La
advertencia de Julia, provocó que Minerva aún mirase más la
alfombra dispuesta a sus pies. Aunque en verdad, poca importancia le
estaba dando Minerva a la alfombra. Mirarla más, sólo era provocado
por sus ganas de contradecir las palabras de Julia. La misma a la que
después de una funesta observación de la alfombra, Minerva mira.
Julia
está de espaldas a ella, en pantalón recto y camisa, cruzada de
brazos y ligeramente apoyada en un amplísimo escritorio. Contempla
una pantalla que ocupa toda la pared y que muestra en cubículos a
más de cincuenta cabezas con auriculares.
¿Sus
empleados? Se pregunta Minerva con el tiempo detenido. No parece que
Julia tenga prisa por atenderla. Su gesto con la mano y sus palabras,
pronto confirman sus sospechas.
-
Sólo un segundo más, Minerva.
El
segundo solicitado por Julia, es aprovechado por Minerva, para dejar
de mirar la ancha espalda de Julia adornada con su larga melena, para
observar el resto del despacho.
Es
ahora, cuando Minerva cae en la cuenta, de que esas cabezas no paran
de hablar, todas en inglés, mientras encima de la gran pantalla, un
marcador va cambiando, conforme suenan pequeñas campanadas que
imitan a las relojeras de cualquier Iglesia de pueblo.
Dispuesta
a conocer más, sobre la dueña de esa espalda trabajada en gimnasio,
Minerva agudiza el oído y se decepciona un poquito. No suena Requiem
de Mozart, ni el Arte de la fuga de Bach. Solo suenan voces
estresadas y campanas que indican que la cantidad reflejada en el
marcador aumenta.
Impersonal,
es su primera conclusión, no hay música que la defina y en el
escritorio y ni en todo el despacho, halla algo que indique personal.
El
estilo es muy cuidado y moderno, carece de objetos de valor artístico
y no hay ni una sola fotografia. Impersonal.
-
Vendido por treinta millones. Ganancia de diez millones.(inglés)
Un
vozarrón emocionado, sorprende a Minerva, quien busca en la pantalla
al dueño de la voz, hallándolo fácil. Se trata de un joven que
ahora está en pie, auriculares en mano.
-
Un fuerte aplauso, por favor.(inglés)
Ahora
es Julia quien habla, a un pequeño micrófono y las cientos de
cabezas, aplauden autómatas. Todos, menos Julia. Quien prosigue,
micrófono en mano.
-
Señor Maxwell, puede elegir bonificación.
-
Gracias, señora Arango.
Son
las últimas palabras que intercambian. Julia deja el micrófono en
el escritorio y acciona un botón, que apaga la pantalla. Los
segundos que tarda en girarse, provocan un ligero cosquilleo en
Minerva. En nada, los ojos intensos de Julia, la saludaran.
-
Hola, Minerva.
-
Hola, Julia.
Su
nombre en esa boca, que lo pronuncia lento, sílaba a sílaba,
provocan a Minerva. Julia parece indomable y siempre dispuesta a
provocar. Por eso le imita la forma de saludar y el ego de Minerva,
toca techo al ver a Julia sonreír.
-
Me gusta- dice Julia a brazos cruzados, repasando la ropa juvenil que
lleva Minerva.
-
¿El que?- responde con pregunta Minerva. Sabe de sobra a que se está
refiriendo Julia, pero le es imposible frenar las ganas de retarla. Y
lo consigue, la sonrisa de Julia se esfuma, su ceño se frunce y sus
labios se entreabren apenas unos milímetros. Las ganas de sacar la
cámara de fotos y retratar justo esa pose, le hacen quedarse
mirándola sin poder decir más. Sus ojos se entretienen enfocando
como si fuesen un objetivo y un sólo pensamiento le acompaña,
cuando enfoca los labios de Julia. “Morder”.
-
No he cenado y seguro usted tampoco- dice esquivando responder Julia
y aún de pie, deja de mirar a Minerva para hacerlo a un globo
terráqueo, dispuesto sobre su mesa.
El
globo es interactivo y hace que el manejo del mismo, realizado por
Julia, se lleve la atención de Minerva. Quien deja de estar
estática, para avanzar hacia el escritorio.
-
No me respondió- murmura Minerva, viendo como el globo funciona como
el mismo Google Earth, y allá donde la uña de Julia toca, se abre
mostrando capas, hasta que llega a un municipio.
-
¿Quiere que perdamos el tiempo respondiendo preguntas obvias?- ahora
es Julia la que responde usando pregunta y el ego de Minerva sube al
siguiente piso. A Julia le gusta todo el conjunto no sólo la ropa.
-
Quizá no sea tan obvia como cree- con el ego cómodamente instalado
en el siguiente piso, Minerva ataca mordiéndose los labios,
consciente de que Julia mira al globo y no a ella.
-
No lo haga
-
¿El que?- vuelta a empezar, respuesta, pregunta y ambas que se miran
sonriendo levemente. Pero Minerva se siente aventurera y el ceño
nuevamente fruncido de Julia, sus labios entreabriéndose, su aroma
acaparando su atención y su ego in crescendo, le provocan ganas de
jugar y eleva un segundo su ceja derecha- ¿Morderme o preguntar
obviedades?- terminar por preguntar y de nuevo, un gesto de Julia
provoca las ganas inmensas de forografiarla. Ahora Julia entrecerró
los ojos. Pero su mano en alto, exigiendo quizás otro segundo,
exaspera a Minerva, quien sin reparo, sopla haciendo sonar sus
labios.
-
Impaciente- sonríe Julia apoyándose con ambas manos en el
escritorio, esperando que la llamada que acaba de realizar sobre el
globo, sea contestada.
-
Sólo un poquito.
-
Jajaja
-¿El
Celler de Can Roca, dígame?
-
Soy Julia Arango, quisiera hablar con Mariola.
-
Enseguida Señora Arango.
Minerva
escucha atenta la conversación que Julia mantiene con un globo
terráqueo, sin perder de vista el rostro de Julia.
-
¿Carne o pescado Minerva?
-
Eh....¿nos lo traerán desde allí?
-
No, volaremos hasta allí.
- Aww
Sensual y muy sexy el juego que se llevan las dos aunque creo que Minerva no deberia creerse ganadora..ni mucho menos..Esta Julia es mucha Julia y no va a ponerselo facil..creo yo...
ResponderEliminarNo tengo remedio..me gusta muchisimo Julia..me van fuertes y dominadora jajajaja...
Te sigo crack...Divina-Wilson
atrapada lengua fuera y con ganas de másssssssss quiero más necesito massssssssssss
ResponderEliminarARTISSSTAZAAAAAAAAAAA gracias a morir
... Esta Julia sigue siendo''' ese Deseo hecho mujer'''...dios¡¡ que manera de ..de..Cada palabra...cada gesto...cada paso..estudiado a la perfección para seducir de tal forma...Y ese dominio ...la hace aún más ÚNICA...mujeres como esta...hacen que pierdas el sentido y no queras encontrarlo jamas..seguro..
ResponderEliminar..... Escritora lo tuyo ya no tiene limites..¡¡no los tiene¡¡
Celeste-Negro