El
resultado de la novatada del nuevo Agente a instruir, había sido una
ducha larga, muy larga. Podía recurrir a mil y un trucos para
aliviar el olor a descomposición, podían pasar años en el Cuerpo y
podía hacerse la inmune delante de los novatos, pero esa
pestilencia, continuaba siendo retenida por sus fosas nasales durante
horas.
Quizás
fue el sitio donde se dio la segunda ducha, quizás los días sin
verla o puede que fuese todo unido, pero el olor a cadáver en
descomposición paso a un segundo plano. Primaba el vestirse cómoda,
unos jeans desgastados, camiseta y pies libres de calzado. Era
relajante caminar descalza por la moqueta de esa casa.
Después,
consultar la hora una y otra vez, mientras disponía una coqueta
mesa. Esther llegaría cansada, nada mejor que una buena cena,
encargada por supuestisimo, dos copas de vinos y por fin descansar,
enjaulada por unas kilométricas piernas.
El
timbre de la casa anunciando la llegada de la cena coincidió en el
tiempo, con un nuevo correo recibido. Es el restaurante de confianza,
donde encargan siempre que acuden a ese rinconcito, perdido en la
sierra de Madrid. Pueden esperar unos segundos, los que tarda ella,
en leer el siguiente correo.
Devorer72:
“Dame un minuto de ti y quizás sea suficiente”. Realmente
necesito que me hagas descansar. ¿Podrás?
Sonreír
olvidando cadáveres, días de ausencia, adolescentes, niños y
exparejas, todo queda fuera de esa puerta, donde espera ser recogida
una cena, y contestar el correo recibido de la siguiente forma.
Macarenawf78:
“Dame algo de ti y algo llévate de mi”. Yo creo que si. La cena
llego, solo faltas tu.
Aun
no suenan en el salón la recopilación preferida de boleros de la
Presidenta, la televisión esta prendida y siendo la hora que es,
cuando la Inspectora da paso a su cena, los informativos, como llevan
haciendo los últimos tres días, comienzan con la noticia de las
inundaciones.
El
muchacho que trae la cena, ya es de confianza, por eso deja que
disponga la cena en la mesa y aprovecha para abrir un botellín de
cerveza, mirando la televisión. El río, los ciudadanos, algún
camión de la Unidad de Emergencias y por fin al final, la
Presidenta en imagen.
Observando
más allá de lo que el locutor dice o la propia Esther habla, la
Inspectora se centra en sus facciones, investigando en ellas, leyendo
más allá, pero el muchacho termina de disponer la cena y a su lado,
mira la televisión como ella.
-
Es para flipar con lo alta que es- le dice el muchacho apoyándose
junto a ella y la Inspectora lo mira, no entendiendo. Demasiado
absorta como estaba en la imagen de Esther, no da para mas- En
MercaMadrid, coincidí con ella- prosigue el muchacho y ahora la hace
reír por la forma de decirlo- Vamos que ella iba ahí como hacen los
politicuchos
-
Políticos
-
Como sea, iba saludando y tal y tía, me toco a mi de frente, que yo
paso tela de esa panda de chorizos.
-
Hay que joderse- murmura molesta, pero entiende que el chaval habla
relajado y que la imagen de los políticos últimamente no hay quien
la pueda lavar. Pero joderle le jode y es imposible que la sonrisa no
se le borre- ¿Y?
-
Pues que me tendió la mano y pregunto que que tal estaba y aquí, no
solo lo flipe por su altura, es imponente esa mujer. Te mira así
como que te quiere escuchar. Supongo que será buena actriz.
-
Si te preguntó es porque en verdad quería tu opinión, no por
agradar.
-
Ja, me los conoceré yo.
-
Já, dime cuento es.
-
Oye, pero no te piques, ni que te tocara algo.
Para
que contestarle, era ella la que siempre recibía la cena, el chaval
no tenia, ni podía saber, para quien era esa cena, aparte de para
ella misma.
Pero
jodia y dolía. Sus propias carnes pagaban las largas horas y días,
que Esther dedicaba a eso de ser politicucho, noches enteras de
llamadas, visitas, actos, discursos, premios, tragedias y aun así,
velar por la mejor atención al ciudadano. Y llega uno de esos
politicuchos, se lo lleva de gratis y caen todos en el mismo saco.
Malhumorada
por estar malhumorándose, una vez despidió al chaval, consultó su
móvil por aviso de mensaje recibido y ahí estaba. Su espadachín
fiel, quitando los malos rollos de golpe y con un solo mensaje.
WtsERi:
Feilla, no te me entusiasmes que he visto en las noticias a tu
morlaca y pobesilla, tie cara
cansailla….illa….illa….Jopetas…petas….petas.., tengo
eco..eco…eco.
La
autora del mensaje a kilómetros de ese escondite, se ríe ella sola,
mirando su curradísimo mensaje, cuando la voz del hijo mayor de
Esther, le anuncia su esperadísima llegada.
-
Por fin, llego Raquel- le anuncia Fernando entusiasmado. Con Raquel
ahí, pueden empezar a preparar la fiesta que piensan y quieren dar
con sus amiguetes.
-
Ay….ay….ay- suspira la rizos mas flipada del cuerpo nacional de
policía y pese a que Fer ya se ha reído, ella continúa cual
cansina es- ay…ay…ay
-
Jajaja, flipada eres. ¿Qué pasa?
-
Que tengo eco..eco...eco- continua con su gracia y ambos se ríen de
buen rollo. Pero entonces, por la puerta del salón aparece una
castaña, con traje de ejecutiva, tirando de una troiller, y a Eri se
le pasa cualquier eco- Chati
-
¡Cary!- exclama Raquel dejando su troiller para avanzar rápido
hacia ella a puntito del puchero.
-
A mi no me hagas mas esto, Chati- dice Eri abriendo sus brazos para
recibir a una Raquel que histrioniza sus movimientos. Tantos días
sin ella, le hacen exagerar hasta que tres días después, sus
cuerpos vuelven a conectar- Chati de mis entretelas.
-
Cari de mis entrañas, ¿Qué te he echado de menos?
Ante
tales demostraciones efectivas, Fer prefiere huir, no sea que su
adolescencia se vea salpicada por cantidades ingentes de azúcar.
mientras ellas se enredan en un largo beso. Pero Eri no solo es una
anti disturbios con una loca cabeza, ella es torera. Y el maestro
torero, siempre esta al quite y preparado. Por eso en cuanto se
percata de la no presencia de Fernando en ese salón, acorrala a su
morlaca preferida.
-
¡Ay Eri!, que han sido muchos días- su morlaca preferida de nombre
Raquel, se queja por purito vicio, porque su queja es verbal
contradiciendo a todo su cuerpo. El que se deja subir al recibidor y
coge al vuelo una de las piezas orientales de Esther. Pieza que
pronto olvida, es mucho mas entretenido agarrar la camiseta de Eri
como si le fuese la vida en ello.
-
Es un tentadero nada mas- avisa Eri, faltita de aire. Sus besos, su
agarre, los días, las ganas y las ansias que provocan las ultimas,
no le dan para pensar mas que en colar las manos por debajo de la
falda y gemir, al volver a sentir esa ardiente piel- Un probar a ver
como esta la vaquilla de brava.
-
Jajaja, y que esto me siga excitando es para....para......ay
dios....¿como esta la vaquilla?
-
De arte, la vaquilla esta para indultarla.
Papeles
distribuidos, toca besarse y acariciarse, pero no están solas en la
plaza y su publico, adolescente en fase protesta constante, se queja.
-
Que asquito de adultos, o están discutiendo o haciendo eso- dice
Sara a su hermano en su regreso escandalizado del salón.
-
Jajaja, pues dejalas. Sube a ver a Pedro, tengo a Papa venga a
llamarme.
-
Puff, yo paso de movidas. Si lo vas a enfadar, le dices que salí.
ammmmmmmooooooooooooooooooooooooooooooooooo demais essas duas se amammmmmmmmmmm muito lindo maca sentindo ruim por falarem mal de ester isso é amorrrrrrrrrrrrrr de verdade, a espera do encontro desejado pelas duas
ResponderEliminar.......'''dame un minuto de ti...y quizás....quizás sea suficiente''''....eso es decir a cosas bien¡¡¡¡ como me gusta la ''complicidad'' de esta Presidenta y su Poli..¡¡¡ como ...como¡¡¡....Es ¡¡tanto¡¡ lo que me gusta esta Historia ...que Escritora...no se como expresarlo ya¡¡...si te digo esto....
ResponderEliminarGRACIAS.................
Celeste-Negro
Devorer72: “Dame un minuto de ti y quizás sea suficiente”. Realmente necesito que me hagas descansar. ¿Podrás?..
ResponderEliminar¿Se puede pedir algo sin decirlo claramente y con muchisima clase?
Se puede...pedazo de mujer Esther....me encanta....
Divina-Wilson
“Dame un minuto de ti y quizás sea suficiente”. De acuerdo con mi dos bellas damas... me gusta la ''complicidad'' pedazo de mujer Esther
ResponderEliminarCari.