martes, 22 de octubre de 2013

Acelera, un poco más...20


"Sabor a Caramelo, te adoro, te anhelo, sentir la pasión, te derrites con dolor. Sabor a Café, es el sabor de tu piel, tus labios canela, tus besos la miel"

Regreso mi tocadiscos particular y no podía hacerlo de otra manera ni mejor, que justito esa canción.

Después del chorreo de Lucia, después que me robase un nuevo beso y después de que me llevase de la manita a por su crepe y mi helado, en mi no había, más que su sabor a miel.

Que me había yo perdido, entre chorreos, palpitaciones y heteros en convulsión. Que no, que yo no soy así, que no me como la cabeza y que la vida la disfruto y de sus palos aprendo. Esto último, mejor lo pongo en cuarentena jaja. Y que con tanto acelerar, no estaba disfrutando del sabor a miel que en cada de sus besos robados había.

¿A que sabe la miel de Lucia? A la mismita gloria, me estaba sabiendo.

Helaito y crepe en mano, nos fuimos a sentar en el típico murillo bajo que separa la playa del paseo marítimo.

Cachis en...si esos muros hablasen. Millones de historias, habrá en ellos. Ahí se sientan los adolescentes que se comen la boca, por horas sin levantarse de él. La pareja de ancianos, que se sientan en el, a descansar del paseo de la noche. El dueño del can, que espera aparezca la dueña de otro can, con la que coincide ahí cada noche, la pareja de divorciados, que disfrutan de la segunda descomposición hormonal de su vida al encontrarse y Lucia y su crepe, yo y mi helado.

Lucía se sentó más señorita que yo, encogiendo una de sus piernas, yo lo hice a lo Clint Eastwood montando en el Oeste y ahora si, trate de disfrutar de cada cosita, que nos quedara por pasar juntas.

Como me gusta mare, verla comer. Estaba yo construyendole un altar, a su forma de cerrar los ojos ante un gustazo. Su gustazo ahora era un crepe, sencillo de chocolate y nata. Pero ay morena, te pillé. Eres una golosa. Lo es, degustaba su crepe y sonriéndome espiaba mi helado.

Yo también se ser una malaje y probé su paciencia de niña consentida, como buena Leo es.

Pero claro, con esa maldad, me privaba a mi misma, de ver sus labios y la punta de su lengua atrapando la cucharilla con helado y lo peor, me privaba de verla cerrar los ojos disfrutando del helado.

Uff, de sólo imaginarlo me puse tontona. Que Lucía es mucha mujer y esos gestos, calentarían más que piel. Claro que, yo estaba acelerando y si aceleras, la adrenalina sube y que llegue a donde tenga que llegar.

- ¿Como seria tu aventura en Italia?- le pregunté dispuesta a que probase mi helado. ¿Como? Con mi cucharilla abrí un poquito su crepe, llene la cucharilla de helado, la deje en ese trocito de crepe, lo cerré y con esmero, propicie que el chocolate fundido, cubriese ese trocito. Lucía miró todo el proceso, mientras me contestaba.

- Pues...un estudio de arte, más o menos como el que tengo, sólo que además, me gustaría poder no se, dar cursos que fuese también una academia.

- ¿Como los antiguos genios? Ya sabes, Miguel Ángel y sus amigas las tortugas ninja.

- Jaja, pava eres.

Seeh, muy pava y según ella cristalina. Pues sus ojos, deseando el pequeño bombón que le estaba preparando, también lo eran.

- Cuéntame a ver- la chinche un poquito y mare, que se relamiera los labios esperando el bocado, era para chillarla de deseo- O mejor, ¿te cuento como lo imagino yo?

- Dame eso ya.

Auch, fue un susurro o fue un suspirito, no se que fue. Pero mare, como me gustó y mare, como me estaba poniendo yo.

- Voy

Y como me gusta jugar con su poca paciencia. Normal, si ella reaccionaba como reaccionó, tirando de mi flequillo para acercarme a ella.

Auch...quema, mi niña morena, aliento contra aliento quema y ay mare. Como estaba empezando yo a desear probar su miel, sin ninguna prisa.

- Damelo

¿El que? Estuve a punto de preguntarle. "La misma vida te doy ahora mismo, si dejas que por una vez, sea yo la que te robe un beso y con el, me beba tu miel".

Carita a carita, aliento contra aliento, me dejó un pequeño muerdo y la muy...me robó el pequeño bocado de crepe con helado.

- Jajaja, poquito cabrona eres, ¿eh?

- Por cristalina te pasa.

Auch, e iban unos pocos. No le bastó revolucionarme todita la sangre con un leve muerdo, sino que además, cerró los ojos con el bocadito, más de lo normal.

"Maestro, paseme más mezcla. Ay mare, que altarcito más bonito me está quedando pa ella".

- Vamos, motera. Arranca- nuevamente me metía prisa y...

Quieto todo el mundo, tú niño quedate subido a la mini noria del paseo, tu perro quedate marcando la palmera, los adolescentes que se queden pegaitos y la abuela, que se quede acariciando a su marido.

Puede que Lucía sea hetero y la movida- no digo diferente, digo raro- que tenía conmigo le estuviese suponiendo una combustión lésbica, parece no sentida hasta mi, pero mare. Mi niña morena, estaba disfrutando del deseo encendiito que se podía ver clarito en mis ojos y hasta de mi altar para ella.

Sonrió y cómo, al pillarme mirándola boba, mientras degustaba el bocadito de crepe, volvió a tirar de mi flequillo, volvió hacer chocar nuestros alientos y mare...no se me pararon los pulsos, porque pulso hacia rato que yo no tenía.

- Voy morena- volví a pincharla, disfrutando de nuestra sensual e intima cercanía y tirititi. Premio para mi. Por qué si, a partir de ahí, cada beso que me robe, no será más que eso, un premio que irá directo a su altar.

- Venga

- Ay

- Jajaja

- Pues...¿sabes cómo lo imagino yo? Bohemio, un sitio melancólico. Nada de los estudios modernos de hoy, que por otro lado en Italia los tienes a patadas. Te pega más, un pequeño refugio perdido por la Toscana. Donde los amantes del arte lleguen a probar su suerte con tu ayuda. No se...la mujer que ha luchado toda la vida, que jubilada se refugia en tu estudio a dibujar y beber buen vino.

- ¿Tipo casa rural?

- Aún más íntima, una bodeguita con bodeguera de arte.

Estaba tan a gusto, el ambiente entre las dos era tan íntimo, que hable en total confianza. Pero, ay mare. Lucía me miro de una forma, que me hizo ruborizarme al momento. Lo que hizo después, me dejó desarmaita.

Dejó su crepe, me quito mi helado, se fue a tirarlos en la papelera y a su regreso, volvió a provocar un face to face, de quemarse.

- ¿Sabes lo que más me esta gustando de ti? Que eres una consentidora, que te la pasas regalando cariño y que se nota que eres muy cariñosa y siendo así y sintiendo los mismos deseos que yo, dejas que en todo momento yo me acomode a ti, reteniendo tus ganas.

"Hola, ¿es emergencias?...estoy en el paseo marítimo de la playa arenosa. Necesito una ambulancia. Una morena de infarto, me acaba de provocar uno y bien gordo. Vamos, que como no corran, no lo cuento"

Y si, el infarto me lo provocó volviendo a robarme un beso y si, a canela saben sus labios y de la miel más dulce, están hechos sus besos.

"Maestro, subo el muro medio metro más y tendré mi altar, pa ella"
 
 
 
 
 
 
 

1 comentario:

  1. ........Motera ¡¡...como te conoce esa Morena ya¡¡¡ vamos que con cuatro palabras quiso decir todo de ti....es lo que ve..y si ve eso...esta perdida...y si además te da besos con sabor a canela..la perdida eres aún más tu...jejeejjeje...
    ¡¡¡¡ Me encanta esta Historia también¡¡¡...mucho¡¡¡ Escritora..

    GRACIAS................

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