Desvíos "Escondidas" 1

El coche patrulla volaba por las calles de Madrid, un nuevo aviso al que acudir y un nuevo novato al que instruir.

Bajo el ruido incesante de las sirenas y luces de emergencia, la Inspectora conducía el coche sin dejar de prestar atención al Agente, que sentado a su lado, se apretaba las manos nervioso y en tensión. Era hora de probar la capacidad del muchacho para adelantarse a la situación. Dispuesta a ello, le preguntó:

- No puedes escuchar la emisora como quien escucha las noticias en la radio. Dijeron un padre encerrado con sus dos hijos, porta arma blanca y amenaza con hacer estallar su casa. No es una noticia, es tu futuro más inminente. ¿Qué crees te encontrarás cuando lleguemos?

Su pregunta provocó más nerviosismo en el joven Agente, quien más pendiente de la alta velocidad que llevaban que del aviso, contestó:

- A un hombre con un cuchillo y dos niños retenidos- el Agente ni se atrevió a mirarla para contestarle. La Inspectora en los pocos días que llevaba conociéndola, parecía tener dos caras. Una, cuando estaban relajados, a la salida o entrada de servicio, y otra, cuando se enfundaba el uniforme, especialmente si se dirigía a la nueva promoción, de la que él formaba parte.

- ¿Que? ¿Con eso te has quedado?

Las preguntas en tono alto de la Inspectora, le dieron a entender que no era la respuesta que esa mujer quería. Como narices explicarse ahora, si la Inspectora mantenía un rictus totalmente serio y estaba claramente malhumorada por su corta respuesta.

- Yo, bueno es...yo.....es lo que dijeron- fue su divaga respuesta, la seriedad de esa mujer, la velocidad, el trafico intenso y el aviso, estaban pudiendo con él.

- Vamos a casa de un puto quemado, porque la puta de su mujer se folla a medio barrio mientras él, se patea las calles para encontrar un curro que les permita comer y subsistir. Un puto imbécil, que se creyó el cuento de contigo pan y cebolla, pero que cuando tuvo que ponerle las cosas claras a su mujer y bue, puede que se le fuese la mano un poco con ella, esta reaccionó como la puta que es, y le quitó a sus dos hijos. ¡Hay que joderse!. Ahora todo el mundo va a saber, que el es sólo una víctima de la zorra de su mujer.  Eso es lo que te vas a encontrar- concluye la Inspectora y sin relajar el rostro ni la conducción, observa de reojo la reacción del Agente. Breves segundos, y advierte que el muchacho está alucinando y no ha entendido nada- No te están dando una descripción de lugar, tiempo y modo. Te dan apenas detalles, para que tu te adelantes a la situación y sepas a que clase de hijo de puta te vas a enfrentar. Tienes que pensar como él, sólo así, podrás hacerlo entrar en razón. De todo lo dicho en el mensaje de la emisora, debes quedarte primero con el lugar al que dirigirte, segundo cuchillo, niños y explosión. Esas tres cosas son suficientes. Visto, ¿ahora que harás?- a pesar del tono serio y autoritario empleado por la Inspectora, en el fondo le gusta el Agente. No en vano por eso lo escogió, tiene bravura que diría Erika, sólo hay que llevarlo a tercios.

- Su...eh...su móvil está sonando- el Agente traga saliva, devanándose los sesos por contestar aquello que quiere oír la Inspectora, pero el sonido del móvil de ésta, milagrosamente le puede dar un respiro y un tiempo más de desvane.

- Hay que joderse- soltando el volante, saca su móvil del bolsillo bajero de su pantalón y lo lanza al Agente, quien presto lo coge al vuelo- acepta la llamada y pon el altavoz- solicita volviendo a prestar atención a las calles y a las pocas que faltan por atravesar para llegar al aviso.

- Eh- sorprendido por la confianza mostrada, el Agente no presta atención a la pantalla del móvil, y se limita a cumplir lo pedido por la Inspectora, colocando el móvil a continuación en el salpicadero.

- Maca, no podrá ser antes de la noche, ¿tú como vas?- es la voz de mujer que el Agente y la Inspectora escuchan. Y es la voz que permite al Agente, ver sonreír a la Inspectora.

- De camino a un aviso- contesta la Inspectora, sonriendo de lado al ver la cara que su Agente, esta poniendo viendo a Esther en la pantalla del móvil. ¿Cuánto tardara en reconocerla?

- Ya decía yo, que esas sirenas no podían ser una deidad marina.

- Jajaja, se que algo cultureta me estás diciendo, pero ni idea que. ¿Cansada?

- Muchísimo

Ambas mujeres continúan su conversación, ajenas a la mirada cada vez más sorprendida del Agente, contemplando la imagen que el móvil de la Inspectora muestra.

La imagen no es otra, que la actual Presidenta de Madrid, sonriendo en lo que parece un despacho. La misma que continúa hablando con su Inspectora.

- Si vas tan mal, podemos buscar otro fin de semana- la Inspectora a dos calles del aviso, apura el que decirle, haciendo bueno aquello de claro, concreto y preciso.

- No, hemos tardado dos meses para poder tener uno para nosotras, ya me apañare. Ahora dame un beso.

- Jajaja, voy en el coche

- Ujum,  ¿y?

- No se si el Agente Martinez podrá soportarlo, comienza a ponerse verde.

- Jajaja, bien. Mejor  evitamos el poco estético verdor y os dejo trabajar, tened cuidado y un gusto Agente Martínez.

- Eh...yo...eh....gracias Presidenta

Finaliza la llamada,  tras la sorpresiva e intimidada respuesta del Agente Martínez, pero no la diversión repentina de la Inspectora.

- Eh...no...¿eh?

- Es que, es la Presidenta

- Presidenta, ujum- contesta la Inspectora imitando a su hijo Pedro y el Agente alucina un poquito mas- Presidenta o no, ¿en que tienes que estar tú ahora?

- Hijo puta, cuchillo y niños.

- Visto. Que empiece lo bueno.

Se autoanima la Inspectora y hace lo propio con el joven Agente, entrando en la calle marcada por el aviso.

Mientras que, la otra protagonista de la llamada, tras dejar su móvil en manos de Raquel, su ayudante, atiende a la prensa que espera sus palabras, tras la dramática situación vivida hace tres días en una comarca de Madrid.

Tras las preguntas de rigor de la prensa, la Presidenta toma la palabra. Lo hace en pie y frente a ellos, en jeans, botas camperas y americana. Conjunto cómodo, debido a las circunstancias vividas en esos tres días.

- Han sido un total de mil quinientos cincuenta y tres evacuados, veinticinco heridos y tres personas fallecidas. Desde la Comunidad que presido, y en espera de que el Gobierno Central declare esta comarca zona catastrófica, debo decir porque así se hará, que no habrá un sólo ciudadano de los lamentablemente afectados, al que no le serán atendidas sus necesidades. Este equipo de Gobierno, pondrá todos los medios necesarios para que está dramática situación, se solvente lo antes posible. No me queda más, que mencionar aquellos, que siempre están cuando se les necesita. La rapidez con la que se ha podido actuar, la tenacidad, constancia y esfuerzo personal realizado por ellos, así me obligan. Me estoy refiriendo al grupo de personas, que han participado y forman, los cuerpos de seguridad, bomberos, la unidad de emergencias del ejército, cruz roja,  Samur y operarios de los diferentes Municipios que forman esta lastimada Comarca. A todos ellos, mi más sentido gracias.

Concluido el mensaje que la Presidenta ofrece, los distintos medios de comunicación continúan grabando, mientras la Presidenta se despide cortes de ellos, para hacerlo a continuación, del personal que la acompaña.

- El coche la espera en la puerta- informa Raquel a la Presidenta, mientras esta continúa estrechando manos con un gracias constante en su boca.

Una vez, Raquel la informa de que todos han quedado saludados, un pequeño grupo la acompaña fuera del salón de actos de un pequeño Colegio, lugar improvisado sobre la marcha para el comunicado de prensa, hacia el exterior. Donde la prensa, aprovecha los últimos instantes para preguntas referentes a otro tipo de cuestiones.

- Presidenta, ¿es cierto que la Inspectora renunciará a su última condecoración?

-No creo que sea el momento ni el lugar, para responder a ese tipo de preguntas- contesta la Presidenta, sonriente y afable a sólo unos metros de su coche.

Lo cierto es que han sido tres días de lucha, de no dormir y de velar porque todo se resolviera con prontitud. Si jamás contesta a preguntas relacionadas con su vida privada, mucho menos lo hará tras una situación como la vivida.

Pero los pocos metros de recorrido, dan ventaja a la prensa y sus preguntas no cesan.

- Imagino que no ha tenido tiempo de ver las últimas fotos publicadas de la Inspectora, en ellas la Inspectora sale muy sonriente con dos

- ¿Le parece?- interrumpe la Presidenta y en su forma de mirar al periodista, deja clara la obviedad. El desbordamiento de un río, ha provocado tres fallecimientos y más de mil evacuados, que importancia pueden tener en estos momentos para ella, la publicación de vete tu a saber que foto de la Inspectora.

Claro que, el hecho de que para la Presidenta unas fotos que hasta el momento desconocía que existiesen no importen en absoluto en ese momento, no quiere decir que esas fotos, en la Comisaría donde presta servicio la Inspectora, no causen revuelo y sean aprovechadas para un poquito de guasa.

- Hay que joderse, ¿quien ha sido el cabron?