martes, 1 de octubre de 2013

Acelera, un poco más...14


"Y si te ame pudo ser un momento de locura. Y esta vez no hay después. Descubrí que estoy a prueba de ti... Prueba de ti..." No falla, oída por ahí un par de veces y yo la tatareaba sabiéndola sin saberlo. ¿Qué parte de nuestro cerebro propicia tales cosas? A saber. Lo mismo un día me pongo y lo investigo. Venga si, como tantas cosas que digo haré y luego...
Lo raro..."no digo diferente, digo raro" Ya estamos, ains. Fue que no me planteé nada, ni me comí la cabeza. No fue como cuando quedas con alguien a quien conoces de poco y tratas de impresionarla en todos los aspectos.
Te arreglas de una manera más especial, tratas de recordar cual es tu libro favorito, grupos musicales, película o color de la suerte. Tienes pensados temas a los que recurrir si el silencio llega, centrándote, para jamás parecer extremista. Como por ejemplo...
- ¿Qué opinas de los toros?
- Es un animal, como tal merece los mismos derechos que el resto. Pero también es cierto que es una fiesta nacional, que da trabajo, turismo y que, bueno habría que saber llegar a un; ni pa ti, ni pa mi.
Que carajo, a mi gustan los toros y la fiesta. Pero no, nada de eso hice con Lucia. En el centro comercial, no busque un tipo de ropa concreto, ni siquiera pensé en que clase de bikini me sienta mejor.
En realidad, lo elegí todo, como si fuese con Bea, mi niña del alma. Amiga desde la infancia e incansable compañera.
Tarareando estaba y tarareando me encontró Lucia.
- Las canciones de esa mujer, se repiten una y otra vez. Escuchado un disco, los has escuchado todos.
Así es Lucia. Te segrega la información y después sentencia. Es algo que me gusta de ella. Hay quien se cree que con el don de la verdad, pero nunca los sacas del; porque si. Ella te explica primero y después se reafirma.
Y yo, pues...continúe tarareando. Pasa cuando eres como yo. Seeh, para que engañarse. Ella opina eso de Malu y yo no tenía opinión, básicamente porque me debatía entre la camiseta blanca o azul clarito.
- ¿Blanca o azul?- termine por preguntarle a ella. Si era mi compañera de compras, pues jolines que ayudara en algo. Jejeje caradura soy, mare.
- Blanca, yo lo tengo todo.
- Yo también.
Ay mare. Fue decirlo y ambas nos quedamos mirando la prenda que con mi mano blandía.
Lo dicho, que elegí la ropa como cuando voy con Bea, por pura comodidad y no hay bikini más cómodo, que unas braguitas y listo.
- Eh..- dijo Lucia. Y lo de que dijo es mucho decir. Aunque fue lo justo, para que yo pasara de mirar las que serían mis braguitas para mirarla a ella. Joder, tanta comodidad, tanto no comerme la cabeza y a la primera de cambio, yo me ponía hacer top less, normal que lo flipase. Pero entonces, sus ojos comenzaron a brillar y su sonrisa creció y creció, hasta que de debajo de unas prendas que colgaban de su brazo, sacó unas braguitas como las mías, sólo cambiaba el color, las mías negras, las suyas azul- Jajaja
- Jajaja
Me contagió su risa y si, ambas somos de "lolailos" al aire y en libertad. ¿No es genial?
- Al probador, motera.
Eah, estaba claro que le gustaba organizar, por los bailes echados en el restaurante, se puede decir que gusta de llamar la atención, además le gusta llevar la razón y esta más que clarísimo, que de carisma va sobrada. ¡Hostis putis!
Estaba pensando. Lo hice camino al probador, lo hice probándome lo que sería mi vestimenta de la tarde. Pañuelo ancho estilo hippie como falda color crema y la camiseta blanca. Debajo, el bikini braguita y unas sandalias, monas de monisimas por cómodas. Y continúe haciéndolo, cuando dado el visto bueno, me senté en el taburete del probador.
Que no soy yo, de quedarme mirándome en el espejo. Me queda bien, pues listo. ¿Mirarme más para que? Seguro algún defecto me encuentro y eso es sufrir para nada. ¿No dicen que la naturaleza tiende a compensar lo descompensado? Pues si algo tengo mal, que mi misma naturaleza lo arregle, ¿no?
- ¡Eres Leo!- exclame victoriosa. Tanto pensar sobre la protagonista de mi día, me llevó a esa conclusión.
- Jajaja ¿que?
Su risa mare, como me gusta oírla reír. Penita que no la veía.
- Que eres Leo de signo zodiaco.
- ¿En serio crees en eso?
- Pues...pues...pues...
Bien, esa técnica mía del "pues" repetido, da tregua para pensar. No es que crea, pero mentiría si dijera que cada mañana no busco el horóscopo en el periódico y leo el mío y el de mi gente más allegada. De ahí a creer, es mucho. Pero si he aprendido más o menos, las características de cada signo, y mi niña morena es Leo, eso está clarito.
- Va, dime que dirías hoy de Leo- bromeo Lucía y dejó de escucharse ruido en su probador. Puede que se hubiese sentado como yo y sólo el Pladul, entre los dos probadores nos separaba.
- Me fumaria un cigarro- dije dejando escapar mis pensamientos. Se está tan a gustito con ella, da igual donde, que me apetecía de verdad.
- A mi también me apetece-me contestó bajito. Pasa que mi cabeza, busco comodidad en el Pladul y este debía ser fino.
- En fin, querida Leo
- Jajaja
- Pero no te rías, ¿eh?
- No venga, motera sigue.
- Ay
- Jajaja que no es meterte prisa.
- No, claro que no. Ahí voy. Querida Leo, tú pareja se queja del alojamiento que has encontrado, también lo hará de los kilos que has engordado, de la playa y hasta de tu conversación. Amigo Leo, mandarla a tomar viento, así lo quiere Saturno y una vez te sientas libre, frecuenta los garitos más enrollaos y deja que el mundo conozca tu verdadero yo. Ese ser salvaje, indomable e imprevisible regido por Marte. Mi consejo querida Leo, es que deberías hacerte con uno mono adulto que te acompañe en tus correrías. Por economía, trata de que el chimpancé se enganché al tabaco de liar y no al otro. Eso es todo, querida Leo.
Silencio, tras mis palabras no hubo risa, que era lo que yo esperaba, ni Lucía preguntó por si yo era el chimpancé, que era lo que yo temía. Pasa cuando vas de graciosa por la vida, puedes meter la pata unas cuantas veces. Pero la niña que había al otro lado, no diré que ya dolía, pero si me importaba. Y como graciosa y payasa, puedo serlo un rato. No espere más. Un pie en el taburete y arriba, colgada del pladul barrera. ¿Chimpace yo? Jejeje puede que un poco.
- Con esta pinta, puede que un mono parezca- dije queriendo lo que tuve. Su sonrisa, sentadita en el taburete. "Ay niña, pero que bonita eres".
- Motera, esta demostrado. Eres un caso- me dijo levantándose y un poco más y me caigo. Cuando me subí ahí, no calcule el riesgo. Lucía es alta y yo quedaba colgando. A un sólo palmito de su cara, que quede. "Ay...que alguien me devuelva el suspiro que ha vuelto a quitarme"
- Jajaja, ¿cafelito?- reí para compensar la falta de aliento que su cercanía me estaba provocando, sin saber, lo que estaba provocando.
- Cafelito.
- Bien, ahora debería bajarme. Pasa que se me está incrustando la madera ésta en las costillas.
- No se, aquí eres tú la mono. Yo solo soy la leona.
Cerquita de mi cara, a un palmito nada más y Lucía dijo esas palabritas, bajito y no joder. Otro beso en mi mejilla que se llevaba y otra vez mis labios moviéndose inventando un beso no robado.
Ay, ay, ay y ayyyyyyyy, ¿no es de arte mi niña morena?

1 comentario:

  1. se saleeeeeeeeeeee y QUIERO MÁSSSSSSSSS se sale este ubidon que provoca leerte jolines

    gracias ARTISSTAZAAAAAAAA

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