Wilson S.L. 106

La claridad amenazaba con hacerla despertar. El cuerpo que abrazaba se giró en sus brazos y hundió la cabeza entre su cuello y la almohada. El dulce aroma que emitía el corto cabello que jugaba a cosquillearle la nariz, le hizo sonreír y cerrar más el abrazo. El cuerpo abrazado protestó y Maca contestó cerrando aún más el abrazo. Cuando la risa iba a brotar de su garganta por las continuas protestas del cuerpo abrazado y encerrado por sus piernas y brazos, un golpe seco la hizo soltar ese cuerpo e incorporarse rápido en busca de su revólver.

- Lo siento, señora.

An: No se preocupe, iba a despertarlas.

La voz tranquila de Anna fuera de la habitación, la hizo calmarse. Falsa alarma, pulso acelerado y sonrisa victoriosa, sus reflejos se mantienen en forma, siempre al tanto y prestos para actuar.

Ad: Jolines, vaya susto

La voz de su hija le hizo guardar el revólver tras su espalda y abrir los ojos sorprendida. La niña estaba en pie al otro lado de la cama con un bate de béisbol en la mano.

M: Pero...que....como....que...¿que narices haces con un bate de béisbol?- totalmente sorprendida y al borde del escándalo, se olvidó de seguir ocultando el revólver. Su hija de seis años, había saltado de la cama como ella y blandía un bate de béisbol en la mano.

Ad: No estabas aquí, ¿sabes? Alguien debía cuidarla- inocente, Adriana contestó sin darle ninguna importancia y la cara de su madre aún más sorprendida, la hizo reír- Jejeje ¿que?

An: Es casi media mañana

La voz de Anna alertó a ambas y que con idéntica rapidez se giraron de cara a la puerta por la que Anna entraba.

An: Buenos- las dos de pie frente a ella, con la misma postura, hizo que Anna se quedase parada y detuviera su saludo- venía a despertaros- una tímida risa de ambas fue la contestación que recibió. Maca tenía las manos atrás y la niña se rascaba la cabeza. Algo ocultaban, pero las prisas, la hicieron obviarlo- Tenéis media hora para ducha y desayuno, tenemos visita- la contestación obtenida ahora fue un "jums" conjunto que la hizo negar con la cabeza, no podían ser más parecidas- Pues eso

Ad: Si...si

M: Si claro

An: Estáis muy extrañas.

Ad: No....no,no.

M: No...aquí....no...vamos que no

An: Uhm- sin tiempo para investigar más, Anna arrugo los labios insatisfecha, para finalmente salir de la habitación. Un, dos y tres segundos contó mentalmente y volvió abrir la puerta, sus chicas se giraban de nuevo rápido hacia ella y ambas encogían los hombros aparentando normalidad.

Cuando Anna ahora si, se marchó, Macarena se giró hacia su hija, aún sin recuperarse de la primera impresión.

Ad: Un poco más y te ve el revólver.

Lo dicho por su hija, la sorprendió más y así sería por un tiempo más. El que tardó la niña en pasar por su lado camino al baño, recibir una palmada en su estómago, verla meterse en el baño, sentarse en el wc y escucharla.

Ad: Tía Val me lo explicó. Dijo que Mamá te había castigado y que cuando te portases bien volverías con nosotras. Hay que tener cuidado, se enfada fácil, ella es así.

Todos los gestos y movimientos que su hija realizaba, eran como retroceder en el tiempo y verse a ella misma haciéndolos. Hasta la forma con la que abría el grifo de la ducha y esperaba que el agua caliente saliese eran clavados a los realizados por ella misma. Wilson nunca le imposibilito compartir esos momentos de intimidad con su hija, pero la mierda metida en su cuerpo si. Compartirlos ahora en pleno uso de sus facultades, estaba siendo todo un descubrimiento.

Ad: Pis en la ducha, no.

M: Ya lo sé

Ad: Jijiji

M: Jajaja, ¿que?

Ad: A veces se me escapa y jijij

M: Se enfada jajaja

Ad: Ella es así

La ducha enorme con dos grifos, permitía que niña y madre se ducharan juntas, como muchas veces lo hacía Adriana con Anna.

Ambas de cara a la pared, ambas con el mismo ángulo formado por sus piernas. Original y calco. Las risas por cualquier gesto continuaban, Adriana disfrutaba teniendo a su madre ahí con ella y no estaba dispuesta a desaprovecharlo.

M: ¿Como es ducharse con Mamá?

La pregunta brotó de lo más profundo de Macarena. Los botes de perfumería colocados en una repisa, le habían provocado la curiosidad. Sus duchas anteriores con Anna eran de todo, menos cotidianas.

Ad: Es- Adriana detuvo el agua y despejó su carita del agua que aún corría libre por ella. A Macarena la tenía a punto del derritimiento total, pero Adriana arrugaba los labios como Anna pensando en cómo es ducharse con Mamá- Aburrido...es muy aburrido- golpe seco en el grifo y a continuar duchándose, mismo golpe que da Macarena para cerrar el suyo y escucharla- Tantas cosas que usa y tantas que me hace usar a mi. Pero- pausa y golpe al grifo- Jejeje

M: Jajaja, ¿que?

Ad: Que a Martha le gusta

M: ¿Que?- a Macarena la sangre se le para no entiendo a su hija.

Ad: Que le gusta como huelo. Tan guapa que es Mami.

M: Uff- a Macarena la sangre le vuelve a correr libre y sin obstáculos- es la pareja de tía Estefa- golpe al grifo e ir dando por finalizada la ducha. Aunque aún, quedan cosas con las que sorprenderse.

Ad: Por ahora, me va a esperar. Eso es así. Así lo hizo Mama contigo, así lo hará ella conmigo. Yo voy a crecer pronto.

An: He dicho media hora del uso horario normal. No se yo, cual usáis vosotras. Adri crema en los codos, ¿eh?

Ad: Fooh, ya estamos.

M: Jajaja ¿no querías oler bien?

An: Y peine, nada de alisarte con los dedos.

Ad: No para, así todo el rato.

M: Ella es así.

Ad: Jijiji si.

La advertencia de Anna surtió efecto, claro que a ninguna le dio tiempo a desayunar. Al salir al salón ambas quedaron sorprendidas. Adriana reaccionó pronto y se abalanzó hacia la piscina que dos operarios montaban al lado del gran ventanal- ¿Es para mi?- fue su pregunta más repetida.

Macarena en cambio, no sólo quedó muda, también quedó estática. Una mujer le fue presentada por Anna, la misma que le estaba explicando el curso que iban a comenzar.

Pero Macarena apenas podía mantenerle la atención. Sus ojos estaban clavados en Anna. En Anna y en su sonrisa, en Anna y en sus ojos vidriosos y más negros que nunca. En Anna y la sorpresa de un parto en el agua, donde ella participaría al cien por cien.

- Antes de empezar con las clases preparto, realizaremos unos cuantos ejercicios de confianza. En el agua estará la mami y estarás tú Macarena. La comadrona entrará sólo al final y yo estaré fuera todo el tiempo. Es necesario, que la sincronización entre vosotras sea perfecta o casi. ¿La mamá se ha quedado un sorprendida o me lo parece a mi?

M: Es...es- emocionada en lo más profundo, las palabras le fallan y es Anna, la que decide ayudarla.

An: Empecemos con esos ejercicios.

- El primero es el más básico. Seguro lo habéis visto alguna vez. Anna colocate delante de Macarena.

An: Si- Anna realiza las indicaciones de la monitora, pero la quietud de Maca le hacen girarse hacia ella- ¿Estás?

M: Si- consigue responder Maca y el guiño satisfecho y orgulloso de Anna le hacen rodar los ojos.

An: Ésta no te la esperabas.

M: Buenos días, creída Paredes.

An: Jajaja. Ya te haré confesarlo.

- Ejem- la monitora sonriente, carraspea, cobra por horas y es un gusto que las clientas no tengan prisa, pero esta para lo que está.

An: Jaja, perdón.

- Bien, Anna, ¿te dejarías caer hacia atrás sabiendo que tú mujer está atrás para recogerte?

An: No se yo...- contesta Anna a la monitora, aunque se gira lo justo para que Macarena vea su burlona sonrisa- hay días que me dejaría caer al suelo.

M: Prueba hoy- a esas alturas del juego, Macarena se relaja, disfrutando del chispeante coqueteo con Anna. Por eso, reduce la distancia y sin llegar a tocarla, continúa- a ver que tal- centímetros de separación que dejan sentir el calor que emana de ambos cuerpos y Macarena que busca la oreja de Anna para susurrar "algo" que sólo la dueña de esa oreja escucha.

- Eh...-la monitora se pierde y espera paciente.

An: Jajaja

M: Que risitas estás hoy.

An: Tuve una buena noche.

M: La mía fue

Ad: Yo si que me tiro, allá voy Mami.