En
la misma postura que la dejara Valeria, tras asegurarle una y otra
vez que se encontraba bien, se hallaba Anna. Con una sola diferencia,
Anna ahora lloraba y cuanto más lloraba, más era la rabia que
sentía por ella misma.
Tanta
rabia, que en uno de sus consecuentes prontos, avanzó hacia la
maqueta con unas ganas inmensas de destruirla. Paradojas del cerebro,
destrozar aquello al que culpabilizas de todo.
Podía
despotricar contra los Wilson, podía guardarse los peores insultos
hacia Maca e incluso podía responsabilizarla de todo a ella. Pero
entonces esa maqueta, la misma que ahora quiere destruir, le escupe a
la cara un tiempo pasado.
Ese
mismo despacho, años atrás y cuando apenas llevaba días
ocupándolo. Su gran premio por contraer matrimonio con el ser más
despreciable que había conocido después de Francisco Wilson,
Francisco Júnior.
Recibió
la maqueta de las que fueron la gran causante de esa boda. Las
bodegas Paredes. Las mismas que quería recuperar costase lo que
costase y aunque ello incluyera dejar que Fran la tocase.
Ahora
que lo recuerda, no le fue difícil, pocas veces Fran aguantaba más
de unos breves minutos, el gran secreto del mayor de los Wilson. Su
impotencia sexual, la misma que le hacía abusar de pastillas, coca y
alcohol y que terminó por hacerlo precipitar el coche que conducía
por un barranco.
Ese
ser, no había podido ser capaz de tener un detalle así con ella.
Sus únicos detalles eran soltar dinero como si en verdad todo lo
comprase. Y no, su amor nunca lo compró.
El
padre tampoco y Roberto mucho menos. Por días y en horas sueltas,
examinó la maqueta minuciosamente, con la secreta esperanza de que
ese regalo tuviese un nombre, Macarena.
Buscaba
en ella una pista, cualquier grabación que le confirmara que ese
regalo era de ella. Sabía de su vida nocturna, sabía que hacia todo
cuanto podía para jamás coincidir con ella, pero ese regalo, sólo
Maca podía habérselo hecho.
Y
lo halló, una pequeña marca en uno de los antiguos toneles de
roble. Una eme grabada y sobre ella una a. Lloró y curiosamente,
prácticamente lo hacía como ahora mismo.
Pobre
imbécil incapaz de dar un paso por ellas. ¿Pero no era ella igual
de imbécil? ¿No lo había sido entonces?
Es
sólo una maqueta no tiene culpa de nada. La culpa fue no correr a
buscarla el día que descubrió que era suyo el regalo y decirle lo
mismo que ahora no se atreve. Vayámonos. Dejémoslo todo atrás.
Pero
siempre el orgullo, siempre la evidencia de que Maca aceptaría, al
día siguiente comenzarían las dudas y prorrogas, para finalmente,
no hacer nada.
Les
paso en la cueva, les paso en Madrid, les paso al recibir esa maqueta
y le pasaría ahora si la fuese a buscar.
Limpiándose
las lágrimas, trata de recuperarse, pero lo hablado con Val regresa
y con ello, lo hacen las lágrimas.
V:
Rompe el vínculo. No como todas las veces anteriores. Rompe de una
vez y por todas.
A:
No es fácil
V:
No, pero es la única manera y lo es para las dos, no sólo para ti.
A:
No tiene a nadie.
V:
Deja de pensar en ella. Lo has dicho tú misma. Lo haces por tus
hijos.
A:
La dejo en manos de...y....
V:
No eres su madre y Anna, no puedes pretender irte y a la vez estar
salvandola como siempre. Si lo haces se acabo el contacto con Martha
y con todo aquel que te informe de lo que hace o no hace.
A:
Es muy fácil para ti. Maca es...Maca no es la mujer fuerte que
aparenta. Es como un perro que ha crecido a golpes y teme a todo y a
todos. Si....en el momento que no tenga a Adriana, no se que es capaz
de hacer.
V:
Dios....me desordenas todos los chakras. Es la montaña rusa que te
has montado. Ahora piensas en dejarla y viene todo lo bueno, subes la
montaña, mañana si te quedas y ella vuelve a la vida de noche y a
sus..ehm...pues eso...la montaña bajará.
A:
Odio su forma de vida.
V:
Muchas veces la impulsaste tú. La odiosa pelirroja no fue más que
una consecuencia de tú boda con Fran. Trato de ser imparcial, no me
mires así.
A:
Como sea....me tengo que ir.
V:
¿Dinero?
A:
Una tecla y lo tengo.
V:
¿Tenemos donde ir?
A:
Si
V:
Pues...sólo falta planear como salir sin que ellos lo sepan.
A:
Si me quiere....si en verdad me quiere...ella puede...puede
buscarnos...puede...
V:
Olvídate Anna, vas a despertar al monstruo, centrémonos en
adelantarnos a el.
De
regreso a la realidad, la puerta del despacho se abre y Anna contiene
el llanto como puede.
Ad:
Mamá, venimos por ti.
M:
¿Estas bien?
A:
Si, sólo....sólo estoy con la alergia.
eee.. no tengo palabras para decribir este trozo se ve que anna esta entre la espada y la pared,por un lado maca y por el por otro sus hijos.
ResponderEliminarDecisiones,de decisiones se compone la vida
Saludos
..... AL FINAL QUIZÁS COMETAN LOS MISMOS ERRORES DEL PASADO....NO DECIR LO QUE DE VERDAD DEBE IMPORTAR...QUE ES NO PERDERSE...
ResponderEliminarCELESTE-NEGRO
Se palpa la tensión, ni idea por donde nos saldrás, pero algo malo llega. besos, Jayssel
ResponderEliminarComo no podia ser de otra manera...de acuerdo Celeste..Hablarse claro y poner lo que sienten la una por la otra por delante de todo..Esa es la clave..y que se hablen...que se digan lo que sienten...que la una sin la otra no son nada y que se arriesguen..y no sufrir mas...Basta ya de sufrimiento...Hay que arriesgarse...
ResponderEliminarDivina-Wilson
P.D_Me gusta muchisimo este relato Gemo...mucho