miércoles, 14 de agosto de 2013

Wilson S.L. 96


El gran portón de la Casona Paredes se abría, para dar paso al largo y oscuro coche de Anna, conducido por su siempre fiel chófer, Pepe.

Hacia apenas unas horas que había abandonado el Hospital y ya estaba preparada para un largo día de duelo. Parapetada con una grandes gafas de sol, con el pelo sujeto por un serio recogido y vestida con traje oscuro de vestido y chaqueta, se giró en el asiento, observando como dos chicos con apariencia matones cerraban de nuevo el gran portón.

Pe: Son dos de los chicos de la señora.

An: Uhm- fue su breve contestación, volviendo a la correcta posición en el asiento. Acudía a la casona para recoger a Adriana, pero los dos chicos le recordaron sus planes y avivaron sus curiosidades, antes inexistentes. Cuando Pepe detuvo el coche y le abrió la puerta. No se lo pensó más y así preguntó- ¿Podrías llamarlos?

Pe: ¿A los chicos?- podían pasar años y años, trabajando para ella, que esa mujer, siempre lograba sorprenderlo.

An: Si, diles que se acerquen- exigió a Pepe arrugando sus gruesos labios. Pepe no fue nada disimulado e imitando el clásico silbido de la señora, llamó a los chicos, provocando el oculto ruede de ojos en Anna. ¿Había necesidad?

Pe: Eh...jejeje perdone es que

An: Nada déjalo- viendo venir a los chicos la idea no le parecía tan estupenda. Gritaban a lo lejos chicos del Satanás y le parecía mentira, estar a punto de entablar una conversación con ellos.

A pocos pasos de Anna, los chicos parecían discutir entre ellos y antes de llegar, arreglaron sus trajes aparentemente nervosos.

- Bue...buenos días, señora- el más mayor de ellos hablo dubitativo. Si para Anna era extraño tratarse con ellos, para ellos el trato que estaba a punto de producirse también lo era.

An: Buenos días- contestó educada y sonriente. Queriendo no poderse detalle se retiró las gafas y esperó a que ambos le prestasen atención- ¿Cuál es su cometido?

La pregunta de Anna hizo que los dos muchachos se mirasen entre sí, no entendiendo a que se refería Anna.

Pe: A ver si espabilamos, os están preguntando- la mirada de Anna sobre surtió efecto y Pepe siempre presto, los apremio.

- Ya...bueno, custodiamos la Casa, así lo pidió la señora.

An: Obvio, pero me refería más en general.

- Ah- el segundo muchacho con más desparpajo abrió su americana, colocando las manos en su cinturón y Anna volvió a rodar los ojos. Un uso muy inteligente de ellos, no podía hacer Maca- la señora siempre nos manda labores de protección. Somos muy de perder los nervios

- Si, la coca nos dejó medio así. Y- pausa del otro muchacho, al recibir una regañina visual por parte de Pepe-  y somos buenos en lo nuestro. Ella quiere que aquí no entre nadie y por mis cojones que no entra nadie.

- Perdónele, pero es que es un zopenco y no sabe más que soltar malas palabras.

- ¿Eso quien lo dice?

- Te lo dice la señora, a diario. No me jodas.

- Ya estás picado, porque recurre más a ti que a mi.

An: A ver- totalmente sorprendida por los modales de los chicos, decide poner calma entre ellos. Aunque no lo consigue.

- Estabas aquí solo. Pero en cuanto supo que su chavala dormiría aquí, ¿a quien llamó? Te lo digo yo, al Franki, porque sabe que yo con ella, con su chavala y su parienta voy a muerte.

- Venga ya tío. Cuando te haya llevado a Galicia, hablamos.

El parienta y el chavala usado por los chicos tenía a Anna escandalizada y nuevamente Pepe se prestaba a intervenir.

Pe: De eso discutís en el bar- calma a los chicos Pepe y al ver Anna mirándolos sin reacción, prosigue ahora para ella- Los saca de la calle y no dan pa más.

An: ¿A todos?- Anna no pudo evitar que un gallo se le escaparse de su garganta. Años ajena a todo aquello que era Wilson y ahora es que tomaba conciencia de que no tenía nada del glamour que cuentan las novelas.

- A mi si. Veinticinco años y quemado de la vida. Ahora míreme- el muchacho mostraba el clásico traje Wilson, “somos una marca y así se vende”- Pero hágalo, míreme. Y tenía que ver como están mis tres chaveas.

An: ¿Tienes tres hijos?- veinticinco años, según él mismo quemado y con tres hijos. El escándalo de Anna aumentaba, sin vistas a aminorar.

- Si, son mi orgullo. Al Colegio que van y todo. El más pequeño, se deshace con la señora.

An: Maca- el nombre de su mujer broto solo de sus labios. Tantas veces escuchados chismes, sobre los usos y desusos de la señora en el viejo gueto y era a estos críos a los que sacaba de allí.

- La señora, claro.

An: ¿Tú también tienes hijos?

- Uno más guapo que la guapura. Pasa que está en la trena con la madre.

An: Que está en...en- la pregunta a Anna se le atragantó, el muchacho lo relataba como si nada y para ella era de autentico pavor.

- En la cárcel, esta la señora metiéndomelo pa que lo tenga yo, mientras ella sale. Me ha buscado una casita y todo, de lo mas apañada.

Tanta información de repente dejó a Anna sin aliento para investigar más por ahora. La excusa de Estefa se removía en su interior, “Wilson es mas que la madera”, sin duda la vida de estos chicos lo era. ¿Hasta que punto le resultaba ético? Todos camuflaban la palabra cocaína bajo el de madera, pero todos sabían a que se referían. Permitir que esa “mierda” pasee libre por las calles, incluso introducirla, para que otros si dispongan de medios y vida. No tenia tiempo para continuar discerniendo. Era el duelo del viejo zorro, quería verlo en el ataúd, acompañar a la señora en el recibimiento de todo aquel que hoy visitase la Mansión y sobre todo, quería estar al lado de la mujer y mayor victima del difunto, Macarena. Pero antes, estaba Adriana.

Se despidió de los chicos al poco y entró en la Casona sin llamar. Dejó el bolso en una de las mesas del recibidor y sonrió al escucharla reír junto con Estefa. Suspiro dos veces, recargando energías. Para su hija había muerto no un viejo zorro sino su abuelo y como tal, había que darle la noticia.

Saludo en alto avisando que había llegado y en nada, la niña estaba corriendo hacia ella. Fue ver a su madre vestida de oscuro y Adriana no necesito más. Lo había visto enfermo, había escuchado conversaciones aquí y allí, unido a la forma en que su madre la estaba mirando ahora mismo, le dio la información por anticipado. Corrió mas, hasta llegar a donde su madre se agachaba para abrazarse a ella, llorando.

Ad: ¿El abuelo ya se fue?

An: Si

Ad: ¿Y Mami?

An: Deseando verte y que la abraces.

Ad: Mami siempre me dice que no la suelte y el abuelo me dijo lo mismo. Sin él aquí, Mami solo nos tiene a nosotras....y...y.....y a Martha.

An: Por favor

Anna no puede evitar la protesta al escuchar ese nombre y menos, cuando la nombrada saluda a lo lejos con un guiño un tanto chulesco. En otras rebatiría pero es hora de mimar a Adriana, de acompañarla en su duelo y de vestirla, para acudir al duelo.

Minutos mas tarde, cuando peina a la niña en la habitación que ocupase ella por mucho tiempo, Estefa se sienta en la cama con ellas. Ambas prosiguen, intentando que la niña entienda y le sea mas llevadera la muerte de su abuelo, pero en una de esas, la Anna combativa regresa.

An: Estefania

Es: ¿Si?

An: ¿Tu de quien eres cosita?

Es: ¿Yo? Jejejeje, ay Anna pero

An: Dímelo y recuerda que estoy embarazada con todo lo que ello implica.

Anna utiliza todas las armas habidas y por haber, para coquetear a su hermana y que en la extraña competencia de quien es la dueña de la cosita, sea ella la vencedora. Claro que, no cuenta con la oportuna pregunta de su propia hija interrumpiéndolas.

Ad: ¿Le gustare en vestido a Martha?

An: Por favor

Es: Oye enana, ya te estas pasando.

6 comentarios:

  1. jaja me encanto este capitulo,sinceramente Adri es un caso,bien que Maca le de trabajo a chicos que tienen su vida arruinada por la coca,y Anna ya se entero de todo(o casi todo)de lo que Maca hace
    Saludos.

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  2. De trolls y brujas a Principes y hadas...

    No me asombra que salga a reduccuir lo buena gente, lo caricativa y demas virtudes de Super Maca las cuales siempre que curioso jejeje tuvo ocultas de su mujer eso a decir verdad no me asombra... Lo que realmente si me asombra es que ya se estabam tardando los personajes en aparecer y en explotar esas cualidades y Esther la fin se diera cuenta.

    De cuentos oscuros a cuentos de colores.

    Toca esperar el tributo de Esther a recuperar Wilson, recuperar el Satanas y hasta recuperar la comarca.

    Gracias gemo que te puedo decir de la narrativa ...genial como siempre.

    Cari.

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  3. JAJAJAJAJA muy bueno ... enana q la tia se nos empaca

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  4. Lo dicho..Esta niña promete..Martha esperate unos años que esta niña es una mezcla de Anna y Maca y sera una bomba de relojeria cuando tenga 18 años..

    Estefa no te conviene...si hasta tiene celos de una niña..sera posible..jajajaja

    Buen trocito Diosa-Gemo..Adriana de dulce
    DIVINA-WILSON

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  5. jjejejejejejjejejejjejejejejej SE SALE A LO BESTIAAAAAAA

    artisstaza GRACIAS

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  6. Creo que lo que pasa con Esther es muy comun sucede a la mayoría de nosotros. Cuando estamos cegados por la ira, vemos el otro lleno de vicios y defectos... lo mismo sucede cuando amamos, nos ciega el amor, todo es hermoso y perfecto ...queremos dá tudo de corpo e alma, sem dá importância as consequencias....

    mi gemo...gracias
    beijos

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