¡Fría!
El agua estaba fría de congelarse. Pero ayudaba, ay mare si ayudaba.
Que una es una tipa guay, que puede hacer top less al lado de la titi
que le hace tilín y hasta tolon, sin comportarse como un macho
cabrio. Pero leñe, hasta para la más sin sangre era demasiado.
Lucía
se sacó la camiseta a medio metro de mi y de cara. ¿Para donde
mirar? ¿A la gaviota? Pues no había, se ve que estaban en el puerto
apurando los desperdicios de la lonja, porque yo me "jarte"
a mirar para arriba y ni una paso.
Lenta
es la niña mare, se la sacó demasiado lenta y yo busqué huida. Si,
lo admito. Yo que necesito tener el cuerpo requemado para lanzarme al
agua, no me lo pensé dos veces.
"Que
peritas mas bonitas tiene, mare"
Ahí
estamos, su pecho era demasiado bonito para mi y por mucho que lo
intenté, acabe excitandome y echando a correr hacia el agua.
¡¡Fría!!
Que rica, por favor. Que estuviese fría, calmo mi insolente deseo.
La cosa ahora era, ¿me quedaba mirando hacia África o como todo el
mundo me giraba hacia la orilla? Mi lado cotilla decidió, mire a la
orilla, a su estrecha espalda en consecuencia y toma hostiazo que me
lleve por cotilla.
Mi
niña morenaconsultaba su móvil y no podía sorprenderme. La conocí
como adictamovil y debía reconocerle el enorme esfuerzo hecho con su
adicción. Porque muchas, habían sido las horas que llevaba sin
consultarlo.
Yo
decidí acelerar y yo decidí disfrutarlo. Pues pasaba mucho de que
nada, me enturbiase. Que consultara el móvil lo que quisiera o
necesitase. Yo mejor, daba unas brazadas antes de acabar saltándole
un ojo a alguien por lo prominentes que mis pezones se mostraban.
Acabadas
las brazadas, me quedé mirando a África y jejeje, mentiría si no
digo, que pensé si sería capaz de llegar nadando, que si vería
delfines en mi travesía, y hasta me imaginé a lo naufraga. Pasa
cuando tienes tendencia a estar creando ensoñaciones constantemente.
No
comencé mi travesía hacia África, pero si sentí un calambre que
me recorrió todo el cuerpo. Porque si, no fue un escalofrío, fue un
calambre igualito, a si hubiese conseguido llegar a África nadando.
¿El motivo? Mi niña morena había abandonado su móvil, para
colgarse en su nuevo monito. O sea, en mi.
-
Querida Tauro- me dijo encerrándome entre sus piernas. En teoría yo
era el monito, pero la colgada como uno de ellos, era ella. Reí de
buena gana, desde luego a Lucia, no le faltan las salidas- Si algo te
preocupa, redacta un combativo manifiesto y hazlo llegar a Obama.
Seguro que él lo estudia con pasión y pondrá todos los recursos de
la primera potencia mundial al servicio de la resolución de tu
problema. Menos gritar a los niños en la playa. Es obvio que no te
obedecen y respetan. A la sombrillita y calladita, querida Tauro.
-
Jajajaja, muy de Tauro, si.
-
¿Acerté?
-
¿Ah? Tú eres la pitonisa, tú sabrás.
-
Mala eres, ¿no?
No,
no era yo la mala. No era yo quien la abrazaba bajo el agua, ni la
que acomodaba la barbilla en su hombro, como si fuésemos lo que no
somos.
Pasa
que yo estaba en la gloria y que no, que no me daba la gana comerme
la cabeza. ¿Que ha visto el móvil? Pues muy bien. ¿Que tiene a
alguien y con ese alguien ha hablado? Pues muy bien, no es a ese
alguien a quien abrazaba ni mecía en el agua. Era a mi, toma ahí.
Era momento, de empezar a vivir esto como un sueño. Un sueño donde
me escapaba con una tía de aupa a pasarlo de muerte, un tiempo
indefinido. Pues no, para mi que no suena genial, suena increíble.
La
compensación a mi descomposición me puso de humor y si estoy de
humor, canto. Y canto lo que me sale de adentro sin echarle más
cuentas.
-
Te voy a contar una historia, todo un cuento de hadas, bastaron dos
copitas y una sola mirada.
-
Deseo de escapada, se palpaba en el ambiente, pasábamos tres kilos
del decir de la gente....- continuo la canción Lucía, robándome un
poquito más de mi. Después hizo una pausa, tarareando el estribillo
y tras ello, por primera vez, habló sin que yo lo propiciara-
Estudie bellas artes, desde pequeña he dibujado, jugado con arcilla,
he hecho enormes puzzles sólo para después colgarlos y todo ese
tipo de cosas. Me licencie a la primera y fui Erasmus en Florencia.
Donde viví un año al acabar la carrera. Después Madrid y unos
meses en Nueva York. A mi vuelta, convencí a mis padres y me
ayudaron a establecerme montando un estudio de arte. Estudio que me
está llevando a la ruina y estudio que quiero cerrar, para probar
suerte en Italia. Pero una cosa es querer y otra poder.
¡Guau!
Lucía se explayo y aunque el resumen podía haber sido mayor, a mi
me gustó y si. Sabía que a algo creativo debía dedicarse. Sus
manos, fueron la primera pista, sus apreciaciones sobre el paisaje
que se contemplaba en el restaurante la segunda, como jugó con la
comida hasta armar una chulada de figura la tercera y la cuarta, fue
poder verla contemplar la playa en el café. Gritaba la típica
melancolía, que perfuma a todo bohemio.
Me
tocaba hablar y puede que yo sea tauro, o sea, una acojonada de la
vida, que teme cualquier movimiento de los hilos que mueven el
destino, pero alentadora de aventureras, he sido siempre. ¿Chimpace
adulto de compañera para correrías? Si, esa soy yo. Dígame.
-
Estando yo, con la poseedora de la miel maldita.
-
Zorra
-
Esa misma, si. En una escapada que hicimos, pues no se si fue en un
cartel de carretera o en el pueblo, no lo recuerdo. La cosa es, que
vi que se practicaba parapente y daban los típicos cursillos. Quise
sorprenderla y no le dije nada. Subí la moto hasta la loma donde
estaba la escuela y a poco, ella ya estaba quejándose. Que si le
daba miedo, que si no le apetecía, que si otro día y ese tipo de
cosas. Pues bien, yo llevaba muchísimo tiempo queriendo hacerlo,
pero no había podido ser. Entendí que ella es más tranquila, de
paseos, dotarse al sol, buenos ratos de lectura, lo que mi madre
viene a llamar; "parailla". Y no te mentiría, si te dijera
que estuve a un tris, de hacerle caso y desistir de cumplir mi sueño.
Pero no lo hice, la baje al pueblo y pese a su chantaje, lo hice,
subí y me lancé. Cabrona, menos mal que no la consentí en todo,
sino imagínate que plan. Con esto te quiero decir, hazlo. Si es tu
sueño hazlo, quien te quiera lo entenderá, tarde más o tarde menos
y sino, pues alguno deberás dejar en el camino.
Eah,
me "espache" a gusto y hasta miedo me dio, de haberla
aburrido, pero ¡Mare! Nadie que se aburra, te roba otro beso, ¿no?
-
En eso estoy- me dijo liberándome de la prisión que habían formado
sus piernas y brazos, para...
"Quiero
todo el mundo. Que las nubes dejen de moverse, que la misma Tierra lo
haga para que el Sol, se quede donde está, que la marea no suba y
que la Luna se aguante y espere un poco más"
Mi
niña morena había roto su dulce y sensual cárcel, para ahora
aprisionarme de cara.
Y
esto ya fue demasiado. Que una aguantó como una torera, sus senos
presionando mi espalda, su pelvis el final de mi espalda y sus manos
no se cansaron de dejarme caricias por brazos, cara y pelo. ¿Hasta
donde más quería que aguantase? ¿No había sido bastante todo eso
como para ahora tener sus pechos a la altura de mi boca?
"Ay
mare, que diferente a cuando tuve a los de su prima"
-
¿Sabes una cosa?- me preguntó revolviendo mi deseo. Tanto, que mis
manos pasaron de mis advertencias"quietas ahí, ni se os ocurra
bajar" para hacerlo y fingiendo acomodarla, quedarse ancladas en
sus cachetes. ¿Que me estaba preguntado? A saber- No suelo ser tan
cariñosa, pero contigo es como si a cada rato, necesitara contacto.
Algo
así dijo, no estaba yo en condiciones de grabar a fuego sus
palabras. Lucía me rodeaba con sus piernas, Lucía acomodo sus codos
en mis hombros, Lucía buscó mi cara y nooooooooooooo, lo que yo
quería desde que la vi en el parking de Don Pascual, estaba a punto
de ocurrir y no era yo, la "roba besos".
-
Es una locura- susurró ancladita a mis ojos.
Y
era mi sueño, y eran mis ganas y era mi infinito deseo por esa boca,
la que me hizo aguantarle la mirada y dejar, que ella desuniera sus
ojos de los míos, para mirar mis labios y regresar a mis ojos. Ojos
que seguro le gritaban; "Hazlo, llévate este beso"
Porque
cada beso es distinto aún dándoselo a la misma persona. Cada beso
es como un arma capaz de alojar en sí, diferente munición. Tengo
balas que cargan puro deseo, otras admiración infinita, cariño,
anhelo, arrepentimiento, deseos, dulzura, pasión, amor y tantos más.
El
beso que Lucía se llevó, iba cargadito de deseo y anhelo. Anhelo,
de que siguieran sin despertarme de mi sueño y eso, que ya escuchaba
los pasos de mi madre, subiendo las escaleras.
"Saladita
y dulce, halle su boca; y salada y agria, quede tras probarla".
........ Leer esta Historia...es como dejar que te acaricien el alma...y a la vez desees que lo hagan también con tu piel''''.....Esa ternura...esa ''forma de ser de esta ''''' Motera quitasentios'''' ''esos pensamientos suyos donde esa ternura se cruza continuamente con ese Deseo cada vez más grande de ''su Morena ojos miel''''...es....es.....lo que ya he dicho...y una autentica gozada leerla....
ResponderEliminar.... GRACIAS....ESCRITORA...por ese ''salero''' al narrar...