer mira a la
novillera y hasta le regala un guiño.
-
Jejeje, soy Candela, novillero con picador, para lo que tú quieras,
guapa.
-
¿Torera?
-
Si guapura, tírame un beso que me traerá suerte.
-
Muack, suerte y cuidado.
-
Jem, jem ale si. Tira que esta en verde. Cosa guapa y hermosura donde
las halla. Ains….Maestro, sino fuera por estos ratitos, ¿eh?
Pregunta
la novillero a su apoderado, pero este continua con la boca abierta.
La guapa mujer del coche, le ha sido el rollo a la joven como si nada
y ahora, que ambos coches avanzan, carraspea, reponiéndose del
momento para centrarse en su tarea. Convertir a ese trasto de joven,
en maestra torera.
-
¿Qué te he dicho yo Niña?
-
Oju Maestro, usted siempre me esta diciendo cosas. ¿Quiere que todas
se las repita?
-
No, niña. Hablaba de las mujeres.
-
¿Mujeres? ¿Me quiere hablar de mujeres Maestro? Las que peor
cornada te pueden dar. Una hería del corazón, que no se cura en ninguna
enfermería, no hay torniquete que hacer, Maestro. Mal asunto las
mujeres. Además, que yo ahora no puedo estar a las mujeres, yo a los
toros. A eso na más, parece mentira Maestro, que sea yo la que se lo
tenga que decir.
Anodado,
flipado, asombrado y noqueado, quedo el apoderado. Años
conociéndola, y con esa niña, no había forma de dejar de
asombrarse. Media vida hecha, muchas cornadas recibidas, poca gloria
conseguida, divorciado como tantos otros y sin hijos. La joven
sentada a su lado, de pelo corto impeinable, sonrisa constante y ojos
siempre brillantes, era lo mas parecido a una hija y a los hijos,
todo se le perdona y por ellos todo se da.
Dispuesto
a encontrarle la gloria que él no tuvo, había emprendido ese viaje,
y costase lo que costase, ambos lo conseguirían.
-
Jem, jem, jem Mestro, no se me ponga tierno- decía la joven
novillero, disfrutando de los babosos besos que su apoderado le
dejaba en la mejilla.
-
Snif, a por la gloria vamos.
-
Y con ella volveremos, Maestro…..si mi Virgencita de la Angustias,
me la ofrece.
GEMO..APARTE DE LA ALEGRIA QUE ME LLEVO PORQUE TENEMOS OTRA HISTORIA TUYA PARA DISFRUTAR ...ME DIO UN VUELCO EL CORAZON PORQUE..Y NO VOY A DECIR NADA...ME RECORDO UNA CANCION DE LA QUE NO HABLARE..PERO PENSANDO EN ELLA ME HE DERRETIDO POR DENTRO...SOLO ME RESTA ESPERAR NIÑA...
ResponderEliminarEL COMIENZO ME ENGANCHO...ESPERANDO...
Divina-Wilson
ole tu y tu arte pa escribir!
ResponderEliminarOle ole y ole.... debo decir que el primer fic que leí desde siempre fue "Torera" de baires y me gustó mucho ese mundo de la tauromaquia.... Nueva historia que pinta para otra genialidad. Gracias Gemo :)
ResponderEliminarOtra historia que empiezas y que estoy dispuesta a seguir...gracias por compartirla con nosotras!!
ResponderEliminarBesos
L.a.c.e.r
......Es una alegría siempre ''ver'' que de nuevo nos regalas una nueva Historia..Y esta..esta me da que se llevara muchos ''oles''' me encanto ese comienzo...y esa niña de los picos...que robara el corazón hasta..hasta del toro....seguro¡¡¡¡.....
ResponderEliminarDispuesta a seguirla .....Otra con ''duende Gemolar''...siii¡¡
GRACIAS..........