Wilson S.L. 100

Habían escuchado a Isabel y Valeria conversar tras la puerta y si bien, el beso había sido roto, la postura de sus cuerpos no. El vestido de Anna colgaba de la mano de Maca y las manos de Anna seguían posadas en el torso de Maca.

Los labios henchidos y rojos de ambas, parecían cosidos. Incapaces de hablar, temerosos de romper el momento creado entre ambas.

Anna observaba cada centímetro del rostro de Maca y esta pareció entenderlo, porque se dejaba observar, pérdida en los oscuros ojos de Anna.

Tantas lágrimas retenidas, tantos llantos silenciados y era tan sumamente fácil y palpable. Maca no la miro diferente en la cueva a como lo hacia ahora mismo, tampoco cuando embarazada de Adri volvieron a estar juntas y tampoco en muchos de sus encuentros.

Anna no va a entonar el "Mea culpa", pero sentirlo lo siente y como lo siente, su boca se abre y sus manos se aferran a Maca,  en un intento de retener la emoción.

M: Anna

An: Era tan fácil, Maca. Te he hecho tanto daño gratuitamente, ahora te miro y no tengo idea de como puedes seguir aquí.

M: No voy a volver a eso. Las dos lo hicimos.

An: Estamos a tiempo. No Maca, escuchame.

Anna frena el intento de huir de Maca, agarrando su camisa y Maca sujeta esas mismas manos con las suyas.

M: Estamos en una habitación penosa, por fin he podido verte desnuda y besarte sin más causa que porque me dio la real gana- para Maca no hay marcha atrás. No va a permití que Anna capitule, ni pause, ni frene. La tiene como siempre ha querido y así sea el clavo más ardiente que haya agarrado no lo piensa soltar- No voy a fustigarme ni quiero que tu lo hagas. Vivimos así, porque no supimos hacerlo de otra forma. Ahora queremos esa otra forma y es el ahora, lo que realmente me preocupa. A mi me está encantando el punto cuatro.

An: Jajaja, Maca- Las palabras de Maca, la cercanía con que han sido pronunciadas, sus manos unidas como sus propios cuerpos, son una auténtica bocanada de aire fresco para Anna. Quien ahora sujeta el rostro de Maca, a dos milímetros de ella- No recuerdo cual era el punto cuatro.

M: Haré que en la modificación del contrato figure subrayado y en negrita. Besarte cuando y cuanto me de la gana.

An: No recordaba el cuanto.

M: Subrayado y en negrita.

An: Jajaja, bésame ya, que mucho punto cuatro pero siempre me haces pedírtelo.

Ajenas a todo, sus labios vuelven a unirse, por puro placer, el que da, besarse cuando y cuanto uno quiere y desea.

Pero Anna continúa desnuda y su hermana, ese torbellino de mujer llamada Valeria, está en la puerta junto con la Jefa de Aduanas.

V: Estas son capaces de no respetar al cabrón del difunto- dice apoyada en la puerta de la habitación de brazos cruzados. Las ganas de ver a su hermana son muchas, a la pequeña ya la vio y tontear cabreando a la Jefa de Aduanas, es algo muy adictivo que extraño estos meses. ¿Que mejor que aprovechar la intimidad que tienen?

Is: Uhm- la jefa de aduanas rueda los ojos. Ella estaría dispuesta a no respetar al cabrón del difunto, en cuantito Valeria cediese.

V: Ya estamos. Todo vicio, tú.

Is: Jajaja, ¿que dije?

V: Pusiste ojitos.

Is: ¿Puse ojitos o los quisiste tú ver?

V: En los correos eres menos...y más...- frase incompleta a propósito. La vena en la frente de la funcionaria empieza a marcarse y Valeria lo disfruta, haciendo que sus hombros choquen.

Is: Me equivoqué

V: Ya

Is: Es cierto, no se a quien le escribía y al final te lo mande a ti.

V: Si, si- insiste y tras una breve pausa, disfrutando de toda la atención de la funcionaria, recita de memoria- Estimada "hierbas", espero que perdida por esos mundos, encuentre la paz que aquí no dejo.

Is: Jajaja, lo de hierbas no es mio.

V: ¿Maca? Cabrona es. Pero a lo importante.

Is: Si?

V: Me echaste de menos?

Hombro a hombro, sonrisa por sonrisa, la funcionaria duda si decir la verdad o proseguir con el juego. Hay algo que debe reconocerle a Maca, chinchar y molestar a las Paredes, es una pasada. Como una bebida energética, un pequeño chute de taurina, que te ensalza el buen humor.

Is: A tus larguísimas piernas, muchísimo.

V: ¿Ves? El punto ganado, lo acabas de perder.

Is: Jajaja, puedes hacer lo que quieras, incluso entrar en esa habitación y cortarles el rollo, pero en mi cama acabarás.

V: Sobrada, ni en tus sueños.

Is: Ahí, ya estuviste muchas veces.

V: Guarra

Is: Mucho, en la cama mucho.

V: Creída

Is: No podrás creertelo, no.

V: Tus ganas

Is: Las tuyas

V: Anna

Is: Jajajaja

El gritito desesperado de Valeria y la risa de Isabel, ya son difícil de omitir. Con pereza, Maca y Anna se separan y la primera cubre a la segunda con el vestido despojado anteriormente.

M: Estas dos, ¿uhm?

An: Cantadisimo.

M: Me encanta tú barriga- el poder de atracción de la abultada barriga es tal para Maca, que el vestido es dejado hasta debajo de sus pechos, para aún disfrutar de ella.

Pero la puerta se abre y un torbellino entra por ella.

V: Anna, a tu hermana mediana la están acosando.

Is: Quisiera ella, pss.

V: ¿Me puedes dejar saludar a mi hermana?

Is: ¡Joder!- exclama Isabel al toparse con la imagen de Maca agachada entre las piernas de Anna.

M: Isabel joder- exclama Maca, incorporándose y tratando de tapar la barriga de Anna.

V: Joder- y exclama Valeria, como el resto.

An: Tengo una hija que después os copia todo y es a ella a quien debo castigar, joder ya. ¿Queréis hablar bien?

Is: Ha sido ella- acusa Isabel señalando a Valeria, pero sus ojos continúan en el hermoso embarazo de Anna. A medio vestir, su cuerpo se ve deliciosamente hermoso. Y lo bonito es bonito, aunque Maca, por cómo la mira, no lo entienda.

M: ¿Qué haces?- pregunta cubriendo a Anna, pero Isabel no reacciona y Valeria que curioseaba un ramo, se da por aludida.

V: Nada, esperando para darte las condolencias.

An: No es a ti- paciente, empuja un poco a Maca, tanto cubrirla provoca que no pueda arreglarse el vestido.

Is: Yo- sin reacción. Ella sigue en lo bonito es bonito, y esa redonda barriga de piel canela, lo es.

M: Joder Isabel

V: ¿Lo ves? Eres una salida, joder.

An: ¿Otra vez? Joder, dejar de decirlo.

Ad: Joder, no se dice Mamá.

La llegada de la niña, interrumpe el absurdo momento, y todas ríen, menos Anna. Quien, con el vestido bien puesto, camina en busca de su hija. Maca la sigue, pero al pasar por al lado de Isabel, no puede evitar meter baza.

M: Es Paredes, no se bajan de la burra si no es haciéndolas reaccionar.

Is: Que la bese y punto.

M: Clarisimo. Hasta luego cuñada.

Maca se despide en alto, antes de cerrar la puerta tras de ella y no puede evitar reír.

An: ¿Qué le has dicho?

M: Pequeño consejo, nada más.

An: Pero bueno, sobrada vas.

M: No soy yo la creída Paredes.

Ad: Yo soy Wilson Paredes, eso es así.

An: Que charla más larga, vamos a tener tu y yo.

Ad: No, no...debes descansar Mama.

Entre risas y medio riñas a Adriana las tres se marchan y en la habitación, aún procesan para quien iba dirigido el cuñada de Maca.

V: Graciosa está.

Is: Uhm

V: ¿Qué cuchicheabais?

Is: Nada

V: Dímelo

Is: No

V: Anda

Is: Eso hago

V: No hacía mí

La mesa que sirvió de apoyo para un largo beso y cientos de caricias, ahora sirve de barrera para estas dos. Valeria la rodea, seguida por Isabel y aunque ambas ya tienen sus años, reconocen lo divertido y excitante de la situación.

V: Isabel, vale ya.

Is: ¿Cenas conmigo?

V: Cenamos aquí, en familia.

Is: ¿Copa conmigo?

V: La tomaremos aquí, en familia.

Is: ¿Me dejas besarte?

V: Lo haremos aquí, en...Joder, hazlo ya.

Is: Jajajaja.