jueves, 11 de julio de 2013

Mi cincuenta cláusulas 17


La advertencia de Julia, provocó que Minerva aún mirase más la alfombra dispuesta a sus pies. Aunque en verdad, poca importancia le estaba dando Minerva a la alfombra. Mirarla más, sólo era provocado por sus ganas de contradecir las palabras de Julia. La misma a la que después de una funesta observación de la alfombra, Minerva mira.

Julia está de espaldas a ella, en pantalón recto y camisa, cruzada de brazos y ligeramente apoyada en un amplísimo escritorio. Contempla una pantalla que ocupa toda la pared y que muestra en cubículos a más de cincuenta cabezas con auriculares.

¿Sus empleados? Se pregunta Minerva con el tiempo detenido. No parece que Julia tenga prisa por atenderla. Su gesto con la mano y sus palabras, pronto confirman sus sospechas.

- Sólo un segundo más, Minerva.

El segundo solicitado por Julia, es aprovechado por Minerva, para dejar de mirar la ancha espalda de Julia adornada con su larga melena, para observar el resto del despacho.

Es ahora, cuando Minerva cae en la cuenta, de que esas cabezas no paran de hablar, todas en inglés, mientras encima de la gran pantalla, un marcador va cambiando, conforme suenan pequeñas campanadas que imitan a las relojeras de cualquier Iglesia de pueblo.

Dispuesta a conocer más, sobre la dueña de esa espalda trabajada en gimnasio, Minerva agudiza el oído y se decepciona un poquito. No suena Requiem de Mozart, ni el Arte de la fuga de Bach. Solo suenan voces estresadas y campanas que indican que la cantidad reflejada en el marcador aumenta.

Impersonal, es su primera conclusión, no hay música que la defina y en el escritorio y ni en todo el despacho, halla algo que indique personal.

El estilo es muy cuidado y moderno, carece de objetos de valor artístico y no hay ni una sola fotografia. Impersonal.

- Vendido por treinta millones. Ganancia de diez millones.(inglés)

Un vozarrón emocionado, sorprende a Minerva, quien busca en la pantalla al dueño de la voz, hallándolo fácil. Se trata de un joven que ahora está en pie, auriculares en mano.

- Un fuerte aplauso, por favor.(inglés)

Ahora es Julia quien habla, a un pequeño micrófono y las cientos de cabezas, aplauden autómatas. Todos, menos Julia. Quien prosigue, micrófono en mano.

- Señor Maxwell, puede elegir bonificación.

- Gracias, señora Arango.

Son las últimas palabras que intercambian. Julia deja el micrófono en el escritorio y acciona un botón, que apaga la pantalla. Los segundos que tarda en girarse, provocan un ligero cosquilleo en Minerva. En nada, los ojos intensos de Julia, la saludaran.

- Hola, Minerva.

- Hola, Julia.

Su nombre en esa boca, que lo pronuncia lento, sílaba a sílaba, provocan a Minerva. Julia parece indomable y siempre dispuesta a provocar. Por eso le imita la forma de saludar y el ego de Minerva, toca techo al ver a Julia sonreír.

- Me gusta- dice Julia a brazos cruzados, repasando la ropa juvenil que lleva Minerva.

- ¿El que?- responde con pregunta Minerva. Sabe de sobra a que se está refiriendo Julia, pero le es imposible frenar las ganas de retarla. Y lo consigue, la sonrisa de Julia se esfuma, su ceño se frunce y sus labios se entreabren apenas unos milímetros. Las ganas de sacar la cámara de fotos y retratar justo esa pose, le hacen quedarse mirándola sin poder decir más. Sus ojos se entretienen enfocando como si fuesen un objetivo y un sólo pensamiento le acompaña, cuando enfoca los labios de Julia. “Morder”.

- No he cenado y seguro usted tampoco- dice esquivando responder Julia y aún de pie, deja de mirar a Minerva para hacerlo a un globo terráqueo, dispuesto sobre su mesa.

El globo es interactivo y hace que el manejo del mismo, realizado por Julia, se lleve la atención de Minerva. Quien deja de estar estática, para avanzar hacia el escritorio.

- No me respondió- murmura Minerva, viendo como el globo funciona como el mismo Google Earth, y allá donde la uña de Julia toca, se abre mostrando capas, hasta que llega a un municipio.

- ¿Quiere que perdamos el tiempo respondiendo preguntas obvias?- ahora es Julia la que responde usando pregunta y el ego de Minerva sube al siguiente piso. A Julia le gusta todo el conjunto no sólo la ropa.

- Quizá no sea tan obvia como cree- con el ego cómodamente instalado en el siguiente piso, Minerva ataca mordiéndose los labios, consciente de que Julia mira al globo y no a ella.

- No lo haga

- ¿El que?- vuelta a empezar, respuesta, pregunta y ambas que se miran sonriendo levemente. Pero Minerva se siente aventurera y el ceño nuevamente fruncido de Julia, sus labios entreabriéndose, su aroma acaparando su atención y su ego in crescendo, le provocan ganas de jugar y eleva un segundo su ceja derecha- ¿Morderme o preguntar obviedades?- terminar por preguntar y de nuevo, un gesto de Julia provoca las ganas inmensas de forografiarla. Ahora Julia entrecerró los ojos. Pero su mano en alto, exigiendo quizás otro segundo, exaspera a Minerva, quien sin reparo, sopla haciendo sonar sus labios.

- Impaciente- sonríe Julia apoyándose con ambas manos en el escritorio, esperando que la llamada que acaba de realizar sobre el globo, sea contestada.

- Sólo un poquito.

- Jajaja

-¿El Celler de Can Roca, dígame?

- Soy Julia Arango, quisiera hablar con Mariola.

- Enseguida Señora Arango.

Minerva escucha atenta la conversación que Julia mantiene con un globo terráqueo, sin perder de vista el rostro de Julia.

- ¿Carne o pescado Minerva?

- Eh....¿nos lo traerán desde allí?

- No, volaremos hasta allí.

- Aww










3 comentarios:

  1. Sensual y muy sexy el juego que se llevan las dos aunque creo que Minerva no deberia creerse ganadora..ni mucho menos..Esta Julia es mucha Julia y no va a ponerselo facil..creo yo...
    No tengo remedio..me gusta muchisimo Julia..me van fuertes y dominadora jajajaja...
    Te sigo crack...Divina-Wilson

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  2. atrapada lengua fuera y con ganas de másssssssss quiero más necesito massssssssssss

    ARTISSSTAZAAAAAAAAAAA gracias a morir

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  3. ... Esta Julia sigue siendo''' ese Deseo hecho mujer'''...dios¡¡ que manera de ..de..Cada palabra...cada gesto...cada paso..estudiado a la perfección para seducir de tal forma...Y ese dominio ...la hace aún más ÚNICA...mujeres como esta...hacen que pierdas el sentido y no queras encontrarlo jamas..seguro..

    ..... Escritora lo tuyo ya no tiene limites..¡¡no los tiene¡¡

    Celeste-Negro

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