Mi cincuenta claúsulas

Los juegos en el agua del grupo de amigos, las hacia reír a carcajadas. Grupo que contaba con cuatro pilares que lo sujetaban y unían. Las cuatro amigas que desde pequeñas, habían compartido amores, desamores, tropiezos personales, riesgos profesionales y que jamás, habían dejado de tener contacto.

Dos de esas cuatro mujeres, habían optado por un rato de sol y un poquito de tranquilidad, pero viéndolos hacer el tonto y bromeando entre ellos dentro del agua, las tenia sentadas y atentas a ellos.

A una de ellas, Minerva, al ver a Marga subida a hombros de Oscar intentando no caerse, le hace sonreír y le provoca una inmensa ternura. Marga odia las alturas, pero no aquellas de mas de tantos metros, un simple primer piso le supone respirar aceleradamente. Y ahora esta ahí subida y solo, por quien la sostiene.

- Se ven genial juntos- rompe el silencio Manuela, dando un pequeño golpe en el hombro de Minerva.

- Si

Poco mas contesta a Manuela, Minerva. Sentada junto a ella y hace un esfuerzo por mantener la vista en sus amigos. Es la tercera vez que se regaña así misma. Pidieron una playa “liberal” y están en una. Hay quien hace top less, quien lleva el traje de baño completo y quien practica nudismo, y una en particular acapara toda su atención.

No es la primera vez que acude a una playa de ese tipo y con frecuencia en sus escapadas a cualquier lugar bañado por mar, suele buscar estas playas y practicarlo. Claro que, no en todas te encuentras un cuerpazo como el de esa mujer. Él mismo que le hace regañarse una y otra vez.

- El tío pasa de ella- comenta Manuela y provoca que Minerva deje de mirar a la desnuda mujer para mirarla a ella.

- ¿Retocado?

- El pecho juraría que si, pero debe pasar horas en el gimnasio, ¿viste el culazo?

- Jajaja, llevo rato regañándome por ello.

- Lo se, yo llevo rato mordiéndome la lengua para no pedirte que pares de mirarla.

- ¿Pareja?

- No creo, no se han tocado ni una sola vez.

- ¿Soy yo la que debe parar de mirarla?

- Yo hablo en plural, por tanto miro a los dos y no solo a una, es obvio quien debe dejar de hacerlo.

- Me gusta su color

- Y su pecho reluciente no. ¿Verdad?

- Jajaja, me haces parecer una salida.

- Uhm- Manuela aprovecha la cercanía y mirando ahora a los amigos de ambas en el agua, deja apoyada su mentón en la cabeza de Minerva- Antes de venir, me encontré con Susana, de pura casualidad.

- ¿Cómo esta? ¿la viste bien? ¿te dij

- Hey, detente- sonríe y a pesar que Minerva le ha quitado su sujeción, vuelve a obligarla a dársela y con el mentón nuevamente apoyado en ella, recuerda el encuentro para ser lo mas objetiva posible- Yo la vi bien, guapa como siempre y como no, con prisa.

- Su trabajo- murmura Minerva y aunque mira al agua y a sus amigos, en verdad sus retinas recuerdan nítidamente la imagen de Susana.

- Si, demasiado absorbente y nada, poco mas hablamos y no, no me pregunto por ti.

- Normal- la imagen de Susana, la inquietud porque este bien y la infinita comodidad que siente con Manuela, hacen que Minerva busque la mano de Manuela y juegue con ella acariciándola.

- Yo no lo veo normal- rebate Manuela separando su mentón de la cabeza de su amiga y con disimulo, vuelve a mirar a la mujer desnuda para después hacerlo con el grupo que aun juega en el agua- han pasado meses y sabes que eres mi amiga, solo por...no se....educación.

- La jodí y mucho, es lógico que no quiera saber nada de mi.

- La super women se levanta, ya la estaba dando por muerta ¿Cómo puede aguantar tanto tiempo al sol sin moverse?- pregunta Manuela y ninguna, puede evitar observar como la mujer tras cubrirse con una pañuelo se dirige al agua.

- Esta leyendo- contesta Minerva y vuelta a regañarse, hay mas hermosas vistas que la de esa mujer, aunque sus ojos se empeñen en lo contrario.

- ¿Qué libro?- pregunta con sorna Manuela y guiña un ojo a su amiga. Manuela sabe, que no es el libro, el culpable de que Minerva, pueda padecer un esguince cervical de tanto mirar a su izquierda.

- ¿Qué se yo?

- Jajaja, no se....como no has dejado de prestarle atención, bien podrías saberlo.

- Ejecutiva- concluye Minerva, iniciado un juego usual entre las cuatro amigas, cuando conocen o simplemente cuchichean de alguien.

- ¿Qué dices? ¿Una ejecutiva con ese cuerpazo? Imposible, monitora de gimnasio- opina Manuela, esa mujer no parece de las que pasen horas encerrada en un despacho dirigiendo vete a saber que.

- ¿Has visto en que zona se alojan?- le toca rebatir a Minerva, la mujer espiada se aloja en la villa mas lujosa de todo el complejo- Eso no lo consigue una monitora

- Mujer florero jajaja

- Uhm...podría, pero pasa mucho del tipo.

- Sea lo que sea, va unido a su cuerpo y ese sea lo que sea, le da mucha pasta. ¿Modelo?

- Naa, pasa de los treinta seguro.

- Pudo serlo

- Yo la reconocería

- Jajaja, ¿alguien dijo salida?

- Golpe bajo, forma parte de mi trabajo.

- Fotografiarlas, todo lo demás.....

- Mastercard........bañémonos con estos......o mejor, demos un paseo- se anima Minerva, levantándose de la arena y no lo puede evitar. Mientras retira la arena de sus pequeñas braguitas, sus ojos no pierden de vista a la cuestionada mujer.

- Yo me baño tu finge caminar por la orilla en una aparente soledad enigmática, lo mismo cuela Minerva- aconseja Manuela haciendo rodar cómica los ojos. No cree capaz a Minerva de hacer lo que le propone.

- Jajaja, mas quisiera yo. Pero..... no es mala idea, se va de paseito y Minerva, que soy yo, también.

- No me lo puedo creer.

- Estoy en las Bahamas, llevo meses reencontrándome conmigo misma, estoy de despedida de solteros y un poquito cansada de sueños en los que besas ranas que se convierten en princesas ¿no merezco un poco de aventura?

- Chica......visto así, dale.....persigue a la escritora de cuerpo escandaloso.

- Jajaja, no es escritora.

- Jajaja, ¿Qué mas da? Mataría por tener su culo. ¿Me sigues mirando o persigues el culo poseedor de mi envidia?

- Crees que no me atrevo, pero.......lo voy hacer.

- Vamos fiera.