martes, 13 de agosto de 2013

Encuentros 37


No, no es que hay sido una mala idea, ha sido una pésima idea. Al final, mi madre una poquita de razón tiene y era demasiado pronto para que se conocieran.

Mi abuela me sigue mirando como si hubiese traicionado todos los buenos principios instruidos por ella y mi madre, no ha superado el que Javi, ya no forme parte de nuestras vidas. Para más inri, Miranda ante la presión, siempre reacciona igual se queda con los labios cosidos y es incapaz de comer nada. Yo la veo ahí sentada a mi vera y en frente de mi abuela, con esa carita desencajada y lo único que atinó hacer,  es a comer como una lima.

El único que parece llevar bien la situación es mi padre y el pobre rodeado por cuatro mujeres. Estaba claro, que tarde o temprano, él trataría de reconstruir la situación.

- Miranda, jem jem, no quiero yo quedar de abusón, pero he recibido una carta muy rara de Hacienda, ¿después te la enseño y me dices?

Bien, cierto es que queda de abusón, sabe porque yo se lo he dicho, que Miranda montó la notaría a base de currar como una burra en una gestoría, y que todo lo que sea papeleo para ella es tan entretenido como un crucigrama. Pero no importa, porque así por lo menos se rompe el tedioso silencio que estábamos soportando.

- Claro, lo que quiera.

Ay...mi chica si es que es lo más. Siempre presta ayudar.

- Coño, ahora que te veo. Si es que eres una yogurina y mira con notaría y todo.

Si Papa, esa es mi chica. Una ratilla de libros y papeles. ¿Lo escuchas Mama? Una tía preparada, que le encanta progresar y que....¡la madre que la parió que es mi abuela¡

- Javi empezó con un camión y acabo teniendo una flota. Mas menos, tendrán la misma edad.

Oh no, por favor. Mi madre y Javi, Javi y mi madre. Mi padre como siempre quiere ayudar, pero acaba estropeándolo más. Pero a mi madre ésta se la guardo. Le dije que nada de Javi. Javi es un tema, que Miranda no lleva nada de bien y por la cara que está poniendo, esto puede pasar de malestar a enfado. Sólo espero, que no se haya dado cuenta de la cantidad de fotos que aún quedan aquí de él, incluyendo la de mi boda.

- Yo estaba hablando de Miranda, no se a que tienes que sacar a relucir al chaval. Siempre con Javi en la boca.

Oh, oh...no sólo Miranda se ha enfadado con mi madre y su comentario, mi padre también.

- Es mi yerno.

Y dale con la perra gorda, ahora si que salto y no me callo.

- Era, asúmelo de una bendita vez- le digo y puede que me haya exaltado un poco. Pero Miranda esta aquí y no me da la gana de que soporte ciertas cosas.

- Fácil lo ve ella- dice mi abuela y si hoy hubiese comprado un circo, no es que los enanos me hubiesen crecido es que los leones se hubiesen convertido en lindos gatitos- me crucé el otro día con su Tía Dolores. Que vergüenza pase, y la mujer muy educada pero se le notaba. Porque claro, os ha faltado tiempo para salir y dejar al muchacho como un cornudo. ¿Qué malo hizo esa criatura? Daniela, es que yo estoy como tú madre, no lo entiendo.

- Pues facilito lo tenéis las dos. El portentoso y queridísimo Javier ahora está soltero, nada más que aprovechéis la ocasión.

Ya esta, ya se ha liado parda. Mi padre ha estallado, retirando su plato y cuando hace eso, le queda nada para levantarse de la mesa e irse a fumar al balcón. Vaya asquito de cena.

- Esto ha sido un error.

¿Miranda? Ay Dios, no Miranda por favor.

- Nos hemos precipitado, ustedes aprecian mucho a ese hombre

Más mona, ni enfadada y dolida como esta, puede pronunciar su nombre. Que la comen los celos, si es que.

- Y todo lo ocurrido esta muy presente. La cena esta deliciosa, pero creo es mejor que me marche.

- ¿Que?

Por ahí, no pienso pasar. Es darle la razón a mi madre y que ganen ellas.

- Muy normal que se quiera largar, es pa coger la puerta y no volver más.

Mi padre está más cabreado que un mono chico y se levanta, este se va a fumar y la otra se me larga. Ay dios mío. ¿Puedo pedir más lasaña?

No, no me mires con cara de que gorda eres, yo estás situaciones las digiero con el estómago lleno y esto es para zamparse el horno entero.

- No hace falta que me acompañes.

Ya se ha cegado Miranda, que vale que tiene toda la razón del mundo entero. Pero cariño, las dos arpías se han quedado calladas, podemos empezar de nuevo.

- Miranda, por favor.

Nada, esta se me larga y el poema va a ser largo.

- Buenas noches y siento muchísimo todo esto.

¡Me la como! Esto es clase, ¿Cómo no lo ves Mama?

Míralas, que no reaccionan y Miranda ya se me va y ¡mierda! El recibidor tiene más fotos, tengo que llegar antes que ella.

Fulmino con la mirada a las arpías que me tocaron como madre y abuela y a correr. ¡Ay Dios! Se va a enfadar más cuando la adelante pero ya estoy viendo una foto en la que Javi me tiene sentada en sus piernas, esa la bajo vamos que si.

¡Lo hice! Ains que me asfixio. Sonreír, ahora a sonreír y muchos mimos, me la conoceré yo, pss.

- Miranda

- Dani

2 comentarios:

  1. ....Aquí Miranda supo estar...Y que hará ahora Dani??....

    me sigue encantando esta Historia escritora

    Gracias....

    Celeste-Negro

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  2. Éste par, me fascina y vuelve loca, y cuando se nombran, es indescriptible, lo q siento JODER

    gracias ARTISSTAZAAAAAAAA

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