Wilson S.L 59

Llevaba un par de días teniendo sólo contacto con su hermana mayor por teléfono. Tenía ganas de verla y sabía donde seguro la encontraría. En las bodegas.

Lo que desconocía Valeria es que iba a encontrarla como la encontró. De pie y apoyada en el escritorio miraba abstraída una maqueta de las antiguas bodegas Paredes.

Apenas la saludó tras entrar en el despacho y se apoyó junto a ella, mirando esa maqueta en silencio.

Silencio que empezaba a ser doloroso, Anna mantenía sus manos apoyadas en la mesa y los nudillos se le marcaban por la tensión.

V: Anna- término por llamarla. Anna no es de la facilidad de Estefa para hablar, pero hoy bastará con un simple toque de atención.

A: Es una imbécil incapaz de dar un paso por nosotras. Y no, no seré yo quien lo de.

No es casualidad ni es el cruel destino, no hay más culpables que ellas mismas. Ellas son las únicas culpables de que Anna, totalmente derrotada se desahogue con Val  contándole sus nuevos planes y en cambio Maca, cuente los suyos totalmente ilusionada.

Dos realidades que como siempre, las mantienen más alejadas que unidas.

F: Coge la pasta, a tus chicas y lárgate sin mirar atrás. Podemos conseguirte seguridad.

M: ¿Por cuánto tiempo? Terminarían por encontrarnos.

Es: Esta muy pensado. No tienes que variar nada. Desaparecéis un tiempo, después regresáis y seguirás unida a Wilson, dejando que se acostumbren a Roberto,  de ahí a hacer tu vida es un sólo paso.

M: Jums....¿que haréis chicos?

F: Vamos contigo

Ri: Tú no

To: Mi hermano hará lo que quiera.

Ri: ¿Tiene que ir siempre donde vayas tu?

F: Estoy aquí, por si no os habéis dado cuenta.

To: Yo no lo escondo y jamás lo haría. ¿Puedes tu decir lo mismo?

M: Toncho

To: Joder....pero Maca, yo no me fío de tu hermano.

M: Yo tampoco. El y mi padre, lo sabrán cuando éste preparado para irnos.....¿Miriam?

F: Llegó a Santorini. Todo normal.

M: Bien. Disfrutad estos días antes de Galicia y allí me diréis vuestra decisión. Ahora voy a ver un caballo para mi mujer.

F: ¿Regalito?

M: Si es como me dijeron, si.

Poca conversación más y los chicos se despidieron. Estefa acompaño a Maca hacia la finca donde verían al caballo.

No estaba cuadrado, durante todo el trayecto, Estefa apenas le dio conversación. Algo no cuadraba en los planes y ese algo tenía nombre, apellidos y mucho carácter. Anna.

V: ¿Has pensado en Adriana?

A: Es en quien más he pensado.

V: No me refiero en que hayas pensado en ella para tomar la decisión de irte y dejar atrás a Maca y las bodegas. Me refiero a su relación. Las vas a separar.

A: Sólo un tiempo. En cuanto nos hayamos instalado y Maca este más tranquila, sabrá donde está su hija y podrá venir a estar con ella.

V: Demasiado fácil. Lo planteas demasiado fácil.

A: Sea como sea, no aguanto un minuto más esta situación. Podría por mi, podría seguir viviendo con el sólo consuelo del poder, dinero y bodegas. Pero tengo una hija y viene otro, y es por ellos que no pienso seguir viviendo así

V: Hace nada, ese niño te aseguraba las bodegas y ahora....

A: Ahora lo noto crecer dentro de mi y quiero disfrutarlo como no lo hice con Adri. Soy capaz de empezar en otro sitio.

V: No te dejará

A: No le quedará de otra.

V: No Anna. Adriana es una Wilson, vas a cabrear a Maca y ni me imagino que pensará el viejo zorro. No te dejarán llevártela.

A: Es mi hija.

V: No te engañes, ni Maca ni el cabrón de su padre, permitirán que te lleves a Adriana.

A: Pues no lo sabrán, hasta que nos hayamos ido. Me canse de romperme una y otra vez, por alguien que no merece nada de mi.