Vale
que se había comportado como el tío mas salido de la tierra
siguiéndola, vale que el agua no ayudaba a la excitación no
abultada de tío mas salido de la tierra, pero era excesivo quedarse
con el agua a mitad de pierna mirándola sin pestañear mientras ella
tendida en las rocas, tomaba sol.
Y
excesivo le parecía también al crío, que le había dado tiempo
hasta de aburrirse jugueteando con la cámara y había optado por
dejarla abandonada junto a un castillo de arena a medio hacer.
Definitivamente,
lo mas cuerdo era salir de la pocha agua, recoger su cámara,
cucamonas a su custodio, conseguir helado para el niño y regresar
con sus amigos.
No
estaba ahí, para perder el tiempo siguiendo a una tía, que a su
juicio, no se fijaría en ella así fuese la ultima persona que
quedara en esa playa y ademas, el premio a tal tontería había sido
una excitación que necesitaría del mar cantábrico para rebajarla y
justamente, no estaba en el cantábrico, estaba en pleno mar
caribeño, de despedida de soltera, que equivale a cantidades
ingentes de alcohol, mujeres poco tapaditas, bailes insinuantes y la
necesidad vital, de llevar mas de dos meses en dique seco.
“Pa
pegarme un tiro”
-
Te cuide la cámara, quiero mi helado
Ni
el mismísimo Al Capone, puso nunca una actitud tan amenazante como
la que hacia el niño exigiendo su parte del trato.
No
le quedaba mas remedio, que ir hasta donde sus padres “O dos”,
hacían manitas bajo una toalla que no cubría lo que ellos
pretendían cubrir.
¿Que
hacer ahora? Y lo mas importante....¿Esa mujer pretendía matarla de
excitación?
“Por
favor, que venga el chulito de playa y la haga estarse quieta”
Es
para suplicar eso y mas, la mujer parece cansarse pronto de las
posturitas y ahora vuelve al agua pero con camisola.
“No
mires mas cochinota”
Y
para regañarse y llamarse al orden también es, no puedes quedarte a
un paso de la orilla, con un niño que te mira en jarras y espera le
des lo pactado, con la boca abierta de solo imaginar, el pecho
marcado de esa mujer cuando la camisola se moje.
-
¿Hablas ya con mi mama?
- Tu mama, parece estar ocupada con papa
- No es papa, es su nuevo novio
Le
informa el niño y ahora no solo abre la boca por la mujer, “no
puedo estar parada”, sino que lo hace por la contestación del niño
y mas allá, ¿que le contesta?
- Ah
Un “ah” básico, cortito y en susurro. Esta sumamente excitada, necesita agua fría, una copita y satisfacer un nuevo fetiche que desconocía en ella, olerla.
-Se llama Juan, me gustaba mas Alfonso.
- Ah...ah
Puede cambiar a otra bocal, pero el desparpajo con el que el niño le habla de los amoríos de su madre la tiene asombrada. En que momento el mundo giro tanto, para que un crío hable así de las relaciones de su madre, ¿y que hace la susodicha madre?
“Magrearse.....ay posturitas si tu quisieras y yo pudiera”
- ¿Y mi helado?
Persistente, el niño es persistente, como lo son sus ojos buscando a esa mujer de cuerpo “pa morirse”
Se sienta, ahora se sienta, mejor interrumpir las manitas de la madre “multinovios” y regresar a la juerga, que te excita en otros sentidos menos húmedos aunque por igual y según el caso, también pueden ser vergonzantes.
No hay mas vueltas que dar, la cámara la deja junto al castillito y si, tras conseguir un heladito, le hará una foto al castillo medio hacer. Tumbada en el suelo, podría pillar una instantánea espectacular.
“El castillo y su reina malvada”
- Ejem- carraspea, rascándose la cabeza y procura no mirar a los dos “maniteros”- perdonad, soy Minerva.
- Uhm....¿y?
Molesta, resulta molesta su intromisión para el caballero de nombre Juan y el caballero que no parece muy Tenorio, la mira expectante.
- Eh.....su chaval- indica con la mano al niño, ese Al capone de metro y poco, que no cesa en su empeño- me ha hecho un favor y bueno, le dije que le conseguiría un helado. La cosa es, que siempre será si vosotros me dejáis regalárselo.
- Pero
- Si quieren les doy el dinero y- hace una pausa obligada por ella, misma.
¿Qué dinero? Están en un complejo hotelero y tanto ella, como el niño, como la madre del niño y Don Tenorio manos largas, llevan una pulserita que indica la no necesidad de llevar cash encima.
- Llévelo usted y que elija, eso si, sin azúcar.
“A mandar”
Exige la madre y ella no puede mas que alzar ambas cejas, la novia de Juan Tenorio, no tiene la clase de Doña Ines.
- Eh....pues nada, era eso nada mas....pueden seguir
- ¿Con que?
“ Lengua floja soy, por favor”
- No, pues eso....disfrutando del sol
- Si nos dejas
“Joder....¿la educación donde la dejaron?”
Malhumorada y habiéndoles contestado encogiéndose de hombros, vuelve hacia el niño y cambia sus planes. Recoger niño, patada al castillo, recoger cámara, tomar una copa y que elija el puñetero helado.
- Ey, que bonito, ¿lo hiciste tu?
- Jejeje, ¿te gusta?
- Me encanta
“Mi madre, ¿esa es su voz?....tu a mi también me encantas, hola soy Minerva”
Perfecto en su pensamiento al topar con doña sombreritos quita sentíos, el niño y el castillo al que quería destruir. Uy si, ese castillo tiene reina y susurra como la mismísima Afrodita.
- Me va a regalar un helado.
Informa el renacuajo señalándola con el dedo y obvio, se siente marcada por el dedo y por los ojos ocultos por unas capullas gafas que la impiden vérselos.
- Eh
Bien, cambia de vocal y no sabe si era el momento oportuno de hacerlo, lo que si sabe es que la boca se le abre sin remedio y debe carraspear. Pasa, que también humedece su labio inferior, como siempre que se queda en la hipnopia.
- Pídeselo de doble chocolate
La malvada mujer que no sabe estar quieta, alimenta las ansias del niño ante la pasividad de Minerva y ésta se ve incapaz de cerrar boca y comportarse como lo que es, una turista playera.
- Chao, nos vemos por aquí
Se despide despeinando al niño y Minerva sueña con un guiño de ojos a ella, que en verdad y por unas capullas gafas, no sabe si se produce.
“Pa,l carajo”
Se maldice cuando la ve comenzar a caminar y avanza derrotada hacia el niño y su castillo, ahora si, que se llevara una gran patada.
- Perdona
Pero, la malvada de sombrerito se gira hacia ellos, disculpándose y Minerva cree, que lo hace por el día que le esta dando con tanta posturita y paseo. Claro que, ese no es el real motivo.
- ¿Si?- pregunta Minerva enorgulleciéndose, ha reaccionado y sin carraspear. Todo un logro teniendo a tan corta distancia a esa mujer.
- No debería hacerlo.
- ¿El que?
- Mojar su labio
- Eh....pues...eh.....¿por?
- Provoca morderlo
já!! ahora qué? se habrá quedao loca Minerva.
ResponderEliminarParece que Minerva soltaba humo y todo,del calentón, y la diosa se dio cuenta....
ResponderEliminarJajajaja, me encantaaaaaaaaaaaaaaa. Mas y mas por favor B, Jayssel
ResponderEliminarjajajajajaja....será la diosa si a dado cuenta del estado de calentamiento de Minerva? jajajajaja...
ResponderEliminarbeijos