Wilson S.L 75

Debía de estar amaneciendo, en el frío sótano la oscuridad se desvanecía por momentos y el bulto quejica, que no dejaba de gemir, comenzaba a tomar forma. La de un cerdo cruel y sin escrúpulos.

Las horas que impasibles no se detenían, hacían que Anna a cada golpe de aguja se sintiera mas desahuciada. No sabia nada de “ellas”, absolutamente nada y cada tiempo que pasaba, su temor aumentaba por lo que pudiera haberles ocurrido.

Poco importa, estando como esta, su destino e importa mucho menos, cuando mira atrás y recuerda todo lo vivido hasta aquí.

Sonora carcajada que no se escucha por falta de fuerzas. Carcajada provocada por su propia imagen, la que ve en el tiempo. Una estúpida engreída, herida en su ego por una adolescente. ¿Acaso Macarena pudo elegir?

Se pregunta ahora, y se le mezclan las arcadas que le produce cada gemido de dolor de su suegro con su imagen colgada en el tiempo. “Si pudiese volver atrás” Ilusorio pensamiento, ella no es así. Del error se debe aprender, no buscar en él autocastigos y tardíos latigazos.¿ Para que?

¿Qué ha cambiado? ¿Puede el sentirse totalmente desahuciada cambiar lo vivido? ¿Lo no sentido?

Puede que el miedo o directamente el terror que siente al pensar en que a Macarena le haya ocurrido algo, le haga sentirse un poquito mas culpable de lo que siempre se ha sentido.

Y ese miedo, la hace sollozar, al pensar que la ultima imagen de Maca que le quede, sea la del “muñeco roto”. Mejor cambiar de registro, y recordar los últimos días en La Laguna, allí donde se dibujaba embarazada, allí donde las tres compartieron espacio, con destellos de dulce aroma a familia.

Fr: Aggg…..empiezo a no sentir la puta pierna

La nueva queja de Francisco, ahora no la inmuta. Que se queja y sufra lo que quiera o mejor, que sea lo que merece.

Fr: Sush, no te muevas, se escuchan pasos.

Patético, el viejo intentando recomponer su postura de macho protector, le dan ganas de reír. “La familia se cuida” Maldito bastardo.

Sin querer prestarle atención, Anna se queda inmóvil, los pasos son reales y cada vez se aproximan más a ellos. Que pocas ganas de luchar siente, sin ellas no tiene nada a lo que aferrarse.

Fr: Hembra, eres una puta hembra que sabe arañar y morder por los suyos. No te vengas abajo ahora, cojones. Tienes una Wilson y viene otro, levanta la cabeza y planta cara.

La ¿anima? el viejo y no ríe, porque las fuerzas le siguen faltando, pero la puerta se abre por unos segundos, los justos para ver como sueltan un cuerpo como si de un bulto se tratase.

Segundos de luz, que a Anna y a Francisco, le dan para identificar el bulto arrojado al suelo.

An: Maca

Como un chute de adrenalina inyectado en vena, la imagen de Maca, cayendo al suelo como un despojo, recorre su cuerpo imprimiéndole fuerza. La necesaria para levantarse y correr hasta donde Macarena, permanece inmóvil.

An: Maca- solloza arrodillada junto a ella y el examen que sus ojos hacen unido al de sus manos temblorosas, la hacen llorar, al comprobar con horror, los golpes que el cuerpo de Maca presenta. La vertiginosa sensación de horror que siente, la atenaza.

Fr: Hijos de puta- maldice a su estilo y él no puede moverse- ¿Qué le han hecho?

An: Cállese- exige levantando del suelo el rostro de Maca- Maca…Maca, ¿me escuchas? Maca por favor- suplica y desesperada, pega la oreja a la boca de Maca, intentado comprobar que aun respira- Maca

M: ¿Anna?

An: Si, dios Maca, ¿Qué te hicieron?

M: Nada…solo….necesito descansar y….y te sacare de aquí

Incontables las veces que Anna, pronuncia su nombre en sucesivo, apoyando la cabeza de la dueña de ese nombre en sus piernas. Los labios de la misma, están irreconocibles y los ojos, los ojos ni siquiera se le ven.

An: Necesito agua, deme el agua- exige a su suegro fulminándolo con la mirada, mientras sus manos acarician con miedo hacer daño el rostro dolorido de Maca.

Fr: Apenas queda, debemos graduarla

An: Que me de la maldita agua, tengo que limpiarla

M: ¿Anna?- con los ojos cerrados y el cuerpo malherido, la voz de Anna le parece un sueño y se aferra a sus piernas.

An: Maca soy yo, escúchame, es mejor que no te duermas, voy a limpiarte un poco, pero apenas veo y no quiero hacerte daño.

M: ¿Tu?

An: Estoy bien

M: ¿Sangras?- con las mínimas fuerzas, intenta colar las manos por el vestido de Anna, pero las manos de ésta la detienen. No lo que no consigue Anna, es detener las lagrimas que incansables surcan su rostro sin compasión. Esta destrozada a golpes y aun así se empeña en comprobar que ella y el niño que cree es de otro, estén bien.

An: Maca- con las manos de Maca entre las suyas, aprovecha para llevarlas a sus labios, pero la humedad viscosa que halla en ellas, la alarman. ¿Hasta donde llegaron esos animales?

Fr: Hijo putas- grita el viejo al dejar el agua junto a Anna y comprobar, aquello que Anna mira horrorizada- le cortaron el sello.

An: Cállese de una vez- ahora es Anna la que grita, ya es lo bastante doloroso verlo como para encima escucharlo a viva voz.

M: Estoy bien, Anna….solo necesito

An: No te duermas- la interrumpe sellando sus labios, con dedos temblorosos- mantente aquí conmigo

M: Contigo

An: Si, conmigo

Pronombres personales que para ellas siempre sonaron a utopía y ahora, en este justo instante, se convierten en una realidad. Para ambas, desaparecen tiempo, espacio y hasta la impresentable compañía de Francisco. Solo están ellas.

An: ¿Dónde querías llevarnos?

M: Dos veces, van dos veces que intento construir algo nuestro y me lo joden.

An: No merecemos más suerte que esa, ¿Dónde era?

M: Colombia, una pequeña casa en la Isla de Providencia….Tiene caballos, tu adoras los caballos….. y…Adri esta bien y conseguiré sacarte de aquí.

An: Bien, no te muevas, trata de no moverte. ¿Cuándo fue la primera?