Disfrute
de mi excitación viéndola bailar, me recree observando cada gesto
que sus labios hacían al hablar, al fumar, al beber, lo hice por
igual delineando con mis ojos las líneas de su cuerpo, por igual con
sus coquetos y sensuales gestos con los ojos, con su forma de retarme
alzando la cara, me perdí una y otra y otra vez, por su largo cuello
y cuando las manos me dolían de tanto desearla, cuando mas mojada no
podía estar, cuando los colmillos me crujían de pura necesidad,
abandone la Jaima, para fumarme un cigarro sentada en un pedron que
amenazaba con destrozarme el culo.
No
repase mi día con ella, no me preocupe por todo aquello que estaba
sintiendo en solo horas de conocerla, no hable en pensamientos con mi
madre y tampoco la llame. Solo mire el mar, escuche su paranoico
sonido, las voces de la Jaima, alguna que otra canción y la esperé.
El pum, pum minimamente alterado de mi corazón, no podía
equivocarse, podría haber puesto en marcha un ascensor en el beso
mas loco que me había robado hasta ahora, pero sabía que Lucia
vendría a buscarme. Bastaba esperarla y lo hice.
Mi
espera obtuvo premio, no se cuanto tiempo después. Solo se, que
Lucia llego a su estilo, sin ruido y sin sobresaltos. Escuche el
rechineo de las piedras tras de mi, la escuche suspirar, seguro
mirando el mar y a pesar del porculero empedrado, se sentó tras de
mi, con un esmero increíble.
Su
cercanía me hizo cerrar los ojos, intentando llenarme de ella. Y
ella, apoyo su barbilla en mi hombro, se que sonriendo.
-
Tienes mi tabaco- me dijo a voz baja y ninguna de las dos,
volveríamos hablar en un tono más alto, lo que quedase de noche.
Abrí
los ojos y sin contestarle, prendí un cigarro, pasándoselo. ¿Cómo
podía ser todo tan natural entre nosotras? Tan solo conocía su
nombre y unas cuantas apreciaciones, que aún, no había tenido
tiempo de comprobar.
Natural
era, que fumase acariciando mi frente desde atrás y natural era, que
yo correspondiera acariciando una de sus pantorrillas.
No
llevaría mas de medio cigarro, cuando la sentí moverse,
improvisando un baile sobre piedras insufribles, al poco, si creía
que la locura de deseo que sentía por ella, no podía ser aun mayor,
me equivocaba, escucharla cantar como lo hizo, destrozo todos mis
limites.
-
Baby your fire is lighting me up. The way that you move…is reason
enough. That I love to make love to you, baby…nara nana nara
nanaaa, to you baby.
Desatada
mi más absoluta locura por ella, me hubiese bastado un simple roce,
para gemir pérdida por ella. Pero ella es Lucia, y Lucia…Lucia
dejo de acariciar mi frente para cogerme de mi flequillo tirando de
mi cabeza hacia atrás.
-
Si ahora te encierro en un ascensor y lo detengo, ¿que harías?
-
Robarte un beso.
Y
como venia pasando hasta ahora, fue ella quien me lo robo. Mi sincera
respuesta, fue hecha mirándola a los ojos, a sus sumamente
expresivos ojos y ella contesto, mirándomelos por igual, para
después mirar mi boca y entonces, besarme provocando que ambas,
dejásemos de mirarnos.
Imposible
detener el gemido que broto desde mis mismas entrañas e imposible
fue, no atraerla hacia mí, y retenerla conmigo entre piernas y
brazos.
No
había un ápice de ansia en su forma de besarme, y sentirlo, me hizo
crujir por dentro. Lucia, pareció haberlo entendido, de a poquito y
a sorbitos, así nos bebimos la una a la otra, como trato de beberme
la vida.
Su
lengua acarició la mía, en suaves y breves caricias, sus manos
sujetaron mi cara y dios, sentí que los ojos se me quedaban vaciitos
por el inmenso placer que me daba. Con pausa y delineando mis labios,
detuvo el beso, para labio a labio, matarme un poquito mas al
decirme…
-
No solo nunca me he subido a una moto con una desconocida, es que
además, nunca he estado con una mujer y llegas tu y…uff motera.
Joder,
su uff encendido fue tan gratificante, tan placentero y tan de Lucia,
que fue como si me hubiese corrido, ahí mismito.
-
Si- dije, o lo gemí o directamente lo jadee.
-
Si- me contesto y tampoco se, cual su forma de hacerlo, solo se que
la palma de su mano, dejo mi mejilla, para buscar mi nuca.
Labio
a labio, nos mantuvimos mirándonos y dios, vi mi deseo reflejado en
sus ojos y sentí sus dedos colándose entre mi pelo y una caricia
mas o un beso mas o un Lucia mas, y sería capaz de vaciarme sin
necesidad de mas.
Pero
mi lado gamberro siempre gana, hasta en las peores plazas o mejores
según se mire, por eso, en mitad de ese momentazo de extremo deseo,
cante:
-
Vuela esta canción, para ti Lucia
El
castigo a mi gamberrada, fue un nuevo beso robado y un propósito.
-
Vamonos de aquí ya, motera.
Y
no, no me gustan que me metan prisa, pero esta vez, me levante más
obediente que nunca antes en mi vida.
-
Jajaja, eres un bicho, para esto no protestas.
“Ay
marecita mía. Cuanta razón lleva, mi morena”.
toma yaaaaaaaaaaaaaaaaa OLE OLE ole jjjejjejejjejeje sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeee ARTISTAZAAAAAA que GRANDE
ResponderEliminarmmmm...interesante.........suena a verdad........
ResponderEliminar(expresiones.......)
.......SIN PALABRAS....PUEDES LLEGAR A DEJARNOS SIN PALABRAS..Y ESO ES DIFÍCIL EN MI...PERO LO HACES ESCRITORA...A LA JAIMA...A LA PLAYA...SENTADA...DE PIE...BAILANDO...BESÁNDOSE ..DE ESA FORMA..QUE..QUE...¡¡¡COMO SEA¡¡¡ HACES QUE PODAMOS VIAJAR POR ESE MUNDO DE LOS SENTIDOS CON ESTA MOTERA Y LA DUEÑA DE ESA CANCIÓN QUE ES PURO VENENO EN LA SANGRE....
ResponderEliminar¡¡¡ ME ENCANTO¡¡¡¡¡¡
GRACIAS...........