miércoles, 15 de mayo de 2013

Wilson S.L. 60


En la misma postura que la dejara Valeria, tras asegurarle una y otra vez que se encontraba bien, se hallaba Anna. Con una sola diferencia, Anna ahora lloraba y cuanto más lloraba, más era la rabia que sentía por ella misma.

Tanta rabia, que en uno de sus consecuentes prontos, avanzó hacia la maqueta con unas ganas inmensas de destruirla. Paradojas del cerebro, destrozar aquello al que culpabilizas de todo.

Podía despotricar contra los Wilson, podía guardarse los peores insultos hacia Maca e incluso podía responsabilizarla de todo a ella. Pero entonces esa maqueta, la misma que ahora quiere destruir, le escupe a la cara un tiempo pasado.

Ese mismo despacho, años atrás y cuando apenas llevaba días ocupándolo. Su gran premio por contraer matrimonio con el ser más despreciable que había conocido después de Francisco Wilson, Francisco Júnior.

Recibió la maqueta de las que fueron la gran causante de esa boda. Las bodegas Paredes. Las mismas que quería recuperar costase lo que costase y aunque ello incluyera dejar que Fran la tocase.

Ahora que lo recuerda, no le fue difícil, pocas veces Fran aguantaba más de unos breves minutos, el gran secreto del mayor de los Wilson. Su impotencia sexual, la misma que le hacía abusar de pastillas, coca y alcohol y que terminó por hacerlo precipitar el coche que conducía por un barranco.

Ese ser, no había podido ser capaz de tener un detalle así con ella. Sus únicos detalles eran soltar dinero como si en verdad todo lo comprase. Y no, su amor nunca lo compró.

El padre tampoco y Roberto mucho menos. Por días y en horas sueltas, examinó la maqueta minuciosamente, con la secreta esperanza de que ese regalo tuviese un nombre, Macarena.

Buscaba en ella una pista, cualquier grabación que le confirmara que ese regalo era de ella. Sabía de su vida nocturna, sabía que hacia todo cuanto podía para jamás coincidir con ella, pero ese regalo, sólo Maca podía habérselo hecho.

Y lo halló, una pequeña marca en uno de los antiguos toneles de roble. Una eme grabada y sobre ella una a. Lloró y curiosamente, prácticamente lo hacía como ahora mismo.

Pobre imbécil incapaz de dar un paso por ellas. ¿Pero no era ella igual de imbécil? ¿No lo había sido entonces?

Es sólo una maqueta no tiene culpa de nada. La culpa fue no correr a buscarla el día que descubrió que era suyo el regalo y decirle lo mismo que ahora no se atreve. Vayámonos. Dejémoslo todo atrás.

Pero siempre el orgullo, siempre la evidencia de que Maca aceptaría, al día siguiente comenzarían las dudas y prorrogas, para finalmente, no hacer nada.

Les paso en la cueva, les paso en Madrid, les paso al recibir esa maqueta y le pasaría ahora si la fuese a buscar.

Limpiándose las lágrimas, trata de recuperarse, pero lo hablado con Val regresa y con ello, lo hacen las lágrimas.

V: Rompe el vínculo. No como todas las veces anteriores. Rompe de una vez y por todas.

A: No es fácil

V: No, pero es la única manera y lo es para las dos, no sólo para ti.

A: No tiene a nadie.

V: Deja de pensar en ella. Lo has dicho tú misma. Lo haces por tus hijos.

A: La dejo en manos de...y....

V: No eres su madre y Anna, no puedes pretender irte y a la vez estar salvandola como siempre. Si lo haces se acabo el contacto con Martha y con todo aquel que te informe de lo que hace o no hace.

A: Es muy fácil para ti. Maca es...Maca no es la mujer fuerte que aparenta. Es como un perro que ha crecido a golpes y teme a todo y a todos. Si....en el momento que no tenga a Adriana, no se que es capaz de hacer.

V: Dios....me desordenas todos los chakras. Es la montaña rusa que te has montado. Ahora piensas en dejarla y viene todo lo bueno, subes la montaña, mañana si te quedas y ella vuelve a la vida de noche y a sus..ehm...pues eso...la montaña bajará.

A: Odio su forma de vida.

V: Muchas veces la impulsaste tú. La odiosa pelirroja no fue más que una consecuencia de tú boda con Fran. Trato de ser imparcial, no me mires así.

A: Como sea....me tengo que ir.

V: ¿Dinero?

A: Una tecla y lo tengo.

V: ¿Tenemos donde ir?

A: Si

V: Pues...sólo falta planear como salir sin que ellos lo sepan.

A: Si me quiere....si en verdad me quiere...ella puede...puede buscarnos...puede...

V: Olvídate Anna, vas a despertar al monstruo, centrémonos en adelantarnos a el.

De regreso a la realidad, la puerta del despacho se abre y Anna contiene el llanto como puede.

Ad: Mamá, venimos por ti.

M: ¿Estas bien?

A: Si, sólo....sólo estoy con la alergia.
 
 
 
 






4 comentarios:

  1. eee.. no tengo palabras para decribir este trozo se ve que anna esta entre la espada y la pared,por un lado maca y por el por otro sus hijos.
    Decisiones,de decisiones se compone la vida
    Saludos

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  2. ..... AL FINAL QUIZÁS COMETAN LOS MISMOS ERRORES DEL PASADO....NO DECIR LO QUE DE VERDAD DEBE IMPORTAR...QUE ES NO PERDERSE...

    CELESTE-NEGRO

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  3. Se palpa la tensión, ni idea por donde nos saldrás, pero algo malo llega. besos, Jayssel

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  4. Como no podia ser de otra manera...de acuerdo Celeste..Hablarse claro y poner lo que sienten la una por la otra por delante de todo..Esa es la clave..y que se hablen...que se digan lo que sienten...que la una sin la otra no son nada y que se arriesguen..y no sufrir mas...Basta ya de sufrimiento...Hay que arriesgarse...
    Divina-Wilson
    P.D_Me gusta muchisimo este relato Gemo...mucho

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